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viernes, 2 de agosto de 2019

El que Calla Otorga: ¿Ser o no ser una Zona de Sacrificio?

#reporte @vigilantecosta
A fines de Julio se llevó a cabo, en el tradicional Colegio cauquenino de la Inmaculada Concepción, un Conversatorio ampliado abierto a la ciudadanía. La invitación, la convocatoria, el llamado, se recoge desde la Gobernación provincial abarcando, desde nuestra óptica, a toda la provincia cauquenina del Maule Sur (Cauquenes, Chanco y Pelluhue).

Partimos temprano desde la costa pelluhuana y comenzaba a caer la lluvia cuando entramos al magnífico auditorio del Colegio católico en pleno centro de la capital provincial.
El Gobernador de Cauquenes, Francisco Ruiz, recalcó que su administración siempre iba a tener una política permanente de puertas abiertas, para poder conversar y enfrentar todas las problemáticas que se han ido originando en la provincia, de la mejor manera posible.  
Don Eduardo Cancino, presidente de la junta de vecinos del sector de Name, hablaba de la importancia del "derecho a permanecer" y, agradeciendo la invitación desde la gobernación, hizo hincapié que esta reunión se venía pidiendo desde hace tiempo, transformándose esta oportunidad en todo un hito de un proceso de participación y movilizaciones locales ante proyectos de alta intensidad en distintas parte de la comuna y el territorio. De inmediato viene a la memoria un artículo reciente sobre el derechos de los ríos y la naturaleza como estrategia de defensa. "Queremos que Cauquenes funcione, que no se pierda". El Dirigente de Name, Señor Cancino, agradeció la asistencia de los parlamentarios Ximena Rincón, Jaime Naranjo, Alvaro Elizalde, Rolando Rentería, Alexis Sepulveda y a los Directores de distintos servicios y entidades públicas, manifestando la importancia de su presencia. Se lamentó ausencia del Alcalde de Cauquenes, Juan Carlos Muñoz, calificando asistentes al evento como "una vergüenza" y una "falta de respeto, ni siquiera enviar a alguien en representación del Alcalde, el dueño de casa, o excusarse". Política de fuste. 
Eduardo Cancino, Dirigente Sector de Name - Senadora Ximena Rincon
En lo personal, sin saber cuáles fueron las razones de la ausencia del edil local, es muy contradictorio que un líder electo por su comunidad se niegue, o sea indiferente a participar de instancias tan únicas, relevantes y enriquecedoras como ésta, donde precisamente, podemos conocer cuales son las realidades desde una perspectiva local, humana y demostrar que las opiniones de la comunidad son importantes y muy acertadas. Un error restarse y un acto de muy mala educación su indiferencia y descortesía. "Lo cortés no quita lo valiente", decía mi abuela Cauquenina. 

En otro plano, un aspecto interesante de mencionar, como una de las características singulares que las Ciénagas del Name poseen, son sus reservorios de agua y cómo funciona una suerte de microclima por la particularidad del terreno. Las viñas centenarias existentes no se riegan, no necesitan "agua extra" porque ese microclima permite que estas se alimenten de manera natural. Su antítesis, las grandes compañías viñateras, tienen un alto consumo de agua y un importante uso de agroquímicos. 

Huertas a Deo, emprendimiento agroecológico que se enfoca en la economía a escala local en la comuna de Pelluhue y enseña como mejorar procesos de gestión basado en manejo orgánico de plagas y mejoramiento de sustratos, comentaron acerca de su experiencia y trabajo con productores locales, lo que ha permitido generar una red de comercio local y nuevos ingresos importante. Raimundo Labbé, mencionó la importancia del rescate cultural de la agricultura campesina, aún viva en nuestra zona; como así también, que es imposible hacer competir a los pequeños productores con la agroindustria o tratar a los pequeños como industriales siendo, en sus palabras, un verdadero contrasentido, además de producirse un excesivo consumo de recursos extras que se podrían economizar.  

PROBLEMÁTICAS Y TEMORES
Varios temas rondaron las presentaciones y el debate. Desde el impacto que ya está teniendo la empresa COEXCA y su Mega Plantel de Cerdos, ubicado en el límite de las comunas de San Javier y Cauquenes, cuyo consumo de agua, en una zona de secano y de franca escasez hídrica, según proyecto se estima cercano a los 5 millones de litros de agua por día y contempla cerca de 70 hectáreas para el acopio de la caca (purines) de los animales. Es un hecho, que distintas personas han tenido que comenzar a emigrar, vendido propiedades y otros que comienzan a convivir con olores, moscas y ratas, previamente advertidos. Niños que en sus escuelas, por el fuerte olor, se les hace difícil estudiar y concentrarse. Sorprendente, fue la mención de la Senadora Ximena Rincón, de que empresa no dispone de los permisos sectoriales (Oficio Nº 3.942/INC/2019Valparaíso, 2 de julio de 2019 / Oficio Nº 3.893/INC/2019Valparaíso, 17 de junio de 2019) y ha incumplido inversiones que, a estas alturas de las faenas del proyecto, ya debieran haberse realizado. 

Se mencionó, frecuentemente, al modelo forestal y sus procesos altamente intensivos y contaminantes y el impacto que ha tenido en los territorios en las últimas décadas. De la mano, se mencionaron estrategias de recuperación y restauración agroecológica con nuevas técnicas y procesos que permitan una forestación integral.

Un tema que rondó el debate fueron los cerdos y sus toneladas de mierda, pero también, lo fue lo relacionado con un proyecto cárnico de aves (Pollos Broiler) de la empresa Agrosuper que, con una estrategia conocida del buen vecino-trabajemos juntos, se abre paso, sigiloso, apropiándose del territorio y que, según informaciones preliminares, contempla cerca de 4 mil hectáreas en las comunas de Cauquenes y Parral; 1.500 pabellones de 40 mil pollos (Broiler) cada uno. Solo la Planta Faenadora, ubicada en Parral, contemplaría dimensiones cercanas a las 100 hectáreas, según comentaron los ponentes. 

Otro temor que se ha instalado, y del que sabemos desde hace tiempo, es el intento salmonero de instalarse en la costa de Ñuble y Maule, con proyectos en mar abierto (offshore) y que sumando a Agrosuper, Coexca y la industria Forestal y de Celulosa. Entonces, ¿podríamos hablar de una nueva zona industrial o una nueva zona de sacrificio? ¿Podemos evitarlo? ¿Es mi deber, es el tuyo?

En la reunión se manifestó la urgente necesidad de que "todos tenemos que hacer algo y comprometernos" en vez de "sentarnos a ver pasar el cadáver de tu "vecino" ", haciendo alusión adaptada al refrán popular. 

En la reunión, se emplazó a la Seremi de Salud, al Ministerio de Medio Ambiente y a las autoridades sectoriales a responsabilizarse por la incompatibilidad del plantel de cerdos de la empresa Coexca, su nivel de faenas, avances y funcionamiento y el que aún no posee los permisos plenos para su operación. Es decir, que la planta de cientos de miles de cerdos no dispone de todos lo permisos para funcionar. Entonces, la duda que surge es, cómo y por qué opera. Quién lo permite y/o fiscaliza. Donde queda el rol de la autoridad si una empresa determina cómo operar y, además, lo hace de manera irregular. 

"Defendamos el agua; defendamos la Naturaleza" fue uno de los llamados que recogió aplausos. "Capitales extranjeros reciben subsidios, se llevan producción, utilidades y pagan pocos impuestos", fue otros de los comentarios de la audiencia. Una vecina instó a que el ministerio de agricultura debiera ser parte de estas reuniones y procesos llamando la atención por su ausencia.

"MAULE VA A ALIMENTAR AL MUNDO; NOS VAN A LLENAR DE CACA"

Uno de los eslogan que se ha comenzado a distribuir es que la región del "Maule va a alimentar al mundo". Lo primero que pienso es, cuánto defeca un pollo y, haciendo un calculo al ojo, al mes un pollo evacúa 6 kilos de gallinaza (caca de pollo), multiplicado por 40 mil pollos, por 1500 pabellones. Después pienso, sin ser extremista, en las condiciones de esos animales (aplica a aves y cerdos) con las alzas de temperatura actuales, sus condiciones de vida, su hacinamiento y, por cierto cuánta agua consumen, para quien es el producto y la utilidad final. De hecho, recientemente, en el Reino Unido, miles de pollos se murieron por las olas de calor sin precedentes que ha azotado a Europa y Asia. Sería bueno conocer que sucede cuando se les mueren los pollos y prepararnos desde ya para un siguiente verano extremo en altas temperaturas.

Lo que me queda claro, en este corto tiempo en que hemos ido entendiendo envergadura de las amenazas, es que hay organizaciones de base, comunitarias que se ven exigidos, obligados a comunicarse y exponer situaciones que son alarmantes. "El que calla otorga", reza el dicho, pero, aquí la comunidad no descansa y tampoco pretende callarse. 

Desde esa política de puertas abiertas, el gobernador provincial, señaló, cruda y francamente, la inexistencia de estudios hidrogeológicos o catastro de pozos profundos convirtiéndose en una tarea pendiente en un escenario en que los residentes sienten miedo de no tener el vital elemento ante la gran demanda de consumo por mega empresas de este tipo que logran acceso a profundidades mucho mayores.

El Seremi de Medio Ambiente del Maule, Pablo Sepúlveda, comentó que la mejor manera de proteger es creando instrumentos de gestión participativa desde los planes de desarrollo comunal (Pladeco) donde existan herramientas para evitar la instalación de mega planteles como los que se han comentado (cerdos ya existente; aves, en proyecto).

Personalmente, me resulta impresentable que empresa de cerdos (COEXCA) no tenga todos los permisos sectoriales para su operación y que la planta esté funcionando desde hace ya un buen tiempo. Independiente, de las buenas acciones en la gestión de la Senadora, ¿cómo es posible que una empresa de esa envergadura actúe irregular o ilícitamente, obviando y discriminando desde un principio a quienes viven en el lugar?

Es emocionante cuando las autoridades saltan en sus asientos acusando indiferencia en el pasado, pero, que redimidos de pronto por un acto de conciencia súbito, vuelven a la lucha cuando ciudadanía les demanda, pero, con sus discursos mecánicos, un tanto vacíos, se les siente muy distantes. Que ganas de que jamás hubiera existido esa indiferencia manifiesta, por el Señor Naranjo, que finalmente confunde cuando autoridades llamadas a la representación de los intereses ciudadanos por intermedio de las leyes y la fiscalización, proponen a la audiencia, a los vecinos, a las organizaciones de base, a los particulares, ser los que deben organizarse y sumar voces para defenderse y guiar el proceso para evitar la imposición... Pero, momento. Y, ¿entonces, para qué están las autoridades y nuestros representantes?.

Hoy, sorprendido, veo como los parlamentarios llaman a que la comunidad sea la que resuelva, se organice, los dirija y defienda frente a los procesos que ellos mismos han permitido instalar por intermedio de leyes, lobbies u operaciones políticas muy ligadas a procesos de corrupción. Y, ahora, resulta que son los ciudadanos/as, los que deben empoderarse de manera obligada, para defender su tierra de una invasión de caca y una aspiradora monumental de agua que los mismos parlamentarios han permitido. Una paradoja, es poco. Creo que existe un problema de enfoque. Si bien soy el primero en manifestar mi disconformidad respecto de políticas públicas ineficientes y el legitimo derecho a disentir y manifestarme, creo que el rol de las autoridades debe ser pensando en quienes representa. No en intereses o inversiones externas, ni escapar de los deberes que el cargo tiene. Más aún, cuando las responsabilidades de funcionarios de gobierno que aprueban inversiones que afectan comunidad y medio ambiente no se contemplan o se aplican, relativizando su importancia o impacto en el futuro.

La gente está cansada, decepcionada. No obstante, y a pesar de todo, enfrentar la lucha como una obligación, como un deber, ya es una victoria e, inevitablemente, comunidad y organizaciones locales sumaremos para poder incidir en una visión integral y compartida de nuestro territorio. Las decisiones del futuro no pueden recaer en algunos que, fugazmente, puedan ser beneficiados. De cada uno y cada una de nosotros surge la opción de decidir si queremos ser, o no ser, una Zona de Sacrificio.
| Nota - Opinión - Rodrigo de la O - Director - Vigilante Costero ONG |

sábado, 15 de junio de 2019

Declaración pública: Por la presente declaración, manifestamos nuestro tajante rechazo al engañoso y manipulador llamado a la comunidad a manifestarse por parte de las autodenominadas “Organizaciones Sindicales y Gremiales de Magallanes”...

Por la presente declaración, manifestamos nuestro tajante rechazo al engañoso y manipulador llamado a la comunidad a manifestarse por parte de las autodenominadas “Organizaciones Sindicales y Gremiales de Magallanes” y que no representan a todas y todos los magallánicos.
Sabemos que los dirigentes sindicales, están siendo utilizados por los intereses de las grandes empresas nacionales y extranjeras de los sectores industriales pesquero, salmonero y minero, al chantajear a los trabajadores de Nova Austral y de Mina Invierno,  incitándolos a asistir junto a sus familias este domingo 16 de junio a una manifestación en Punta Arenas y Puerto Natales, organizada y financiada por Nova Austral.
Alertamos a la comunidad, ante el confuso comunicado difundido en medios de comunicación regionales y redes sociales que utiliza imágenes de la gran protesta ante el alza del gas del 2011, aprovechándose del sentido de “República Independiente” que nos caracteriza en Magallanes e intentando maquillar las verdaderas intenciones de este movimiento de las patronales salmoneras y mineras. En dicho comunicado se señala que sus operaciones tienen como característica el “respetar la naturaleza” y “cuidar del medio ambiente”, cuando en verdad intentan oponerse a la propuesta de modificar las actuales normas de otorgamiento, ampliación y distribución de concesiones marítimas a la industria salmonera, especialmente enfocada en aguas territoriales australes, a fin de garantizar un efectivo cuidado y protección del medio ambiente marino en el territorio, o, en el caso de Mina Invierno, rechazar la medida cautelar del Tribunal Ambiental de Valdivia, que busca asegurar la protección del patrimonio cultural en Isla Riesco.
Las empresa Nova Austral se encuentra extorsionando a sus trabajadores y trabajadoras con despedir a más de 1.000 personas en diciembre próximo, mientras Mina Invierno ya ha despedido a 95 operarios y amenaza con cerrar faenas en los próximos meses, como señales de un accionar patronal irresponsable si no se les permite continuar con su expansión territorial y productiva en Magallanes.
Magallánicas y magallánicos, nuestro planeta hoy se encuentra en una situación delicada. Esto no es una especulación ni una fantasía, es una preocupación respaldada por los múltiples estudios de organismos internacionales y por la comunidad científica mundial, la cual ya definió que sólo nos quedan 12 años para que lleguemos a un momento mundial de no retorno, donde ya no podremos generar acciones de “mitigación” y sólo deberemos “adaptarnos” al caos medioambiental. El cambio climático está manifestando efectos que fueron pronosticados hace décadas, en forma de fenómenos climáticos extremos, que ya están provocando cambios profundos en las precipitaciones, temperaturas y vientos (así como proliferación de zonas desérticas) y la aceleración exponencial de estos efectos ha sido incrementada por la acción humana directa.
Como organizaciones ciudadanas, movimientos sociales y comunidades locales patagónicas, señalamos que si se sigue permitiendo la expansión salmonera en la región, generará los mismos efectos devastadores que esta industria ha provocado durante 25 años en el Archipiélago de Chiloé, cuyo mar y playas se encuentran convertidos en un basurero industrial, sujetos a periódicas crisis sanitarias, sociales y laborales (despidos, cesantía crónica y pobreza). Asimismo, si continuamos con la explotación y uso del carbón, seguiremos permitiendo la destrucción de nuestra tierra, generando mayores emisiones de CO2, principal responsable del calentamiento global, desestimando el impacto socio-ambiental y la violación de los derechos humanos en las llamadas “zonas de sacrificio ambiental” en el norte de Chile.
La protección de nuestro territorio y maritorio es lo que nos ha motivado a pronunciarnos y es lo que como ciudadanía debiéramos cuidar y respetar, siendo la garantía de un desarrollo que aprovecha nuestro mayor tesoro regional. Hacemos un llamado a la unidad como habitantes y vecinos (as), desarrollemos nuestra región, estamos de acuerdo con el crecimiento, pero a partir de ese recurso, no a expensas de él (no queremos pan para hoy y hambre para mañana). Somos nosotros (as) los que debemos decidir nuestro desarrollo, nuestro futuro y la forma de vida que queremos tener hoy y mañana para nuestros hijos (as) y nietos (as).
  • Iniciativa I Coloquio Binacional de Cambio Climático en Tierra del Fuego
  • Alerta Isla Riesco
  • Asamblea Ciudadana de Última Esperanza
  • Asociación de Guías de Turismo Locales de Puerto Natales
  • Asociación Gremial de Hostels y Afines de Puerto Natales
  • Unión Comunal de Junta de Vecinos de Puerto Natales
  • Frente de Defensa Ecológico Austral
  • Coordinadora Magallánica de Territorios en Resistencia
  • ONG RealChile
  • Fridays for Future Punta Arenas
  • Movimiento No Salmoneras en el Canal Beagle Chile Argentina
  • Comité Cultural de Puerto Williams
  • Comunidad Yagán de Bahía Mejillones
  • Asociación de Guías de Turismo de Magallanes y Antártica Chilena
  • Comunicado.-

miércoles, 3 de abril de 2019

Carta abierta a los reyes de Noruega durante su visita al territorio ancestral de las comunidades Kawésqar

“Denunciamos que nos encontramos frente a un asalto a la Patagonia sudamericana, -uno de los últimos paraísos existentes de la biodiversidad marina del planeta-, con el objetivo de criar de manera intensiva e industrial y exportar millones de salmones a los mercados internacionales, actividad que generó 5 mil millones de dólares el 2018″.
Carta abierta a los reyes Harald V y Sonja de Noruega durante su visita al territorio ancestral de las comunidades Kawésqar, Patagonia Sudamericana. 

Estimados Rey Harald V y Reina Sonja de Noruega.
Sean bienvenidos al territorio ancestral del Kawésqar Waes en el contexto de la celebración de los cien años de cordiales relaciones entre los pueblos de Chile y Noruega. Nuestra presencia y cultura en los canales patagónicos suroccidentales datan de hace 6.000 años. Hasta fines del 1800´s, habíamos vivido en armonía con la Naturaleza, situación que cambió brutalmente y se extendió hasta las primeras décadas de 1990, cuando se implementó un proceso de genocidio sistemático y de posterior asimilación cultural, impulsada por los Estados de Chile y Argentina, en beneficio de inversionistas y propietarios ganaderos, mineros y cazadores, tanto chilenos como extranjeros, con el fin de apropiarse de nuestros vastos territorios y riquezas naturales.
A comienzo del siglo XXI vemos junto a las Comunidades Yaganes que este ciclo se vuelve a repetir, intentando implementar la fase terminal de la asimilación económica, social y cultural de nuestros pueblos canoeros, proceso que cuenta con la complicidad y el activo apoyo político y financiero del Estado chileno y sus funcionarios regionales.
Este proceso busca “despejar” la región de Magallanes de nuestras comunidades, tal como hace 100 años lo efectuaron los estancieros ganaderos y las empresas productoras y exportadoras de carne y lana ovina.
Esta vez, la salmo-industrialización forzada de la Patagonia busca dejar abierto y disponible los vastos territorios marino costeros, fiordos, lagos y ríos, y las fuentes naturales de agua dulce a las billonarias inversiones de grupos familiares-empresariales nacionales y compañías transnacionales nórdicas, asiáticas y europeas, con objeto de duplicar la actual producción de salmones exportable desde Magallanes al 2014, y lograr la mesiánica y ambientalmente destructiva meta de alcanzar una producción nacional de 1,2 millones de toneladas de salmón exportable para el 2032, lo que convertiría a la Patagonia sudamericana en la principal región productora y exportadora de salmones industriales del planeta.
Hoy, los antiguos estancieros, mineros y cazadores de ballenas, nutrias y lobos marinos, han sido reemplazados por un pequeño número de mega compañías salmoneras integradas al sistema financiero internacional en alianza con transnacionales noruegas, japonesas, chinas, canadienses y europeas, las que se están apoderando de los territorios costeros, de nuestro Kawésqar Waes (Mar Kawésqar), recursos naturales (especialmente agua dulce, pesquerías y mano de obra local) y de nuestro patrimonio cultural.
Denunciamos que nos encontramos frente a un asalto a la Patagonia sudamericana, -uno de los últimos paraísos existentes de la biodiversidad marina del planeta-, con el objetivo de criar de manera intensiva e industrial y exportar millones de salmones a los mercados internacionales, actividad que generó 5 mil millones de dólares el 2018.
Al igual que lo ocurrido con la expansión ganadera de los siglos XIX y XX, este genocida proceso en lo físico y cultural y destructivo en lo sanitario y ambiental, se basa en la imposición de un excluyente modelo de ocupación de nuestros territorios y la introducción de un monocultivo industrial de especies de peces carnívoros introducidos desde el hemisferio norte a las prístinas y vulnerables aguas de la patagonia chilena y argentina.
Para ello se han cometido errores y horrores, tales como que el Estado chileno eliminó el 2017 la protección ambiental de las aguas circundantes al recién creado Parque Nacional Kawesqar, uno de los mas extensos de la Patagonia chilena. Esto ocurrió para permitir y asegurar la entrega de nuevas concesiones salmoneras industriales, sin respetar nuestro rechazo absoluto a esta colonial medida impuesta desde la centralista administración de Santiago de Chile, lo cual dejamos por escrito durante la Consulta Indígena efectuada en Puerto Natales, región de Magallanes, en octubre del 2017.
Evidencia de la absoluta impunidad con que opera la industria salmonera, lo que ha convertido  a la región de Magallanes en un verdadero “far west austral”, se estableció con apoyo del Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), un contaminante vertedero de lodos provenientes de las pisciculturas de salmón a tan sólo 15 kms del Parque Nacional Torres del Paine, declarado por la Unesco en 1978 como Reserva de la Biósfera, y por el National Geographic, como uno de los 5 lugares silvestres mas hermosos del planeta.
Los ciudadanos, pescadores artesanales, pequeños agricultores, pobladores y comunidades de canoeros nómades Kawesqar, somos directamente afectados por el actual establecimiento de plantas procesadoras y centros de cultivo industrial de salmones destinados en un 98% a la exportación.
La expansión de los monocultivos industriales de salmón y sus prácticas destructivas en nuestros territorios, están provocando un profundo daño. Así lo evidencia la existencia de 168 centros de cultivos en condiciones de anaerobiosis,- falta de oxígeno disuelto en las aguas adyacentes a las balsas-jaulas, consecuencia de la contaminación orgánica proveniente de las fecas y alimento no consumidos, que caen al fondo marino. Esto mata la existencia de vida marina autóctona en las columnas de agua en los alrededores de los denominados “barrios de concesiones de salmonicultura”.
En septiembre de 2016, la Contraloría General de la República emitió los informes provenientes de dos auditorías realizadas al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca). Estas confirmaron que el 53% de los criaderos industriales de la Región de Magallanes presentaba ausencia de oxígeno en el perímetro de estos cultivos industriales. También los masivos escapes de salmones introducidos desde los centros de cultivo, están dañando los valiosos y únicos ecosistemas y la biodiversidad acuática de la patagonia.
La visita de carácter diplomático, geo-político y empresarial de la delegación noruega nos genera temor sobre cuál será el futuro de los territorios y culturas ancestrales de la Patagonia sudamericana. Somos indígenas milenarios, estando nuestra supervivencia en juego. Por ello, no concebimos que Noruega, una sociedad desarrollada, que respeta al medio ambiente, el mar, los derechos de sus ciudadanos/as y de los pueblos originarios, permita que sus empresas de ultra mar apliquen dobles estándares ambientales, sanitarios, laborales y sociales con los ciudadanos, comunidades locales y pueblos originarios que habitan el extremo sur de América Latina.
Llamamos a las organizaciones ciudadanas y accionistas de Noruega, Suecia, Dinamarca e Islandia que tienen fondos en la industria salmonera a prestar atención a lo que está sucediendo en territorio patagónico de Chile y Argentina, y apoyar la campaña de boicot al consumo y compra de salmón químico industrial, prefiriendo las producciones naturales y locales provenientes de la pesca artesanal regulada y sustentable.
Estimado rey Harald V y reina Sonja, si la industria transnacional productora y exportadora de salmón de cultivo tuviese un cielo este se ubicaría en Noruega. Y si tuviese su correspondiente infierno éste sin duda se ubicaría en el sur de Chile.
Fuimos y somos pescadores, cazadores y recolectores de pequeña escala. Nuestro estilo de vida y cosmovisión se basa en el mar, y la gran variedad de vida silvestre existente en los cientos de canales y fiordos de la Patagonia.
Esperamos que nuestra posición sea tomada en cuenta por Uds, y la señora embajadora de Noruega en Chile, de manera que el mal comportamiento de algunas empresas salmoneras de capital nórdico, no sea una amenaza para los 100 años de pacífica, afectuosas y creativas relaciones entre los pueblos de Chile y Noruega.
Comunidades Kawesqar por la Defensa del Mar

martes, 30 de octubre de 2018

La salmonicultura chilena es hija de la dictadura y de su proyecto

En esta entrevista, hablamos con Juan Carlos Cárdenas, médico veterinario de la Universidad de Chile y director del Centro Ecocéanos, quien desde una perspectiva técnica y con un marcado activismo, aborda los impactos de la industria del salmón en Chile y delinea ciertos caminos y propuestas para el accionar de las comunidades costeras. Ignacio Fouilloux, Fundación Decide 

"La industria del salmón llegó a Chile con 3 promesas: ser una alternativa a la sobreexplotación pesquera, ser una fuente de alimentación de alta calidad biológica, además de barata. Y, en tercer lugar, ser una industria respetuosa de los derechos de los trabajadores. 40 años lleva la salmonicultura desarrollándose, y ninguna de las 3 promesas se ha cumplido."

Por Juan Carlos Cárdenas 
¿Cómo fuiste desarrollando tu activismo contra la industria del salmón? 
  • Soy descendiente de chilote, y por ello he mantenido un vínculo con las tierras australes. Más tarde, comencé a estudiar veterinaria en la Universidad de Chile, con miras a aplicar mis conocimientos en comunidades. Estando en la universidad, participé en la formación de la Agrupación Cultural Universitaria (ACU), que funcionó como un espacio de reunión, de reflexión política, de actividades de extensión cultural, y que, a fin de cuentas, en periodo autoritario, intentó mantener vivo el espacio universitario y la organización estudiantil. Más tarde, formamos en Antumapu los talleres de ecología, lo que coincidió con la llegada de un agrónomo francés Michel Etienne. Él generó un cambio absoluto, pues llegó con nuevas ideas desde Francia, como las formas alternativas de producción, el ecologismo, etc. Posteriormente, y en una modalidad más militante, ingresé al Comité de Defensa de la Flora y Fauna (CODEFF), que era una pequeña organización de resistencia a las políticas de la dictadura y sus impactos negativos en el medio ambiente. A partir de esta organización, me empecé a involucrar con los mamíferos marinos, pues realicé mi tesis en ello y era un área inexplorada desde el punto de vista de la conservación. Consideraba que los mamíferos marinos eran el emblema de todas las consecuencias de la expansión extractivista en dictadura, como la pesca industrial, por ejemplo. Posterior a ello, empecé a trabajar con pescadores de la Región de Coquimbo, conocí la Antártica, Juan Fernández, pero siempre vinculado al mundo pesquero artesanal. Me adentré de lleno en la organización de los trabajadores, y en la conservación con las comunidades locales. Más tarde, ingresé a la organización internacional Greenpeace, a una campaña sobre la protección de los océanos. Sentía por aquella época que era una oportunidad para cambiar la visión norteamericana de Greenpeace, y dotarla de contenidos y visiones latinoamericanas. Empezamos a tematizar la democracia, la participación ciudadana, el control social de los recursos naturales. Hubo un cambio de liderazgo en Greenpeace en algún momento, a partir del cual muchos migramos y creamos el centro Ecoceanos, espacio donde pudimos aplicar toda la experiencia adquirida en Greenpeace: el trabajo comunitario, el trabajo de campaña, el trabajo de lobby frente a los gobiernos, etc. Como Ecocéanos nos empezarnos a vincular con los pescadores artesanales, y con la CONAPACH, principalmente. Empezamos a realizar un trabajo híbrido.
¿Híbrido por el hecho de vincular su experiencia adquirida en el trabajo sindical y organizaciones pesqueras artesanales con el “campañismo” de Greenpeace?
  • Exactamente. Desde Ecocéanos, desarrollamos muchos trabajos en América Latina, en cuanto a los impactos de las pesquerías. Tomamos la información nacional e internacional, y hacemos la traducción a las comunidades, para que estas puedan dar un contexto global a las disputas locales. Y avanzar en la gestión colectiva de sus entornos. Las disputas no deben ser, a mi parecer, sólo locales. Deben ser internacionales, pues el poder opera globalizadamente. Las peleas nacionales se tienden a perder, pues el entramado global las estrangula.

Condiciones de instalación de la industria en Chile

Adentrémonos en la industria del salmón, que hace más de 10 años ha sido foco de su activismo ambiental. A modo de contexto, ¿podría hacer referencia a las condiciones políticas, jurídicas y económicas de la instalación y desarrollo de la industria del salmón en Chile?
  • Lo primero es decir que la salmonicultura chilena es hija de la dictadura y de su proyecto: aumentar la inversión extranjera y abrir el país en el uso y explotación de sus recursos. La industria salmonera se desarrolló bastante en dictadura a partir de la entrada de compañías noruegas y japonesas, las que empezaron a comprar los pequeños emprendimientos salmoneros chilenos, que, con apoyo del Estado, habían emergido previo a los años ochenta. En plena dictadura militar, el camino estaba marcado: había condiciones biofísicas en las aguas australes para el cultivo de salmones, había apoyos financieros, había un acceso a miles de toneladas de harina de pescado para alimentar salmones, había acceso gratuito al agua dulce y el borde costero, había condiciones tributarias favorables, había mano de obra masiva, barata y no sindicalizada disponible, había subsidio a la mano de obra, pues las empresas se ubicaban en zonas extremas, y el país estaba abierto a los mercados internacionales. Estaban todas las condiciones para el despegue de la salmonicultura. Muchos de los empresarios pesqueros de la Región del Biobío se dieron cuenta de que en esta industria había una oportunidad de negocio, pues podían transformar sus pescados en “peces de lujo” exportables. Por ello, muchos de ellos invirtieron en este rubro. Ya entrando en los años noventa, la industria creció exponencialmente, llegando hasta el año 1994, donde Chile ya era el segundo productor mundial de salmón de cultivo, luego de Noruega. Desde la década de 90´, la industria productora de salmónidos de cultivo se convirtió en uno de los principales sectores de la economía exportadora de Chile, después de la minería, la actividad forestal, la pesca y la agricultura intensiva. De esta manera, a la industria del salmón no se la puede comprender sin el Estado, pues no es una industria pujante por la acción única de las iniciativas privadas.
La salmonicultura se ha desarrollado con el camino que le ha pavimentado el Estado, el que, por lo demás, ha activado salvatajes en las múltiples situaciones de crisis que ha padecido la industria.
  • Exactamente. El Estado ha apoyado con ordenamientos jurídicos, con infraestructura, con subsidios, luz verde en el acceso a recursos naturales. La mayor crisis que ha habido es la del virus ISA, entre el 2007 y el 2009, generando un gran shock laboral en Chiloé por los despidos masivos, y devastándose, además, a la industria por la pérdida de 350.000 toneladas de salmón atlántico. Hubo una pérdida de 26.000 empleos regionales tras la crisis del ISA. La industria estaba, en aquella época, alcanzando un peack de 800.000 toneladas, siendo el objetivo llegar a 1.000.000 de toneladas anuales, objetivo que, sin dudas, hubiera sido alcanzado si no fuera por la propagación del virus ISA. Todo esto implicó para el rubro un costo de 5 billones de dólares, que, en parte, lo asumió el Estado: tuvo un salvataje estatal de 450.000 millones de dólares, que el Estado se los puso en el bolsillo a las grandes empresas, para que no quebraran. Dinero con aval del Estado, que hasta el día de hoy no ha sido devuelto.
  • La segunda crisis fue financiera, en el 2014 y 2015, fue consecuencia de una sobreproducción de salmones, que hizo caer los precios internacionales. Cuando hay escasez, suben los precios internacionales, y ahí la industria empieza a producir de forma desregulada, multiplicando sus ganancias. Luego, se va saturando ese mercado, y comienza un nuevo ciclo. Esta es una industria cíclica y variable, según el compás de las tendencias de los mercados internacionales.
  • La tercera crisis es la que acaba de ocurrir, en el 2016, con el Bloom de algas tóxicas, que generó una mortandad de 27 millones de salmones. Como sabemos, esa mortandad, con autorización estatal, se vertió en las aguas de Chiloé. Ante esto, se organizó la llamada “Comuna de Chiloé”: Por 18 días, la comunidad de Chiloé se tomó su isla, cortó los accesos, empezaron a deliberar en las asambleas sociales sus temas y no los que le imponía el Estado, la industria ni los partidos políticos. Silenciosamente, hace tres años atrás, la industria llegó a 940.000 toneladas, aprovechándose de que el precio internacional del salmón, luego de la crisis socioambiental de Chiloé del 2016, estaba altísimo, dado que cayó en un 20% la producción de salmón chileno.
Por lo tanto, hasta las situaciones de crisis ambientales y económicas la industria salmonera las suele gestionar a su favor, haciendo crecer sus utilidades.
  • Luego de la crisis del año 2016 en Chiloé, nunca la industria había tenido precios internacionales para el salmón tan altos, superando los 7 dólares por libra de salmón. Por lo tanto, cada crisis opera en favor de la industria. La industria se reorganiza, se concentra más, y también elimina mano de obra que ya no le es funcional. Ahora requiere trabajadores más capacitados, pero tampoco está dispuesta a pagar mayores salarios. Los empresarios están pidiéndole al Estado que les coloque la diferencia, y con eso los trabajadores ganan lo que ganan. Las empresas pagan el sueldo mínimo.
Entonces, el proyecto “desarrollista” de la industria del salmón no sólo es imposible sin el apoyo estatal, sino que, además, no logra cumplir con las “promesas” de empleo digno.
  • En los ochenta, la industria del salmón llegó a Chile con 3 promesas: en primer lugar, iba a ser una alternativa a la sobreexplotación pesquera, pues ahora los peces se cultivarían, no se extraerían. En segundo lugar, iba a ser una fuente de alimentación de alta calidad biológica, y, además, barata. Por lo que contribuiría a la lucha contra la desnutrición y malnutrición. Y, en tercer lugar, iba a ser una industria respetuosa de los derechos de los trabajadores, con trabajo decente, por ser una industria con capitales noruegos. Se sostenía como una industria amigable y sustentable. 40 años lleva la salmonicultura desarrollándose, y ninguna de las 3 promesas se ha cumplido. Con respecto a lo primero, es un elemento más de presión a las poblaciones pesqueras, pues se extraen peces para generar la harina de pescado con lo cual se alimenta a los salmones. Y es una industria que, además, se espera duplicar para el 2030 en Chile. Con respecto a lo segundo, en cuanto a la alimentación, el 98 % de la producción de salmón y trucha en Chile se exporta. Aquí queda solo el 2%, pues Chile es un mero enclave productivo que está armado en función de los requerimientos de la demanda internacional. Por lo tanto, no se garantiza la alimentación nacional. Y con respecto al último punto, en cuanto a trabajo decente, puedes ver que, en territorios salmoneros, la mayoría está en la línea de la pobreza, los salarios se inflan a costa de bonos de producción, que implica la explotación de los trabajadores. La mayor parte de los trabajadores está ganando, en promedio, 400.000 mil pesos al mes, en zonas que son caras. Además, con las crisis sucesivas, se generan despidos de trabajadores, por lo que tenemos un ejército de cesantes en la Décima Región, que es la mano de obra disponible y que mantiene los salarios bajos. Y finalmente, abundan los llamados contratos por “obras y faenas”, o sea, eres contratado por 3 o 4 meses, en temporada de cosecha de salmón, y luego eres despedido, obligado a migrar a otros rubros y luego volver.
Estas tres promesas, incumplidas a su parecer, son posicionadas con relatos épicos de parte de la salmonicultura. La investigadora chilena Beatriz Bustos habla en un artículo acerca de un discurso realizado en el año 2008 por César Barros, quién fue presidente de Salmón Chile, el gremio empresarial de la industria. Barros señaló en dicha instancia que la historia de los “salmoneros” en el sur de Chile es homologable con la historia de Pedro de Valdivia, por embarcarse en los ochenta a un negocio incierto y desconocido. Finaliza diciendo “Somos del sur, sabemos de tempestades y mares difíciles, ¡Somos salmoneros!”.
  • Totalmente de acuerdo. La industria cree tener misión evangelizadora. Vez que hablas con empresarios salmoneros el discurso es el mismo: “traemos desarrollo y modernidad a comunidades que estaban fuera de estos procesos”. Son una suerte de “evangelizadores de la modernización”. Un dirigente salmonero, en un discurso tras el virus ISA, dijo: “La industria no es culpable de nada aquí. Todo lo contrario, trajimos el desarrollo a ustedes que vivían en la Edad de Piedra”. Queriendo decir, en el fondo, que vinieron a sacar a los chilotes de las cavernas.

Impactos de la industria del salmón

Hablemos sobre los impactos ambientales, económicos y sociales del despliegue de la industria del salmón en territorios como Chiloé, Aysén y Magallanes. En el fondo, ¿qué se encuentra bajo el “milagro económico del salmón”, que con tanta rimbombancia ha sido alabado por la élite política y económica?
  • Los impactos son innumerables y de gran magnitud. Sólo en términos ambientales, puedo reseñar varios. Hay una pérdida de la calidad de las aguas debido a la contaminación química y orgánica donde se instala la industria. Contaminación en el borde costero, en ríos y lagos. Hay contaminación orgánica por al fecas de los salmones concentrados en altas densidades en los centros de cultivo, y, además, contaminación por los alimentos no consumidos, lo cual se decanta en los fondos marinos. En segundo lugar, se introducen enfermedades exóticas, virales, bacteriales y parasitarias. En 25 años, la industria ha introducido más de 20 enfermedades en las aguas del país, principalmente a partir de la importación de ovas contaminadas de países como Islandia y Noruega. Por falta de sistemas de control eficientes, tenemos estas 20 enfermedades que ya no se van y se incorporaron al patrimonio acuático nacional. Por otra parte, se encuentra el empleo indiscriminado de antibióticos, antiparasitarios, antifúngicos, pinturas antifouling y desinfectantes. Todo este cóctel va a parar al medio marino, teniendo un impacto destructor sobre las especies filtradoras, de las cuales depende la pesca artesanal y las comunidades para su actividad económica y su alimentación. La industria del salmón genera, además, periódicos escenarios de florecimientos algares tóxicos, pues los salmones generan esta contaminación orgánica por concepto de fecas y alimentos, lo que se descompone y aumenta la cantidad de fósforo y nitrógeno, que son los gatillantes de la floración de algas tóxicas. Si esto se une con el cambio climático, el aumento de la temperatura del agua, el aumento de la radiación, el aumento del oxígeno en el agua, se acentúa el florecimiento algal nocivo (FAN). Otro efecto ambiental es la sobreexplotación de las pesquerías pelágicas para la alimentación de salmón. No olvidar que se requieren entre 3 a 5 toneladas de peces (jurel, anchoveta, sardina), convertidos en harina de pescado, para producir una tonelada de salmón de exportación. Económicamente es una irracionalidad de gastar 3 para producir 1.
Y es irracional desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, además. No tiene sentido emplear especies de pesquerías en riesgo, para producir un “pez de lujo” que no se consume mayoritariamente en Chile, y que no tiene valores nutricionales tan superiores a estas especies nativas.
  • Exactamente. Otro efecto devastador es la alteración de las cadenas tróficas y la destrucción de los ecosistemas locales. Hay escapes masivos de especies carnívoras como el salmón. Ahora último, se escaparon 900.000 ejemplares hacia el seno de Reloncaví. De ello, se ha recuperado sólo el 5,7%. Estos salmones que se escapan consumen las especies locales a destajo, principalmente puye, que es un pez en peligro y endémico del sur de Chile, y que es esencial para la pesca artesanal. Los salmones arrasan con los peces juveniles de róbalo, de merluza, de pejerrey. “Se los hacen chupete”. Además, los salmones escapados, que son especies exóticas y que son una plaga, no se pueden pescar, pues las autoridades no quieren, pues los empresarios salmoneros ganaron en la Corte Suprema una queja que dice que el salmón, aunque escape, es propiedad privada, y por lo tanto los pescadores no pueden acceder a ello. Se está peleando para que se abra una pesquería artesanal de salmón, pero la industria está bloqueando ese proyecto, pues haría caer el precio del salmón en el mercado interno. Finalmente, el último efecto ambiental que quiero comentar es la eliminación de mamíferos silvestres. Esta es una industria campeona en eliminar lobos marinos y aves que van a alimentarse en las balsas de cultivo de salmón. Hay proyectos estatales para permitir la caza de lobos marinos y con ello proteger la industria de estos predadores naturales.
Funcionarios de empresas salmoneras van a las colonias reproductivas a asesinar lobos marinos, tal como lo catastró un estudio realizado por Marcel Claude en el año 2000.
  • Y es una realidad que sigue sucediendo. Van a echar petróleo al agua, para luego prenderlo y quemar lobos. Y lo interesante de ello, es que estamos investigando posibles alianzas de la industria del salmón con la Marina de Chile, pues se ha empleado armamento militar en la caza de lobos marinos. 
¿Podría hacer referencia a los impactos económicos de la industria?
  • En primer lugar, se encuentra la generación de periódicas crisis sociales y laborales, al desbordarse los estándares sanitarios y ambientales. Esto termina con miles de despidos de trabajadores, y con billonarios salvatajes estatales a las empresas. Los subsidios del Estado son permanentes. Estamos investigando el Programa Meso Regional Salmón Sustentable. Entre el 2017 y el 2018, el Estado ha destinado 100 millones de dólares en subsidios a la industria salmonera para sus proyectos. Todo esto se hace a través de CORFO, o de manera opaca. Los que controlan CORFO, desde el gobierno de Bachelet, han sido operadores que han trabajado en la industria salmonera, y que han quedado a cargo del programa de apoyo a la acuicultura. “El gato administrando la pescadería”. En segundo lugar, hay competencia con la pesca artesanal y con los recolectores, al excluirlos del borde costero. En tercer lugar, está la degradación del patrimonio paisajístico. Son impactados todos los operadores de turismo de Aysén, Chiloé y Magallanes. Sobre todo, Magallanes, pues casi la mitad de su actividad depende del turismo.
Por otra parte, hay que considerar las altas tasas de accidentabilidad de la industria del salmón, y las altas tasas de mortalidad de trabajadores por los precarios estándares de seguridad.
  • Nosotros ahora estamos terminando un trabajo, que arrojó que, entre el 2012 y el 2018, ya van 18 muertos oficiales que hemos registrado. También estudiamos el periodo previo a la crisis del virus ISA, que es la mayor etapa de expansión de la industria, habiendo un trabajador muerto al mes. Ahora, como está el proyecto de alcanzar 1 millón 200 toneladas, de duplicar la producción, hay 18 trabajadores muertos oficiales. Son principalmente buzos, por las malas condiciones. Los buzos son los fusibles, los factores más sensibles, pues no están organizados sindicalmente. Chile es el país de todos los productores mundiales de salmones que tiene los más bajos salarios y las más extensas horas de trabajo. Además, la industria viola todos los derechos desde el punto de vista del género, a las “madres salmoneras”. Muchas plantas no tienen salas cunas, por ejemplo.
Sobre todo, una industria tan feminizada como la industria salmonera, en donde cerca de un 60% de los trabajadores de las plantas de procesamiento son mujeres. Ellas son la población más vulnerable a las precarias condiciones laborales de la industria.
  • Además, hay un doble estándar de las compañías transnacionales, de las compañías noruegas. Hay despidos a trabajadoras embarazadas, o de dirigentes sindicales embarazadas, y esta práctica la permite la legislación laboral. Por estos despidos, una vez fuimos a hablar con el embajador de Noruega en Chile, y le preguntamos: “¿ustedes podrían hacer esto en Noruega?”. “Cómo se le ocurre”, me dijo. “Lo hacemos en Chile porque su legislación lo permite”. “Nosotros en Chile somos los mejores chilenos, pues cumplimos al pie de la letra la ley”. “Si quieren que no pase eso, cambien la ley”. Entonces, industrias transnacionales que no pueden hacer eso en sus países, lo vienen a hacer acá. Nosotros, desde Ecoceanos, estamos instalando el concepto de “salmones de sangre”, pues los salmones están asociados a una alta mortalidad de los trabajadores que los producen. Es una metáfora adaptada de los “diamantes de sangre”. Esto lo emplearemos en los mercados internacionales, para que la gente sepa lo que está comiendo o cómo se produce.
Otro tema en torno a la industria y sus impactos negativos, son los perjuicios a la salud humana.
  • Así es. Chile ocupa 700 veces más antibióticos por tonelada que Noruega, siendo que Noruega produce el doble de Chile. Además, nuestro país emplea la mayor cantidad de parasitarios para el combate al calligus, que es el piojo del salmón. Al salmón se le realizan baños en estos químicos, los que luego dan a parar al fondo marino y al cuerpo de los consumidores. También está el uso masivo de pinturas antifouling, que es un biocida para impregnar las redes y evitar la adherencia de especies marinas. Eso es un biocida que está hecho a base de metales pesados, y que se acumula en las aguas. Tienen un impacto en la salud humana, en las comunidades adyacentes a esas áreas. En cuanto a la salud pública está el tema de la resistencia bacteriana en humanos. Chiloé es un laboratorio desde el punto de vista de la resistencia bacteriana, que no ha sido investigado pues al Estado no le interesaba que se supiera esa realidad. Felipe Cabellos Cárdenas, que es un médico que trabaja en el New York Medical College, viene todos los años a Chiloé. Ha aumentado en un 10% de resistencia a escherichia coli, que es el agente de patologías como las infecciones renales y respiratorias en Chiloé, lo que ha sido estudiado en el hospital de Castro. La única fuente de resistencia bacteriana es la industria salmonera.
Fuente nota original: Revista Entorno

miércoles, 29 de agosto de 2018

Seikongen: Wellboat con salmones muertos mantiene "fondeo" y estado de alerta por carga tóxica entre Ancud y Puerto Montt

Después de semanas, prácticamente al garete despues de reflotación; wellboat Seikongen, propiedad de empresa CPT Empresas Marítimas S.A., mantendría su fondeo en cercanías en el Golfo de  Ancud, en la Isla de Chiloé y, según últimas notas de prensa, se encontraría la Bahía de Chincui, en cercanías de Puerto Montt.
Comunidades locales mantienen preocupación ante posible transporte de carga a traves de barcazas teniendo como destino final vertedero de Calbuco (Mismo Virus ISa 2007).

Imagenes Fuente: Subpesca

lunes, 30 de julio de 2018

Resistencia a los antimicrobianos en Chile y el paradigma de Una Salud (OHI): manejando los riesgos para la salud pública humana y animal resultante del uso de antimicrobianos en la acuicultura del salmón y en medicina

Resumen: 
"La aparición y diseminación de bacterias resistentes a los antimicrobianos (BRA /antimicrobial-resistant bacteria - ARB) se considera actualmente como una de las principales amenazas para la salud pública humana y animal. Uso veterinario de antimicrobianos, tanto en países en desarrollo, como países desarrollados; es mucho mayor que su uso en medicina humana y es un determinante importante en la selección de ARB. A la luz del Plan Nacional contra la Resistencia a los Antimicrobianos recientemente descrito en Chile, nuestros hallazgos sobre el uso de antimicrobianos en la acuicultura del salmón y su impacto en el medio ambiente y la salud humana son altamente pertinentes. Noventa y cinco por ciento de tetraciclinas, fenicoles y quinolonas importadas a Chile entre 1998 y 2015 fueron para uso veterinario, principalmente en la acuicultura del salmón. Uso excesivo de antimicrobianos en sitios de acuicultura se asoció con residuos antimicrobianos en sedimentos marinos a 8 km de distancia y la presencia de especies marinas resistentes a bacterias que albergan genes de resistencia fácilmente transmisibles, en elementos genéticos móviles, a estos mismos antimicrobianos.
Además, los genes de resistencia a quinolonas e integrina en patógenos humanos aislados de pacientes en regiones costeras adyacentes a los sitios de acuicultura eran idénticos a los genes aislados de bacterias marinas regionales, consistentes con genes y comunicación entre bacterias en estos diferentes ambientes. El paso de antimicrobianos en el mar y el medio ambiente puede potencialmente disminuir la diversidad ambiental, contaminar los peces silvestres para el consumo humano, y facilitar la aparición de floraciones de algas nocivas y patógenos zoonóticos y humanos resistentes. Nuestros hallazgos sugieren que los cambios en la acuicultura en Chile que previenen las infecciones de los peces y disminuyen el uso de antimicrobianos demuestran ser un factor determinante en la prevención de infecciones humanas y animales con ARB multirresistente de acuerdo con el paradigma moderno de Una Salud (One Health Initiative - OHI)".

jueves, 5 de abril de 2018

Estudios e información sobre impactos de Salmonicultura intensiva

Guillermou | Compilado de comentarios de Articulo de articulos.mercola.com para información general
El sistema alimentario estadounidense es un desastre. La dieta estadounidense es "tóxica". La FDA, USDA, EPA y CDC están dirigidos por expertos de la industria y poderosos grupos de presión. Don Staniford, quien dirige la pequeña Alianza Global contra la acuicultura industrial cuando dio una conferencia en la National Geographic Society, llamó a los criaderos de peces "baños tóxicos" "Lo que estamos viendo ahora es una carrera por armas químicas en los mares, al igual que en las granjas de la tierra, donde crece la resistencia de las plantas a los productos químicos. En las piscifactorías, los parásitos aumentan su resistencia a los productos químicos y los antibióticos "es el alimento más contaminado que encontrará en los estantes de los supermercados y debería llevar una advertencia de salud gubernamental. " 
El Dr. Jeffrey Foran, un toxicólogo estadounidense a cargo de llevar a cabo uno de los estudios más completos sobre los riesgos de criar salmón, es muy claro: ni él ni su familia lo probarían nuevamente después de conocer los resultados de sus estudios.
Los plaguicidas antiparasitarios que utilizan contaminantes orgánicos bromados persistentes, PCB, dioxinas, mercurio y otros contaminantes marinos son una gran amenaza para la salud. La presencia de receptores de benzodicizepine, bradyquimic y nociceptor en peces indica que sienten ansiedad y dolor en su reproducción. Los antibióticos, las vacunas, los pesticidas, los desinfectantes y los anestésicos son comunes y presuponen la aparición de cepas resistentes al antibiótico. Las vacunas se utilizan, entre otras razones, para la aparición de bacterias, como la lactococosis, que causa una meningitis muy aguda. Una investigación llevada a cabo en el archipiélago británico de Brougton confirma que el salmón rosado que viaja por los ríos hacia el mar se contagia del los llamados piojos de mar, en su camino a través de las granjas acuáticas. Esto puede terminar destruyendo el 99% de las especies en solo dos generaciones.
La infestación de piojos de mar es un problema grave en la acuicultura intensiva, especialmente en el salmón. Lepeophtheirus salmonis, o el piojo de salmón común, ahora infesta casi la mitad de las granjas de salmón de Escocia. Las granjas de peces arrojan a los océanos alimentos directamente no consumidos, una masa de excrementos y, muy a menudo, pesticidas y antibióticos, que contaminan las aguas. Los parásitos y las enfermedades del salmón cultivado pueden transmitirse al salmón salvaje, amenazando así a las poblaciones.
Según un estudio, un adulto que pesa 70 kilos. Está ingiriendo 1.1 microgramos de cadmio a través del pescado, 2 microgramos de plomo. 9.9 microgramos de mercurio, entre otros contaminantes nombrados. Durante su ciclo de vida, el salmón se alimenta de camarones y krill, rico en astaxantina que le da el color naranja. Los salmones que se crían en granjas de peces tienen un color gris, y para darles el color naranja, se complementan con tintes. Los animales a menudo se insertan con hormonas de crecimiento para crecer más rápidamente a un tamaño comercializable a una edad más temprana. El salmón se ha desarrollado con hormonas de crecimiento que alcanzan 13 veces su tamaño normal.
Los peces criados en jaulas no pueden absorber suficientes omega-3 y pueden ser alimentados con semillas genéticamente modificadas y algas ricas en omega 3. Es decir, la alimentación del salmón con GM. Además del estrés del salmón, hay un aumento en la concentración de insulina similar al del factor 1 (IGF-1), relacionado con alergias, depresión, diabetes, cáncer, etc., así como en la respuesta de los genes relacionados con antioxidantes endógenos, que pueden hacer que el salmón sea más susceptible a las enfermedades. Todo esto causa riesgos para la salud de las personas.
Monsanto con el salmón: (2017) Destino y toxicidad del glifosato para los peces con especial relevancia para el salmón 
Además, los pesticidas y herbicidas como el glifosato pueden interferir con la biología del organismo del salmón, afectando la supervivencia de la especie. Los pesticidas influyen en los efectos sobre el comportamiento, aumentando el estrés en salmónidos juveniles que son más susceptibles a la depredación. Pueden interferir con la capacidad de nadar y, por lo tanto, con la capacidad de alimentarse, evitar depredadores, defender territorios y mantener su posición en el sistema fluvial. También pueden alterar el sistema inmune del salmón, causando la aparición de enfermedades e incluso la muerte. Los pesticidas en bajas concentraciones pueden afectar las hormonas sexuales, causando un desarrollo sexual anormal, la feminización de los machos y causando un comportamiento de apareamiento inusual. También afecta la función tiroidea y el desarrollo óseo. Los plaguicidas pueden afectar indirectamente a los peces al interferir con su suministro.
Una revisión sobre la toxicidad de los pesticidas en el pescado. 
El Director de Greenpeace en Chile, Matías Asún, dijo: "En Chiloé, ya se han autorizado 200 centros de cultivo de salmón. Cada uno de estos centros es como un edificio de 5 pisos de profundidad con salmón superpoblado". La organización ambientalista Greenpeace viajó a Ancud en Chiloé para dar a conocer los resultados del estudio que revela que "aunque la evidencia permite afirmar que el área ya estaba afectada por floraciones de algas, la autorización del gobierno para verter casi 5 mil toneladas de salmón podrido" desencadenó la crisis social y ambiental que se vivió en Chiloé. Una medida del gobierno de Chile, en contra de los compromisos internacionales en la materia, que ha perjudicado a los más de 150.000 habitantes de Chiloé que dependen económica y culturalmente del mar, uno de los emblemas patrimoniales de todos los chilenos. Chiloé no parece afectado por la marea roja ni por el cambio climático, es la decisión del gobierno que deliberadamente decidió sacrificar la isla con una cultura creciente del salmón y producir desechos que contaminan el mar y la pesca del salmón salvaje y otras especies marinas.
La infestación de piojos de mar es un problema grave en la acuicultura intensiva, especialmente en el salmón. Lepeophtheirus salmonis, o el piojo de salmón común, ahora infesta casi la mitad de las granjas de salmón. Las granjas de peces arrojan a los océanos alimentos directamente no consumidos, una masa de excrementos y, muy a menudo, pesticidas y antibióticos, que contaminan las aguas. Los parásitos y las enfermedades del salmón de piscifactoría pueden transmitirse al salmón salvaje, amenazando así a las poblaciones. El Departamento de Pesca del gobierno canadiense informó sobre cuántos salmones adultos regresan cada año desde el océano a los ríos Columbia cada año. En total, se han registrado 14 poblaciones de salmón que han estado expuestas al cultivo de salmón y 128 que no lo han hecho. Los piojos de mar son parásitos que, naturalmente, se encuentran en la piel del salmón adulto cuando están en el océano. En las granjas están contaminados y los más vulnerables terminan muriendo. El crecimiento en los últimos años de las granjas de peces proporciona un hábitat para los piojos que no existían antes, que deben ser tratados con agentes antiparasitarios, aumentando la contaminación en los mares. Las pistofábricas son alternativas costosas y degradantes para el ecosistema. La naturaleza y la salud de las personas está pagando el costo de un negocio tóxico que convierte el mar en un gran inodoro de basura.
El salmón ha desaparecido de muchos ríos en el hemisferio norte. En el Yukón, uno de los principales ríos de salmón en el mundo que comparten Alaska y Canadá, en 2010 el río fue declarado área catastrófica. Durante muchos años, en muchos ríos del hemisferio norte, se han reintroducido salmones que se han criado en viveros. Actualmente, uno de cada tres salmones de Alaska "salvajes" ha crecido en un vivero. El salmón domesticado hace mucho daño a las poblaciones de salmón salvaje porque comienzan a competir por la comida con salmón silvestre, muchos de los cuales son desplazados y mueren sin poder reproducirse. El problema se agrava porque los salmones de la granja han perdido el instinto de encontrar los ríos adecuados, superarlos y desovar antes de morir, y tampoco sobreviven a las grandes fluctuaciones térmicas. Y parece que, lejos de resolver el problema, está creando otros nuevos, porque estos salmones ayudan a exterminar a aquellos que son realmente salvajes compitiendo por los pocos recursos que hay en estos ríos. Eso sí: si se detuviera para reintroducir salmones en los ríos de EE. UU., La especie desaparecería del mapa en pocos años.
Actualmente, solo el 1% de los hábitats oceánicos están protegidos, y la ONU estima que la flota pesquera mundial actual es el doble de grande que la que soportan los mares. Orri Vigfusson, un pescador islandés retirado, se dedica a comprar los derechos de pesca del salmón en el Atlántico Norte para llevar a cabo una moratoria sobre la pesca del salmón al frente de su organización. Por lo tanto, impide que otros barcos capturen la cuota de salmón que ha comprado y permite que estos peces crezcan y se multipliquen. Los biólogos que se especializan en salmón dicen que durante años, en el pedazo de océano que va de las Islas Feroe a Islandia, no se podía ver tantos salmones.
Los plaguicidas pueden interferir con la biología del organismo del salmón de muchas maneras y, en última instancia, pueden afectar la supervivencia de la especie. Los estudios demuestran que los pesticidas influyen en los efectos sobre el comportamiento: y la exposición a ciertos plaguicidas a largo plazo puede aumentar el estrés en los salmónidos juveniles que son más susceptibles a la depredación. Pueden interferir con la capacidad de nadar y, por lo tanto, con la capacidad de alimentarse, evitar depredadores, defender territorios y mantener su posición en el sistema fluvial. Algunos herbicidas inhiben la migración normal al mar, lo que resulta en una grave interrupción del ciclo de vida. Además de los cambios en el comportamiento, la exposición a los pesticidas puede alterar el sistema inmune del salmón, causando la aparición de enfermedades e incluso la muerte.
Los pesticidas en bajas concentraciones pueden afectar las hormonas sexuales, causando un desarrollo sexual anormal, la feminización de los machos y causando un comportamiento de apareamiento inusual. También afecta el funcionamiento del tiroides y el desarrollo óseo. Los plaguicidas pueden afectar indirectamente a los peces al interferir con su suministro de alimentos o al alterar el hábitat acuático, la eliminación de la vegetación acuática puede disminuir la idoneidad del hábitat y aumentar la susceptibilidad a la depredación. Los efectos indirectos de los ecosistemas pueden ser incluso más importantes que los efectos directos. Una revisión sobre la toxicidad de los pesticidas en el pescado.
Greenpeace en un comunicado este mes dice que "EL PELIGRO DE LAS GRANJAS DE SALMÓN SIGUE SIENDO MÁS GRAVE DE LO QUE ASUMIMOS". La contaminación por las granjas de salmón está creciendo y extendiéndose por todo el planeta. En la región de Magallanes, los mares más limpios del planeta están siendo poblados por criaderos de salmones. Cada concesión a la industria del salmón implica 900 toneladas de fecas y residuos de salmón depositados cada año en el fondo del mar de Magallanes. Es una pena que la industria presente con orgullo el número de concesiones de salmón y sus planes de expansión. "Basta de desinformación para la gente de Magallanes que silenciosa y secretamente, la industria del salmón quiere instalar una montaña de basura en el fondo de sus mares", dijo Estefanía González, Coordinadora de la Campaña de los Océanos de Greenpeace.
Lepeophtheirus salmonis o el piojo común de salmón infestan casi la mitad de las granjas de salmón. En las granjas están contaminados y los más vulnerables terminan muriendo. Las granjas de peces arrojan directamente a los océanos alimentos no consumidos, una masa de excrementos con pesticidas y antibióticos que contaminan las aguas. Los parásitos y las enfermedades del salmón de piscifactoría pueden transmitirse al salmón salvaje, amenazando así a las poblaciones. Las granjas de peces proporcionan un ambiente que promueve la circulación de cepas más virulentas de F. columnare. Este efecto se intensifica por el aumento de la temperatura del agua en verano. La epidemiología de los patógenos y su evolución y puede desencadenar la aparición de nuevas enfermedades. Un aumento en la aparición de la enfermedad bacteriana Collare Flavobacterium en alevines de salmón se ha desarrollado en su cría.
La enfermedad del páncreas es una enfermedad viral causada por salmónidos alfavirus que afecta al salmón atlántico de piscifactoría y la trucha arco iris. (2017)
Más enfermedades van en aumento debido a los contaminantes salmonativos causados ​​por el estrés en su reproducción, antibióticos, vacunas, pesticidas, desinfectantes y anestésicos que presuponen la aparición de cepas resistentes al antibiótico. A esto debemos agregar el mercurio, el cadmio y otros contaminantes de los peces que están relacionados con el autismo, la ELA, el Parkinson y el lupus. El fácil acceso de la sustancia tóxica al hombre a través de múltiples vías respiratorias, agua, alimentos, cosméticos e incluso vacunas aumentan la exposición. (2018)
Toenailmercury Levels are associated with amyotrophic lateral sclerosis risk
Una investigación llevada a cabo en el archipiélago británico de Brougton (cerca de Vancouver) confirma que el salmón rosado que viaja a lo largo de los ríos hacia el mar, en su viaje redondo habitual, está infectado con parásitos, los llamados piojos de mar, su paso por el granjas acuáticas. Esto puede terminar destruyendo el 99% de las especies en solo dos generaciones. "El impacto es tan grave que la viabilidad de las poblaciones silvestres se ve amenazada", dice Martin Krkosek de la Universidad de Alberta en Canadá.
En las regiones patagónicas de Magallanes y Aysén hay más de 3.000 solicitudes para establecer nuevas granjas de salmón. Son criaderos de salmones con jaulas flotantes que, sin espacio suficiente, están sujetas a contaminación y enfermedades. Estos salmones cautivos se alimentan con una mezcla de harina de pescado, pesticidas, tintes, fungicidas y productos químicos para lograr el crecimiento en poco tiempo. Además, a cada salmón se le inyecta una cantidad exorbitante de antibióticos, hasta 5.000 veces más que en Noruega.
Las costas de Chile fueron devastadas por una cifra sin precedentes de la marea roja, se cree que es la peor crisis ambiental reciente del país. El fenómeno natural, caracterizado por un aumento excesivo de microalgas, provocó el varamiento de ballenas, calamares y sardinas. El salmón cultivado también se vio afectado y la industria sufrió enormes pérdidas: miles de toneladas de cadáveres se pudrían a partir del salmón en jaulas flotantes. En la gran isla de Chiloé, los recolectores de algas y crustáceos, los pescadores artesanales y las personas que trabajan en las plantas que procesan pescado silvestre están experimentando un desempleo masivo. Esta crisis social es un resultado directo de la catástrofe ambiental causada en gran parte por la industria del salmón, que tiene operaciones extensas en el área. El tutor informó que las altas temperaturas del océano ayudaron a desencadenar brotes de algas mortales que han matado hasta un 20% de la producción total de Chile, el segundo mayor exportador de salmón del mundo, Chile, donde murieron alrededor de 23 millones de peces y el impacto económico de la pérdida de producción ha aumentado. Los peces muertos podrían llenar fácilmente 14 piscinas olímpicas.