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miércoles, 5 de noviembre de 2014

Taller de Monitoreo y Conservación de Recursos Hídricos

Con alumnos de Escuela Salto de Agua, Comuna de Pelluhue. Taller de Monitoreo, Cardonal.
@vigilantecosta
Recientemente, estuvimos en el sector de Cardonal, justo en la desembocadura del Río Chovellén, en la costera comuna de Pelluhue. En la ocasión, estuvimos junto a alumnos de la Escuela de Salto de Agua, lejana unos 25 kilómetros al sur de Curanipe, para poder realizar un taller práctico dentro de las actividades establecidas en el marco de un FPA adjudicado por ellos y, en terreno, poder conocer aspectos relacionados con el monitoreo periódico de los sistemas de agua existentes como parte de nuestro trabajo, conversar y practicar con ellos en un ejercicio de monitoreo en el que pudieran participar, siempre recalcando respecto de la importancia que tenemos todos en la preservación de cauces, lechos de ríos, esteros, que son, en definitiva, los canales que permiten que el ciclo hidrogeológico se mantenga, fluya naturalmente y los abastecimientos puedan mantenerse considerando escenarios de cambio climático y escasez hídrica. 
Lo fundamental al trabajar con niños es poder situarles en un lugar que permita conectarles con el entorno y el mensaje objetivo es que ellos comprendan que existen lugares que pueden ser impactados y que también son ellos los que deciden si algo les parece normal o no y como tomarían (o no) eventuales acciones frente a un problema determinado. La intención es poder incentivarles, motivarles, respecto de su entorno sin influir, de forma objetiva, solo entregando herramientas generales respecto de conceptos de importancia para que ellos los apliquen según sus propios valores y principios.
Es por eso que, más allá de la teoría o la técnica aplicada en el monitoreo de calidad de aguas, resulta esperanzador ver como los más pequeños se conectan de una forma innata con aspectos de cuidado y conciencia respecto de nuestro entorno y es, esa conexión, vital para poder proponer espacios de aprendizaje que permitan ambicionar una nueva mirada respecto de nuestra propia infraestructura urbano-rural y/o social.
Entender a los ríos como parte de nuestro propio patrimonio es el origen para alcanzar a comprender como pueden ser afectados determinados ecosistemas y la alta fragilidad en la que estos se encuentran. Comprender el patrimonio inmaterial es esencial para poder contribuir en la evolución de las sociedades, nuestra cultura y rescatar o construir identidad.
Se debe orientar todo esfuerzo en que los más pequeños opten a establecer cual es su mejor visión de sociedad y puedan proponerlas. Es un desafío para ellos y para nosotros. 
Como dice la Alianza Internacional Waterkeeper, de la que con mucho orgullo formamos parte, todos tenemos el derecho de poder tomar, pescar y nadar en un agua limpia y saludable sin perturbaciones que puedan dañar o herir a terceros y, a su vez, la responsabilidad de actuar frente a actos que interrumpan procesos naturales o que puedan afectar la calidad de las aguas, nuestra calidad de vida, el libre acceso al recurso, insistiendo en su preservación como elemento escaso y finito esencial para la vida, además, de un derecho humano básico primordial para la existencia de la misma.
Seguiremos trabajando con los colegios, organizaciones, instituciones departamentos municipales porque sabemos que existen cada vez más personas que se suman al intento de vivir en una forma más equilibrada respecto de nuestro desarrollo, su contexto y el impacto que este genera.
Reconocemos como una oportunidad para nuestra zona costera del Maule Sur encaminar esfuerzos en el cuidado y mantención de sus acuíferos naturales para la preservación del agua, el desarrollo turístico, agro alimentario u otros que pudieran existir para beneficio de todos sus habitantes.