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miércoles, 16 de diciembre de 2015

Estuvimos en Seminario de Acción Colectiva desde el Territorio - Talca

@vigilantecosta
Hace unos días, 12 y 13 de diciembre, se desarrolló un Seminario de Acción Colectiva en la Universidad Católica del Maule donde estuvimos presente como integrante de nuestro movimiento contra la Termoeléctrica Los Robles y como programa Vigilante Costero. Confluimos una serie de personas, movimientos, organizaciones y académicos en torno a la importancia y necesidad de un "involucramiento y participación ciudadana en los procesos de desarrollo desde la perspectiva del territorio".
El Seminario estuvo a cargo de Surmaule quienes se han enfocado en el concepto ACT: Acción Colectiva desde el Territorio innovando en la necesidad de crear acciones concretas desde la ciudadanía y actuar de manera coordinada en la defensa de la vocación natural existente desde la mirada regional o local.
Es relevante como procesos sociales comienzan a desarrollarse de manera natural a través de mesas territoriales dada la vital importancia que tiene la promoción permanente de procesos colectivos en donde siempre prime el desarrollo basado en economías de menor escala privilegiando productos y mano de obra local.
Los conflictos nuevamente son hilo conductor que nos comunica y nos une. El permanente temor y desconfianza nos hace estar alertas frente a proyectos de inversión que, como ha sucedido, impacten o dañen zonas frágiles por afanes mercantiles. En este seminario queda en evidencia la oportunidad de reunirnos y conocernos; pero también de cuestionarnos que tipo de sociedad queremos ser y cuales son los impactos o consecuencias que podemos soportar.
La descentralización nace y es posible de lograr cuando desde las regiones se establecen mecanismos de participación integrales en donde se focalizan los recursos en objetivos consensuados que define, ante todo, la visión local como factor transversal relevante y poder generar y recuperar espacios de incidencia desde la diversidad de nuestro territorio.

Seguiremos atentos a los acuerdos del Seminario y acciones para la integración de redes que potencien la participación activa de una ciudadanía informada.
Región de Ñuble (XVI)
En la oportunidad pudimos conocer más respecto de la nueva región de Ñuble que debutaría el año 2017 siendo la número XVI. La región de Ñuble se dividiría en 3 provincias: Del Itata, De Diguillín y De Punilla (nombre de ríos). Las capitales provinciales serían: Quirihue (Itata), Bulnes (Diguillin) y San Carlos (Punilla).

Cobquecura lucha contra las salmoneras y defiende a lobos marinos de santuario de la Naturaleza

8 proyectos acuícolas intentan instalarse en las costas de este balneario. Salmón y cojinova serían algunos de los peces que intentan cultivar la gran industria. La comunidad que basa su economía en gran parte gracias al turismo, se opone a la llegada de las salmoneras.
Fuente: Radio del Mar
Cobquecura/Región del Bio-Bio, 14 de diciembre de 2015. (Ecoceanos News)– Uno de los Santuarios de la Naturaleza más hermosos de la costa del Bio-Bio donde existe un islote que es sitio de apariamiento y maternidad de lobos marinos comenzó a estar amenazado por la inminente llegada de la industria salmonera.
Frente a esto, la comunidad en su conjunto comenzó una campaña para rechazar la imposición de a lo menos 8 proyectos acuícolas que iniciaron su tramite de presentación de Declaración de Impacto Ambiental ante las autoridades ambientales.
Cobquecura es un balneario clave de la región del Biobío, y se caracteriza por sus costas limpias, grandes oleajes para los amantes del surf a nivel mundial y por albergar a uno de los Santuarios de la Naturaleza más importantes de la zona, La Lobería, un lugar de maternidad para los lobos marinos. La economía de esta comuna además funciona en gran parte en base al turismo enfocados al avistamiento de avifauna y a una serie de otras actividades anexas al mar.
La primera acción de protesta contra las salmoneras se desarrollo este fin de semana en el contexto del Aniversario 137° de la comuna, ocasión en que el movimiento ciudadano Todos Somos Cobquecura, con el apoyo de la alcaldía y de la comunidad presente, realizaron la primera marcha en contra de la instalación de salmoneras y otros proyectos acuícolas, dirigidos por la empresa Inversiones Pelícanos S.A.
Según Fernanda Torres, representante del movimiento Todos Somos Cobquecura, "este es el primer paso de un gran movimiento que cobra fuerza involucrando a todos los ciudadanos que viven en Cobquecura, veraneantes y todos aquellos que aman esta comuna, por la defensa de un mar limpio y libre de contaminación”, expresó.
“Como organización ciudadana queremos decir que no cesaremos nuestros esfuerzos, y que gracias al apoyo desinteresado de profesionales expertos en el tema, unidos con los pescadores, recolectores de orilla, organizaciones comunitarias, autoridades y la comunidad en su totalidad, no vamos a parar hasta botar los ocho proyectos que quisieren instalar en nuestras costas, que tienen una extensión de 50 kilómetros. Tenemos todo a nuestro favor, tanto la normativa como la motivación de la comunidad, por eso decimos fuerte y claro NO al cultivo de salmones, ni a ningún cultivo industrial, no a Inversiones Pelícanos”, enfatizó la vocera de Todos Somos Cobquecura, la antropóloga Carolina Bustos.
En la actividad el alcalde junto a los concejales se comprometió a rechazar a la industria salmonera. El jefe comunal, Osvaldo Caro, afirmó que “las costas de Cobquecura permanecerán limpias, libre de contaminación y libre de salmones”, brindando un apoyo rotundo a la expresión ciudadana.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Los puntos clave del acuerdo del clima

Fuente: DW
En París se selló hoy un histórico acuerdo climático vinculante para hacer frente al calentamiento global, negociado por primera vez por casi todos los países del mundo. Detallamos algunos de sus principales aspectos.
META: El calentamiento global debe ser limitado a dos grados en comparación con la época preindustrial. Los estados firmantes del acuerdo deben intentar que el aumento máximo de la temperatura sea de 1,5 grados.
CÓMO CUMPLIRLA: Los países quieren que la emisión conjunta de gases de efecto invernadero quede en cero para la segunda mitad del siglo. Para ello, deberían emitir gases a un nivel que pueda ser compensado a través de mecanismos naturales o artificiales para absorber el carbono de la atmósfera. Para muchos científicos esto significa que para cumplir con el objetivo, para 2070 se deberían dejar de usar combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas. Las naciones deben mejorar sus objetivos cada cinco años. La primera vez que lo hagan será en 2020.
DINERO PARA PROTECCIÓN CLIMÁTICA: Entre 2020 y 2025 los países industrializados deberán ofrecer anualmente 100.000 millones de dólares en financiamiento para las naciones en desarrollo. Para los siguientes años deberá establecerse una meta más alta. Otros países son instados a participar "voluntariamente" en el financiamiento. Esto está dirigido especialmente para las naciones petroleras y los países emergentes.
PÉRDIDAS Y DAÑOS: Lospaíses firmantes reconocen la necesidad de ayudar las naciones más pobres en las pérdidas y daños que provoca el cambio climático, entre las que se cuentan sequías, inundaciones o temporales. Por ejemplo, podría conformarse un sistema de seguros contra daños para los países más pobres.
TRANSPARENCIA: Todos los países deben registrar y publicar las actividades que realizan para la protección del clima y los datos sobre la emisión de gases de efecto invernadero. Este punto es "flexible" para las naciones en desarrollo y las emergentes.
OBLIGATORIEDAD DEL ACUERDO: El acuerdo es legalmente vinculante, aunque no está prevista ninguna sanción si no se cumple con sus estipulaciones.

jueves, 10 de diciembre de 2015

COP 21: los DDHH en las discusiones sobre cambio climático

No es fácil entender la importancia que tiene un evento como la COP21, que se celebra por estos días en París. No es fácil, en primer lugar porque el conocimiento sobre el cambio climático, sus causas, consecuencias y maneras de enfrentarlo es a la vez inasible y escaso. Inasible por la gran la cantidad de estudios, expertos, opiniones, posiciones políticas y éticas que se discuten a nivel global. Escaso por la poca penetración que estas discusiones tienen en el público en general y en los medios tradicionales a pesar de la relevancia que los efectos del cambio climático tiene sobre la vida cotidiana de las personas. Cosas que van desde el precio de los alimentos hasta la frecuencia de los grandes desastres ambientales, se vinculan con el clima y, en ese sentido, con la ciencia, la política y la economía.
De este evento, donde más de 11.000 personas de todo el mundo se reúnen en torno al desafío de colaboración más urgente que ha enfrentado la humanidad, saldrá el texto que “gobernará” el cambio climático desde el año 2020 en adelante. El objetivo es mantener este fenómeno en niveles “menos peligrosos” para la humanidad, lo que hoy se espera, sea fijado en 1,5º de aumento de la temperatura de la tierra, en comparación al período pre-industrial.

Los desafíos, tanto dentro del texto mismo como una vez que éste haya sido acordado, son múltiples y complejos. Uno de los más relevantes, es el reconocimiento de los derechos humanos como uno de los principios básicos del Acuerdo de París, sobre los cuales construir las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. Esto tiene una relevancia fundamental para evitar que el peso de la mitigación, y especialmente el de la adaptación, no sea puesto nuevamente en los grupos más vulnerables, que son los que menos han hecho para llegar a esta situación y sin embargo son quienes se encuentran en mayor riesgo y por lo tanto, sufren mayormente con los impactos del cambio climático.

Por dar un ejemplo concreto, las personas que viven en tomas de distinto tipo en diversas ciudades del mundo, normalmente lo hacen porque no tienen recursos para solventar otro tipo de viviendas. Ellos han hecho muy poco para contribuir a la emisión de gases de efecto invernadero y sin embargo son los más golpeados por sus efectos. Poco tienen para defenderse frente a tormentas inusuales (como el norte de Chile), sequías prolongadas (como el centro de Chile), incendios forestales abonados por altas temperaturas y sequía (como hemos visto en Valparaíso y en el centro-sur de nuestro país) y otros fenómenos similares. La pregunta entonces es ¿cómo contribuir con políticas públicas que disminuyan el riesgo para estas poblaciones? A esa pregunta se le puede dar muchas respuesta, una de ellas podría ser erradicar violenta o forzadamente a los pobladores de los sectores de mayor riesgo; pero claramente esa alternativa no respetaría a esas personas en sus derechos más fundamentales y por lo tanto no parece aceptable.
Incluir los derechos humanos de manera expresa en el texto del acuerdo de París, permitiría entonces poner una barrera de defensa a las personas en situaciones más vulnerables, evitando situaciones como la descrita y “soluciones” que sólo acrecienten el problema para algunos.
Las negociaciones en este sentido han sido complejas. Una serie de países de todos los continentes han apoyado tanto de manera pública como privada que se haga este reconocimiento expreso, agregándose incluso menciones a los derechos indígenas y la consideración de cuestiones de género, a pesar de que estos dos temas en el último borrador sólo forman parte del preámbulo y ya no del articulado. El papel de Chile en esta área es aplaudible, pues ha sido uno de los países que se ha comprometido con la incorporación de los derechos humanos en el texto del acuerdo, siendo un activo impulsor de ello en las negociaciones.
¿Cuáles han sido las trabas a esta inclusión? Aparentemente hay dos grupos de países que son los que mayores problemas han puesto en este esfuerzo. Lo curioso es que ambos han seguido estrategias muy similares, que si bien aparecen como progresistas, claramente son lo contrario. La maniobra consiste en pedir que se haga un reconocimiento adicional a una categoría de derechos sobre los cuales hay menos consenso internacional y poner esa categoría como condicionante. La retórica es clara: “nosotros no sólo reconocemos los derechos humanos, sino que además queremos que se reconozcan derechos que van más allá”. Pero la consecuencia de esto es evidente: como la regla de aprobación del texto es el consenso, poner categorías aparentemente más inclusivas, pero que no son apoyadas por la mayoría, se vuelve autodestructivo, impidiendo que se reconozcan los derechos humanos en el tratado.
Los dos grupos de países que supuestamente han intentado esta estrategia, habrían sido los países árabes del golfo y los países latinoamericanos agrupados en ALBA (Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Cuba, entre otros). El primer grupo, intentando incorporar los “derechos de los pueblos ocupados” y el segundo intentando incorporar “los derechos de la madre tierra”, ambas cuestiones que si bien pueden ser adecuadas no tienen un reconocimiento internacional suficiente y por lo tanto, impuestas como condiciones, solo traban la incorporación de los derechos humanos en el acuerdo.
Una flexibilización de sus posturas es clave. El respeto por los derechos fundamentales, individuales y colectivos de las personas debe estar al centro de la discusión del cambio climático, pues son finalmente la razón de ser del esfuerzo de coordinación que las naciones están haciendo. Por lo mismo, es de esperar que los países en cuestión, especialmente los latinoamericanos, con quienes compartimos las raíces y los valores que sostienen los derechos humanos, cambien su postura y den finalmente el apoyo necesario para proteger a sus poblaciones.
Un mínimo ético de respeto con el prójimo, pone a los países en la necesidad de asegurar que ahora que se intenta salvar la situación, ello no se hará nuevamente a costa de las personas más vulnerables.