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lunes, 27 de noviembre de 2017

Nueva Falla de Emisario CFI Nueva Aldea en Coelemu

Emisario Ducto CFI Nueva Aldea - Cruce Río Itata (Desde ribera norte)
#REPORTE #INFORME @vigilantecosta
Una nueva falla se produjo en el emisario de descarga de residuos hacia al mar, producto de los procesos del Complejo Forestal Industrial Nueva Aldea de la empresa Arauco y su producción de pulpa de celulosa. La planta se ubica en la comuna de Ránquil y su ducto cruza varias comunas hasta su lugar de descarga en el mar. Unos 1200 metros al interior del Océano Pacífico en el sector de Boca Itata en las cercanías de la desembocadura del río Itata.

Imagen Referencial 2009 - VC
Esta vez, el día 26 de noviembre del presente, rotura de Ducto fue en cercanías de Coelemu en donde, nuevamente, queda de manifiesto la inseguridad que reviste esta "cañería de desagüe gigante" (52 kilómetros aprox.), una super mega inversión privada colapsada en distintos puntos donde comunidades se ven obligadas a convivir (o emigrar, sencillamente), con las externalidades asociadas a un negocio millonario, privado, al amparo y subsidiado por el estado. Y del cuál, muchos rendidos o resignados intentan o pretenden sacar algún tipo de beneficio. 

¿Quién se hace cargo?
23.09.2009 - Boca Itata
El cuestionamiento es claro. Con conocimiento de causa hemos observado parte del proceso, casi desde su génesis, en donde las promesas reflejadas desde el texto de presentación del proyecto mismo, junto a las de las autoridades casuales que deciden su existencia, sumado a estrategias corporativas y políticas que desconectan el sentir social de la toma de decisiones relegando, relativizando o minimizando a las comunidades directamente afectadas por las fallas advertidas con anterioridad. 
Curioso tambien que a nadie le importe o se minimice la afectación que es, ante todo de carácter psicológico, en donde decenas de familias no tienen más alternativa que aceptar la imposición de una mega tubería en su "patio", en su territorio, con el aval del estado. Lastima observar como la estrategia empresarial, al alero de la responsabilidad social inventada para esas maniobras, permite, con pequeñas dádivas, dividir a la comunidad y, obviamente, "minimizar el impacto social". Duele también, observar que la lucha social, en su momento, no lograra imponerse ya que la visión local debe solicitarse, debe respetarse. Hoy, con esta franca recurrencia de fallas y colapsos, ya podemos ver las consecuencias de haberlo permitido. 
Pero, volvamos a la pregunta, ¿Quién se hace cargo?. ¿Las comunidades afectadas, la misma empresa, el gobierno, el estado?
Ducto CFI Nueva Aldea - Río Itata
En 2009en sus primeros meses de funcionamiento, ya nos preguntábamos si el ducto tenía o no problemas de funcionamiento, presentando fallas técnicas, quedando en evidencia, tiempo después, con sucesivas fallas en zonas adyacentes, tanto a la planta, como al mismo ducto. Los mismos vecinos, en ese entonces, ya manifestaban "que sienten cierto temor respecto de las uniones que tiene el ducto en todo su trazado debido a que estuvieron muy poco tiempo secando las soldaduras en la superficie enterrándolos de forma prematura (opinión de los vecinos del sector). A su vez, señalan que en el caso de haber filtraciones no tendrían como verificarlo y que en algunos lugares podría, incluso, haber contaminación de los lugares de toma de agua para consumo humano por lo que que se debiera comunicar de forma clara para cuando se estima el funcionamiento operativo del Ducto por parte de la empresa" (nota VC 09/09).

Falla Ducto - 10/09
Foto: @vigilantecosta
En octubre de 2009 vecinos manifestaban su preocupación "ante posibles filtraciones en “punteras” de toma de agua para consumo de animales, regadío de chacras y para el propio consumo humano" (nota VC 10/09). 
En noviembre de 2010 nuestro programa constata y advertía que "en visitas a terreno hemos visto que el emisario de CFI Nueva Aldea ha manifestado filtraciones en distintas secciones producto de lo cual la empresa ha debido hacer reparaciones. A ello se suma que existen antecedentes de vecinos del lugar en que manifiestan que el río en ciertas ocasiones presenta un color oscuro (licor negro) lo que nos permite suponer que al no estar operativo el emisario la empresa continúa su producción (aumentada con la puesta en marcha del emisario) efectuando descargas directas al río Itata.
No tenemos conocimiento del estado de funcionamiento actual del emisario. Estimamos que se debiera informar públicamente las condiciones de ducto y el porcentaje de su puesta en marcha para poder dar respuesta a los vecinos que temen que el ducto pueda continuar con filtraciones contaminando las “punteras” de toma de agua para consumo humano y animal". (nota Informe Diagnóstico TMI VC 11/10).
Luego, en Diciembre del mismo año (2010) se produjo un nuevo colapso de la tubería en sector cercano a Coelemu donde se vertieron, a lo menos, 10 mil litros afectando directamente a vecinos del sector quienes manifestaron "que, en el sector afectado por la falla mencionada, existen zonas usadas como playas solaneras y de baño. En estos lugares la ribera del río manifiesta colores rojizos después de la puesta en marcha del ducto de la CFI Nueva Aldea de Celco" (nota VC . 10/12).
En septiembre de 2011 se produce un nuevo derrame directo al estero Velenunque, contiguo a la planta. Junto a descargos de las comunidades locales y un comunicado oficial respecto del incidente empresa fue sancionada evidenciando, una vez más, el riesgo y amenaza latente que implica este tipo de industria. (Obras Nuevas y Actualización del Complejo Forestal Industrial Itata” (Según Ley 20.473 – F. 411)).
En Agosto de 2012, también vecinos de la zona de Boca Itata se contactaron con nuestro programa preocupado por reiterados trabajos en el ducto por deficiencias técnicas y mantenimiento permanente en distintas puntos del ducto (nota VC 08/12).
En noviembre de 2013, en el sector de Boca Itata, se produjo otro colapso del emisario y se produjo una gran anegación de los predios agrícolas circundantes afectando directamente a los vecinos cercanos por líquidos provenientes del ducto y, como se había dicho hasta el cansancio, sus punteras de agua se contaminaron y se prohibió consumo por meses. Comunidad tuvo que ser abastecida por agua embotellada ante el temor de que el agua, de su tomas de agua histórica, no estuvieran aptas para el consumo (humano, animal, riego, etc.).
Foto @vigilantecosta 11/13 - Boca Itata
El 16 de Noviembre se lanza un estado de alerta ante la alarmante situación entrando en un proceso de "mesa de diálogo" que, a la larga, solo termina por bajar el perfil a los involucrados y directamente responsables del desastre. 
En noviembre de 2015 la mesa de trabajo concordada cumplió dos años, las responsabilidades diluidas y los compromisos dilatados hasta el presente en un eterno ir y venir sin resultados concretos respecto de las peticiones de la comunidad. Una vez aceptada la mesa de trabajo, acuerdo o diálogo no hubo posibilidad de acciones legales, que fue lo que francamente recomendamos a los vecinos, demandar indemnizaciones por daño ambiental a quienes fuesen responsables.
Siempre, desde un punto de vista más personal, me llamó la atención el inicio de estas sesiones de trabajo o diálogo donde autoridades y empresa se sientan en la testera y frente a ellos la comunidad afectada, vulnerada, ofendida, irrespetada. Hubiese sido consecuente que los servidores públicos se sentarán junto a la comunidad fustigando a una empresa millonaria con un largo prontuario de contaminación y abuso. Pero no, casi por instinto, apoyan al culpable del daño, al responsable del antes y después del Ducto. Insólito.
Será tiempo de que junto a leyes relacionadas con el modelo forestal se revisen aspectos ligados a las consecuencias que hoy ya podemos conocer de esta industria. 
Mesa de Dialogo - Noviembre 2013
Mesa de Dialogo - Noviembre 2013
Plano de Trazado Ducto CFI Nueva Aldea

NOTAS RELACIONADAS:













sábado, 27 de febrero de 2016

Plantas Valdivia y Nueva Aldea de Celco arriesgan clausura por graves faltas ambientales


Por : Gabriela Pizarro en Actualidad y Entrevistas - Fuente: Ciper
Durante enero y febrero, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) formuló cargos a dos de las plantas de celulosa del Grupo Angelini. En Valdivia –la misma planta que gatilló la muerte de los cisnes– la investigación comenzó por la masiva muerte de peces y las lesiones en la piel que sufrieron bañistas del Río Cruces. En Nueva Aldea, los cargos suman una larga lista de derrames y emisiones tóxicas o pestilentes, denunciadas durante años por los vecinos. Celco deberá defenderse en dos frentes para evitar millonarias multas y sanciones que podrían llegar incluso al cierre de sus operaciones.
La tarde del 18 de enero de 2014, en la comuna de San José de la Mariquina, Región de Los Ríos, Héctor Pérez Farías observó con detención el cuerpo de José Emanuel, su hijo de 12 años. Numerosos granos de color rojo se extendían por la zona abdominal, lumbar y por las extremidades del niño, provocándole una picazón que lo llevó a pedir ayuda a sus padres.

Al preguntarle qué había hecho, dónde había estado, José Emanuel contó que por la mañana había ido a bañarse al Río Cruces junto a unos amigos. Lo hacía de forma habitual, pero ese día le llamó la atención la temperatura del agua, que estaba más alta de lo normal. Con el correr de las horas los padres de José Emanuel se enteraron a través de unos vecinos que ese día había aparecido una gran cantidad de peces muertos en el mismo sector.
José Emanuel se había bañado en las cercanías del Puente Rucaco, 800 metros río abajo del lugar donde descarga sus Residuos Industriales Líquidos (RILes) la Planta Valdivia de la empresa Celulosa Arauco y Constitución (Celco), del Grupo Angelini. La misma planta fue condenada en 2014 con $5.200 millones de multa por derramar residuos contaminantes en el Río Cruces, lo que derivó en la muerte de miles de cisnes de cuello negro.
La denuncia de Héctor Pérez por las lesiones que sufrió su hijo se sumó a las de otros vecinos y organizaciones como Acción por los Cisnes, lo que gatilló el inicio de una investigación de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA). Por esos mismos días, unos 400 kilómetros al norte, en la comuna de Ránquil, región del Biobío, se acumulaban las denuncias de los vecinos de otra de las plantas de Celco, Nueva Aldea. Desde 2013 acusaban derrames, malos olores y ruido excesivo, por lo que la SMA también abrió un expediente en su contra.
Los resultados de ambas investigaciones se dieron a conocer entre enero y febrero de este año, cuando la superintendencia formuló cargos contra las plantas Nueva Aldea y Valdivia. Por el tenor de las faltas –calificadas de graves y gravísimas, respectivamente- además de millonarias multas ambas plantas arriesgan perder su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), lo que las obligaría a dejar de funcionar. Sería otro duro golpe para este gigante forestal que en 2014 obtuvo utilidades por US$ 437 millones y desde la muerte de los cisnes es uno de los símbolos de la magnitud del daño ecológico que puede producir la industria de la celulosa.
Además de los cuestionamientos ambientales, el Grupo Angelini está actualmente en el ojo de dos investigaciones penales por el financiamiento irregular de la política. Celco, junto a Copec, Siemel, Cruz del Sur y Corpesca entregaron fondos a la pre-campaña electoral de Michelle Bachelet por fuera de las normas del Servel (ver reportaje: La mano derecha de Angelini que entregó los fondos para la pre-campaña de Bachelet). Además, Corpesca es la protagonista de una investigación en que se indagan los delitos de cohecho y fraude al fisco, por los pagos realizados a la ex diputada Marta Isasi (ver reportaje) y al senador Jaime Orpis (ver reportaje) en momentos en que se tramitaba la Ley de Pesca
PLANTA VALDIVIA OTRA VEZ BAJO LA MIRA
A raíz de los daños que sufrió el pequeño José Emanuel, el 12 de febrero de 2014 su padre interpuso una querella por lesiones menos graves contra Celco en la Fiscalía Local de Mariquina, a la que se sumaron dos adultos y un niño que también sufrieron las consecuencias de bañarse en el río (ver querella).
Un año después, la Superintendencia de Medio Ambiente solicitó los antecedentes del caso en Fiscalía y en octubre de 2015 citó a declarar a siete trabajadores de la empresa, que ya habían prestado su testimonio ante el Ministerio Público.
La fiscal instructora de la SMA a cargo de las preguntas era Carolina Silva Santelices. Frente a ella, los trabajadores –junto a sus abogados– negaron reiteradamente recordar los hechos, hasta que la fiscal los enfrentó a las declaraciones que ellos mismos prestaron en la causa penal que lleva la Fiscalía Local de Mariquina.
Uno de los últimos en declarar fue Mauricio Ceverio Hidalgo, operador que estuvo a cargo de los residuos líquidos de la empresa un día antes de las lesiones de los bañistas y la aparición de los peces muertos, el 17 de enero de 2014.
Ese día un peligroso líquido, conocido en la industria de la celulosa como licor verde, llegó a la zona de tratamiento de efluentes de la planta. En este lugar, los trabajadores se encargan de recibir, controlar y tratar los residuos líquidos del proceso de producción y verterlos al Río Cruces una vez que estén dentro de los parámetros que exige la normativa chilena.
Este líquido de color verde es una solución corrosiva que al contacto con la piel puede causar quemaduras químicas o daños en los pulmones si se inhala. Los trabajadores que estuvieron a cargo del tratamiento de efluentes ese día reconocieron la presencia de licor verde en el flujo de RILes, pero las declaraciones se contradicen al momento de responder cómo procedieron.
El operador de efluentes Mauricio Ceverio aseguró ante la Fiscalía que cuando se percató de la presencia del líquido, le ordenó realizar una “inspección visual” y mediciones al volante de efluentes Juan Echeparreborde. Según Ceverio, los controles indicaron que los parámetros estaban dentro del rango exigido, por lo que no fue necesario derivar el flujo a la laguna de derrames, un sector donde es enviada el agua para tratarla cuando hay parámetros alterados.
Para terminar, el trabajador abrió el estanque TK 15.000, que contiene agua de río, para “aumentar el caudal” de los residuos y el resto del proceso siguió normalmente, enviando el flujo hacia el Río Cruces.
La declaración se contradice con la versión que entregó el aludido, Juan Echeparreborde. En su testimonio el trabajador reconoce la llegada del licor verde, pero asegura que no realizó ninguna medición, ya que no recibió ninguna instrucción al respecto (ver declaraciones).
Este hecho es la acusación más grave y lidera las 11 infracciones que detalló la SMA en la formulación de cargos que realizó el 8 de enero de este año contra la planta (ver documento).
Según la normativa que regula el funcionamiento de la planta, la empresa debió activar sus sistemas internos para controlar el derrame de licor verde e informar inmediatamente, en un máximo de 24 horas desde que ocurrió el accidente, a la autoridad ambiental, lo que habría podido mitigar el daño.
Ninguna de esas cosas ocurrió y la SMA catalogó ambas infracciones como “gravísimas”. Además de las acusaciones de dos adultos y dos niños de haber sufrido lesiones en la piel, entre los miles de peces que murieron ese día había dos especies en conservación, catalogadas como vulnerables desde 2008.
La empresa ya presentó sus descargos ante la SMA, alegando vicios formales en el procedimiento y negando cada una de las acusaciones. Respecto a la más grave, la empresa asegura que no debía reportar el derrame del licor verde porque no afectó al efluente, ya que se trató sólo de una contingencia operacional y se recuperó prácticamente la totalidad de la sustancia, cumpliéndose los límites de descarga permitidos.
Las infracciones detectadas por la SMA vuelven a poner sobre la mesa los daños ambientales que ha provocado Celco en Valdivia, luego de que en 2004 las descargas de la planta provocaran la muerte de miles de peces y cisnes de cuello negro en el humedal del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, ubicado en el Río Cruces.
Tras ese episodio, la RCA de esta planta fue modificada incluyendo nuevos requisitos. En la investigación actual, la SMA acusó que Celco todavía no cumple algunas de esas exigencias, como el programa de monitoreo ambiental, la construcción de una nueva bocatoma y una planta de osmosis inversa, además de la instalación de un sistema lavador de gases, entre otras medidas.
La SMA también consideró que la planta cometió infracciones al superar el límite de descargas de algunos parámetros, además de cuestionar la forma en que se realizan las muestras. Este punto es crítico para Celco, pues actualmente se encuentra enfrentada con el Ministerio de Medio Ambiente en el Tribunal Ambiental de Valdivia, intentando detener la nueva norma de la calidad del agua que rige sobre el Río Cruces. Según la empresa, con los nuevos parámetros es imposible que una planta opere en la zona (ver reportaje de CIPER: Celco vuelve a tribunales por planta Valdivia: intenta eliminar norma de calidad del agua).
Ahora, con las faltas graves y gravísimas de las que la acusa la SMA, la empresa arriesga la revocación de la RCA, la clausura o una multa de hasta 10.000 unidades tributarias anuales (UTA), unos $5.400 millones. El dictamen de la superintendencia debiera conocerse antes de seis meses, tras lo cual tanto la autoridad como la empresa pueden recurrir al Tribunal Ambiental.
EL OTRO FOCO CRÍTICO
Más al norte, Celco mantiene abierto otro foco de acusaciones graves por daños medioambientales. A 50 kms. de Chillán, en la comuna de Ránquil, provincia de Ñuble, se encuentra otra de sus plantas más importantes: el complejo Nueva Aldea, que produce más de 1 millón de toneladas de celulosa kraft al año.
En octubre de 2013, la oficina de la SMA en la Región del Biobío recibió numerosas denuncias de los habitantes del sector donde se encuentra emplazado el complejo por derrames en el ducto que transporta los residuos líquidos de la empresa hasta el mar. Los vecinos acusaron pestilencia, dolores de cabeza y animales enfermos por consumir el líquido, el que terminó cayendo en un estero del lugar, además de posibles filtraciones en tierras agrícolas y contaminación de napas subterráneas.
Funcionarios de la Seremi de Salud, de la Gobernación Marítima de Talcahuano y de la Capitanía de Puerto Lirquén realizaron inspecciones ambientales a raíz de las denuncias, con las que se pudo verificar dos derrames -el 9 de octubre y el 14 de noviembre de 2013- y fallas en los sistemas de alerta instalados en el ducto para reaccionar a tiempo frente a este tipo de emergencias.
En las mismas pericias se comprobó que la temperatura de los residuos líquidos depositados por la empresa en el mar superaba en más del doble a la temperatura que debe tener el efluente al entrar en contacto con el medio marino según la norma vigente. Además de otras infracciones a la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), como inexistencia de cerco vegetal que aísle el perímetro del depósito de residuos industriales no peligrosos y la deficiente construcción del ducto de descarga al mar, que es visible desde la playa a pesar de que la norma exige que no lo sea.
Con el paso de los meses las denuncias continuaron, esta vez por permanentes ruidos molestos en las inmediaciones de la empresa y malos olores en el sector de Quillón y Ñipas, donde los vecinos manifestaron dolores estomacales, dolor de cabeza, náuseas e irritación en ojos y nariz. Además se detectó contaminación atmosférica producto de la disposición no autorizada de cal.
La SMA recopiló e investigó las denuncias que se extendieron hasta 2015 y el 17 de febrero de este año formuló cargos contra Nueva Aldea, resumiendo en ocho puntos las graves falencias que descubrió en el funcionamiento de la planta (ver documento).
Además de los derrames, la empresa fue acusada de emitir en septiembre de 2015 una cantidad indeterminada de dióxido de cloro sin tratamiento, el que al contacto con el aire se transforma en cloro gaseoso, catalogado como gas tóxico según la normativa chilena.
Otra de las acusaciones apunta al origen de los malos olores denunciados por los vecinos. La SMA determinó que la emisión de gases pestilentes sin tratamiento -gases TRS- directamente a la atmósfera supera los límites impuestos por la norma, que permite estos “venteos” solo en situaciones de emergencia.
Para tener una idea, solo en enero de 2015 la empresa informó 85 venteos, alcanzando un promedio de 38 venteos mensuales entre enero y septiembre de ese año. La SMA calificó estas emisiones como condiciones operacionales que se reiteran numerosa y temporalmente y que van más allá de una situación de emergencia”.
Los hechos son catalogados como “graves” por la superintendencia, debido al daño que implican para la población aledaña, ubicada a menos de un kilómetro, y por el incumplimiento de las medidas que exige la RCA para minimizar y reparar estos problemas.
El proceso sancionatorio está recién comenzando, pero al igual que en Valdivia, podría implicar la revocación de la RCA, la clausura o la multa de hasta 5.000 unidades tributarias anuales, casi $2.700 millones. Celco tiene hasta el 2 de marzo para presentar un programa de cumplimiento y hasta el 9 de marzo para presentar sus descargos, para luego seguir el mismo camino que la investigación en Valdivia.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Planta Nueva Aldea de Celulosa Arauco arriesga clausura tras investigación de la SMA

Centro Forestal Industrial Nueva Aldea - Ranquil
Fuente: Biobio
“El largo brazo de la ley llegó para hacer justicia”, aseguró el seremi de Medio Ambiente, tras la formulación de cargos a la Planta Nueva Aldea, de Celulosa Arauco, que incluso puede llegar a la clausura la empresa.
Los tres años de investigación de laSuperintendencia de Medio Ambiente, finalmente rindieron los frutos que esperaban los vecinos de la Celulosa, lo que podría derivar en la revocación de la resolución de calificación ambiental, suclausura, o una multa de hasta $2500 millones.
El seremi de Medio Ambiente, Richard Vargas, se mostró feliz por la decisión. Asimismo, recalcó que es necesario que la empresa haga modificaciones en sus procesos.
Sistema de descarga CFI Nueva Aldea - Cruce ducto Río Itata
VER NOTA: Derrame Ducto CFI NA - Boca Itata - 13 Noviembre 2013
Autoridades Mesa de Diálogo
En el documento de la Superintendencia se indica que en el año 2013 recibieron denuncias por filtración de líquido percolado emanado de la tubería que conduce riles de la planta al mar.
También se da cuenta de la emisión de gases de la producción de celulosa y la emanación no controlada a la atmósfera de dióxido de cloro gaseoso. De ahí, entonces, las denuncias de los vecinos, quienes daban cuenta de malos olores, picazón de ojos y nariz, dolores de cabeza y náuseas.
CFI Nueva Aldea Celco Arauco - Ranquil
Carmen Navarrete, presidenta de la Mesa Medioambiental de Ránquil, expresó su satisfacción, porque dijo que con la formulación de cargos se demostró que tenían razón. Pero, ¿la empresa realizará las modificaciones? Ella cree que es difícil.
Yohanna Vera, del sector La Concepción y una de las denunciantes, dijo que ahora tienen que seguir trabajando.
La Celulosa Arauco tiene 10 días hábiles para presentar un programa de cumplimiento y 15 días para entregar sus descargos. Y, como aún no les remiten la notificación formal, aseguraron que no se referirán a esta la Formulación de Cargos.


VER NOTA: JUEVES, 14 DE NOVIEMBRE DE 2013 Ducto Nueva Aldea presenta grave falla en Sector Boca Itata

sábado, 24 de enero de 2015

La Ruta de la Celulosa | Primera Parte

@vigilantecosta
Siempre es bueno repasar la historia para conocer contextos y, a partir de ahí, poder formarse una propia opinión. En este sentido, no se pretende, bajo ningún aspecto, influir o dar cátedra y tampoco nos abstraeremos de la propia mirada respecto del antes y después de esta planta de celulosa ubicada en la comuna de Ranquil, y su ducto, analizando sobre datos concretos, un seguimiento constante realizado hace ya varios años y, lo fundamental, el sentir de los propios vecinos afectados, los residentes históricos, que han debido de manera, casi, obligada a acostumbrarse a vivir con una cañería gigante en los jardines de sus casas que drena desechos industriales al mar de forma permanente; sin olvidar, objetivamente, la responsabilidad adjudicable al estado chileno por las consecuencias que genera esta industria en términos económicos, sociales y/o ambientales, entendiendo que son ellos los que regulan y entregan los permisos necesarios para que éstas operen y permanezcan en el tiempo donde, finalmente, la responsabilidad podría ser endosable a las entidades publicas, que han otorgado beneficios y derechos en la propiedad de las aguas, elemento esencial para sus procesos productivos, olvidando, en ocasiones, a las comunidades directamente afectadas.
La opinión y debate respecto a este tema lleva largo tiempo y es importante que las comunidades participen, se informen y propongan de manera activa respecto del impacto que éstas (y otras) industrias o modelo de negocios, generan (o pudieran generar) en la calidad de vida y ecosistemas locales.
SEDE MATACO

Es interesante presentar la problemática desde la experiencia y compartir este texto para manifestar la inquietud y que, ojalá, pueda contribuir al debate respecto de la permanencia o actualización del Código Forestal DL 701, teniendo como un factor adicional imprescindible, el que hoy podamos conocer el real impacto que ha generado la industria forestal en Chile y sumar factores difíciles de considerar en un principio, como la escasez hídrica, cambio climático y/o calentamiento global. Sería inadecuado forzar la permanencia de un código atemporal que sirve a los intereses económicos de un grupo muy reducido y, al mismo tiempo, instaura dentro de su negocio, actividades productivas contaminantes que atentan la calidad de vida de las counidades locales.


Complejo Forestal Industrial (CFI) Nueva Aldea. Ranquil
Complejo Forestal Industrial Nueva Aldea


Esta planta inicia su marcha blanca a fines de agosto de 2006, con una inversión cercana a los 1400 millones de dólares y una producción anual próxima a las 850 mil toneladas anuales de celulosa (ampliada a cerca de 1.200.000 con emisario de descarga operativo), posicionando y expandiendo el modelo forestal desde la región del Maule hacia el sur convirtiéndose en una de las industrias extractivas más importantes del país, con ganancias exponenciales que, paradójicamente, no se ve reflejada en las zonas donde este tipo de industrias buscan emplazamiento que, en su mayoría, tienen altos índices de pobreza.


Es aun más grave, si consideramos que desde sus inicios, los tres actores dominantes de mercado nacional (Arauco, Mininco (CMPC) y Masisa), han sido, permanentemente, subsidiados por el estado chileno al amparo del oscuro y obsoleto código forestal 701 (1974), llegando hasta un 75% por planta para cultivos forestales, debido a que inicialmente se promueve como una forma, técnica o mecanismo, para evitar la degradación y erosión de suelos estériles o de alta aridez y que este tipo de "técnicas de cultivo" puede ayudar en la recuperación de suelos para la agricultura. Esto último, que en determinadas condiciones podría ser apropiado o efectivo, permitió la expansión sin control del, mal llamado, "modelo forestal" (monocultivos seriales no son bosques) y se compran, a buen precio, grandes extensiones de tierras al estado por capitales nacionales y extranjeros en las regiones del Biobio al sur asentando la industria forestal en Chile. Esto origina la molestia de los pueblos originarios de la región de la Araucanía donde distintas comunidades nativas reclaman desde hace años sus tierras ancestrales usurpadas por el estado. Pero, esa es otra historia, digna de analizar donde las comunidades se han visto enfrentadas a la industria forestal con el amparo del estado.

Sistema de Descarga
Con posterioridad a su instalación, el Complejo Forestal Industrial Nueva Aldea, construye un emisario de descarga de 50 kilómetros que atraviesa varias comunas, entre ellas: Ranquil, Coelemu, Quillón y Trehuaco, desembocando en el océano pacifico, sector Boca Itata.
Ducto Nueva Aldea - Cruce río Itata
Entre paréntesis, similar a esta monstruosa cañería, que comienza en Ranquil y termina en Boca Itata, es la que se proyecta para la bahía de Mehuín y que provendría de la Celulosa de Valdivia, planta gemela del CFI Nueva Aldea, tristemente célebre por el desastre de contaminación del humedal del río Cruces y la muerte de innumerables cisnes. Frente a este nuevo proyecto de una mega tubería de descarga de desechos de sus procesos productivos al mar, según las locas normativas vigentes, en la Caleta de Mehuín (algo increíble, si reflexiono que contaminar un río, o el mar, para mí es lo mismo) y donde, tenazmente, lugareños se apropian de su forma de vida como factor esencial en el respeto y preservación de nuestras costumbres oponiéndose a su construcción por la defensa de su patrimonio y cultura. Más ahora, que existe clara evidencia de los pros y contras que ha generado Nueva Aldea.
Que jamás se ausenten, ni cesen las voces y corazones para defender el derecho de vivir en un lugar libre de contaminación y que tampoco decaigan los ánimos cuando el apremio, o abuso, sepulte la posibilidad de tener una mejor calidad de vida (nunca peor), como ya les ha sucedido a muchos vecinos cercanos al CFI Nueva Aldea. Que se sumen las exigencias al estado e industria de que las buenas prácticas en los procesos deben, imperiosamente, ser cada vez mejores entendiendo que la tecnología avanza de manera vertiginosa, los costos ya no son un obstáculo y el desafío es poder aplicar esa tecnología para que el impacto sea el mínimo posible y seguir marginando utilidades. No podemos quedarnos eternamente con leyes y regulaciones antidemocráticas, que no evolucionan de manera equitativa, quedando obsoletas y fuera de tiempo llevándose el real costo de las externalidades negativas los habitantes de los territorios.

Ranquil
Como programa, desde 2009, hemos realizado un seguimiento y monitoreo preventivo permanente que va incluye la zona que va desde la planta celulosa Nueva Aldea de Ranquil hasta el sector de Boca Itata y Mela, donde se descargan los desechos al mar. Hemos participado en diversas reuniones con los vecinos y autoridades exponiendo en relación a las distintas y periódicas fallas que ha presentado el ducto y la contaminación directa ocasionada a las punteras de toma de agua tradicionales para consumo humano.
El pasado 15 de enero del presente, acudimos al sector de Ranquil, en las cercanías del Complejo Industrial Forestal Nueva Aldea, perteneciente al grupo Arauco, debido a reiteradas quejas de los vecinos por molestias respecto de nuevas filtraciones y desagradables olores que han emanado de dicho complejo de forma intermitente en el último tiempo. De hecho, en días cercanos al año nuevo recién pasado, se sucedieron nuevas filtraciones al estero Velenunque (a un costado de la planta), como tambien, sucesivos eventos de malos olores que tienen a los vecinos muy afectados y molestos e, incluso, les ha provocado fuertes dolores de cabeza y malestares estomacales.
En esta oportunidad, pudimos conversar con algunos vecinos de la Concepción para conocer, de primera fuente, que es lo que ha ocurrido con la planta y los últimos episodios de contaminación que nos habían informado. Lo que primero nos llamo la atención fue que desde hace una semana los vecinos se encontraban sin agua producto de la rotura de una matriz donde, una vez más, la planta también tiene directa relación. Otra cosa que nos pareció, a lo menos, curioso; fue que informes sobre la calidad de las aguas que se realizaron en 2011, a propósito de otra descarga contaminante irregular al estero Velenunque, solo estuvo en conocimiento de los vecinos en 2013 (ver). Estos informes, arrojaron que las aguas para consumo de los residentes locales estaban contaminadas y que todo el tiempo, hasta que llego la información a los vecinos, se pudo haber consumido sin mayores reparos por las comunidades locales.
También, los vecinos nos comentaron respecto de la necesidad de poder hacer sus descargos, debido a que su situación se ha tornado insostenible. Impacta notar como se encuentran resignados a la perdida sistemática y sostenida de su calidad de vida. Mencionan, que el trato con la empresa dejo de ser igual que en un comienzo ya que señalan “eran más humanitarios” y al preguntar ¿quién tiene más autoridad en la zona?, no dudaron en mencionar que es la empresa la que controla y tiene más poder que el propio alcalde. Esto debido a que, en muchos casos, la empresa realiza continuos aportes al municipio local lo que, obviamente, conviene al alcalde de turno, pero que inevitablemente, le termina dando la espalda a la comunidad. “Ya se olvidaron de nosotros, lo único que queda es esperar lo comprometido por la empresa para poder irnos, es lo único que nos queda. Nos hemos convertido en el baño de Arauco”, reflexiona brutalmente una vecina del sector.
Es fuerte observar los rostros cansados de los vecinos y oírles como se sienten, un poco a la deriva, que nadie les escucha, ni entiende su situación actual quedando atrás la historia de bonanza y alegría típica de esa zona chilena. Tampoco tienen esperanzas en el municipio o autoridades locales ya que muchas actividades municipales son auspiciadas por la misma empresa Arauco, dueña del negocio, origen del problema, disfrazadas de responsabilidad social lo que, obviamente, les compromete. 
Uno de estos puntos que ha quedado en el olvido es el de la "relocalización" de los poblados aledaños a la planta (que en muchos casos se convierte en "erradicación") debido a la pérdida irremediable de la calidad de vida de los vecinos y que se habría gestionado a través de una mesa de trabajo producto de una (de tantas) contaminación por residuos industriales al estero Velenunque en 2011 (ver aquí). Algunos ya han sido relocalizados, pero, se ha remitido en un comienzo solo a los allegados. Además, agregan los vecinos, existe un riesgo evidente de las propiedades compradas por Arauco puedan iniciar algún incendio en temporada de altas temperaturas. Esto último, principalmente, debido a que no han sido mantenidos adecuadamente dichos terrenos, lo que aumenta los pastizales y el consiguiente temor de la comunidad en épocas de alto calor.

Seguiremos atentos 

CONTINUARA (no hay duda)...

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