Buscar este blog

Mostrando entradas con la etiqueta Cultivos de Salmón. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cultivos de Salmón. Mostrar todas las entradas

lunes, 11 de febrero de 2019

Exposición Fotográfica "Mar Muerto" | Una Mirada para No Olvidar #Reedición


Les dejamos cordialmente invitad@s a visitar la exposición de 15 fotografías de amplio formato del fotógrafo y activista ambiental Daniel Casado Bissone que representan una mirada para no olvidar el desastre ambiental ocurrido en mayo de 2016 ("Mayo Chilote"), que afectó a comunidades de Chiloé, a nuestro medio ambiente y ecosistemas marinos. 

Daniel Casado
BIO | Daniel Casado Bissone | Expositor 

Daniel Casado es fotógrafo y videógrafo medioambiental con experiencia en el área documental y de comunicaciones.
Dentro de las instituciones con las que ha colaborado se encuentran: Fundación MERI (Patagonia norte), Parque Etnobotánico OMORA (Patagonia sur), y ONGs en los EE.UU. entre ellos Chewonki Foundation, Maine Woods Forever, y Maine Farmland Trust.
Ha realizado proyectos audiovisuales en Sudamérica y Estados Unidos y actualmente se desempeña como Director de DC Photo y como fotógrafo y productor de Seedlight Pictures  (http://www.seedlightpictures.com).
Daniel es miembro activo de la Unión de Fotoreporteros de Chile y activista de causas ambientales.

CHILOÉ, Desastre Presente
En mayo de 2016 se suscitó uno de los desastres más graves del último tiempo impactando directamente a los trabajadores de la pesca artesanal y poniendo en jaque a la industria pesquera intensiva de gran escala. 
La crisis del salmón, derivada de una mortandad masiva de salmones de centros de cultivos en distintos puntos del archipiélago Patagonia y su posterior traslado por empresas pesqueras industriales provocó el depósito de miles de toneladas de salmones muertos en el océano Pacífico por una floración de algas nocivas (FAN;Bloom), y que hasta el día de hoy, ha ocasionado un profundo impacto en la economía, tradición y medioambiente del sur de Chile.

AMENAZA, EN Ñuble y Biobío
Desde fines de 2015 comienza una ofensiva de la industria pesquera de alta intensidad de expandir sus centros de cultivos a aguas apropiadas para la acuicultura (AAA) en mar abierto en la región de Ñuble y región del Biobío. Como así también, la existencia de concesiones marítimas en trámite en la región del Maule. 
El impacto o daño, básicamente, sucede por la presión y deterioro constante a los que ha sido sometido el fondo marino en zonas concesionadas, desde el estado a privados, por procesos derivados de la industria.
Al no poder reiniciarse los ciclos productivos del salmón, por incapacidad del ecosistema acuático de recuperarse naturalmente; necesitando ventanas de descanso cada vez más extensas, por la falta de oxígeno producto de la eutrofización del fondo marino. Por ello, las concesiones marítimas no pueden ser reutilizadas aunque permanezcan vigentes y, por ende, podrían ser revocadas.
La amenaza entonces proyecta, a través de varias de decenas de proyectos, la instalación de pesquerías industriales de alta intensidad en Mar de Ñuble, punta de lanza y abrelatas para la imposición de un modelo de negocio de lucro privado que afecta directamente la calidad de las aguas, cultura local y vocación natural del territorio.
Identificada la amenaza surge un movimiento ciudadano obligado a reaccionar, a organizarse, exigiendo respeto y se dispone por la defensa territorio desde las virtudes existentes. Todos Somos Cobquecura es la representación de los que consideran la zona y sus ventajas desde una perspectiva distinta donde se valoren las condiciones y virtudes del territorio, construyendo identidad en el proceso y entendiendo la preservación como un factor de inversión de largo plazo.
Junto a Daniel Casado y Todos Somos Cobquecura les damos la bienvenida a “Mar Muerto”.
Para que no se repita la historia.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Granjas Marinas: Una sola dimensión de la "Industria Top" (Basura)

@vigilantecosta
Hace unos días atrás se contactó con nosotros, a traves de la internacional alianza Waterkeeper, un marino de nombre Carlos que habita dentro de un grupo de 26 pequeñas islas llamadas Butachauques, en una de las maravillosas islas del archipiélago de Chiloé.
Carlos ha navegado por más de 50 años por los mares del mundo y el motivo de su contacto es relacionado con la situación que le ha tocado vivir con las "fábricas" de salmón en los últimos años, señalando que "nuestro mar y casi todas las líneas costeras de estas islas están fuertemente invadidas con basura y material plástico. Todo proviene de las balsas industriales con millones de salmones. Después de las tormentas o vientos fuertes en invierno, la costa se convierte en un gran punto de basura".
Junto a su denuncia y llamado de atención, Carlos, denota tristeza frente a una situación que, incluso promoviendo y participando en actividades de limpieza en playas y costas junto a su comunidad, la cantidad de desechos y basura aumenta año tras año. Señalando que "tengo claro que la limpieza no es la solución. Necesitamos tomar acciones concretas y legales contra todas las fuentes de contaminación para detenerla para siempre".
Uno de los aspectos claros respecto de esta creciente y lamentable problemática en los mares del sur es la contaminación antropogénica que, a traves de imágenes satelitales (investigación U. de Chile), evidencia que el daño es, directamente, provocado por la actividad humana instalada y el negocio de la salmonicultura intensiva existente y que tiene a Chile como el segundo productor mundial de salmones. El estudio detectó cerca de 30 toneladas de basuras por medio de las imágenes satelitales. 
Por nuestra parte, haremos lo posible para poder colaborar y ayudar a que este problema asociado a la industria del salmón se visibilice y exponga de manera franca y abierta. Como así tambien, todas las otras dimensiones (ver: Industria salmonera ¿Un nuevo agente corruptor de la pesca artesanal? (parte 1) y La salmonicultura chilena es hija de la dictadura y de su proyecto (Parte 2)) de esta industria que, desesperadamente, busca la expansión a aguas que soporten su nefasto negocio dado que muchas concesiones del Archipiélago Patagonia se encuentran colapsadas y su mantención es inviable obligando a la industria a moverse hacia al sur y el norte evidenciando el gran impacto al ecosistema marino y su permanente estado de experimento en aguas nacionales.

miércoles, 31 de octubre de 2018

Ricardo Lagos y Michelle Bachelet han sido los verdaderos padres benefactores de la industria salmonera

En esta segunda parte, Juan Carlos Cárdenas, director del centro Ecocéanos, aborda la afabilidad de la institucionalidad ambiental con la industria salmonera y la colonización de este mercado sobre un sistema político corrupto que opera cómplice y silente ante los desastres ecológicos derivados de la industria. 

"La industria del salmón tiene relación con la ultraderecha. Gran parte de los directorios de empresas pesqueras de harina de pescado son ex miembros de Patria y Libertad".

Por Juan Carlos Cardenas
"La industria del salmón en Chile sostiene gran parte de su negocio sobre la figura de las “concesiones acuícolas”, que sella vínculos de propiedad y uso del borde costero. La industria monopoliza gran parte del borde costero del Archipiélago de Chiloé, en su vertiente oriental, lo que genera conflictos con pescadores artesanales, comunidades indígenas y operadores turísticos".
  • Así es. La industria genera una situación de desposesión a otros usuarios del borde costero mediante las concesiones acuícolas. En Chile, 6 compañías controlan más del 50% de las concesiones salmoneras en Chile. Y del total de las concesiones otorgadas, sólo están utilizando el 30%¿Qué pasa con el otro 70%? Están guardadas para especular. Cuando haya más demandas de otros actores, ellos especularán con estos recursos. La presidenta Bachelet, en el primer gobierno, semanas antes de irse, firmó un decreto que le entrega, en propiedad, las concesiones costeras a las empresas salmoneras. Ya son parte de su patrimonio ahora. Conforme a eso, las dueñas de concesiones pueden transarlas, venderlas, arrendarlas, heredarlas. Pueden hacer todo lo que se puede hacer con un bien privado. Ha habido un proceso de expropiación silenciosa de bienes nacionales de uso público, y en este caso, todo lo que es borde costero. Entonces, hay una alta concentración de la propiedad en las concesiones acuícolas, y las que no se utilizan, son para dos cosas: una para la especulación; y la otra función es que están entregadas como concesión por créditos que se han solicitado al sistema financiero, nacional e internacional. Ha habido concesiones que no se han utilizado más de 5 o 6 años. La ley dice que, si una concesión no se utiliza durante una temporada, se señala eso y luego pasa a ser parte del Estado, para que este pueda ofertar la concesión disponible a nuevos capitales. Hay concesiones que llevan 6 años y nunca se le ha aplicado a ley, pues esas concesiones están prendadas con bancos, y ahí aparecen todos los funcionarios de SUBPESCA y del Servicio Nacional de Pesca para mover sus engranajes para violar la ley. El anterior director de SERNAPESCA inventó un concepto: “No es que las concesiones no estén siendo utilizadas, sino que están en reposo productivo”. O sea, él dice que están produciendo, pero en descanso, por lo que no se les aplica la ley. ¿Entiendes como estos tipos interpretan la ley a su favor?
Podría hacer referencia al pago de patentes salmoneras, que, por una parte, deberían pagarse en los territorios donde la industria se emplaza. Por otra parte, entiendo que las patentes las pagan por centímetros cuadrados, o por hectárea marina, y no en centímetros cúbicos, como debería ser, dado que se utiliza toda la “columna de agua” y el fondo marino en el proceso de cultivo del salmón.
  • Un ciudadano común y corriente, como tú y como yo, pagamos por metro cúbico de agua, los que se ve reflejado en la cuenta a final de mes. Mientras tanto, la industria salmonera paga por hectárea, que es una unidad de superficie marina. Y todo lo que está abajo, en la columna de agua, es gratis para las salmoneras. Hace poco, aumentaron el pago de las patentes por hectárea de agua, que son 70 dólares la hectárea, que es una cifra irrisoria para todas las utilidades que percibe la industria. La ocupación del maritorio es casi gratis para las grandes compañías salmoneras. Hay compañías como Marine Harvest, que tiene centros de cultivo en Estados Unidos, en Canadá, en Escocia, en Islas Feroe, pero el 26% de las ganancias netas las obtienen de Chile. Chile es como la gran vaca lechera para este empresariado.
Otro tema es que gran parte de las patentes ni siquiera se pagan en las comunas con producción salmonera, sino que en las casas matrices que están en Santiago. Y por ello, los municipios tienen una escasa capacidad de absorber los beneficios de que en su comuna se instalen centros de cultivo y plantas de procesamientos de salmones.
  • Efectivamente. Se ha peleado para que las patentes se paguen en las municipalidades, pero eso va asociado a un elemento nuevo, que es la corrupción: la industria del salmón tiene una alta capacidad de influencia en los gobiernos locales: alcaldes, intendentes, diputados y senadores. Eso es vox populi. En el último tiempo, los empresarios salmoneros se han dado cuenta de la mala relación que tienen con las comunidades locales. Ante esto, y con la nueva presidencia de SalmónChile, es la organización gremial de la industria salmonera, se está colocando dinero, pero no mucho, en las comunidades locales: campesinos, indígenas, juntas de vecinos, centros de madres, clubes deportivos.
Para poder legitimarse socialmente, sobre todo pensando en que el vínculo entre las empresas con las comunidades ha estado bien descompuesto por las crisis económicas de la industria y las crisis ambientales que ha generado, como el vertimiento de salmones podridos en las costas de Chiloé el 2016.
  • Así es. Esa legitimación social la realizan mediante donaciones de dinero. En Magallanes, por ejemplo, algunas empresas dan becas a estudiantes en las comunidades donde ellos están operando.
Lo que, además, funciona como un mecanismo de contención de posibles movilizaciones sociales
  • Totalmente. Entonces, corrupción política y vínculo asistencialista con las comunidades son modus operandi habituales en la industria salmonera. La industria salmonera opera como un ejército de ocupación, con la complicidad de las autoridades locales y nacionales. Así funciona todo ejército de ocupación: territorio, control, presión, disciplinamiento social.

Redes de poder y tráficos de influencia dentro de la industria del salmón


Hablemos de las redes de poder y los tráficos de influencia dentro de la industria.  Qué actores han sido esenciales en su promoción, quiénes se benefician de este negociado, etc.
  • Como mencioné anteriormente (ver Parte 1), la salmonicultura en Chile se instaló en dictadura, donde se le proporcionó todo lo que necesitó para su crecimiento y expansión. Luego vienen los gobiernos de la Concertación, en los cuales se establece un fuerte vínculo con la industria. Ricardo Lagos y Michelle Bachelet han sido los verdaderos padres benefactores de la industria salmonera. Durante sus gobiernos, se modificaron todos los reglamentos y las regulaciones ambientales, con miras a garantizar su expansión libre. El presidente Ricardo Lagos señaló en una ocasión, que se retiraba orgulloso de su gobierno, pues 1 de cada 3 salmones que se comía en el mundo provenía de Chile. Su gobierno se jactaba de que pudo coordinar al capital internacional, la tecnología y trabajo nacional.
  • Resultado de todo esto: la industria salmonera es esencial en el ordenamiento de los territorios como Chiloé, y ahora Aysén y Magallanes. La industria define cómo utilizar el agua dulce, cómo utilizar los recursos pesqueros para alimentar salmones, qué mano de obra local requerirá, qué vocación tendrá el territorio, sin soberanía de las comunidades mismas. La salmonicultura es una industria poderosísima, junto con la industria minera y forestal, por las relaciones de poder que posee. Los vínculos son variados.
  • En primer lugar, en el Senado y Cámara de Diputados, existe una suerte de “bancada salmonera”. Si tú me preguntas, ¿Quiénes son? Tienes que ver qué tipos están acusados de corrupción por la Ley de Pesca. Todos los diputados y senadores de las regiones salmoneras son ultra funcionales a las demandas gremiales de la industria. Otra área de tráfico de influencias de la industria del salmón es la Marina de Chile. La Marina controla el territorio marino, y por ello, la industria del salmón, en sus centros de cultivos y transporte de salmón, está sujeta a ella. Gran parte de los altos funcionarios de la Marina, luego son parte de los directorios de las empresas salmoneras y pesqueras, por lo que ahí se da toda una relación de administración y control costero. De todos los accidentes que les han ocurrido a los buzos y de todos los hundimientos de wellboats, hay cero investigaciones. El Seikongen es un ejemplo. La Marina lo que ha hecho es evitar que ocurran investigaciones y dilucidar responsabilidades. En tercer lugarla industria tiene relación con la ultraderecha. Gran parte de los directorios de empresas pesqueras de harina de pescado, que luego se han transformado en empresas salmoneras, son ex miembros de Patria y Libertad. Destaca ahí Roberto Izquierdo Menéndez. Es un tipo muy activo que está involucrado en Salmón Chile, en la Sociedad Nacional de Pesca, y también se involucra con grupos ultraconservadores en la región sur-austral.
  • Yo considero que, en esta red política, hay que meter también a las universidades. Las empresas salmoneras se han encargado de financiar a las universidades regionales, y también a la Universidad Católica y la Universidad de Chile, para estudiar áreas del conocimiento afines a sus intereses de productividad. Han financiado programas, capacitaciones, etc. También financian a muchos grupos de investigadores.
Esto se hizo patente durante la crisis socioambiental de Chiloé en el año 2016, donde el establishment científico fue bastante deslegitimado por exculpar de responsabilidad a la industria del salmón y el vertimiento de salmones podridos que esta realizó con SERNAPESCA en los mares de Ancud.
  • De todas maneras. Cuando ocurre el tema del florecimiento algar en Chiloé en el año 2016, la primera declaración fue la del Colegio de Biólogos de Chile, que inmediatamente cerró filas con la industria, al decir que “estas son condiciones naturales, vinculadas al cambio climático, y la industria del salmón no tiene nada que ver”. Luego viene la Asociación de Ciencias del Mar, en donde hay muchos científicos de gran nivel. Ellos sacan una declaración, que era como redactada por la industria. También está el IFOP, el Instituto de Fomento Pesquero, que también se cuadró con la idea de exculpar de responsabilidad a la industria salmonera. El Estado, más tarde, nombra una comisión de científicos “independientes”. ¿Cómo van a haber científicos independientes, si todos dependen del financiamiento ya sea del Estado o de la industria salmonera-pesquera? Esta comisión investigadora, obviamente ratificó todo lo que habían dicho sus colegas. De esta manera, podríamos decir que otro de los muertos tras las crisis cíclicas de la industria salmoneraes la credibilidad de la comunidad científica, que está alineado con la gran industria salmonera. Y aquí, las voces disonantes son mínimas y están silenciadas.

Institucionalidad ambiental

Hablemos sobre la institucionalidad ambiental que permite la insustentabilidad de la industria del salmón, rubro que dista bastante en materias de regulación, con las normas de Noruega, el primer productor mundial. Aunque, por otro lado, los empresarios que desarrollan la salmonicultura en Chile se adaptan a nuestras permisivas reglas del juego.
  • Es interesante el caso de los noruegos, pues vienen de una sociedad igualitaria, con valores de protección ambiental, y una de las pocas sociedades de “feminismo real” (risas). Yo trabajé ahí y a algunas personas les decía esto: ustedes tienen los dos espíritus fundamentales de Noruega. Por un lado, tiene un progresismo civilizado, amable, con valores ambientales, pues hay un fuerte control social sobre ustedes. Y luego, llegan a Chile, miran a los lados y se dan cuenta de que no hay control de ninguna cuestión, que llegan con mucho dinero, en una situación de ocupación empresarialAl cabo de un tiempo, cambian su comportamiento, y se transforman en unos energúmenos, en donde sólo les importa la rentabilidad económica y el producir cada vez más salmones, a costa del medio ambiente y las comunidades. Y, ¿por qué pasa eso en Chile? Por la institucionalidad ambiental, la que está hecha a la medida de algo muy claro: permitir la inversión en megaproyectos productivos. Y todo esto en función de recursos naturales, pues el 80% de la economía de este país depende de recursos con bajo valor agregado. ¿Cuánto es la “nueva economía del conocimiento”? Con suerte 5%.

Seguimos siendo un enclave colonial exportador de materias primas.

  • Así es. Es urgente cambiar los marcos políticos y jurídicos que nos rigen. El sistema chileno está hecho para aprobar las inversiones, mayoritariamente. Si deseas ver esto gráficamente, anda a Magallanes. El Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) es una especie de tubo engrasado en que tu metes un proyecto, y sale aprobado rápidamente. Y todo esto realizado con independencia de las oposiciones de las comunidades locales. Hoy por hoy, el presidente Sebastián Piñera quiere eliminar el Concejo de Ministros por la Sustentabilidad¿Qué hace ese Concejo? Es una burla kafkiana, pues está conformado por los principales ministerios extractivistas: economía, hacienda, obras públicas, minería y agricultura. Este es el único concejo que está por sobre ministerios. ¿Qué sucede con este Concejo? Cualquier decisión importante tenía que estar aprobada por este organismo, pero ya estaba previamente la orden de aprobar proyectos, casi de manera estalinista. Faltaba que el presidente de los servicios de evaluación ambiental dijera: “levanten la mano los que se oponen”. Esto no es para nada democrático, y las comunidades y la sociedad civil no tienen ninguna oportunidad de entrar en este sistema de toma de decisiones. Ahora están intentando eliminar este Concejo de Ministros por la Sustentabilidad, para delegar las decisiones a las regiones. ¿Cuál es el problema de esto? Que, en las regiones, es mucho más cercano el vínculo entre las autoridades regionales y los funcionarios con las empresas extractivas. Además, hay que considerar un nuevo elemento. El Estado le va a pedir a los inversionistas o empresarios que, antes de presentarle los proyectos a las autoridades regionales, estos ya hayan sido negociados (léase “coimeados”) con las comunidades locales donde ellos van a instalar el proyecto. Es decir, que ya hayan conversado, acordado compensaciones, lo que significa dividir a las comunidades. El Estado, en el fondo, les pide a las empresas que sus proyectos ya hayan sido negociados con los posibles opositores, para que el mismo Estado y los sistemas de evaluación no se tengan que hacer cargo del proceso y de los conflictos.
Fuente nota original: Revista Entorno

miércoles, 24 de octubre de 2018

Industria salmonera ¿Un nuevo agente corruptor de la pesca artesanal?

Por Juan Carlo Cárdenas - Director de Ecoceanos
Los financiamientos ocultos a políticos y dirigentes de la pesca artesanal, constituyen la otra cara detrás de la contaminación y la destrucción sanitaria-ambiental. El abusivo comportamiento de la transnacional Marine Harvest es contraria a la legislación chilena en general, y a la Ley de Pesca. Esto ya ha comenzado a provocar sus primeras consecuencias políticas, económicas, legales y sociales. Así lo demuestra la reciente renuncia de cinco miembros del directorio del Consejo Regional de Pescadores Artesanales de Puerto Montt (Corepa), zona que está convertida en un verdadero “far west austral” del empresariado salmonero.

A la descarga de 100.000 kilos de salmones podridos de buque “Seikongen” en la comuna de Calbuco, y cuyos lodos se verterían en la vecina ciudad de Osorno, se ha sumado la entrega fraudulenta al Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) de un Informe de Término de Contingencia de parte de la salmonera noruega Marine Harvest, indicando la supuesta recuperación de 27% de los 900 mil salmones escapados de su centro de cultivo en la isla Huar, lo cual corresponde a un desesperado intento de desmentir las cifras oficiales entregadas por el Sernapesca, las cuales sitúan en tan sólo un 5,6% la recuperación del total de éstos ejemplares fugados.
Dicho comportamiento y mecanismo de entrega de datos de parte de la transnacional, no sólo resulta improcedente en relación a los mecanismos oficiales establecidos por el Sernapesca, sino que también es una acción corrupta, ya que el procedimiento involucró a pescadores artesanales y a sus dirigentes, para que mintieran en la notaría a cambio de 400 mil pesos. Todo esto con el fin de evitar la aplicación de sanciones que contempla la Ley de Pesca y Acuicultura, en el caso de no recuperar el 10% de los ejemplares escapados.
Además, la empresa Marine Harvest se aseguró que en el acuerdo, los pescadores renunciaran a su derecho de iniciar acciones legales contra la empresa. Este modus operandi empresarial busca generar un conflicto político entre los pescadores y el fiscalizador pesquero, de manera de desviar la atención pública sobre el gran daño sanitario, social y ambiental provocado por su irresponsable accionar.

Financiamientos a políticos y dirigentes pesqueros: La otra contaminación salmonera
Los financiamientos ocultos a políticos y dirigentes de la pesca artesanal, constituyen la otra cara detrás de la contaminación y la destrucción sanitaria-ambiental. El abusivo comportamiento de la transnacional Marine Harvest es contraria a la legislación chilena en general, y a la Ley de Pesca. Esto ya ha comenzado a provocar sus primeras consecuencias políticas, económicas, legales y sociales. Así lo demuestra la reciente renuncia de cinco miembros del directorio del Consejo Regional de Pescadores Artesanales de Puerto Montt (Corepa), zona que está convertida en un verdadero “far west austral” del empresariado salmonero.
En carta pública firmada por el vice-presidente, secretario general y dos directores de la Corepa, acusan al actual presidente Jorge Bustos Nilssen, de haber realizado malos manejos institucionales y negociaciones informales con la industria, tales como el acordar “relocalizaciones” de los centros de cultivo de salmón en zonas costeras de interés pesquero artesanal, y el haber intermediado con Marine Harvest en el caso de los pagos que la multinacional realizó para que declararan de manera falsa su participación en la recaptura de los salmones escapados.
En un comunicado público firmado por Rubén Casanova, como ex vicepresidente y vocero de la Corepa, se señala que la organización “no cuenta con su directiva activa”, al haber renunciado a sus cargos Héctor Morales, secretario general; Sergio Mayorga, primer director; Angélica Teuquil y David Maldonado, directores.
Los ex miembros del directorio de la Corepa, señalan en el comunicado que “No estamos ni participamos en los negocios de relocalización de las salmoneras, ni negocio alguno con los salmones escapados. Y no estamos de acuerdo con la venta del inmueble (Casa Corepa), situada en población Lintz, pasaje Palena 270 b”.
Casanova en la carta de desafiliación enviada el 24 de septiembre al Seremi de Economía de la región de Los Lagos, indica que renuncian a sus cargos “hasta que se elija otra directiva, o entre en receso por falta de quórum”.

Las modalidades de pago de los “favores” a Marine Harvest
El diario El Llanquihue informó el 07.10.2018 que vía intermediarios, la multinacional noruega entregó 32 millones de pesos a Jorge Bustos, quien debería repartirlos entre sus 240 asociados, siempre y cuando los pescadores aseguraran que habían capturado la cantidad de salmones fugados que le señalaba Marine Harvest, renunciando a efectuar cualquier acción legal.
Hasta la fecha, Bustos no ha entregado el documento que acredite el millonario e informal acuerdo. Sin embargo, el diario El Llanquihue publicó en sus páginas uno de los vale vista por $32 millones de pesos. Fuentes de la pesca artesanal señalan que los 240 pescadores asociados a Corepa habrían recibido sólo $100 mil pesos, lo que equivaldrían a un total de sólo $24 millones de pesos. La pregunta que ronda en las caletas es ¿Qué sucedió con los 8 millones de pesos faltantes?
La anterior situación contrasta con lo sucedido con 128 pescadores artesanales del sector de La Puntilla de Calbuco, a los cuales Marine Harvest les pagó directamente $400 mil. La empresa noruega confirmó que “suscribió diversos acuerdos relacionados con el proceso de recaptura con un conjunto de pescadores artesanales directamente y, en algunos casos, con organizaciones representativas de estos”.

Las ventas de cuotas de pesca artesanal a la industria
La venta de las cuotas pesqueras artesanales a las empresas industriales constituye otra expresión de la corrupción imperante entre algunas dirigencias pesqueras artesanales. Este es el caso de Puerto Montt, donde los pescadores artesanales tenían asignada por la Subpesca una cuota total de merluza para la temporada 2018 de 714 toneladas. Esto significaba 4.500 kg. de merluza para cada pescador.
El 9 de abril del 2018, los dirigentes artesanales acordaron vender parte de dicha cuota de merluza a los industriales pesqueros. Dirigentes de La Puntilla de Tenglo, señalan que el acuerdo fue vender 300 toneladas de las 714 asignadas. Sin embargo, la dirección de la Corepa habría vendido 500 toneladas por un valor de $300 pesos el kg. de merluza. Con posterioridad, los pescadores se enteraron que el precio final fue de $ 400 por kg. de pescado. Los documentos de este negociado no han sido entregados a los asociados de Corepa.
Frente a las consultas periodísticas sobre los detalles de la venta de estas cuotas pesqueras, su precio real de venta y quienes fueron los beneficiados, Jorge Bustos respondió “Insisto, hay temas que son de nosotros, no tengo por qué estar informando públicamente. No le voy a preguntar a ningún sector productivo a quién le vendistes. Eso se ventila internamente”.

Fundación Chinquihue: ¿Garante de la “Seikongen Connection” ?
Por su parte, el resistido vertimiento de los residuos tóxicos del well-boat “Seikongen” por las comunidades locales, también se habría transformado en una oportunidad de negocio para algunos dirigentes pesqueros. Según fuentes locales, habrían existido presiones sobre algunas autoridades regionales para que el well-boat con su carga tóxica fuese enviado desde Ancud hasta Puerto Montt, con objeto de negociar tanto su descarga, como la disposición de sus lodos finales.
En la denominada “Seikongen Connection” llamó la atención el largo período que estuvo esperando el Seikongen para descargar, como la activa participación de diversas autoridades regionales como voceros y relacionadores públicos de las empresas involucradas en esta opaca operación entre privados, así como la financiación con dineros del Estado de parte de las operaciones de transporte y vertido de los residuos tóxicos. Esto además incluyó un bonus track ya que por varias semanas la Armada prestó “protección” al buque salmonero, mediante la destinación de la patrullera “SG Chiloé” para su acompañamiento exclusivo en aguas de Puerto Montt.
A lo anterior se suma el extraño papel que está jugando la Fundación Chinquihue como “garante sanitario-ambiental” de los acuerdos logrados entre las empresas transportista y salmoneras con los dirigentes de la pesca artesanal regional.
Esta fundación privada tienen como presidente de su Directorio a Harry Jurgenssen, actual intendente de la región de Los Lagos, a Francisco Muñoz , Secretario Regional Ministerial de Economía y a Eduardo Aguilera, Director Regional Sernapesca de la región de Los Lagos. Además figuran como miembros de su directorio los dirigentes de las tres confederaciones de pescadores artesanales (Conapach, Confepach y Condepp).
¿Quiénes le asignaron el sui generis papel de “garante ambiental y sanitario” a esta fundación privada, por lo cual debe entregar a las autoridades regionales un informe institucional sobre esta opaca operación de vertimiento, con lo cual estaría suplantando el papel que legalmente tienen asignados los ministerios y seremis de salud y de medio ambiente?
Fuentes regionales indican que históricamente la Fundación Chinquihue ha jugado un papel como instancia generadora de acuerdos que se realizan entre actores políticos, gubernamentales y de las dirigencias pesqueras. Importante es señalar que la Fundación Chinquihue fue creada para apoyar el desarrollo de la pesca artesanal en el sur de Chile con el apoyo de la Agencia de Cooperación Internacional del gobierno de Japón (JICA). Actualmente existe una alianza técnica entre la JICA y la Fundación Chinquihue para asesorar en acuicultura de moluscos en la República de El Salvador, Centro América.

miércoles, 29 de agosto de 2018

Seikongen: Wellboat con salmones muertos mantiene "fondeo" y estado de alerta por carga tóxica entre Ancud y Puerto Montt

Después de semanas, prácticamente al garete despues de reflotación; wellboat Seikongen, propiedad de empresa CPT Empresas Marítimas S.A., mantendría su fondeo en cercanías en el Golfo de  Ancud, en la Isla de Chiloé y, según últimas notas de prensa, se encontraría la Bahía de Chincui, en cercanías de Puerto Montt.
Comunidades locales mantienen preocupación ante posible transporte de carga a traves de barcazas teniendo como destino final vertedero de Calbuco (Mismo Virus ISa 2007).

Imagenes Fuente: Subpesca

miércoles, 1 de agosto de 2018

Escape masivo de salmones: naturalizando el abuso sanitario-ambiental en nuestro mar

Escrito por Juan Carlos Cardenas | Director Centro Ecoceanos | Fuente: El Mostrador
Lo que está ocurriendo en Chile con el escape de 690 mil ejemplares de salmón Atlántico de la empresa Marine Harvest contrasta con lo que sucedió en los Estados Unidos, donde frente al escape de 300 mil ejemplares de salmón del Atlántico desde un centro de cultivo de la transnacional canadiense Cooke Aquaculture, en el área de Puget Sound, el Congreso de Washington decidió en marzo de 2018 prohibir las operaciones de los centros de cultivo industrial de salmón en aguas estatales, por considerar “insoportables” sus impactos ambientales y sanitarios sobre las poblaciones de peces silvestres.

El escape de 690 mil ejemplares de salmón Atlántico (Salmo salar) desde el centro de cultivo de Punta Redonda, Comuna de Calbuco, de propiedad de la transnacional noruega Marine Harvest, evidencia los destructivos impactos que genera esta industria exportadora en el medio ambiente, la salud pública y los derechos de las comunidades costeras del sur de Chile.
A casi un mes del gran escape, Marine Harvest solo ha recuperado el 5,7% de estos voraces carnívoros. Con ello evidencia la inefectividad del plan de contingencia del centro de cultivo. Los 652 mil salmones restantes se encuentran generando un triple efecto combinado sobre los ecosistemas y la biodiversidad acuática regional: depredación, transmisión de enfermedades, y competencia por espacio y fuentes de alimentación.
Entre las principales especies afectadas están el endémico puye (Galaxia maculatus), y los ejemplares juveniles de merluza, sardina y/o pejerreyes, todos de gran importancia para la cadena trófica, la alimentación local, y la economía de las comunidades costeras, pueblos originarios y pescadores artesanales.
Se estima que 1 millón de salmones y truchas de cultivo se fugan anualmente hacia los ríos, lagos y áreas marino-costeras del sur de Chile.  El escape del centro de cultivo de Punta Redonda supera ampliamente los 165 mil salmones fugados durante la temporada 2017.
Para Marine Harvest estas situaciones no son una excepción, ya que en su memoria anual mundial reconoce que tuvieron 15 incidentes de escapes el 2017, con 23.223 peces fugados, duplicando los escapes del 2016, con 12.790 salmones fugados.

“Durante los últimos ocho años –según el Ministerio de Economía– más de 2 millones de salmones han escapado desde los centros de cultivos de la transnacional noruega Marine Harvest. Estos peces carnívoros, introducidos en aguas chilenas, están contaminando y depredando la biodiversidad acuática, bajo el amparo de una legislación permisiva y la complicidad de altos funcionarios estatales”.


El “cáncer de las costas” chilenas

En el sur de Chile existen 1.021 centros de cultivo intensivos de salmónidos en agua de mar, los que constituyen la principal amenaza para la biota acuática y los derechos de las comunidades costeras. El Ministerio de Economía informó que durante los últimos ocho años han escapado más de 2 millones de peces desde los diversos centros de cultivo de Marine Harvest. Solo un pequeño porcentaje fue recuperado.
Como plaga invasora, el salmón Atlántico tiene la capacidad de remontar los estuarios de ríos, pudiendo desarrollar procesos de adaptación y naturalización, tal como ya ha ocurrido con el salmón Chinook, Coho y la trucha café.
Lo catastrófico de esta situación es que en los ríos y lagos chilenos existen 45 especies de peces nativos, de los cuales un 80% son endémicos (especies cuya distribución es exclusiva de un área geográfica), encontrándose la mayoría en la categoría de “especies amenazadas”.
Además, la industria salmonera ha introducido durante las últimas décadas más de 20 enfermedades virales, bacterianas y parasitarias en los ecosistemas acuáticos de Chile.

La Republiketa salmonera de Chile

Marine Harvest tiene hasta el 5 de agosto para recuperar al menos el 10% de los 690 mil salmones escapados. De lo contrario, Sernapesca presumirá que existe un daño ambiental, arriesgándose la empresa a multas de hasta 3 mil UTM y la posibilidad de perder su concesión salmonera de Punta Redonda.
La recuperación del 10% de los peces escapados es tan solo una cifra testimonial, no proporcional a la gravedad de este nuevo desastre sanitario-ambiental. Esto demuestra que las regulaciones de acuicultura están hechas a la medida de los intereses corporativos y que para el Estado chileno no son prioritarios los graves daños acumulativos que provienen de la expansión salmonera.
El Estado chileno ha sido reactivo frente a este nuevo escape, dejado la iniciativa en manos de Marine Harvest, teniendo en cuenta que la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de la concesión de Punta Redonda no contempla medidas de reparación, compensación y/o mitigación de los diversos impactos que deriven de la fuga de salmones Atlántico.

Salmoneras en Chile: un mensaje desde USA

Lo que está ocurriendo en Chile contrasta con lo que sucedió en los Estados Unidos, donde frente al escape de 300 mil ejemplares de salmón del Atlántico desde un centro de cultivo de la transnacional canadiense Cooke Aquaculture, en el área de Puget Sound, el Congreso de Washington decidió en marzo de 2018 prohibir las operaciones de los centros de cultivo industrial de salmón en aguas estatales, por considerar “insoportables” sus impactos ambientales y sanitarios sobre las poblaciones de peces silvestres.
La decisión del Congreso de Washington constituye una poderosa señal internacional, de incalculables implicancias políticas y comerciales para el Estado chileno y la subestándar industria salmonera exportadora del sur del país. También constituye un precedente que fortalecerá las exigencias del movimiento de ciudadanos(as) y comunidades costeras que luchan contra la expansión de esta industria exportadora que espera producir en aguas chilenas 1,2 millones de toneladas anuales para el 2030.

Una industria adicta a los antibióticos

Extraña la falta de acciones de las autoridades del Ministerio de Salud frente a los riesgos que implica la comercialización y el consumo de una cantidad desconocida de salmones escapados medicados con florfenicol por lo tanto, no   aptos para la alimentación humana, especialmente niños y embarazadas. A pesar de que el ministro de Salud, Emilio Santelices, señaló que “no se ha establecido si los niveles de antibióticos en los salmones puedan ser de riesgo para la población” (sic),  la industria del “salmón químico chileno” es la que emplea más antibióticos por tonelada de salmón producido a nivel global (700 veces más que las producciones noruegas).
Tan solo el 2017 se utilizaron 394 mil kg de antibióticos, los que en un 95% fueron administrados preventivamente a los peces en la fase de agua de mar. Se estima que entre un 40% a 90% de los antimicrobianos suministrados no son absorbidos por los peces, siendo liberados al medio acuático a través de la orina y las fecas, generando condiciones para la creación de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos de uso común, tanto en seres humanos, salmones, como en los ecosistemas terrestres y acuáticos.
A lo anterior se debe agregar que la alimentación intensiva de salmónidos se basa en el empleo de harina de pescado de origen industrial, los que presentan contaminantes orgánicos persistentes, tan tóxicos como dioxinas y bifenilos policlorado.

Los malos antecedentes sanitarios del centro Punta Redonda

La aprobación de la solicitud de Marine Harvest para obtener la concesión del centro Punta Redonda en isla Guar, la efectuó el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), a través de una simple Declaración de Impacto Ambiental (DIA), asumiendo que no generaría daños ambientales relevantes. Por ello, mediante otra RCA se autorizó el 2011 aumentar cinco veces  su producción, pasando de 1.020 tons a 6.500 toneladas de salmones por ciclo productivo. El 2016, el centro de cultivo de Punta Redonda fue sancionado por el Sernapesca por no cumplir con el Reglamento Ambiental para la Acuicultura (RAMA).
El costo real para Marine Harvest de este desastroso evento es tan solo de imagen corporativa, pues la empresa cuenta con seguros comprometidos contra los escapes masivos de peces. Por lo tanto, los únicos afectados serán los maltratados ecosistemas y la biodiversidad acuática, así como la salud pública y las comunidades locales de la Región de Los Lagos.
Es evidente que Marine Harvest aplica una política de “dobles estándares” en Chile, ya que su irresponsable comportamiento sanitario y ambiental no sería permitido en Noruega o en los Estados Unidos.

La ciudadanía y comunidades interpelan al Estado chileno

Las organizaciones ciudadanas, movimientos sociales y comunidades de pueblos originales exigen:
  1. Caducar la concesión del centro de cultivo de Punta Redonda por reiteradas violaciones a las regulaciones de acuicultura y grave daño ambiental y a la salud pública.
  2. Establecer un plan de monitoreo y fiscalización del área de escape y de los ríos y estuarios adyacentes, de al menos 3 años.
  3. Crear una pesquería artesanal de salmón escapado, categorizándolos como una plaga invasora que pone en riesgo a los ecosistemas acuáticos.
  4. Prohibir el empleo profiláctico de antibióticos en salmones sanos por parte de la industria salmonera, por constituir una práctica aberrante y de alto riesgo sanitario.
  5. Implementar un programa de vigilancia epidemiológica de la resistencia bacteriana en las regiones productoras de salmónidos de cultivo.
  6. Cumplir los compromisos del Estado chileno con la campaña internacional “Una Salud”, de la Organización Mundial de la Salud, para el control del empleo abusivo de los antimicrobianos y la resistencia bacteriana.
  7. Establecer una moratoria indefinida a la expansión de la industria salmonera en Chile.
La campaña ciudadana www.salmonquimicochileno.cl, llama a no consumir salmón de cultivo por su riesgo para la salud y el  medio ambiente, y a los chefs, restaurantes y sushi-bares a excluir el salmón industrial de sus menús.

jueves, 3 de agosto de 2017

Organizaciones de Ñuble y Confech asumen fortalecer defensas territoriales

Hacemos un llamado a la comunidad universitaria a hacerse parte de las agrupaciones y conflictos en desarrollo, asumiendo su rol social de forma activa y poniendo las herramientas de la academia al servicio de nuestras comunidades en conflicto”.

VER COMUNICADO PÚBLICO

En Chillán, 29 Julio de 2017 en el marco de la plenaria de la CONFECH realizada en la Universidad de Concepción Sede Chillán, las organizaciones firmantes declaramos lo siguiente:

Celebramos la unidad que comienza a tejerse entre los estudiantes y las organizaciones que defienden el territorio, en el marco de la colaboración para generar un buen vivir, asumiendo el rol social que nos corresponde para construir un futuro social y ambiental más justo.
- Rechazo total a los proyectos depredadores de nuestros ecosistemas, que buscan a través de la extracción y el agotamiento de nuestros recursos, el enriquecimiento de capitales transnacionales y nacionales, trayendo iniciativas que no generan desarrollo para nuestras comunidades. Al día de hoy, empresas energéticas, salmoneras y forestales amenazan el nacimiento de la nueva Región de Ñuble, transformándola en una zona de sacrificio para el desarrollo nacional.
  • El estado de los conflictos a la fecha muestra una nula voluntad política para defender a nuestras comunidades y localidades. La amenaza de los 8 proyectos de salmonicultura en Cobquecura (Inversiones Pelicano S.A.) próximos a evaluarse en octubre, la votación del comité regional de la central a gas natural Las Arcillas en Pemuco, la aprobación de la central termoeléctrica El Campesino en Bulnes, la reciente aprobación del terminal GNL Talcahuano y GNL Penco, el Embalse Punilla y la central de paso en San Fabian, son algunos ejemplos que revelan que  la normativa ambiental vigente y la agenda pro inversión son contradictorias con el rol protector del Estado, que en su constitución garantiza el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación (art. 19, N°8 de la constitución de Chile).
  • Denunciamos la relación y complicidad entre Negocios y Política. Un ejemplo claro de ello, es el actual ministro de medioambiente, Marcelo Mena, quién fue asesor de Australis Power. Empresa responsable del proyecto Octopus (terminales de gas y termoeléctricas en el Bio Bio).
  • Hacemos un llamado a la solidaridad con estas problemáticas transversales, que expulsan a la gente del territorio, destruyen la identidad local, la producción local agrícola y pesquera, degradan e medio ambiente, profundizan la escasez de agua, contaminación del aire y pérdida de ecosistemas y paisajes únicos.
  • Hacemos un llamado a la comunidad universitaria a hacerse parte de las agrupaciones y conflictos en desarrollo, asumiendo su rol social de forma activa y poniendo las herramientas de la academia al servicio de nuestras comunidades en conflicto.
Suscriben y adhieren:
Bulnes Sin Termoeléctrica.
Coordinadora Ñuble Sin Termoeléctricas.
Coordinadora Ñuble Sustentable y Libre de Contaminación.
Pemuco Sin Termoeléctrica.
Todos Somos Cobquecura.
Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH).
Red de Estudiantes por la Sustentabilidad (RESUCH).
Vigilante Costero ONG.

miércoles, 17 de mayo de 2017

A un Año del Mayo Chilote: Así habló #Rosario en un viaje a Chaulinec

Por Marcos Uribe Andrade | 17 de mayo de 2017 | Fuente: @RADIODELMAR

A un año del mayor desastre ambiental de la historia del archipiélago, las comunidades reflexionan acerca de lo que ha ocurrido en el Archipiélago: “Ahora las empresas se están olvidando de nosotros también: los centros de cultivo ocupan cada vez menos gente y producen más que antes. Nuestras playas están todas cochinas, contaminadas… no tienen ni mariscos ya.”
Recuerdo haberle dicho a mi marido, cuando eramos jóvenes aún: y qué haremos después, cuando se vayan; cuando ya no tengan interés…tú crees –le dije- que estos son distintos que otros tantos….siempre es lo mismo: sólo les interesa llenar sus bolsillos bien llenos y rápido. No les interesa lo que quede o no quede acá, porque ellos no son de la tierra, ni del mar….su patria es el dinero…ojalá no sea así, pero no creo que me equivoque. Tal vez no fue así como se lo dije –me dice María del Rosario- porque uno con el tiempo va aprendiendo a hablar mejor, pero fue lo que le quise decir.
Aquí en el campo, más los hombres que las mujeres, se sintieron atraídos por las industrias, un poco cansados también por la vida difícil del campo, con poco apoyo. Parece que a Chiloé ningún gobierno lo ha querido mucho. Nosotros, por suerte no hemos vendido nuestra tierra, porque siempre hay muchas necesidades y la gente a veces no aguanta y prefiere unos pocos pesos y se deshace de sus campos por un par de millones….vea usted: ¡qué son los millones!. Algunos vecinos se han ido a la ciudad; han vendido y se han ido. Han comprado sitio y casa en una población y ahí se han quedado y han ido entristeciendo: ¿qué hace un campesino de toda la vida, sin tierra, encerrado en un sitio donde no entra ni una papa? porque la tierra en la ciudad es más cara, ¿vio?…mucho más cara… ¿y ahora? Claro, Las industrias nunca pierden… el Estado las ayuda al primer tropiezo….ni piden las ayudas….el gobierno corre a socorrerlos y terminan más ricas ¿Quién socorre a los campesinos empobrecidos? Ahora las empresas se están olvidando de nosotros también: los centros de cultivo ocupan cada vez menos gente y producen más que antes. Nuestras playas están todas cochinas, contaminadas… no tienen ni mariscos ya. La pesca es escasa y los mares tienen dueño….si ven a nuestros hombres por ahí, con un bote, son capaces de matarlos…les disparan porque piensan que les andan robando. Nosotros que viviamos aquí libremente, ahora somos los invasores de nuestra propia tierra y nuestro propio mar.
A Juan le dije, antes de que tuviéramos nuestra primera hija, que ya tiene más de treinta y está casada; tiene tres hijos medianos ya…y trabaja en una tienda de empleada en Castro: no se te ocurra vender el campo… y convence a tus hermanos de lo mismo, porque esto no dejará nada bueno a la larga. El tiempo me dio la razón. Por suerte me hizo caso el hombre. ¡Gente tonta digo yo!…se  creían bakanes    -como dicen ahora los chicos- porque se empleaban en la industria…los trataban pésimo; los miraban con desprecio porque eran chilotes. Pero la cosa no era simple…las industrias, a la larga ocuparon todo y la gente se empezó a alejar del campo, de la tierra…se hicieron obreros… ¡nos hicieron obreros! Es verdad que a veces ganaban buenas lucas, pero sumando y restando, claro que estamos más pobres. La pobreza no es sólo tener o no tener cosas….la pobreza va por dentro también. Hasta yo he tenido que emplearme a veces de operaria. Una vez trabajé en una que nos daban pañales porque no podíamos ir ni al baño. A esos los mandé a freír monos. Por suerte uno tiene su terrenito en el campo y puede sobrevivir sin ellos.
María del Rosario me sorprende: avanza a estribor por cubierta, con prisa que no entendí. Levanta la mano y saluda…era una embarcación con pasajeros que encontramos en la ruta. Pensé que no regresaría a mi lado, pero no…al momento vuelve y busca algo entre sus cosas. Saca un termo y un mate para cebar….aquí se toma harto mate -me dice. Supone, que no soy de la isla. Guarda silencio mientras prepara la yerba….se concentra y succiona la bombilla con un gesto de profunda inspiración en sus recuerdos…alarga el silencio unos segundos….iba Juan en la lancha … va al pueblo por unos trámites y regresa mañana… si Dios quiere, agrega con evidente fe en la incertidumbre de los días.
No faltan los que nos dicen que sin las salmoneras estariamos como antes  -continúa relatando. Es decir, tendriamos menos caminos y menos escuelas y no tendriamos luz y nada de eso. Yo pregunto: ¿la gente que dice eso, creerá que una es tonta, o serán tontas ellas? ¿Por qué decretan esa mentira como si fuera cierto? Han pasado casi cuarenta años y casi todos los avances, aparte de que han costado mucho tiempo y muchos son a medias no más, los ha tenido que hacer el Estado y a regañadientes…y tenemos más escuelas, pero tenemos menos cultura ¿o usted cree que nosotros estamos felices?. Nosotros teniamos muy bonitas costumbres acá, nos queriamos todos, nos ayudabamos pa’l tiempo de la siembra y la cosecha. Si hasta las casas las haciamos entre todos. Eramos una comunidad de verdad. Ahora ya no…si no tienes plata no puedes hacer nada porque todo se cobra y como nadie tiene mucha plata, no es mucho lo que se puede hacer…ya no podemos sembrar hectáreas como antes. Ahora podemos trabajar nuestras huertas no más…y solitas, porque los hombres tienen que andar de asalariados por ahí a quince lucas el día…dígame usted, ¿qué se hace con esa plata y una vida endeudada? Nada!
A la vida en Chiloé le ha envuelto el chamao, como dicen los mayores…cuando pienso en ella, así la veo: es como un banco de niebla baja que se arrastra por los cerros y el mar…es una tristeza que nos está matando…parece que nuestra tierra nos está hablando….desde que ocurrió lo de mayo del año pasado que parece que nos habla. Será nuestra pura conciencia no más digo, que nos habla de culpas también. No es que uno sea mal agradecida y no valore que hoy tenemos cosas que antes no teniamos, pero son cuarenta años…la gente que piensa que le debemos todos los adelantos a las salmoneras, no piensa en qué gallo nos cantaría si nos hubieran apoyado a nosotros, a nuestros viejitos, con sus costumbres maravillosas. Pero si aquí, nuestros padres y abuelos hacían muchas cosas. Yo me pregunto ¿de qué vale tanto trabajo, tanto pescado, tanto negocio y tanto sufrimiento de la gente si al final la plata no es de uno, ni queda acá….lo que queda en la isla no es ni la sombra de lo que hubiese quedado si nos hubieran ayudado…si nos hubieran dado apoyo para nuestro desarrollo, en vez de entregar nuestras tierras y el mar a gente que no le interesa nuestra cultura, ni nada de nosotros; sólo les interesa que puedan criar sus bichos… esos que hasta mal nos hacen si los comemos, porque son unos pescados inmundos, llenos de enfermedades….están vivos porque los embalsaman con antibióticos y de paso contaminan todo.
La lancha de los Mascareña ya llega a Chaulinec; ya se aproxima a la isla…María del Rosario comienza a buscar sus cosas. Viene por unos días de visita a casa de los Velásquez, una familia amiga. Su rostro muestra ojos de resignación. En un comienzo algo desconfiada, me habló entrecortado, en respuesta a algunas preguntas que le hice para romper el hielo, pero cuando le pregunté por la vida, fue un libro de mil hojas que derramó sus palabras llenas de tristes y bellas experiencias, como suele ser la vida en estos territorios, porque de todos modos el estar acá, algo tiene…algo tiene de esa magia que todos encuentran en este archipiélago, aunque hoy tenga ese manto triste de niebla que no quiere disiparse ni con los días más lindos del verano.

miércoles, 8 de junio de 2016

Unidos por el Mar: Por la defensa del Territorio, nuestro mar y su gente

@vigilantecosta
Recientemente, comunidades del sur de Chile se han visto impactados por una super floración (bloom) de algas nocivas producto de distintos factores en el mar interior de Chiloe, seno de Reloncaví, en el Archipiélago Patagonia, en la región de Los Lagos. Al cambio climático, el calentamiento global, se suma la temida “marea roja” con una corriente del Niño más potente este año denominada como “El Niño Godzilla” originando una grave, inusual y enorme mortandad de especies marinas (ballenas, aves, lobos, salmones, machas, sardinas, etc.) detonando un conflicto social sin precedentes en la Isla de Chiloe ante la amenaza y franca destrucción de su forma de vida tradicional en torno a la actividades laborales ligadas al mar en el hermoso y otrora alejado sur de Chile.
Luego de paralizaciones, reuniones e intentos de acuerdo de nuestros hermanos chilotes. Miles de chilenos y chilenas en diferentes ciudades del país salieron a las calles para gritar fuerte como nuestros compatriotas sufren las consecuencias de un desastre que aún no identifica responsabilidades claras y donde la industria del salmón y el gobierno de Chile se han limitado a descartar las causas directas del impacto producido por la alta mortandad de salmones en centros de cultivos que empresas pesqueras han tenido en concesiones marinas otorgadas y autorizadas por el Estado de Chile. Actualmente, cifras oficiales hablan de 9000 toneladas permitidas y que se habrían vertido directamente en mar abierto al menos 4.600 toneladas a 75 millas en dirección este de Ancud (aunque se denuncia en algunos casos que fue a menor distancia, visible desde la costa).
Más allá del desastre que se ha observado, con un “mar enfermo” en donde el pánico y preocupación de los residentes históricos se debe al daño ocasionado a una economía local que siempre ha dependido del mar y que hoy ve con impotencia como se le ha contaminado, como se les ha privao. Hoy, surgen voces críticas respecto del uso y abuso de concesiones marítimas otorgadas por entes del estado en donde existen centros de engorda y cultivo sobreproblados con todo el impacto asociado que ello implica además de la gran cantidad de elementos ajenos al medio acuático que se les introduce en su dieta o a través de antibióticos para intentar detener plagas como el "piojo de mar".
Defendamos Chiloe y Todos Somos Cobquecura
Ante la amenaza de la cuestionada industria acuícola en el sur, integrantes de la agrupación ciudadana Todos Somos Cobquecura realizaron una misión a la isla de Chiloe llevando cerca de 2 toneladas de alimentos no perecibles para nuestros hermanos que aún están pasando momentos difíciles, de incertidumbre. Esto les permitió conocer de primera fuente como se ha afectado su forma de vida y también como se les ha violentado cuando han querido hacer visible sus licitas demandas evidenciando a un estado cómplice que no asume sus propias responsabilidades destapando incluso corrupción y lobby al más alto nivel en desmedro de las comunidades históricas o ancestrales. 
En esta oportunidad se pudo constatar de manera directa el profundo impacto que la industria salmonera, más allá de la marea roja, ha dejado en los fiordos, canales y mar interior de Chiloe. Con un fondo marino colapsado por desechos de la industria del salmón. Entre fecas, alimento no ingerido, antibióticos, pesticidas, fungicidas para contrarrestar plagas (piojos de mar) o crecimiento de algas nocivas. Todos estos elementos, junto a desechos de redes, neumáticos, baterías, etc., se van directamente al fondo marino lo que termina contaminando y eutrofizando (dejando carente o sin oxigeno) el fondo marino.
Junto con establecer nexos, alianzas y fortalecer un movimiento que tiene, por una parte, afectados de manera significativa y directa a los chilotes y todos aquellos que trabajan y se mueven en torno a la pesca (artesanal, industrial, cultivos, etc.) en donde viven del día a día y, por otra parte, una zona centro sur francamente amenazada con decenas de peticiones de concesiones marinas y proyectos de centros de cultivo y engorda de salmones offshore (en mar exterior o abierto) de manera experimental. 
Hoy, en un hecho sin precedentes, las comunidades costeras se sienten obligadas a defender su territorio generando una red ciudadana no gubernamental o bloque de defensa del borde costero nacional para hacer notar la gravedad de una industria altamente insustentable destacando que existen otras formas o modelos de desarrollo desde la vocación natural del territorio, como el turismo de intereses especiales, con un componente implícito ineludible de preservación y sustentabilidad que hoy la industria acuícola no posee y que los servicios públicos competentes no fiscalizan de manera certera.l o, patéticamente, los recursos disponibles son insuficientes. 
Esto último es relevante debido a que el o los grandes responsables de este desastre se relaciona con las entidades del estado que han sido incapaces de poder fiscalizar adecuadamente una industria que desde hace décadas ha abusado de la concesiones marítimas otorgadas y convertido las aguas marinas de todos los chilenos en verdaderos vertederos de sus desechos y despojos que, al no poder seguir siendo utilizados en el sur por la incapacidad del medio acuático de sobreponerse o autorregularse naturalmente pretenden, como ya lo han ido haciendo en pisciculturas en Biobio y Maule, expandir su negocio lucrativo particular a zonas de mar abierto en Biobio, Ñuble y Maule.
Es por eso que integrantes del Movimiento Defendamos Chiloe, Chiloe esta Privao, Todos Somos Cobquecura, Fundación Terram, entre otros, se dieron cita en el congreso nacional de la república el martes 7 de junio de 2016 para exponer a los parlamentarios de la comisión de medio ambiente del Senado las irregularidades existentes en la presentación de este tipo de proyectos en la zona centro sur del país (Biobio, Ñuble, Maule), como así tambien, la grave situación hioy que ha colapsado a la industria salmonera en sus más de treinta años de existencia en el mar interior, canales y fiordos de Chiloe, en el archipiélago Patagonia.
Cesar Aguila -TSC
Uno de los expositores de Todos Somos Cobquecura, señaló de manera categórica a los parlamentarios presentes que "vemos con gran preocupación que en nuestro borde costero se pretenden instalar proyectos salmoneros. Hace poco estuvimos en Chiloé y el impacto es muy grave. En Cobquecura estamos viviendo un conflicto aparte que tiene que ver con la instalación del emisario submarino de celulosa Arauco y de la expansión del modelo forestal que tiene más del 75% de nuestra comuna repleta de plantaciones forestales y uno de los puntos donde se pretende instalar se encuentra a menos de 200 metros del punto de descarga de la celulosa Arauco, es decir, al interior de la zona de sacrificio, para generar alimento, para generar salmones para exportar. El impacto que pueda tener esto en la exportación de salmones como alimento (si se analizan) puede ser terrible y demuestra que a las empresas salmoneras lo que menos les preocupa es producir alimento y que les interesa apropiarse del área marina que tenemos nosotros y que hemos venido conservando desde hace ya bastante tiempo. Cobquecura ha defendido su estrategia de desarrollo en función del Turismo generando dudas respecto de que se generen estas áreas apropiadas para la acuicultura en nuestra zona”
Francisco Urrejola
Por su parte, otro integrante de TSC planteó que "estamos extremadamente preocupados porque la empresa (Inversiones Pelicano S. A.) ha hecho un acto de ilegalidad al fraccionar un proyecto en mini proyectos con el único objetivo de salvar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y solamente hacer Declaratorias de Impacto Ambiental (DIA). Esto es ilegal y está definido así. De tal modo, que para nosotros es altamente preocupante y manifestamos la indignación que existe en la comunidad respecto de esta oscura forma de presentar los proyectos a espaldas de la comunidad sin haberlo presentado como corresponde".
Se agrega además que es un Proyecto experimental donde no existe plan de mitigación, ni experiencia similares en condiciones de mar abierto en el mundo. Ni hablar de plan de cierre siendo una evidencia tangible el desastre que existe en el fondo marino de Chiloe por los desechos de la misma industria que no se debe replicar, exigiendo a las autoridades hacerse cargo de las consecuencias de los permisos o autorizaciones otorgados y sus consecuencias.
Es imperioso hoy fortalecer y consolidar un Bloque de Defensa coordinado, proactivo y que demande, desde una ciudadanía cada día más empoderada y en permanente estado de alerta, al estado de Chile para que tome acciones eficientes que permitan proteger a nuestra comunidades costeras y tambien el medio marino, su flora y su fauna exigiendo estudios serios de soporte o capacidad de carga (inexistentes en la experiencia nacional) antes de pensar en ubicar o facilitar las operaciones particulares lucrativas en bienes nacionales. Se hace urgente poder establecer planes de mitigación y cierre, multas asociadas a una fiscalización real y efectiva, como así tambien, que los estudios de capacidad de carga sean una obligación y, por ende, que las empresas deban someter sus proyectos a Estudios de Impacto Ambiental con participación ciudadana vinculante.
En una de tantas reuniones en Castro un gran Señor manifestó con emoción y llanto: "Ustedes... los intelectuales, ayúdennos. Nosotros no entendemos lo que leemos, tendemos cuarto basico... ". 
Es por eso y mucho más que basta de atropellos a personas humildes que por sobretodo valoran y aprecian su calidad de vida en torno a su medio ambiente, ese que les da trabajo y sustento. Es labor de todos, doctos o no, levantar nuestra voz y defender nuestro territorio de la amenaza insolente de aquel que no le importa más que su propio bienestar.