Con respecto de lo que se señala en
el reportaje publicado en la edición del diario “La Tercera” del sábado 3 de
marzo del presente año, titulado “Los Mecenas de Patagonia sin Represas”
(páginas R 12 a R 14), queremos aclarar que:
La Fiscalía
del Medio Ambiente (Fima) es una ONG fundada el año 1999.
Desde sus inicios ha debido financiar su trabajo principalmente con el tiempo
que muchos abogados y estudiantes de derecho le entregan generosamente sin
percibir remuneración alguna, más los aportes de fundaciones extranjeras. Esto
último debido a que en Chile no está muy desarrollado el espíritu de
filantropía en estas materias. Por otra parte, las fundaciones que se indican
en su reportaje han colaborado con Fima en los distintos programas que
hemos realizado, desde mucho antes que existiera el proyecto
Hidroaysén. No obstante, si bien alguna de ellas nos han
apoyado en nuestro programa denominado “Defensa de las Aguas del Sur de Chile“,
hecho que nunca hemos negado y que lo hemos indicado públicamente en nuestra
página web (www.fima.cl),
no son efectivos los montos que se mencionan en dicho reportaje, los que además
de ser incorrectos, no consideran la labor de fiscal sponsor (esto
es, contralor pero no beneficiario de los recursos que se le entregan) que Fima
efectuó en algunas oportunidades, todo lo cual se encuentra debidamente
detallado en nuestros balances e informado a las autoridades
competentes. Adicionalmente, durante los años 2008 a 2010, los
aportes que hemos recibido de esas fundaciones han tenido como
destino programas distintos de aquellos relacionados con Hidroaysén,
además de la oposición a ese proyecto. En nuestra página web ya indicada, es
posible encontrar información sobre cada uno de esos programas que hemos
ejecutado o estamos ejecutando, los que van desde la publicación de una revista
de derecho ambiental (“Justicia Ambiental”), pasando por el
estudio de la afectación del abastecimiento de agua a distintas comunidades por
proyectos mineros en el norte de Chile, así como el ejercicio de acciones
legales contra otros proyectos ambientalmente nocivos, todo ello a
requerimiento de las personas directamente perjudicadas por ellos.
Para
finalizar, hay dos temas que se desearíamos resaltar. Primero, Fima no habría
tenido ningún inconveniente en responder las inquietudes que pudieron haberle
formulado los autores del reportaje en lo relativo a este tema, considerando
especialmente que se trata de un asunto delicado. Sin embargo, a diferencia de
otras ocasiones -en que han habido noticias ambientales destacadas-, nadie nos
contactó. En segundo lugar, en virtud de un elemental principio de equidad
periodística sería conveniente contrastar lo señalado en esa información
respecto de los supuestos dineros que las ONGs opositoras al proyecto
Hidroaysén han destinado a la defensa del patrimonio ambiental de todos los
chilenos, con los fondos que Hidroaysén, controlada mayoritariamente hoy por
ENDESA (una empresa de capitales italianos, por tanto también extranjera)
ha destinado a la publicidad de su proyecto exclusivamente económico y a la
defensa legal del mismo. Esto con el objeto de evitar que la comunidad nacional
se forme una opinión sesgada sobre este tema, sobre todo si se considera que lo
que está en juego es el patrimonio ambiental de todos los
chilenos, amenazado por una iniciativa de efectos irreversibles.
Francisco
Ferrada C.
DIRECTOR
EJECUTIVO DE FIMA.