Arica, 8 de Junio del 2010.-
La Comisión del Medio Ambiente del CESCO y la Coordinadora Aymara de Defensa de los Recursos Naturales de Arica Parinacota queremos informar a la opinión pública nacional e internacional, lo siguiente:
Rechazamos las expresiones del Seremi de Minería Sr. Alfredo Arriagada con respecto a que las expresiones de los especialistas Sra. Sara Larrain y el Sr. Fernando Dougñac, son radicales y que no contribuyen en el hacer minería sino en el restringir la minería en esta región y también que la Minería pueda financiar estudios relacionados con la búsqueda de nuevas fuentes de agua o el desarrollo de nuevas tecnologías en el ámbito de los recursos hídricos y además de su posición institucional con respecto a la desafectación del Parque Nacional Lauca para explotación minera.
Estas expresiones del Seremi de Minería solo reflejan el grado de desconocimiento sobre el real impacto ambiental que causa la minería sobre los recursos hídricos y el pobre fundamento jurídico que posee la Seremia para justificar la desafectación en el Parque Nacional Lauca que es una Reserva de la Biosfera de la UNESCO, la cual se quiere utilizar para la explotación minera, desconociendo el marco de protección internacional que posee el Parque y además su opinión es de carácter sectaria y no refleja la mayoría de la ciudadanía de Arica Parinacota.
Con respecto a que la Minería financie estudios relacionados con los recursos hídricos nos parece un chiste de mal gusto debido a que la minería no puede ser juez y parte en el asunto, menos aun cuando el acaparamiento de los recursos hídricos en el norte de Chile lo detentan las empresas nacionales y transnacionales mineras. Sus palabras solo reflejan el aspecto de una política desarrollista y economicista, que una política ambiental, es decir, que envenenan el medio ambiente, desconociendo las realidades desastrosas en las cuencas hidrográficas de las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Copiapó.
Finalmente con respecto a los beneficios que conlleva el desarrollo minero, teniendo la experiencia de las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Copiapó en donde solo han traído más alcoholismo, comercio sexual, delincuencia, inseguridad ciudadana y el empeoramiento de la calidad de vida y en donde los que se benefician son unos pocos. Recordemos que en estas regiones las empresas mineras no generan valor agregado a los derivados del cobre, por lo tanto no generan mas empleo, el agua que consumen para la explotación minera es otorgada en forma gratuita y ha perpetuidad por el estado a través de la DGA (Dirección General de Aguas) y el royalty que pagan estas empresas al estado de chile son inferiores a las que se dan en Europa y otros países. En síntesis el desarrollo y ganancias solo se lo llevan las empresas mineras nacionales y transnacionales de capitales extranjeros, y el chorreo algunos pocos, fomentando la concentración de la riqueza en pocas personas. Un ejemplo de las consecuencias del desarrollo minero es el sitio F ubicado en la ciudad de Arica, contaminado con minerales tóxicos producto del proceso minero, el cual ha provocado sufrimientos a miles de personas y que hoy no tienen solución a su contaminación de una manera efectiva, dejando una deuda histórica para esas personas en la región.
También le recordamos al Sr. Seremi de Minería que lamentablemente tenemos una legislación ambiental débil y permisiva, que no resguarda y protege el medio ambiente, a su vez una participación ciudadana limitada y restringida e inclusive inexistente en algunas leyes sectoriales como el código de Minería. Agua, Geotermia, Ley Medio Ambiental, etc., y por si fuera poco el Código de Minería no contempla obligaciones a las empresas mineras con respectos a los pasivos ambientales que dejan una vez agotado el proceso de explotación, un ejemplo es el riesgo de contaminación que existe en Parinacota en el alto de Copaquilla, en el cual están depositados los relaves y minerales tóxicos de la planta de procesamiento de la mina Choquelimpe, que pueden afectar a la cuenca hidrográfica del Río San José que alimenta el valle de Azapa.
Manifestamos que la agricultura, el turismo y la ganadería no son compatibles con la minería, y que las opiniones vertidas por los especialistas son fundamentadas, por lo tanto apostamos a una Política de Estado en el ámbito del turismo de intereses especiales y desarrollar de manera sustentable nuestra región que posee cualidades únicas de biodiversidad, naturaleza, flora y fauna, patrimonio histórico y cultural.