
Después de haber estado un poco alejado del terreno por distintas razones hemos retomado nuestros recorridos habituales. Junto a un proceso de estudio de nuevos objetivos comenzamos a proyectarnos para el presente año. Es por ello que creemos urgente poder catastrar el estado de nuestros ríos, sus secciones (o cuellos) más próximas a la costa y los diferentes "estados de salud" que presentan a la fecha los que varían por múltiples razones.
Hoy comenzamos una visita en nuestro entorno inmediato. Nuestra oficina se ubica en Curanipe y, coincidentemente, aquí confluyen dos Ríos: El Parrón y La Dama o Curanipe.
Es muy importante poder ver el grado de avance de las obras, a casi un año del cataclismo del 2010, y su congruente comprensión de la zona impactada siendo los cuellos de los ríos sectores profundamente violentados en su nivel estructural. Dependiendo de la zona y el nivel de su impacto comenzamos a estudiar su comportamiento y de qué manera se pueden enfrentar las problemáticas que aun persisten.
La época estival nos sirve de parámetro para medir objetivamente si los ríos presentan algún grado de contaminación o si ellos "trabajan" de manera óptima desde un punto de vista natural.
Junto a la adecuada fiscalización de las plantas de tratamiento de aguas servidas locales es importante poder apreciar si los ríos, sus cauces y sus lechos mantienen su normalidad y, de no ser así, de que manera podemos resolverlo.

Como primera pauta debemos estar claros que nuestros ríos deben recibir una mantención adecuada que les permita recibir su descarga (natural e intervenida) de buena forma y que su flujo natural recicle sin problemas.
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