Por Rodrigo de la O -
Hoy quisiera escribir desde la ignorancia absoluta, desde el precario entendimiento, desde la absurda resignación de no poder descubrir cuál
es el motivo, la razón de esa extraña realidad actual de la comuna de Pelluhue.
Mi primera duda nace desde el asombro, al observar como
resulta de lo más normal, super natural, en un cuarto año y último del período
alcaldicio, ir por nuestro quinto alcalde (incluso podrían ser más). Es curioso,
a lo menos, cuando se comenta el tema en las calles con los vecinos como muchos
mastican una rabia reprimida, contenida que imagino será tiempo de hacer notar,
pero que en muchos casos solo queda en eso y no se atreven, quizás por temores
arraigados, a expresarse (con todo derecho por lo demás). Otros, de manera (in)diferente,
lo resuelven de manera jocosa señalando que estaríamos prontos a romper records
y que “somos una comuna importante al tener tantos alcaldes”. Como que resulta
“chori”, “simpático”, “distinto”, “buena onda” y nos diera un cierto status
que, honestamente, no me hace feliz ni me hace gracia, no estoy de acuerdo y me
produce cierta indignación.
En fin, no me quiero arrancar con opiniones personales (es
difícil abstraerse) y “trataré” de seguir desde la trinchera de la “ignorancia”
tratando de entender el cuadro (abstracto) actual.
Siempre me pareció, de niño, que la zona, su gente poseen características
diferenciadoras inigualables y que en una comuna tan pequeña debiese ser el
motor para llegar a ser un potente polo de desarrollo turístico, agrario e
incluso pesquero de nuestra región convirtiendo la zona costera del Maule en un
destino turístico reconocido. La calidad de sus aguas, su progresivo aumento demográfico
y un medio ambiente, a pesar de las amenazas, aún estratégicamente bien sostenido son cualidades importantes
que destacan factores indiscutibles.
Haciendo un rápido análisis, desde una óptica ampliada, de la
situación que tiene desde hace varios años a la comuna costera de Pelluhue en
un letargo preocupante, sumado a un terremoto
de proporciones en febrero de 2010, sorprende como al día de hoy se suceden problemáticas
que enrarecen las posibilidades ciertas que esa zona y comuna pudiera tener.
Es por eso que aun me cuestiono y no logro entender que
pasa. Como que existe un Antes y un Después del 27/F. Hace cuatro años
(casi) una alcadesa era elegida en la comuna, pero al mismo
tiempo, era juzgada y sentenciada por cohecho e inhabilitada del cargo por
cinco años. Después, pasan meses con un alcalde subrogante y concejales peleándose la
alcaldía en una pugna sin sentido que debilita las propias
capacidades que cada uno pudiere tener en beneficio de su comuna. Después del 27/F con tribunales de por medio por abandono de deberes, etc. y meses de una votación eterna, se decide por el nuevo alcalde titular y que se confía será, al fin, el que
encauce el camino para ese municipio extraviado y que esperábamos pudiera hacer
reflotar la nave encontrando el rumbo. Sin embargo, la situación se enrarece y tras nuevas querellas se establece que el nuevo edil de la comuna también tiene faltas en su mandato y
es suspendido quedando a la deriva la comuna una vez más (al día de hoy aún se espera resultado de apelación pendiente).
¿Por que la fiscalización de los concejales no se realiza antes de que los problemas se materialicen previendo escenarios como el actual?, ¿Por que la ciudadanía no se hace parte en las decisiones o proyectos de manera vinculante y responsable?, ¿Por que el asistencialismo subyace como mecanismo de gestión en vez de entregar herramientas y capacidades de desarrollo personal?, ¿Por que existen personas a las cuales hay que pagarles para que asistan a un curso o capacitación?. Pregunto.
Y entre medio, caídas de puentes y sistemas de alarmas, bosque
patrimonial en franca destrucción, ríos con problemas, despidos de
funcionarios, rebajas de sueldos y becas escolares, nos dan señas de que algo
anda mal y que ya no se puede entender.
Hoy entramos en la recta final de una nueva
elección con nuestro quinto alcalde (s). Francamente, es una vergüenza ver como
se pierde el tiempo y ya llevamos largos años metidos en un lodazal que tiene a
la comuna costera de Pelluhue jugando a las "sillas musicales", peleándose el
sillón del alcalde y perjudicando el desarrollo local, con todo lo que ello
implica, cayendo en una ridiculez insolente hacia la comunidad, faltándoles el respeto (por una gestión irregular). El poder por
el poder lastima y desvirtúa los reales propósitos de aquellos que han querido
participar, entiendo, por mandato popular en representación de la ciudadanía enfrascándose
en rencillas que nos dejan en una situación actual lamentable.
Sorprendente, también resulta, que todo lo que aquí pasa es
silencioso, no hay cobertura de medios, no hay pronunciación de los concejales
actuales e información pública de los sucesos acontecidos y los políticos de
turno de la región tampoco se manifiestan ni asumen las responsabilidades que
ellos tienen por un municipio mediocre en lo que se refiere a la administración
partidista, ni tampoco los de la otra vereda, que debieran difundir el escandaloso
estado actual, brillan por su ausencia. Es muy extraña la violenta
incapacidad de asumir, exponer y resolver en consecuencia una situación
francamente insostenible. Como que se espera que llegue pronto la nueva
elección, que todo pase rapidito y pronto todo quede en el olvido. Total la memoria
es frágil. Triste.
Para terminar, no nos olvidemos de la gente que, con su
pasividad e indiferencia, deslinda la responsabilidad que nace desde ahí,
desde los que eligen o escogen a tal o cual, encogiéndose de hombros cuando el
agua llega al bote. El orgullo de nuestra tierra debe defenderse por las
personas que le habitan y cuando hay irregularidades debemos levantar la voz y exigir en derecho, y con mucho respeto, las explicaciones
necesarias en la búsqueda de una solución inmediata tal y como uno valora y
aplaude cuando las cosas se hacen bien.
(PS: A alguien, quizás, le molestará mi opinión y, que quede claro, jamás he caído en la descalificación personal, ni he ocultado mi identidad, sino que solo me he remitido a los hechos por todos conocidos que estimo, en libertad, poder debatir, criticar y exponer con altura de miras y con el afán de que las cosas puedan mejorar).
* Esto es una columna de opinión del autor y este se hace responsable públicamente de sus dichos.