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viernes, 8 de diciembre de 2017

Proyecto acuícola en Punta Rinconada de Pullay en entredicho

Chile: Tres organismos públicos concordaron que el centro de cultivo de salmón, que se ubicará en la comuna de Cobquecura, debería reingresar al SEA para ser revisado, esta vez, como un Estudio de Impacto Ambiental, ya que el titular habría presentado 10 iniciativas similares ante el SEA.
La Seremi de Medio Ambiente, junto con la Subsecretaría y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, fueron categóricos en las observaciones que realizaron al proyecto acuícola que presentó la empresa Inversiones Pelícano ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
Según informó Crónica de Chillán, la Seremi de Medio Ambiente le sugirió a este servicio que consulte a la Superintendencia de Medio Ambiente si los 11 proyectos corresponden o no a un fraccionamiento de la iniciativa central.
“En relación con lo señalado en este artículo, ésta Secretaría Regional tiene la certeza de que, además del presente proyecto, el titular ha presentado al SEIA otras 10 iniciativas similares en la costa desde Punta Purema hasta Punta Rinconada. Ésta Secretaría sugiere que el SEIA consulte a la Superintendencia de Medio Ambiente si los 11 proyectos de cultivos de recursos hidrobiológicos, corresponden o no a un fraccionamiento de proyectos y por tanto, si deben ser evaluados o no como un solo proyecto”, observó el informe enviado desde la Seremi de Medio Ambiente.
Sumada a esta indicación, el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) adjuntó estudios donde se advierten los efectos que provoca la interacción entre el lobo marino y los centros de cultivo.
“Para consumir salmones desde las balsas-jaulas, el lobo marino empuja la red lobera para atraparlos. Ocasionalmente, estos animales son capaces de romper las redes, provocando la liberación de parte o la totalidad de los salmones de una balsa-jaula, provocando estrés a los peces, riesgos a enfermedades y riesgos de escapes masivos de ejemplares”, indicó Sernapesca.
Se agrega que la omisión de lo que sucedería al instalar este proyecto acuícola cerca del Monumento Nacional “Santuario de la Naturaleza Islotes Lobería e Iglesia de Piedra de Cobquecura”, complicaría a los lobos marinos, ya que, en el censo de 2014 hechos a estos mamíferos, se aseguró que de las 15 loberías que hay en el Bío Bío, solo la de Cobquecura es reproductiva.
Biodiversidad
Para Subpesca, uno de los tropiezos que tendría este proyecto, dice relación a los efectos adversos que generará sobre la cantidad y calidad de los recursos naturales renovables, incluidos el suelo, agua y aire.
Esto, a raíz de que se encuentra próxima a poblaciones, recursos y áreas protegidas, los cuales son sitios prioritarios que tienen una gran biodiversidad, con especies clasificadas como vulnerables y en peligro crítico.
“Me parecen muy pertinentes las indicaciones que le presentaron las otras entidades y que van en la línea de los que nosotros hicimos, ya que también debimos responder a esta declaración de impacto, con el poco plazo que tuvimos. Lamentablemente no pudimos incorporar muchas observaciones, lo que sin duda nos tiene inquietos”, subrayó el alcalde de Cobquecura, Julio Fuentes.
En tanto, el oficio que hizo llegar la Seremi de Medio Ambiente, firmado por Richard Vargas, detalló que el centro de cultivo traerá consecuencias desfavorables en el sector y sobre la columna de agua, debido a las obras, acciones, emisiones y residuos que ésta genere, ya que afectará a las especies prioritarias que hay en la zona como la ballena franca (en peligro), la ballena Sei y la ballena fin o de aleta (ambas en peligro crítico) y la ballena jorobada (vulnerable).
“Me parecen acertadas las respuestas que se entregaron y esperables, y mantenemos nuestra disconformidad en la forma de cómo se presentó. No hay que cantar victoria, pero es un paso que demuestra que las instituciones dicen que técnicamente no es compatible este proyecto, pero estamos claros que la última respuesta la tiene el comité de ministros, si es que pasa”, dijo Cristóbal Bustos, presidente del Comité de Defensa del Borde Costero.
Las dos indicaciones (ubicación y efectos adversos del proyecto) que omite en su presentación la empresa, se deberán incluir en su adenda, ya que, según la Seremi de Medio Ambiente, no se visualiza el análisis de lo que causaría la operación del proyecto en el fondo marino y en la columna de agua, ya que las fecas de los peces y los residuos de la alimentación al parecer no son considerados dentro del centro de cultivo.
Este último punto conllevaría que algunas especies podrían verse afectadas como el Delfín chileno, ya que, “la evidencia científica asegura que remueve el fondo marino para la obtención de sus presas y es el cetáceo que se avista con mayor frecuencia en el Santuario y sus inmediaciones donde la mayoría de los avistamientos de la especie se realiza en el sector donde se emplazaría el proyecto y su área de influencia”, recalca la indicación.

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