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jueves, 24 de febrero de 2011

Santa Cruz, California y Ericeira, Portugal Se aprueban como Reservas Mundiales de Surf (WSR)


Santa Cruz, showing its stuff. Photo: Will Henry
Storied surf zones in Northern California and Portugal join Malibu, California, and Australia’s Manly Beach as sites to be formally dedicated 

Zonas de surf en el norte de California y de Portugal se unen a  Malibú, California, y la Playa Manly en Australia como sitios formalmente propuestos.

24 de febrero 2011 - Santa Cruz, CA, EE.UU. Ericeira /, Portugal – World Surfing Reserves ha anunciado hoy que dos zonas de surf nominadas - Santa Cruz en el norte de California y Ericeira en Portugal - han sido formalmente aprobadas y declaradas Reservas  Mundiales de Surf (WSRS). Las dos regiones icónos de surf se unirán a Malibú, California, dedicada, esta última, como la primera Reserva Mundial de Surf en octubre de 2010, y la playa de Manly, Australia, aprobada en 2010 queda a la espera de su declaración oficial en algún momento en 2011, como los primeros lugares en recibir la prestigiosa designación WSR.

La zona de Santa Cruz, aproximadamente 11 kilómetros (7 millas) de costa que se extiende de Puentes Naturales en el extremo occidental de los acantilados al este de Opal Pleasure Point, se compone de una densa colección de agua fría,  olas de ensueño empapadas en la tradición del surf. La zona es conocida por la puntos emblemáticos en Steamer Lane y Pleasure Point (Punto de placer), ambos spots de derecha, de renombre mundial .
  
"No puedo pensar en un lugar más digno que Santa Cruz", dijo el icono más notable de la ciudad, Jack O'Neill, que inventó el traje de surf. Él y sus amigos surfeaban por aguas heladas en los años 50 y 60. "Existen lugares increíbles para la práctica, una comunidad maravillosa de surf y es sólo un hermoso tramo de costa. La declaratoria como Reserva Mundial de Surf será una gran manera de ayudar a preservar la zona ".
La zona de Ericeira de Portugal es la meca de surf para los portugueses y surfistas internacionales por igual. La zona de surf autorizada, Ericeir, consiste en 4 km (2,5 millas) de costa que contiene un grupo altamente concentrado de surf de calidad, varios de ellos de clase mundial, incluido el populares Ribeira d'Ilhas y otros quiebres de renombre mundial.
"Ericeira es un litoral con diversos puntos de surf que tiene algo para cada uno ", dijo el surfista profesional WCT Tiago Pires, que creció surfeando en esas olas. "Hay olas grandes, pequeñas, olas para expertos y principiantes. Me encanta esta zona y me alegro de ver que obtiene  el reconocimiento que se merece, así como una herramienta para ayudar a protegerlas mejor."
Reservas Mundiales de Surf (WRS) busca designar y proteger los más importantes y queridas zonas de surf alrededor del mundo, en colaboración con el surf local y las comunidades. WSR sitios son propuestos y seleccionados en base a cuatro grandes criterios: la calidad y consistencia de las olas, la importancia de la cultura surf y la historia, características medioambientales y el apoyo de la comunidad. Hasta el momento más de cien sitios han sido sometidos a la consideración de la condición de WSR de 34 países diferentes.
El Diez veces Campeón Mundial de Surf Kelly Slater, quien prestó su apoyo al movimiento de las Reservas Mundiales de Surf el año pasado, también expresó su fuerte apoyo a Santa Cruz y Ericeira. "Cada vez que tenemos la oportunidad de preservar oficialmente una playa o un surf-spot específico me doy todo en ello ",  dijo. "Reservas Mundiales de Surf está poniendo la vara muy alta y de largo alcance por que cubre el globo con el siguiente grupo de playas que deben protegerse. Miro con interés las declaratorias y la protección futura de esas playas -, así como muchos otros – se verá".


Más allá de su significado cultural y estético, cada WSR es una reunión de la tierra y el mar seleccionados por la naturaleza única y saludable de sus olas y su entorno. La declaratoria de cada uno de WSR tiene por objeto la proteger  las zonas costeras, sus olas y su hábitat del desarrollo inadecuado, a través de la cooperación internacional y local que construye comunidad en torno a la conservación, para mejorar y proyectar la administración de la zona.
Traducido por Rodrigo de la O


Contact:
USA contact: Dean LaTourrette, WSR Executive Committee, Executive Director – Save The Waves:  +1-415-596-7873 • dean@savethewaves.org
Portugal contact: João De Macedo, WSR Ambassador: +351 913 718 921 • joaodemacedo7@gmail.com
Australia contact: Brad Farmer, WSR Executive Committee, Founder – National Surfing Reserves Australia (www.surfingreserves.org):  +61-413 031 870 • unitedrelations@sydney.net
“I'm honored to work with World Surfing Reserves to hopefully be a small part of that difference in protecting the tradition and history around the surfing world's most symbolic and important beaches.” Kelly Slater 
About World Surfing Reserves
World Surfing Reserves (WSR) proactively identifies, designates, and preserves outstanding waves, surf zones and their surrounding environments, around the world. WSR is an initiative launched by Save The Waves Coalition in 2009 in conjunction with National Surfing Reserves - Australia, and through additional partnerships with the International Surfing Association (ISA) and Stanford University’s Center for Responsible Travel (CREST).

Crisis Energética y Bullying Editorial


Fuente: Pablo Astudillo - http://www.elquintopoder.cl/fdd/web/medio-ambiente/opinion/-/blogs/crisis-energetica-y-bullying-editorial
Muchas columnas y artículos se han publicado en los últimos días respecto del tema energético en Chile. Cómo no, si estamos cerca de la aprobación de varios proyectos que amenazan con convertirse en la causa de algunas de las peores atrocidades ecológicas que el país recordará por años (intervención y daño de ecosistemas poco estudiados, ricos en diversidad biológica, con gran potencial para el turismo). Muchas cosas llaman la atención en el desarrollo de esta historia: la aparente disposición de diversos órganos del Estado para dar la mayor facilidad posible para la aprobación de dichos proyectos, la repentina instauración del temor a un racionamiento eléctrico en un país donde el concepto de ahorro energético es cuestionable (cómo olvidar los shows de luces en La Moneda y en el río Mapocho, por ejemplo), o cómo un proyecto eléctrico se califica sólo como "molesto" mientras que al mismo tiempo algunas autoridades manifiestan que "cualquier proyecto contamina" y que lo importante es que las empresas cumplan y “mitiguen” los daños asociados (cosa que es imposible, desde el punto de vista científico; la construcción de la represa hidroeléctrica de las Tres Gargantas en China condujo a la extinción del Delfín de Agua Dulce del Río Yangtsé, algo que es imposible de mitigar).
Sin embargo, el aspecto más preocupante lo constituye la verdadera campaña, desarrollada por algunos medios de prensa escrita de circulación nacional, para desacreditar, menospreciar y caricaturizar a los grupos opositores a estos proyectos. Se ha calificado la preocupación ambiental como "dificultad", "obstáculo" y a los ambientalistas como gente que se preocupa de "árboles e insectos", mientras que se les acusa de oponerse al crecimiento y la superación de la pobreza. Incluso, la más reciente de estas editoriales emite una declaración en tono de amenaza: a los detractores de las fuentes de generación citadas (energía nuclear, hidroeléctrica y termoeléctrica), la crisis presente debe hacerles cobrar conciencia de las “graves consecuencias de persistir en su oposición”.
Este matonaje editorial no posee sustento lógico alguno, por lo demás: en estos momentos, la "oposición" ambiental es lo único que permite tener una apreciación objetiva de los proyectos energéticos, y se convierte en la única manifestación ciudadana, a falta de una institucionalidad que sea objetiva e inclusiva. Es la oposición ciudadana la que ha obligado a estos proyectos a transparentar los daños que ocasionarán. Más aún, la discusión ambiental, propiamente dicha, no es llevada al ámbito científico, presumiblemente por la inconveniencia que ello implicaría.
En este sentido, hay que ser claros: la evidencia científica demuestra contundentemente que nuestro planeta se encuentra en una situación delicada. Dos recientes artículos científicos en la prestigiosa revista Nature demuestran que la contribución humana de gases de efecto invernadero (producidos, entre otras fuentes, por centrales termo e hidroeléctricas) ha potenciado los episodios de precipitaciones extremas en el hemisferio norte (lo que, de paso, aumenta las sequías en otros lugares del planeta) y ha casi duplicado el riesgo de inundaciones, como las que hemos presenciado este año en varios países y que han causado numerosas víctimas fatales. Pese a éstas y otras graves advertencias científicas, nuestro país está debatiendo, aceptando y aprobando diversas iniciativas que contribuyen, en mayor o menor medida, al calentamiento global.
No sólo despreciamos la evidencia científica al ignorar las advertencias y la preocupación medioambiental. Al no considerar a las energías renovables no convencionales (ERNC) como una opción legítima (ignorada también en las editoriales a las que me refiero), estamos ignorando años de investigación científica en materia energética.  El desarrollo de nuevas tecnologías eólicas avanza a un ritmo sorprendente: en pocos años, los investigadores han desarrollado turbinas capaces de dar energía a dos mil casas (por turbina), capaces de girar para aprovechar el viento en cualquier dirección, maximizando el rendimiento. Ni hablar del mito de la “intermitencia” de la energía eólica, la cual queda en el suelo cuando se evalúan los datos como los entregados por la European Wind Energy Association o su símil norteamericano. El campo de la energía solar también avanza, y se formulan nuevos materiales o se mejoran los ya existentes para incrementar la eficiencia de los paneles solares (como se destaca recientemente en Science, otra prestigiosa revista científica). También hemos ignorado el uso de los biocombustibles, que en algunos países son utilizados hasta en un tercio del transporte público.
Habrá quienes dirán que el tema energético no es científico, sino económico y social. Y tendrán algo de razón. Sin embargo, de lo que trata esta columna es de la aparente vocación, de distintas personas, de referirse de manera peyorativa a la preocupación ambiental, de un verdadero bullying editorial. El ser humano se encuentra íntimamente ligado a su entorno: agricultura, pesca, ganadería, turismo, e incluso la industria y la producción energética (como lo demuestra la actual situación de sequía, influenciada indudablemente por el calentamiento global) dependen de una sintonía fina con el medio ambiente, por lo que la preocupación ambiental no es sólo respetable, sino fundamental. Y si dicha preocupación no proviene de las autoridades o de las empresas, que provenga de la ciudadanía es más que rescatable.
¿Quién fiscaliza las publicaciones editoriales de los periódicos? ¿Es una atribución discrecional de algunas personas? ¿Es aceptable la publicación de contenidos que caen en imprecisiones técnicas y científicas enormes, que lanzan amenazas sutiles, y que acusan a grupos de personas, quienes expresan su pensar en un país democrático, de ser culpables de una crisis cuya única explicación se encuentra en la falta de visión de autoridades y empresarios para invertir a tiempo en formas de generación eléctrica más limpias, más consecuentes con la evidencia científica, y aceptadas por la población?

martes, 22 de febrero de 2011

Carta pública de los habitantes del pueblo de Totoral, comuna de Copiapó a Gonzalo Domínguez y familia.

Sr. Gonzalo  Domínguez:

Los habitantes del pueblo de Totoral, después de habernos enterado del acuerdo suscrito entre usted y la empresa CGX, en el que se compromete a desistirse de la oposición al proyecto “Central termoeléctrica Castilla”, sentimos la necesidad de dirigirle esta carta pública.
Para nosotros es inaceptable lo que usted y su familia  han hecho. ¿Cómo es posible señor Gonzalo Domínguez que sabiendo de todas las ilegalidades e irregularidades cometidas a lo largo de la tramitación del proyecto, haya podido llegar a un acuerdo secreto en que, en definitiva, se beneficia económicamente de manera personal?
Nos parece insólito que la familia Domínguez  después de haber declarado en numerosas ocasiones que rechazaría la construcción del proyecto Castilla por ser un atentado al medio ambiente y a las comunidades aledañas al sector Punta de Cachos, Bahía Salado, Copiapó, tan rápidamente haya cambiado de parecer.
Queremos recordarle que hace menos de un mes usted junto con su señora y otros familiares, estuvieron visitando nuestro pueblo, donde fueron recibidos cariñosamente. En esa ocasión frente a numerosas personas reiteró su rechazo inclaudicable al proyecto de la empresa CGX. Es mas, ante una consulta directa de la totoralina Amanda Araya,  con quien usted se conoce por más de 20 años, le dijo que “iban a ir a la lucha hasta el final y que no se iban a vender jamás”. Ahora nos queda claro, que el final para usted era el dinero.
El día viernes 11 de febrero nos enteramos por los medios de comunicación que en esas mismas fechas se estaba llegando a un acuerdo con la empresa CGX. O sea, ni siquiera tuvo la valentía de conversar directamente con nosotros y expresarnos sus verdaderas intensiones. Para nosotros, al recibir dineros por su silencio usted se ha hecho cómplice del conflicto provocado por esta empresa.
Le queremos recordar que su hija Elisa Domínguez se reunió el sábado 12 de febrero con los comuneros de Totoral, y ante la sorpresa e indignación, explico que su familia había firmado el acuerdo porque ya:
1. No tenían más recursos económicos para seguir oponiéndose.
2. El gobierno tenía decidido aprobarlo de cualquier forma y.
3. Se sentían satisfechos con haber logrado incorporar 50 medidas de mitigación.
Evidentemente, nada nos informo sobre los ingentes recursos económicos en dinero y terreno involucrados que lo benefician.
En definitiva, no se conocen las 50 medidas de mitigación. Y lo que ustedes hicieron fue aprovecharse de la preocupación honesta de quienes sí habitamos la zona, de toda la movilización y denuncia que organizamos con mucho esfuerzo y sacrificio. Han  pasado a llevar a todo nuestro pueblo al presentarse ante los medios de comunicación como voceros de la oposición a Castilla, para luego, negociar con la empresa en beneficio propio y en perjuicio de toda nuestra comunidad, el país y las generaciones que vendrán.
El error de nosotros fue confiar en su convicción y buena fe, pero le recordamos a ustedes y al gobierno que ha visto con tan buenos ojos este acuerdo, que ya hemos recogido más de 8.000 firmas de habitantes de las ciudades de Copiapó, Caldera, Vallenar y Huasco, contamos con el apoyo y solidaridad de las principales organizaciones sindicales, gremiales y estudiantiles de nuestra región y con el respaldo de organizaciones sociales y ambientales en todo el país y con lazos activos con organizaciones afectadas por Eike Batista en Brasil.
Queremos dejar escrito que usted será uno de los responsables si es que este terrible proyecto se llegase a aprobar y lo apuntaremos con el dedo si es que llega a venir a nuestro territorio.
Hemos reunido a miles de atacameños en diversas actividades, y hemos defendido con tan sólida argumentación nuestra causa que se han sumado a ella parlamentarios como la senadora Isabel Allende y los diputados Lautaro Carmona y Alberto Robles. Los Alcaldes de Caldera, Vallenar, Huasco, Tierra Amarilla, entre otros han indicado insistentemente el grave daño social y ecológico que se producirá si se construye esta mega central térmica y el Consejo Municipal de Copiapó, incluido su Alcalde don Maglio Cicardini, han rechazado la instalación de la Central Castilla y estudian la forma de modificar el plano regulador comunal para proteger las costas de la ciudad.
Es decir, la abrumadora mayoría de los habitantes de la región de Atacama se oponen a este proyecto contaminante y no nos detendrá una firma que compra conciencias. Así operan las transnacionales, así han destruido ya demasiadas comunidades, y nosotros no queremos ser una más.
Nos oponemos al contaminante proyecto Termoeléctrica Castilla, pues es indiscutible que generará un gravísimo impacto social y ambiental a nuestras vidas, y que su construcción solo contribuirá a alimentar la megaminería química, una de las actividades más contaminantes del planeta y de menos beneficios para las comunidades que se ven impactadas por ella. Aquí no se trata de unos pesos más o menos, muy por el contrario es la concepción de desarrollo y vida de nuestra región lo que está en juego.
Mantenemos la esperanza que la autoridad ambiental cumpla con su obligación y rechace el contaminante proyecto, y desde ya anunciamos que seguiremos haciendo uso de las diversas acciones de movilización y denuncia para sensibilizar a las autoridades regionales y nacionales, utilizando los recursos legales nacionales e internacionales que obligan al país a respetar los derechos ambientales de la ciudadanía.   
Junta de Vecinos de Totoral, comuna de Copiapó.
Además, quisieron firmar personalmente: Graciela Morales, Olaya Cotal, Henry Saldaño, Eteluida Bernales, Yasna Cotal, Ziduka Acuña, Raul Vega, Ana  Vega, Teresa Elena Cuello, Erik Aqueveque,  Raquel Araya, Erik Araya Marin,  Wilson Morales Morales, Gina Morales Morales, Gilberto Morales Morales, Carlos Morales, Santo Abel Mandiola, Evert Pizarro Araya, Crescencia Ferreyra, Guillermo Morales Morales, Alicia  M…, Francisco Morales, Manuel Torres, Amanda Araya, Gloria Araya, Américo Araya,  Raúl Peralta, Margarita Araya, Mario Ulloa, Leopoldo Araya, Alfredo Acuña, Karina Jorquera, Ester Pizarro, Raúl López, Manuel Morales, Ilda …., Juan Morales, Carolina López Morales