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domingo, 31 de mayo de 2020

#Acción: Responder Consulta para evitar Transgénicos

Querida comunidad junto con saludar, les comparto esta información que es de vital importancia para la soberanía y  patrimonio agroalimentario🌾🥔🌽
Hasta el lunes 1 de junio hay plazo para responder la  consulta [muy poco comunicada] de SAG respecto a la derogación de resolución sobre transgénicos N °1523 del 2001, mediante Resolución exenta que establece normas para importación, siembra confinada, permanencia y acondicionamiento de material genéticamente modificado.

Este es el texto sugerido para enviar a: participacion@sag.gob.cl

En el Asunto:
Comentarios a la Consulta pública del SAG sobre RESOLUCIÓN EXENTA que ESTABLECE NORMAS Y DEROGA RESOLUCIÓN N°1523 DE 2001.

En el Texto:
Rechazo la resolución exenta en consulta del SAG que deroga la resolución N°1523 de 2001. Rechazo sus 5 considerando iniciales y la Resolución que establece las exigencias para la autorización de importación, liberación confinada al medio ambiente, permanencia y acondicionamiento de material de propagación genéticamente modificado.  Rechazo en su forma, fondo y oportunidad, los títulos 1 y 2, y sus 21 artículos.  El articulado de la resolución omite sus graves implicancias negativas para la biodiversidad, la salud  y los sectores y subsectores agrícolas involucrados (apicultura, agroecología, permacultura y agricultura orgánica).  Asimismo excluye de la resolución los impactos de los plaguicidas altamente peligrosos e insumos utilizados en los cultivos transgénicos. Además, en cuanto a la legislación que se debe tener en cuenta para resolver,  omite el  decreto de Relaciones Exteriores Nº 1.963 de 1994 que promulga el Convenio sobre la Diversidad Biológica.

Firmar con:
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Correo electrónico:
Región:
Organización: (si la tienes).
(Fin del correo)

Si tu también rechazas  la introducción de semillas transgénicas y uso de altos niveles de pesticidas por parte del SAG Chile, tu participación es vital. Gracias de antemano!! 🙏🏻🌱🌎

domingo, 24 de mayo de 2020

HOY Y AYER, 23 Y 24 DE MAYO 2020: NUESTRA BAHÍA AHOGADA EN GASES EMANADOS DEL COMPLEJO INDUSTRIAL

Ya pasó un Año y ¡Nada!
Hoy y ayer en Ventanas, Horcón, Pucalán y Quintero sentimos terribles olores a gas, emanaciones de nuestros vecinos del parque industrial, quienes no tienen con nosotros ningún cuidado especial en estos días de confinamiento por la pandemia del COVID19.
¡Como iba a ser de otra manera! Era como creer en el Viejo Pascuero, estamos a días del primer aniversario de la histórica Sentencia de la Corte Suprema de Justicia que nos favoreció increíblemente y que ordenó al gobierno y sus autoridades del medio 
Ambiente, Salud, Ministerio del Interior y otras carteras competentes, a diagnosticar exhaustivamente todas las tóxicas suciedades que generan y vomitan al medio ambiente desde sus chimeneas estanques e instalaciones diabólicas, elementos, compuestos y gases. Ordenándoles asimismo generar estudios correspondientes a la brevedad, para sustentar sistemas para reparar todo el daño generado, a la salud de las personas y al ecosistema. Ya pasó un año… ¡Y Nada!
Dictaminaron también revisar las pocas y malas normas existentes, y hacerlas más exigentes, si los estudios así lo recomendaban. Un año… ¡Y Nada!
Ordenaron también al MINVU modificar el ordenamiento territorial de esta zona para detener cualquier nueva instalación industrial en las 500 o más hectáreas todavía disponibles para teóricamente poner más empresas tóxicas y peligrosas. Un año… ¡y Nada!
Ordenó este Fallo a la ONEMI a preparar planes de emergencia para responder rápida y adecuadamente, en caso de producirse nuevamente una situación crítica como la ya sufrida en 2018 desde agosto en adelante, en Quintero y Puchuncaví. Un año… ¡Y Nada!
Nuevamente preguntamos ¿qué tiene que pasar para que las autoridades se conmuevan y comiencen realmente a cambiar la historia de esta Bahía? Hoy nuevamente estamos en nuestras casas con nuestros hijos y adultos mayores, quienes llevan cerca de 3 meses confinados para no ser victimas respiratorias del COVID19, ¡pero es imposible protegerlos si es que entra por las ventanas el veneno que nos mata lentamente y que provoca crisis respiratorias en los más vulnerables! No es justo que nosotras seamos quienes restrinjamos nuestras vidas mientras ellos nos envenenan.
¡HOY EXIGIMOS SE PONGA EN CUARENTENA A LAS EMPRESAS CONTAMINANTES HASTA QUE SE CUMPLAN LOS MANDATOS DEL FALLO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA!!
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sábado, 23 de mayo de 2020

¿Existe el toque de queda en un estado de excepción Constitucional, en medio de una pandemia, en una Zona de Sacrificio?

Ventanas - 2009

@vigilantecosta
En 2009, después de muchos años, regresé a Quintero, Puchuncaví y recorrí la playa de Ventanas, reconociendo su triste, brutal y distópica e impactante realidad. En ese año participamos del primer Primer Conclave de comunidades costeras afectadas por Centrales Termoelectricas a Carbón, donde pudimos reunirnos con representantes de comunidades y pescadores de todo el país, conocer sus experiencias y seguir sorprendiéndonos respecto de cómo se ha permitido vulnerar nuestro medioambiente de un manera tan burda, violenta, soberbia y arbitraria. En ese entonces (2009), ya se hablaba del irregular actuar de las Comisiones Regionales de Medio Ambiente (Coremas) en la aprobación de proyectos; como también, se mencionó las presiones y amenazas de las que han sido objeto líderes de los distintos movimiento ciudadanos.
Como parte de un equipo de la Alianza Waterkeeper enfocado en el impacto que el ciclo del carbón origina en su proceso, participamos en el año 2018 de una investigación de campo en la zona de Puchuncaví y Coronel cercana a la compañias que usan el carbón mineral fósil como combustible. La conclusión y resultados fueron concluyentes al observar como los pozos de agua, muchos de ellos en uso, resultaban ser una "sopa de metales pesados" y un riesgo para la salud de las personas. 
Hoy, en 2020, atravesando una pandemia mundial, sin precedentes en la última centuria, pareciera nuevamente que los datos de monitoreo demuestran que no existe toque de queda para estas empresas en las mal llamadas zonas de sacrificio; fustigando y enfermando a personas, lentamente, con todo el aparato politico y público de un país perdido en su obcena y obsoleta soberbia por la obtención de utilidades en industrias en vías de obsolescencia. Empresas que se aferran a la fosilidad cuando lo que urge es infraestructura verde y mínimo impacto.
Monitoreo 23 de Mayo 2020
De que sirve tener tanto poder económico si no puedes ayudar a vivir mejor al otro/a. Algo que, en su acto, solo puede hacerte un mejor ser humano. ¿Existe el toque de queda en un estado de excepción Constitucional, en medio de una pandemia, en una Zona de Sacrificio, ó, un permiso especial, para que este tipo de empresas, con aval estatal, puedan seguir impactando de una manera tan grosera sin que nadie diga o haga algo seriamente al respecto a compatriotas; seres humanos? 
Playa Ventanas - 23 Mayo 2020 - Foto: Muzosare

DECLARACION MUJERES EN ZONA DE SACRIFICIO EN RESISTENCIA
Notas Relacionadas:
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viernes, 22 de mayo de 2020

Noam Chomsky: “Si no conseguimos un Green New Deal, sucederá una desgracia”

Por MARTA PEIRANO | JAIME CASAL (VÍDEO) - Publicado Originalmente en El País
El norteamericano Noam Chomsky (91 años) es el fundador de la lingüística contemporánea y el pensador crucial de la izquierda contemporánea. También es uno de los impulsores de la Internacional Progresista, la plataforma que reúne al The Sanders Institute, el Movimiento por la Democracia en Europa 2025 (DiEM25), representantes del sur global, India, África y Latinoamérica. Se lanzan en plena pandemia para bloquear una escalada de neoliberalismo y “abrir la puerta a alternativas progresistas que estén preocupadas con el bienestar de las personas y no por la acumulación de riqueza y poder”. Nos citamos pantalla con pantalla.

PREGUNTA. ¿Se unen contra la “otra” Internacional?

RESPUESTA. Sí, la Internacional Reaccionaria liderada por la Casa Blanca, que incluye clones de Trump, como quien él llama “su dictador favorito”, [Abdelfatá] al Sisi en Egipto, o los dictadores del golfo Pérsico. Israel es un punto clave que se ha escorado fuertemente a la derecha y sus relaciones con las dictaduras del Golfo están saliendo ahora a la luz. Más hacia Oriente tenemos a [Narendra] Modi en India, que está empleándose a fondo para acabar con los últimos coletazos de la democracia secular india, destruyendo Cachemira y los derechos de 200 millones de musulmanes; Bolsonaro en Brasil...

P. Académicos como Peter Turchin, que estudian los grandes ciclos, dicen que se acaba uno gordo. ¿Podría ser el final del que abrieron Thatcher y Reagan?

R. Los ciclos históricos no están predeterminados, son resultado de las acciones de las personas. El periodo neoliberal se construyó destruyendo los movimientos obreros. Thatcher atacó a los mineros, Reagan aplastó las huelgas con esquiroles, algo que es ilegal. Pero como Reagan lo hizo, las empresas también gestionaron las huelgas y destruyeron los sindicatos importando ilegalmente trabajadores de fuera. Luego [Bill] Clinton inventó otro dispositivo para destruir el movimiento obrero. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte era un banner que decía: si seguís con esto nos llevamos la fábrica a México. La mitad de los esfuerzos sindicalistas fueron sofocados por esta táctica de propaganda.

P. ¿Cree que esta cuarentena podría ser el ensayo de una verdadera huelga general?

R. Ya estaba ocurriendo, incluso antes de la pandemia. En los últimos dos años hasta en EE UU ha habido un resurgimiento del poder de la huelga. Hasta los profesores de Estados conservadores no sindicalizados se manifestaron contra la destrucción de la enseñanza pública bajo los principios neoliberales; la pérdida de financiación, la masificación de las aulas, los programas basados en test diseñados para crear autómatas. Se manifestaron en Virginia, en Arizona, no solo para mejorar sus condiciones salariales sino para mejorar las condiciones de enseñanza. Y han conseguido un gran apoyo social, hasta en los Estados más reaccionarios. Luego hay industrias como General Motors. Hay una regeneración del movimiento obrero y de otros movimientos y no es marginal. Si no conseguimos alguna clase de Green New Deal [propuesta para transformar el sistema económico a través de una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero y la apuesta por la eficiencia energética] sucederá una desgracia.

“Las residencias se privatizaron con la plaga neoliberal, fueron a manos de fondos de inversión”

R. Usted ha estudiado a fondo las tácticas de propaganda para influir a la población. ¿Cómo piensan [en la Internacional Progresista] gestionar esa cuestión?

R. Hablemos de cosas concretas. Por ejemplo, la pandemia. Si no hablamos de su causa, la siguiente será inevitable y será peor que la anterior, por culpa del calentamiento global. ¿Cuánta atención se ha dedicado a la raíz del problema? Así es un sistema de propaganda eficiente: ignora lo importante. No quieres que la gente tenga ideas peligrosas. No digo que sea deliberado, creo que es automático, el acto reflejo de permanecer dentro del marco de la doctrina establecida. Otro ejemplo. Una de las cosas que hace esta administración para desviar la atención de sus crímenes es buscar cabezas de turco. Las políticas de Trump han matado a cientos de miles de personas pero no quiere que se sepa, así que echa la culpa a otro. Culpa a China, a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y es buena estrategia porque sus fans no aprecian las organizaciones internacionales. Son nacionalistas, supremacistas blancos, no quieren extranjeros metiéndose en sus asuntos. Pero ¿qué pasa cuando dejas de apoyar a la OMS? Matas a gente en Yemen, la peor crisis humanitaria del mundo, donde envían médicos, material sanitario, etcétera. Y en África, un sitio aún más grande y lleno de enfermedades. Pero ¿qué medios explican que, para optimizar sus posibilidades de reelección, Trump está matando a innumerables personas? Así funciona la propaganda: no prestes atención a los verdaderos crímenes y lo que los motiva. Si cuentas los crímenes, pero no explicas las estructuras institucionales en los que se dan, la gente no entiende lo que pasa y los crímenes se repiten.

R. Cuando habla del origen de la pandemia, ¿se refiere a nuestra relación con los animales?

R. Eso es solo una parte. El caldo de cultivo de esta pandemia es el capitalismo exacerbado por el neoliberalismo. En 2003 hubo una enorme epidemia de coronavirus, muy similar al actual, que fue contenida. Los científicos advirtieron, igual que hacen ahora, de que vendría otra. Pero no basta con saberlo, hay que hacer algo. ¿Quién podía haber hecho algo? Las farmacéuticas, que estaban hinchadas de recursos por mecanismos neoliberales, estaban bloqueadas por el capitalismo. Prevenir algo que va a ocurrir en dos años no da beneficios. El Gobierno, que financia la mayor parte de la investigación con dinero público, laboratorios nacionales, instituciones y universidades, estaban bloqueados por el neoliberalismo, que dice que no existe la sociedad, que el Gobierno es el problema y que todo debe estar en manos privadas. Ese es el origen.

“Las políticas de Trump han matado a cientos de miles de personas, pero él culpa a China, a la OMS”

R. Lo mismo pasa con la crisis climática y Silicon Valley

R. Para acabar con la crisis hay que acabar con las emisiones. Hay pequeñas start-ups que desarrollan soluciones para hacerlo, pero necesitan apoyo financiero y el Gobierno no las financia, porque el Gobierno es el problema. Y no pueden conseguir inversión privada porque es mucho más lucrativo financiar a Apple para que ponga cositas nuevas al iPhone que algo que salve a la humanidad de la destrucción.

P. Es difícil llegar a las personas en momentos de ansiedad con un mensaje que parece más aburrido que las teorías de la conspiración.

R. Pues cuando teníamos organizaciones activistas de trabajadores, estos eran exactamente los temas centrales de discusión. Cuando yo era niño, en los años treinta, había mucho desempleo en las familias de clase trabajadora, pero teníamos acceso a una buena educación y gran oferta cultural a través de los sindicatos. Había reuniones educativas, recursos educativos, alta cultura, pero estas eran las cuestiones vitales porque queríamos vivir en una sociedad pacífica. Los movimientos obreros se destruyen para evitar estas cosas. Para dejar a la gente aislada y atomizada, mirando la pantalla a solas, sin interactuar con los demás.

P. Hace 20 años de la contracumbre de Seattle, en medio hubo el movimiento Occupy. ¿Por qué no acaba de cuajar el activismo de izquierdas?

R. No estoy de acuerdo. Sanders perdió las primarias porque las personas que apoyan mayoritariamente sus propuestas, que son los jóvenes, no salieron a votar. Y los otros dos grandes bloques, que son los afroamericanos y mujeres, creyeron que Sanders no sería capaz de derrotar a Trump bajo el ataque permanente de los medios y del Comité Democrático Nacional, que odia tanto a Sanders que ha preferido perder las elecciones que perder el partido. Estamos muy cerca de una victoria de la izquierda, pero esta guerra no se gana con un disparo.

“Cuando yo era niño, había desempleo, pero teníamos acceso a la educación a través de los sindicatos”

P. ¿Qué le hace estar tan seguro?

R. Mira la lucha por los derechos de la mujer. No es como si alguien se levantara en 1965 y dijera vamos a lograr derechos para las mujeres. Es una larga lucha contra fuerzas poderosas. La abolición [de la esclavitud] llevó todavía más tiempo, la lucha por los derechos civiles es dura y brutal. El movimiento contra la guerra de los años sesenta fue atacado por los medios, era imposible llegar a las grandes cabeceras para hablar del tema. Pero se hizo fuerte y poderoso con sus propios medios de comunicación, como Rampart Magazine. No es fácil y nunca lo ha sido. No ocurre haciendo clic. El movimiento Sunrise ha puesto el Green New Deal sobre la mesa, igual que los activistas de los años sesenta y setenta atravesaron la barrera violenta y brutal del racismo. Y no era fácil. Te podían pegar, matar, podías ser brutalmente atacado por la policía. Pero lo atravesaron y consiguieron cosas. Así es como se hace. El poder no dice: toma, llévatelo.

P. Vemos de nuevo el uso del lenguaje para deshumanizar minorías y colectivos étnicos y religiosos. Como con la Caravana [de los migrantes latinoamericanos].

R. ¿Cómo lo trataría un medio independiente? Hay caravanas que vienen de Honduras. ¿Por qué Honduras? Hay un motivo: Honduras estuvo siempre bajo el control de un puñado de oligarcas y de empresas estadounidenses financiadas por el Gobierno. Pero hubo un movimiento de reforma, Manuel Zelaya ganó las elecciones y trató de trascender los aspectos represivos y brutales de la sociedad hondureña. Fue rápidamente expulsado por un golpe militar en 2009. Hubo protestas en todo el hemisferio occidental, con una excepción. Obama se negó a calificarlo de golpe militar porque, de haberlo hecho, tendría que dejar de enviar ayudas a la junta militar. Hubo unas elecciones fraudulentas que todos denunciaron salvo la administración Obama-Clinton. Mientras tanto, el país se convirtió en uno de los focos mundiales de asesinatos y masacres y la gente empezó a escapar en caravanas y se unieron personas de Guatemala que escapaban de la devastación que dejaron las guerras antiterroristas de Reagan. ¿Lees esta historia en algún periódico? ¿En EL PAÍS, en The New York Times? Eso es lo que hace el periodismo independiente.

“Estamos cerca de una victoria de la izquierda [en EEUU], pero esta guerra no se gana con un disparo”

P. Vamos a llevarlo al presente.

R. En EE UU, la mayor parte de las víctimas son ancianos en residencias. ¿Por qué mueren tantos allí? Porque las residencias se privatizaron durante la plaga neoliberal y quedaron en manos de fondos de inversión. Y esos hicieron lo que suelen, recortar por lo sano: servicios, personal, material. Pasa cualquier cosa y todo se desploma. Pero hay más. Hay un puñado de grandes empresas que gestionan la mayor parte de las residencias y su gestión ha sido alabada públicamente por Trump. Porque es uno de sus principales inversores. Ahí tienes un clan de empresas millonarias financiando al presidente más reaccionario de la historia de EE UU matando a personas en las residencias de ancianos. Pero se publica: gente muere en residencias de ancianos. El resto de las muertes que no son ancianos: son abrumadoramente pobres negros y latinos. ¿La ley de la naturaleza? No, es por la manera en la que están obligados a vivir y trabajar. Trump ordena mantener las cárnicas abiertas. América necesita filetes de solomillo. Las empacadoras tienen condiciones laborales terribles. No están vigiladas por las organizaciones gubernamentales de Salud y Seguridad de trabajo y consumo: el Gobierno es el problema. La gente pierde dedos y se muere. ¿Y quiénes se ven obligados a aceptar esos empleos? Negros, portoriqueños, latinos. Así que mucho coronavirus, muchos muertos.

Diversidad biológica y sostenibilidad

Por Fernanda Salinas | Investigadora FIMA | Nota Original CodeXVerde
Chile ratificó en 1994 el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que tiene como objetivo principal la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica. Al año 2010, las partes en el convenio aprobaron el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica, incluyendo las veinte Metas de Aichi para la Biodiversidad para el período 2011-2020.
Los objetivos de este plan eran abordar las causas de la pérdida de la biodiversidad incorporándola en todos los ámbitos gubernamentales y de la sociedad, reducir las presiones directas sobre la biodiversidad y promover el uso sostenible, mejorar la situación de la diversidad biológica protegiendo los ecosistemas, las especies y la diversidad genética, aumentar los beneficios de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas para todos y mejorar la aplicación a través de planificación participativa, gestión de conocimientos y creación de capacidad.
Entre las Metas de Aichi se encuentra, por ejemplo, la eliminación de subsidios perjudiciales y la implementación de incentivos para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, reducir a cerca de cero la pérdida, degradación y fragmentación de los hábitats naturales, y conservar un 17% de los ecosistemas terrestres y aguas continentales y un 10% de las zonas marinas y costeras, restaurar y proteger ecosistemas que proveen agua y contribuyen a la salud, bienestar y medios de vida, considerando especialmente mujeres, comunidades indígenas y locales, pobres y vulnerables, restaurar al menos un 15% de las tierras degradadas y respetar los conocimientos, las innovaciones y las prácticas tradicionales de las comunidades indígenas y locales pertinentes para la conservación y la utilización sostenible de la biodiversidad y los usos tradicionales.
El fracaso del cumplimiento de los objetivos del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica queda de manifiesto en Sexto Informe Nacional de Biodiversidad de Chile. En este informe se reconoce que la pérdida, degradación y fragmentación de los ecosistemas sigue siendo la principal amenaza para la biodiversidad, y que el cambio de uso de suelo, impulsado por la industria agrícola y forestal y la urbanización, es uno de los principales factores causantes del deterioro y pérdida de ecosistemas terrestres del país. Además, reconoce que la minería afecta ecosistemas frágiles por la extracción de aguas subterráneas, la contaminación de los acuíferos, las faenas abandonadas, paralizadas y sus residuos, incluyendo los relaves, que representan un riesgo para la vida y salud de las personas y los ecosistemas.
Identificadas las principales causas de la pérdida de ecosistemas naturales, se esperaría que se tomaran medidas urgentes para limitar el cambio de uso de suelo, proteger ecosistemas amenazados, restringir la afectación de ecosistemas frágiles y limitar la urbanización, al mismo tiempo que se promoviera la restauración ecológica de ecosistemas que proveen agua, salud, bienestar y medios de vida. A pesar de la urgencia ecológica y social que nos apremia, se continúa priorizando la visión economicista por encima del cuidado de la naturaleza y de las personas, como se refleja en el Plan Nacional de Restauración de Paisajes (2020-2030) sometido a consulta pública hasta el 14 de Febrero 2020 y en el Proyecto de Ley que crea el Ministerio de Agricultura, Alimentos y Desarrollo Rural, que busca convertir al país en una potencia agroalimentaria, pesquera, acuícola y forestal, cuando la industria agrícola y forestal son responsables de un 96% del consumo de agua a nivel nacional, y los ecosistemas naturales, las personas más desposeídas, los campesinos y los crianceros sufren las consecuencias.
Aunque Chile no ha cumplido con su compromiso internacional, el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el  Plan Estratégico para la Diversidad Biológica y las Metas de Aichi se mantienen como un referente para que las políticas públicas se orienten a la sostenibilidad.

martes, 19 de mayo de 2020

Yaku Yanapaki; entrando a su siguiente fase

[@vigilantecosta]
Recientemente, en la Conferencia Global de la Alianza Waterkeeper, desarrollada virtualmente debido a la pandemia y contingencia actual; pudimos presentar nuestro trabajo (Ver Presentación Aquí) y proyección en donde la convergencia, desde la conservación local, resulta vital para un verdadero cambio de paradigma.


Paradojicamente, hoy, cuando atravesamos una crisis social, ambiental, ecológica y sanitaria, sin precedentes; justo ahí, se pone a prueba la adecuada intervención del estado en políticas de inversión pública que permita o ayude a fortalecer nuestra democracia.

Proyecto Yaku Yanapaki #YakuYanapaki (Presentación en desarrollo)

La idea del proyecto surge en la primera reunión latinoamericana de los programas u organizaciones miembros de la Alianza Waterkeeper. Ésta se llevó a cabo en abril de 2019 en Cartagena de Indias, Colombia. En esa oportunidad, participantes firmaron un convenio de trabajo con un enfoque en la restauración de ecosistemas, que se bautizó como Yaku Yanapaki (Defensores del Agua en quechua), que conecta distintas problemáticas y realidades bajo un mismo concepto que unifica la conservación, como mecanismo de inversión de largo plazo; siendo la capacidad de resiliencia de nuestros ecosistemas, junto a una planificación integral en los procesos, un desafío apasionante y permanente.

Hace unos días nos reuninos con la Señora Maria Luz Reyes, Alcaldesa de la Ilustre Municipalidad de Pelluhue, para solicitar apoyo y colaboración formal como participantes en el marco del proyecto. Hoy se nos ha hecho entrega de carta-convenio firmada entre nuestra organización y la Edil lo que se convierte en un hito y comienzo oficial de una nueva etapa del proyecto. Ahora nos corresponde formalizar con otras organizaciones e instituciones para potenciar los equipos de trabajo y comenzar su implementación en los distintos puntos considerados.

Enhorabuena!

domingo, 3 de mayo de 2020

Experto en fauna silvestre por Covid-19: “La grosera intervención de la naturaleza tiene serios efectos sobre la biodiversidad y la supervivencia humana”

Mauricio Valiente - Foto: Codeff
Los estados y gobiernos deben plantear seriamente una nueva relación más armónica con la naturaleza, pues su depredación lleva al desequilibrio natural que las especies han alcanzado en miles de años de evolución, advierte Mauricio Valiente, investigador y director de CODEFF. 
Mauricio Valiente Olivares (59) es profesor de biología de la Universidad de Chile, académico en fauna silvestre, presidente del Comité Chileno de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y punto focal de Birdlife International. Además es secretario general de la Corporación Nacional por la Defensa de la Fauna y Flora (CODEFF), donde está a cargo del programa de biodiversidad en la Región del Maule.
Por Ricardo Bustamante P. | Publicación ORiginal 
¿A qué se debe la aparición de distintas especies de animales silvestres en grandes ciudades en el marco de esta pandemia?
La fauna silvestre siempre ha vivido cerca de las ciudades, por sus hábitos; la presencia del ser humano y actividades cotidianas (movimiento, transporte) y no nos dábamos cuenta. Hoy, por las medidas impuestas por la pandemia, es que algunos animales se atreven a explorar nuevos ambientes, en calles, parques o jardines de las propias casas.
Se ha hablado de una “recolonización” de la fauna silvestre de sus antiguos territorios. Ahora nosotros somos los atemorizados y se han liberado los que nos tenían miedo, una gran paradoja.
Los seres humanos hemos ido arrinconando a la fauna silvestre a espacios más pequeños, hemos contaminado, fragmentado, eliminado gran parte de su hábitat. Muchas especies de animales silvestres se han acostumbrado a vivir en ambientes antropizados y los ocupan desde hace mucho tiempo, pero no solo unos pocos se daban cuenta de esto. Hoy en un ambiente más tranquilo, podemos darnos cuenta, hay tiempo de observar lo que ocurre en nuestro entorno. Por otra parte, muchos animales en estos ambientes de tranquilidad amplían su territorio de búsqueda de alimento, no sé si el término recolonización es correcto, pero la fauna silvestre puede recuperar lo que se llama el ámbito de hogar, es decir, recuperar el territorio que a cada especie le corresponde para su viabilidad, que puede ser de unos pequeños metros, hasta kilómetros.
Si el aislamiento dura mucho tiempo, ¿podría llegar a darse en algún grado el concepto llamado “sucesión ecológica”?
La sucesión ecológica corresponde a una serie de cambios que se van dando de manera progresiva en las especies que componen una comunidad a través del tiempo, en algunos casos en mucho tiempo. En lo que llamamos sucesión secundaria, un área ocupada previamente por seres vivos es alterada y ocurre una nueva colonización después de la alteración. En este caso, no creo que exista esa nueva colonización por fauna o flora silvestre, ya que una vez que nos recuperemos de la pandemia, esos espacios que están más tranquilos, volverán a ser ocupados por las personas y las actividades antrópicas nuevamente provocarán la retirada de la fauna silvestre.
¿La acción o depredación humana sobre la naturaleza está detrás del origen del coronavirus? En relación a la ocupación de sus espacios naturales, el tráfico de animales exóticos, entre otros.
Hasta ahora parece existir consenso en la comunidad científica en que en un ecosistema saludable existe un equilibrio entre los individuos que transportan organismos patógenos y los que no los tienen. En su estado natural hay más especies sanas que contagiadas por patógenos, una vez que se altera la naturaleza, ya sea por depredación, pérdida o fragmentación de hábitat, tráfico de animales para alimentación o para mascotas, provoca la pérdida de este equilibrio y la posibilidad de que individuos contagiados traspasen estos patógenos al ser humano, aumenta considerablemente. Al parecer es lo que ocurrió con el SARS COV2, en la que hay algunas especies de animales silvestres involucradas como hospederos y transmisores.
No debemos dejar de lado el Cambio Climático, en el cual uno de sus efectos es el derretimiento de glaciares, dejando despejadas grandes extensiones de terreno en los cuales ya se han registrado virus y otros patógenos, muchos de ellos, desconocidos para el ser humano.
¿Esto nos enseña que en adelante los estados y gobiernos del mundo deben procurar una nueva relación del hombre con su entorno natural?
Evidentemente, esperamos que esta epidemia sirva como una gran enseñanza para el ser humano; que los estados y gobiernos entiendan que la intervención grosera que estamos haciendo a la naturaleza tendrá grandes efectos sobre la biodiversidad, y en especial sobre el ser humano. Debemos plantear seriamente una nueva relación más armónica con la naturaleza o estaremos poniendo en riesgo la supervivencia humana.

“Este modelo consumista promueve la depredación de la naturaleza, sin importar la consecuente pérdida de biodiversidad.”

¿El covid-19 es ejemplo de la relación tóxica del modelo económico y productivo con la naturaleza?
El modelo económico y productivo imperante en el mundo promueve el consumo a gran escala, esto a su vez impulsa el extractivismo también a gran escala. Este modelo consumista promueve la depredación de la naturaleza, sin importar la consecuente pérdida de biodiversidad, la pérdida de los servicios ecosistémicos que ésta presta al ser humano, y junto con ello se provoca la pérdida del equilibrio natural que las especies han alcanzado a través de miles de años de evolución, lo que entre otros efectos aparecen estas zoonosis como el covid 19.
Y las preguntas sello de #CausasyBeats: ¿Qué líder social, político, cultural o de otro tipo te inspira? ¿Y por qué?
Tensing Gyatso, el décimo-cuarto Dalai Lama, autodefinido como un simple monje budista, que ha entregado su vida a promover el altruismo y la compasión entre los seres humanos y el respeto hacia  todas las especies de seres sintientes. A su vez ha difundido el conocimiento del ser humano desde la perspectiva budista y ha creado puentes entre la ciencia occidental y el budismo. También ha sido un incansable luchador por la liberación del Tíbet a través de vías pacíficas, principios que comparto plenamente.
Escoge un disco o canción que identifique tu causa.
La canción Padre de Joan Manuel Serrat.
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[El propósito de la difusión de presente nota no es otro más que informar y poner en conocimiento de la opinión pública un tema relevante desde nuestra visión y principios como organización ambiental compartimos plenamente.
Escrito por Ricardo Bustamante P. | Publicación ORiginal en causasybeats.cl]

sábado, 2 de mayo de 2020

La brutal realidad de la vida dentro de una de las ciudades más contaminadas del mundo.


Por NAOMI LARSSON  
En Quintero, las fugas de petróleo y la contaminación de la industria pesada están afectando la salud de los ciudadanos locales. Ahora la lucha está por limpiar una de las llamadas "zonas de sacrificio" de Chile
Una mañana a fines de agosto de 2018, Carolina Astudillo salía de su casa en Quintero, un pueblo costero chileno a solo dos horas de Santiago, cuando notó un cambio en el aire a su alrededor. Cuando llegó al final del bloque ya estaba tosiendo fuertemente. Se sintió enferma, un entumecimiento en sus extremidades. “Fue brutal. Casi no podías respirar. Me dolía la garganta, tenía los brazos y las piernas entumecidos”, dice Astudillo.
No es tan inusual que los residentes de Quintero y los pueblos de los alrededores se sientan así. Muchos de sus vecinos padecen enfermedades respiratorias como el asma. El aire a menudo sabe metálico, en lugar de a mar. Incluso la playa se ve más oscura de lo que debería ser: en lugar de conchas, la arena está llena de carbón derramado de los buques de carga entrantes. Algunas aves muertas yacen arrastradas a pocos metros de donde algunas familias comen sus comidas campestres.
Pero esta vez fue peor de lo normal. Varios gases químicos, incluido el metilcloroformo, nitrobenceno y tolueno, se habían filtrado de las plantas de petróleo y químicas cercanas que rodean la ciudad. Entre el 21 de septiembre y el 18 de octubre de ese año, 1,398 personas fueron tratadas por intoxicación por gas en hospitales locales, según el Ministerio de Salud de Chile. Los residentes de la región de Quintero y Puchuncaví se vieron afectados por otra crisis de contaminación, otro accidente industrial.
A pocos kilómetros de donde Astudillo vive con su esposo e hijos, se encuentra el centro del desarrollo industrial chileno. Es el hogar de algunas de las industrias más grandes y más sucias: plantas de energía de carbón, plantas de cemento, energía térmica, gas natural. De solo una fundición de cobre en 1964, ahora hay alrededor de 20 instalaciones industriales diferentes aquí, construidas como parte de los planes estatales para impulsar la producción. El parque estaba destinado a ser el motor del crecimiento económico para lanzar a Chile a las filas de los países "desarrollados", idea que se hizo eco del ministro de Cooperación Económica de Alemania Occidental, Walter Scheel, quien visitó la Bahía de Quintero durante la construcción de la planta de procesamiento de cobre: "Chile no es un país subdesarrollado sino una nación en pleno desarrollo", dijo en ese momento. Pero este desarrollo ha tenido un costo.
Equipo Waterkeeper en Ventanas haciendo captura de muestra de sedimento para análisis de laboratorio
Quintero es conocido por los residentes y activistas como una de las "zonas de sacrificio" de Chile, un área donde la contaminación y la contaminación son tan altas que la naturaleza y las personas que viven allí han sido expulsadas por el bien del desarrollo económico. "Llamamos a Quintero el Chernobyl chileno", dice Rodrigo Barría de Greenpeace Chile. “El medio ambiente se rompe sin reparación. El suelo está roto, el agua está rota. La gente es sacrificada. Este es el tipo de cosas que la sociedad prefiere no mirar, porque la gente es pobre”.
Hay cinco de estas llamadas zonas de sacrificio en Chile, y durante años las comunidades han estado luchando por sus derechos a vivir en un ambiente saludable. Los grupos han hecho campaña, principalmente en vano, por regulaciones más estrictas de la industria, reparaciones y por mejores servicios de salud.
Por un tiempo hubo esperanza; el año pasado, los activistas obtuvieron una Corte Suprema confirmó que el gobierno era el responsable final de la contaminación ambiental en 2018, y que debe tomar medidas concretas para evitar que vuelva a ocurrir. Si bien Chile pasó la mayor parte del año pasado preparándose para organizar la conferencia ambiental internacional COP25, el presidente Sebastián Piñera presentó un plan de descarbonización a 2040 y prometió un plan de descontaminación para Quintero, intentando normalizar y congelar los niveles de partículas, dióxido de azufre y óxido de nitrógeno en tres años. El gobierno afirmó que habría reducciones dramáticas. La compañía de cobre Codelco, por ejemplo, puede producir 1,000 toneladas de partículas por año, pero los planes reducirían eso en un 91 por ciento a 89 toneladas por año.
Pero su promesa ya se está fracturando. El plan de descarbonización solo cerraría dos de las plantas de energía más antiguas y menos productivas en el área de Quintero para 2024, mientras que los grupos ambientalistas criticaron las propuestas para no abordar los niveles de arsénico o metales pesados en la región. Luego, todas las esperanzas de que el estado presente a Chile como un ejemplo positivo se aplacaron cuando Piñera se vio obligada a retirarse de la celebración de la conferencia después de un estallido social masivo en el país en octubre de 2019.
Desde entonces, millones de personas han salido a las calles por una desigualdad profundamente arraigada. Las protestas estallaron en la capital por un aumento en las tarifas del metro, pero estallaron en disturbios en todo el país sobre el nivel de vida, desde la privatización de la salud, los derechos indígenas y el medio ambiente. Entre las llamadas se puso fin a las zonas de sacrificio: en ese momento, 20 niños en Quintero fueron reportados hospitalizados por sospecha de envenenamiento por dióxido de azufre. "No se ha hecho nada, nada ha cambiado", dice Astudillo. "Hemos sido abandonados".
Katta Alonso, una activista de 65 años que dirige el grupo Mujeres de la Zona del Sacrificio, vive en el pueblo vecino de Las Ventanas. Su casa da a la bahía, una vez un destino popular para las vacaciones de verano. Todavía recuerda la vida antes de que entraran las industrias. La calidad de vida fue maravillosa. La comunidad vivía del océano, la tierra y el turismo. Había dunas de arena blanca, humedales con naturaleza y”, dice ella. “Al principio se disfrazó como una oportunidad de trabajo y progreso. La gente lo compró. Pero eventualmente la gente comenzó a notar que esto no era cierto".
Los residentes se dieron cuenta de las irregularidades solo unos años después de la apertura de las instalaciones. A finales de los años 60 hubo informes de muertes de ganado vacuno y caballos, con tierras cada vez más infértiles. Hoy la gente cuenta historias que se han vuelto casi mitológicas, como los "hombres verdes" que trabajaron en la refinería de cobre y luego murieron de cáncer. Según los informes, sus órganos tenían pigmentaciones verdes debido a la contaminación. En 2013, los cuerpos de cuatro trabajadores fueron exhumados; metales pesados como el arsénico y el mercurio se detectaron en sus huesos.
Ahora, el impacto es difícil de ignorar. La industria pesquera local ha quedado prácticamente aniquilada porque el stock existente en el océano está demasiado contaminado. Se han reportado altos niveles de arsénico en varias especies. En 2016, por ejemplo, se encontró que una especie de cangrejo conocida como Jaiba Peluda tenía niveles de arsénico de 57.58 mg/kg, muy por encima de los niveles permitidos de 2 mg/kg.
Los lugareños continúan enfrentando una batalla diaria con el aire que respiran. Las alergias están muy extendidas. A veces, los escolares no pueden pasar sus descansos para almorzar en el patio de recreo porque los niveles de contaminación son demasiado altos.
También hay frecuentes accidentes industriales, incluidos tres grandes derrames de petróleo que afectaron la bahía en los últimos seis años. El más grande en 2014 cuando 37,000 litros de petróleo fueron arrojados al océano después de que dos petroleros perdieron la conexión. En 2011, más de 40 niños se enfermaron después de una fuga química vinculada a una refinería de cobre que causó náuseas, vómitos y desmayos. Una investigación encontró altos niveles de plomo y arsénico en la escuela, ubicada a 500 metros de una refinería de cobre de propiedad estatal, Codelco, e instalaciones termoeléctricas.
El carbón continúa lavándose en la playa a medida que se derrama durante el traslado de los barcos a las plantas termoeléctricas. En 2018, Alonso documentó 146 días en que se encontró carbón en la playa. Para octubre de 2019 eran 170 días. "Afecta todas las partes de tu vida: problemas con la salud mental, hay personas con dificultades de aprendizaje y hay consecuencias físicas como, por ejemplo, que no puede terminar la escuela porque su cuerpo o su mente no pueden soportarlo", dijo Astudillo. dice.
"No se reconocen nuestros derechos a la vida", agrega María Araya, presidenta del consejo asesor del hospital local. "Los niños son vulnerables, no pueden hacer cosas normales. A veces no pueden respirar afuera, o no pueden ir a la escuela o hacer ejercicio. Todos los días que vivimos estamos sacrificando a nuestros hijos. El porcentaje de personas que están enfermas de asma, cáncer o tienen necesidades especiales, es el doble del número de una comuna de tamaño similar".
Un informe reciente de la Universidad Católica de Santiago descubrió que vivir en una zona de sacrificio está relacionado con un mayor riesgo de enfermedad y muerte prematura. Y a pesar de la montaña de evidencia a lo largo de los años, desde las tasas de cáncer hasta la destrucción de la biodiversidad, Florencia Ortúzar, de la Asociación Interamericana para la Defensa del Medio Ambiente (Aida), dice que las compañías continúan operando de esta manera debido a las regulaciones laxas. Por ejemplo, la exposición máxima recomendada por la Organización Mundial de la Salud al dióxido de azufre es de 20 ug/m3 en un día, pero la de Chile es de 250 ug/.
"Al final del día, la industria está siendo favorecida por sobre la salud humana", dice Ortúzar, y señala que muchas de las industrias "importantes" para la economía de Chile tienen su sede en Quintero-Puchuncaví, incluidas cuatro plantas térmicas a carbón. A pesar de tener grandes reservas de energía solar y energía verde, la carrera de Chile hacia el desarrollo y el crecimiento económico ha sido impulsada por estas industrias. Chile fue el primer país sudamericano en unirse a la OCDE, y ha tenido la economía de más rápido crecimiento en la región.
Agrega que hay tantas industrias en un área que no conocen la fuente de contaminación "y nadie sabe quién no está cumpliendo". Es como un agujero negro". En octubre pasado, los fiscales chilenos presentaron cargos contra seis ejecutivos de la compañía estatal de energía ENAP en relación con la crisis de contaminación en 2018. Pero Cristian Muga, un abogado que representa a los trabajadores de ENAP, dijo a Reuters: "No es justo responsabilizarlos por una situación que ha ocurrido, que ha estado sucediendo durante años y ese es el resultado de muchas actividades que tienen lugar en la bahía".
En parte, las comunidades han sido demasiado débiles para luchar contra el poder económico. “Las zonas de sacrificio solo le ocurren a comunidades vulnerables. No tienen ninguna capacidad para luchar o huir, solo tienen que quedarse allí”, agrega Ortúzar.
Chile sigue siendo extremadamente dependiente de estas industrias. Codelco es responsable del 11 por ciento del cobre del mundo. China es uno de los mayores importadores de cobre chileno, y alrededor del 60 por ciento de la demanda mundial total de cobre es para electricidad; está en el cableado de nuestra casa, nuestra plomería.
El 40% de la energía producida y consumida en Chile proviene de la quema de carbón, y las 28 plantas termoeléctricas que generan esta energía se encuentran en cinco ubicaciones en todo el país, en las zonas de sacrificio. "La energía de todo el país depende de estas terribles zonas de sacrificio donde viven muy pocas personas que no tienen la capacidad de defenderse, son pobres y vulnerables. No hay forma de que detengan estas plantas que mantienen vivo al país”, dice Ortúzar.
Pero no es un problema aislado de esta pequeña parte de la costa chilena; muchos de los negocios en Quintero-Puchuncaví son de propiedad extranjera: Aes Gener, propietaria del complejo termoeléctrico Ventanas, es una subsidiaria de la empresa estadounidense Aes. Enel, propietaria de una planta termoeléctrica, es italiana. El carbón que se termina lavando en las costas se importa de Colombia, Australia y los Estados Unidos.
Las personas que viven a miles de kilómetros de distancia están sufriendo el impacto de huellas ambientales más grandes. Las emisiones de carbono per cápita en Chile son actualmente de cinco toneladas métricas, menos de un tercio de las de los Estados Unidos. “Es un problema global. Estas son compañías extranjeras que destruyen vidas. Muchas de estas compañías han anunciado su "verdor" a nivel internacional, pero aquí tienen sus pequeños pecados". dice Ortúzar.
Los residentes de Quintero han enfrentado esta larga y complicada batalla durante años, pero de alguna manera sus necesidades son simples. "No es realista pensar que todo el parque industrial se cerrará, hay demasiado involucrado". Lo que queremos es una mejor ventilación, que las compañías reinviertan su dinero en hacer mejoras en sus instalaciones o maquinaria, y que inviertan en la ciudad”, dice Astudillo.
Esperan poder utilizar el impulso del levantamiento social y las protestas para resaltar su difícil situación. Pero es difícil saber cómo será realmente la justicia cuando hay mucho en juego. "La negligencia del estado es la razón principal de todo esto", dice Araya. "Somos una población enferma porque todo el entorno está enfermo: el aire, la tierra, el agua".
La hija de Araya murió de cáncer hace ocho años a la edad de 21 años. Le diagnosticaron un tumor cerebral y murió después de lo que Araya dice que fue solo una enfermedad de 27 días. Ahora Araya enfoca su lucha en los servicios de salud, haciendo campaña para traer especialistas a los hospitales, asegurando que las familias puedan obtener toda la información y los médicos adecuados que necesitan cuando las personas se enferman.
A pesar de su activismo, todavía lucha con la idea de que el cáncer de su hija puede haber estado relacionado con la contaminación en Quintero. “Preferiría pensar que ella fue un caso excepcional. Me doy cuenta de que hay muchos otros casos que han desarrollado tipos similares de cáncer, por lo que tendría sentido, pero", hace una pausa, "es el combustible para la lucha".
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 Por NAOMI LARSSON  | Originalmente pulicado en www.wired.co.uk | 24 February 2020 ver enlace AQUI | Traducido @vigilantecosta