Fue en estos años que la conciencia ecológica se transformó en una consigna global, sumando a personas y gobiernos.
Aunque la contaminación ambiental ya es tema desde hace décadas, en ésta se instaló la urgencia de reducir la emisión de CO {-2}, uno de los gases responsables del efecto invernadero. Y este fenómeno asentó la idea de que la temperatura del planeta estaba aumentando, entre otras razones, por acción del hombre.
En 2005, y como primera iniciativa, algunos países firmaron el Protocolo de Kyoto, que determinó recortar emisiones de CO {-2} . Esto dividió a las naciones entre las que se adhirieron a la idea de reducirlo -como las europeas- y las que no querían mermar su economía por contaminar menos, como EE.UU.
En 2005, y como primera iniciativa, algunos países firmaron el Protocolo de Kyoto, que determinó recortar emisiones de CO {-2} . Esto dividió a las naciones entre las que se adhirieron a la idea de reducirlo -como las europeas- y las que no querían mermar su economía por contaminar menos, como EE.UU.
En 2007, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) entregó un informe, con datos recogidos en todo el mundo, respaldando que el hombre es el causante del calentamiento del planeta. Esto, junto con la salida al mundo de Al Gore y su documental "Una verdad incómoda", llevó al político estadounidense y al IPCC a ganar el Premio Nobel de la Paz.
La amenaza del cambio climático y su devastador efecto en la Tierra comenzó a globalizarse, al punto que todo el mundo estuvo pendiente de la cumbre que organizó las Naciones Unidas y que acaba de terminar en Copenhague. En ella se suponía que más países llegarían a un nuevo acuerdo de reducción de emisiones. Pese al cambio de posición de EE.UU. y la presión mundial, todo quedó en nada.
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