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jueves, 22 de septiembre de 2011

AGUA PÚBLICA: SERVICIOS PÚBLICOS EN MANOS PÚBLICAS


DECLARACION FEDERACION NACIONAL DE TRABAJADORES DE OBRAS SANITARIAS (FENATRAOS) 
Fuente: http://www.fenatraos.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=638:agua-publica-servicios-publicos-en-manos-publicas
América avanza en la lucha por alcanzar el derecho humano al agua y detener los procesos de privatización de los servicios sanitarios.
Chile vende el saldo de la propiedad estatal de Aguas Andinas, Esval, Essbio y se encuentra en proceso el remate del 46% de la propiedad de la empresa Essal.
Los países del continente americano avanzan en forma dispar en los cambios de los marcos legales para declarar el agua como derecho humano y la permanencia de su gestión en manos públicas y comunitarias, en concordancia con los Objetivos del Milenio y en particular por la necesidad de asegurarle a la población un servicio de agua segura que respete el medio ambiente, lo que es tarea de los servicios públicos.
Aunque hay una disparidad en los países que han asumido estos retos y diferencias con otros que se encuentran muy rezagados. Está claro que los estados y sus gobiernos deben garantizar el suministro y acceso universal a este bien fundamental garantizando de esta manera el derecho humano al agua declarado así oficialmente hace algunos días por Naciones Unidas.
Los trabajadores han sido parte vital en este proceso de lucha por alcanzar el derecho humano al agua, para detener los procesos privatizadores al mismo tiempo que luchar por la defensa de sus derechos laborales. Para ello han construido procesos de articulación y alianzas entre las propias organizaciones sindicales y los movimientos y organizaciones sociales. Para eso han venido consolidando espacios propios de articulación.
La conformación de la Confederación de Sindicatos de Agua, Saneamiento y Ambiente de las Américas CONTAGUAS es el resultado de un proceso encabezado por los sindicatos de la región que se fue gestando en diferentes espacios de encuentro, desde donde nació la necesidad de crear una plataforma de articulación continental de sindicatos de agua y saneamiento, proceso que formalmente se concretó en septiembre de 2010 en el marco de la realización del IAMRECON de la Internacional de Servicios Públicos ISP, en el que se efectuó el  Encuentro Continental de Sindicatos de Agua y Saneamiento, que tuvo como resultado la formación de la CONTAGUAS.
Para los trabajadores del Agua, Saneamiento y Ambiente el desafío será consolidar el espacio de articulación continental creado, para fortalecer la incidencia de los sindicatos, para hacer efectivo el derecho humano al agua, para que la gestión se mantenga en manos públicas, para que los Estados garanticen el acceso al agua en condiciones de justicia social y respeto a los derechos de los trabajadores y que incorporen la lucha para enfrentar el cambio climático, mediante la sustentabilidad en la prestación de los servicios públicos. 
FENATRAOS CHILE
HUGO MATURANA AGUILAR
Presidente
www.fenatraos.cl

martes, 7 de diciembre de 2010

Declaración Publica: Alianza Por La Justicia Climática

La Alianza por la Justicia Climática, ante la Posición dada a conocer por el Gobierno Chileno respecto a las Negociaciones sobre Cambio Climático de Cancún.
Ante la Posición dada a conocer por el Gobierno de Chile respecto de las negociaciones sobre cambio climático que se desarrollan en Cancún, COP 16, las organizaciones ciudadanas agrupadas en la Alianza por la Justicia Climática y que han participado en la Mesa de Discusión Gobierno-Sociedad Civil sobre Cambio Climático, estiman necesario señalar lo siguiente:
  1. Que reconocemos la actitud del Gobierno de abrir un espacio de información y diálogo con la sociedad civil y de entregarnos por adelantado, para nuestras observaciones, la posición nacional que se lleva a las negociaciones climáticas de México. Ello constituye, en materia de procedimientos, un avance en relación a los gobiernos anteriores. Con la apertura de este espacio, el Gobierno da cumplimiento a obligaciones internacionales en materia de fortalecimiento de capacidades del país en relación al cambio climático.
  2. No obstante lo anterior, y en cuanto al fondo de la posición que lleva el Gobierno de Chile a Cancún, esta constituye un retroceso en relación a lo planteado por el anterior Gobierno en la COP 15 en diciembre pasado. En efecto, la representación chilena en Copenhague, ofreció una desviación de la línea base de las emisiones hasta en un 20% al año 2020, “financiada significativamente con recursos nacionales”. Si bien es cierto esto no significaba reducir emisiones en términos absolutos y sólo disminuir el crecimiento de las mismas, resultaba valorable que ello se plantease como un esfuerzo realizado fundamentalmente con recursos nacionales. El nuevo Gobierno, por el contrario, ha señalado que para alcanzar el mismo objetivo de desviación del crecimiento de sus emisiones, “Chile requiere un relevante nivel de apoyo internacional”, lo que deja en la práctica en nada el aporte previamente ofrecido. Evidentemente, es muy fácil ofrecer cualquier cosa, si eso se condiciona a que lo financien otros.
  3. La posición señalada anteriormente, que no podemos sino calificar como mezquina e impropia del país que ostenta el mayor ingreso per cápita de Latinoamérica y que ha hecho su ingreso a la OCDE, se refleja igualmente en la negativa del Gobierno de Chile, expresada en el documento de posición nacional que se nos entregó, a que se hagan diferenciaciones “entre los países en desarrollo”. Expresamente, el Gobierno afirma que la única diferenciación aceptable es la que distingue entre “país desarrollado” y “país en desarrollo”. Con ello, nuestro Gobierno pretende confundirse entre los más pobres del planeta para no hacer los aportes de mitigación que se encuentra en condición de hacer. Las organizaciones de la sociedad civil creemos que, contrariamente, el aporte a un acuerdo mundial y nuestra propia sustentabilidad, exigen distinguir dentro de los países “en desarrollo” a los países “más pobres” de los países de “ingresos medios”. Entre estos últimos se encuentra indudablemente Chile. Se trata de países que pueden y deben hacer un aporte con recursos propios a mitigar el crecimiento de sus propias emisiones. Es relevante anotar que en términos per cápita, Chile se encuentra ya en el tercer lugar entre los mayores emisores latinoamericanos, sólo detrás de Venezuela, el país con la gasolina más barata del mundo, y casi a la par de México.
  4. En lo que sí abunda la posición del Gobierno de Chile es en el fomento al uso de instrumentos de mercado para que los países industrializados puedan considerar como propias reducciones que se realizan en nuestro país y que ellos financian. Nos queda la impresión con esto que el Gobierno chileno ve la crisis climática sólo como una oportunidad de negocios y no como un desafío global que exige generosidad de todos los países. Los mecanismos del mercado de carbono están severamente cuestionados internacionalmente, al punto que se han descubierto importantes fraudes que lanzan una sombra de mucha duda respecto de su viabilidad. 
  5. De cara a las negociaciones que se desarrollan hoy en Cancún, las organizaciones que suscriben urgen al gobierno de Chile a trabajar multilateralmente para lograr un acuerdo internacional único, con compromisos de mitigación de emisiones de todos los países ricos, principales responsables actuales e históricos del cambio climático; y también, diferenciadamente, de los países de ingresos medios, varios de los cuales son actualmente importantes emisores. Aunque reconocemos que el Protocolo de Kyoto del año 1997 es el único acuerdo vinculante, lamentablemente no considera en forma efectiva una responsabilidad común y diferenciada, al no incluir compromisos de varios de los países más ricos del mundo, que también son los mayores contaminadores per cápita. También resulta ineficaz, pues no contempla compromisos de países de ingresos medios y economías emergentes, entre los cuales están hoy parte de los mayores emisores absolutos. El esquema del Protocolo de Kyoto resulta insuficiente para detener el cambio climático y debe ser superado.
  6. Finalmente, tenemos la certeza de que si países de ingresos medios como Chile adoptan compromisos vinculantes y verificables de mitigación de emisiones, no harán otra cosa que darse una valiosa oportunidad para abandonar formas de producción y consumo insustentables, que además de dañar el clima del planeta, impactan la salud de su población y su patrimonio ambiental. En tal sentido, mitigar emisiones, deteniendo el derroche energético, desincentivando el uso del automóvil y desarrollando fuentes energéticas renovables en vez de centrales termoeléctricas a carbón, entre otras muchas medidas disponibles, impulsará a Chile hacia una senda de efectiva sustentabilidad, sumándonos al mismo tiempo al esfuerzo mundial por impedir niveles de cambio climático catastróficos.

Santiago, 7 de diciembre de 2010.
Alianza por la Justicia Climática, Acción Ecológica, Acción por la Tierra, Comité Nacional pro Defensa de la Fauna y la Flora – CODEFF, Defendamos la Ciudad, Chile Sustentable, Observatorio Ciudadano, Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales – OLCA