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sábado, 23 de diciembre de 2017

Los compromisos ambientales del Presidente electo

Los objetivos ambientales de su Programa entran en clara tensión con sus compromisos en Recursos Naturales e Infraestructura.
Por Sara Larraín | Chile Sustentable
Este domingo triunfó por amplio margen Sebastian Piñera, para administrar el país durante el período 2018-2022. En este contexto hemos revisado una vez más su programa de gobierno en el área ambiental, donde destaca el “gran patrimonio medio ambiental que se manifiesta en la extraordinaria  biodiversidad del país que debemos proteger, ya que muchos de sus ecosistemas y especies están en riesgo”; y una declaración de intenciones “una sociedad solidaria debe asumir como una obligación ética el legar a las  futuras generaciones un mejor patrimonio natural que el que ha recibido”.
Entre las acciones prioritarias para ello destaca la implementación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, el fortalecimiento del Servicio de Evaluación Ambiental, a través de su tecnificación y del diálogo temprano entre la comunidad y los titulares de proyectos y el SEA; la creación de un banco de compensaciones ambientales y sociales, y la evaluación internacional al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. En el ámbito de la contaminación atmosférica, compromete una “Estrategia Nacional de Control de Emisiones a la Atmósfera” (que incluya contaminantes locales y globales), con acciones de eficiencia en el sector vivienda y edificación, el secado de la leña, recambio de calefactores, una movilidad baja en emisiones, cobros por congestión y normas de eficiencia energética para vehículos livianos y medianos, además de avanzar hacia sistemas de transporte eléctricos. 
Incluye Piñera  la economía circular y la remediación ambiental en su programa, incluyendo “la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor” y Fomento al Reciclaje, un “Plan de Acción Nacional para la eficiencia en la gestión hidrica y energética en el sector público”, e incluyendo el etiquetado de la huella de agua y de carbono de sus productos para conocimiento de los consumidores. También propone crear un “Fondo de Remediación” para reparar los ambientes dañados, con recursos provenientes de planes de reparación y compensación de la Superintendencia de Medio Ambiente y de los Tribunales Ambientales. 
Concluye el programa ambiental con el compromiso de una “Ley de Cambio Climático” para cumplir los compromisos internacionales, fortalecer el Inventario de Gases Efecto Invernadero y el Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes, además de incorporar la adaptación al cambio climático al Sistema Nacional de Inversiones y a la Estrategia de Reducción de Riesgos; además de asignar responsabilidades sectoriales de reducción de emisiones y fortalecer la capacidad de fiscalización del impuesto al carbono y la creación de un Fondo Climático y una estrategia de financiamiento. 
Valorando los compromisos ambientales de Sebastián Piñera, nos preocupa enormemente como es que logrará cumplirlos, ya que en los capítulos sectoriales de su programa de gobierno las propuestas se fundamentan en promover la intensificación de la explotación de los recursos naturales para “duplicar la tasa de crecimiento de la economía”; y, al mismo tiempo, “agilizar el Sistema de Evaluación Ambiental, a fin de lograr procesos más expeditos”. Si miramos en detalle las propuestas, estas tienen un impacto sustancial sobre el territorio, los recursos naturales y su integridad ambiental, tal como se expresa en minería: “posicionar al sector minero como un motor de recuperación del crecimiento económico”, “incentivar la exploración minera”, … “establecer una oficina de Gestión de Proyectos de Inversión que, de manera proactiva, busque atraer, coordinar y agilizar nuevas inversiones en el sector. Evaluar la creación de instrumentos específicos de atracción y protección de inversiones”. En agricultura, “aumentar la superficie y seguridad de riego, reimpulsando la “Estrategia Nacional de Recursos Hídricos” elaborada el año 2013. Impulsar el Plan Nacional de Regulación y Embalses, incluyendo el término de las obras en desarrollo y el inicio de nuevas obras”. En pesca, expandir la extracción y la acuicultura… y así suma y sigue con todos los sectores de la economía, al mismo tiempo que propone evaluaciones ambientales expeditas y sin considerar políticas de ordenamiento territorial, ni estrategias integradas de cuencas, con lo cual los objetivos ambientales de su Programa entran en clara tensión con sus compromisos en Recursos Naturales e Infraestructura. 
Fuente: Publicado en Diario Estrategia

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