- Nos adherimos a la preocupación ciudadana que recorre las provincias de Chiloé, Aysen y Magallanes a la que solidariza el resto del país por el rechazo a la expansión de la salmonicultura en Magallanes y especialmente en el extremo sur de esa región (e.g. Canal Beagle). Como lo hemos hecho ver antes y lo reiteramos con motivo de la visita del Rey de Noruega, no compartimos el entusiasmo del gobierno por seguir expandiendo el crecimiento de la salmonicultura a costa de convertir a la Patagonia toda en una zona de sacrificio medioambiental sin otro objetivo (anunciado o previsto) que un beneficio económico de corto plazo que hipoteca el desarrollo del país a largo plazo.
- Respetamos al pueblo de Noruega y a sus autoridades; pero como víctimas de las secuelas de la salmonicultura en Chiloé ,conocido como Patagonia Norte, podemos decir que el paso de las empresas noruegas ha dejado una huella ambiental catastrófica en este territorio al contribuir significativamente a su contaminación por antibióticos, pesticidas, eutroficación (y eventualmente a la recurrencia e intensificación de mareas rojas y mortandades de mariscos), a escapes recurrentes de salmones al ambiente marino, a mortandades masivas de peces y su vertimiento incontrolado al mar, etc etc, que han traído consigo inconmensurables impactos socio culturales a quienes habitamos este Ecosistema Biocultural.
- La actual expansión de la salmonicultura a Magallanes y antes a Aysen obedece a la búsqueda de aguas prístinas que aún le van quedando a la Patagonia; Chiloé ha perdido su atractivo para los anteriores ya que cada vez tiene más y más zonas eutroficadas y deficientes de oxígeno, y que se hizo con la anuencia de los gobiernos anteriores. El gobierno actual a través de sus ministros y representantes institucionales incluido ministros de Medio Ambiente, Educación, Economía (Subsecretaria de Pesca y Acuicultura), y el reciente de Ciencia y Tecnología, Armada de Chile (Territorio Marítimo) simplemente ha ignorado la preocupación ciudadana y de muchas organizaciones sociales y algunas científicas y ha carecido de cualquier juicio precautorio para proteger el país de la inversión mayoritariamente extranjera en salmonicultura.
- Nos preocupa la instrumentalización del Estado de Chile en medio del silencio de diputados, senadores y alcaldes que han guardado silencio a los subsidios multimillonarios a la expansión de la mega inversión en acuicultura (incluida la mitilicultura) localizada en los territorios y aguas marinas de la Patagonia, expropiando el anterior territorio al pueblo chilote, al Williche, al de aysen, al Kaweshkar, Yagan y de Magallanes.Estos pueblos han sido lanzados a la precariedad, ya que el Estado no ha actuado con igual diligencia y recursos en subsidios para proyectar su actividad económica sobre las Aguas Interiores de la Patagonia que sienten les pertenece desde hace siglos.
- También nos preocupa la escasa información científica que posee el Estado del ecosistema marino, de su capacidad de carga para resistir la sobrecarga orgánica (fecas, alimento no consumido), antibióticos, pinturas anticorrosivas etc etc , que conlleva la salmonicultura ( y también la mitilicultura). Nada ha informado la institucionalidad del Estado sobre un estudio o conocimiento de linea base por ejemplo de la concentración de oxígeno, nitrógeno, fósforo , metales pesados etc etc como para poder vigilar los incrementos o cambios que se producirán por la acuicultura. Tampoco se conoce la capacidad bacteriana de descomposición , degradación o reutilización de los compuestos alóctonos (externos) al medio ambiente que se vertirán. Menos aun se conoce la trama y flujos tróficos naturales en las comunidades nectónica, planctónica y bentónica como para poder vigilar y pronosticar los impactos depredadores de eventuales accidentes de escape de salmones.
- Podemos advertir que la región de canales fueguinos y patagónicos es un sistema complejo y variable y apenas conocido por el Estado de Chile como para avalar un experimento de esta naturaleza, cual es la introducción de una especie exótica como el salmón (e.g. visón, castor) sin un estudio de linea base y sin las medidas precautorias para escapes masivos
- Mas aun es especialmente riesgoso para el país introducir y expandir la acuicultura en el Canal Beagle que tiene profundidades muy bajas (ca. 30-40 m) en toda su extensión, ya que los impactos de jaulas suspendidas y sus contaminantes alcanzaran casi de inmediato al fondo. Por lo demás la región magallánica y patagónica es muy compleja en su topografía submarina con abismos de centenares de metros y bajos de algunas decenas de metros, que restringen la circulación de sus aguas subsuperficiales semiestancadas, formándose cuencas muy diferenciadas. De tal modo que cualquier vertimiento ( materia orgánica, antibióticos, metales pesados etc) puede producir acumulación en algunas áreas y dispersión a cuencas vecinas en otras, lo cual no es evidente a simple vista superficial y es difícil de predecir sin estudios.Mas aun, las bajas temperaturas del agua en esa región retardará la degradación bacteriana de los deshechos de la acuicultura. Todo esto debe ser estudiado en profundidad antes de comprometer al país en esta carrera de crecimiento económico miope de la mano de la salmonicultura, que se sostiene solo en la ambición de inversionistas que esperan retornos de corto plazo sin importarles el desastre medioambiental que le hereden a las generaciones futuras de nuestra gente de la Patagonia.
- Llamamos a las autoridades de gobierno y también a los inversionistas y realeza de Noruega y a su pueblo y a sus organizaciones ambientalistas a actuar con empatía con el destino de nuestro país, con precaución en torno al ambiente, y a promover el diálogo con la ciudadanía de Chile, de preferencia con las etnias Yagan y Kaweshkar en esa región, sin dejar de lado las miles de familias originarias de la Patagonia que deseamos proyectar nuestras vidas con igual protección que lo hace el pueblo noruego en su país.
(ADAC CHILOE)
30 de Marzo 2019