Conocí a Paul Walker en momentos
en que muchos aun permanecían en shock por la extrema potencia del ocho punto ocho.
Me sorprendió la sencillez de su presencia, su carisma, y la profunda intención
de querer estar, proponer ayuda directa, organizadamente, por la firme
convicción de que es algo que se debe hacer por otros, personas de mi pueblo
por cierto, de manera inmediata. “Cuando se pone buena voluntad por ahí, es
increíble lo que se puede lograr” decía el fundador de ROWW (React Out Worldwide - ver video), organización independiente iniciada por él orientada a establecer
ayuda directa inmediata en países y ciudades afectados por catástrofes como
terremotos, huracanes y/o tsunamis, ONG partner de Save The Waves Coalition con quien he tenido el honor de trabajar. Paul, paramédico y actor, además, era fanático
del mar, la naturaleza y el surf, por sus intereses ligados a la biología
marina.
Desde esta perspectiva, que Paul
Walker, sea homenajeado en el Maule Sur costero de Chile, específicamente, en Curanipe, en la comuna de Pelluhue al borde de la provincia de Ñuble (hoy nueva región, XVI), no debiera extrañarnos.
Todo lo contrario, por su disposición al encuentro y buscar el alivio de
chilenos en momentos trágicos y difíciles solo nos debiera emocionar.
Curanipe tiene una calle nueva y se llama Paul Walker, porque su
fama y figura no le impidió, todo lo contrario, estar en Haití días antes que
el nuestro en 2010 y tampoco en el último tiempo envuelto en el desastre de
Filipinas.
Existirán siempre los detractores,
pero desde mi óptica Walker se convierte en un símbolo de tantos que, de forma anónima, estuvieron con nosotros en horas muy
duras y difíciles. No fue el único y por eso, este gesto merecido a su persona,
trasciende; convirtiéndose, a su vez, en un agradecimiento a los que como él
estuvieron en el campo, en las trincheras dispuestos a la paz y al amor por
otros y otras, sin importar quien fuera, ni donde, ni cuándo. Solo queda
entregar los respetos ganados, compartir la tristeza por la trágica partida
guardando su memoria y mensaje.
Don Nelson Leal, Alcalde de
Pelluhue, brinda un homenaje sincero, regalando un nombre a una calle importante
de nuestro pequeño (y gran) pueblo, destacando el lado humano que, precisamente,
se transforma en un símbolo de esperanza, en un mensaje de confraternidad y
alegría en un mundo, muchas veces hóstil, de competencia desmedida, de individualismo. Se
propone su nombre, a la calle de ingreso a una Villa nueva llamada Fuerza
Curanipe que se construye, precisamente, para los damnificados del 27/F lo que le da aún más sentido simbolizando la reconstrucción en Curanipe y en nuestro país.
Su arribo surge de la amistad entre
aquellos que aman el planeta, al surf, la naturaleza, el mar. Estuvo aquí entregando
asistencia humanitaria en primera línea, con pasión y entrega, sin importar
fronteras, razas o culturas. Se hizo parte y atendió a mis compatriotas durante
días ganando respeto y admiración.
Lamentamos su paradójica y trágica partida. Él era uno de los buenos y eso da tristeza. A seguir caminando donde quiera que estés mi estimado
Walker.
Hasta Siempre y nuevamente... Gracias.
Rodrigo de la O
Director
Vigilante Costero, ONG