Por Rodrigo de la O - Waterkeeper Chile
Una pagina en blanco es lo que me sitúa en el limbo entre el
derecho a ser libre y el silencio. Algunos saldrán en defensa de los aspectos
virtuosos relacionados a la espontaneidad y el sonido, sin perjuicio, de que ya
sabemos que en ocasiones las palabras se las lleva el viento. En ese momento, es
cuando de pronto surge la necesidad de unir los conceptos del argumento, al que corazón
has puesto, e inscribirlo en aquella extinta pagina, y dar paso a una historia.
Recientemente estuve en el Congreso de Santiago en donde pude reunirme con amigos de distintas organizaciones junto a 3 senadores de la república y manifestar en conferencia de prensa que estamos disconformes en como se ha tratado el obsoleto código forestal (DL 701) y la necesidad de poder hacer una nueva ley que considere múltiples aspectos (Ver Nota). En una larga jornada también pude participar en una reunión de la Comisión Ciudadana Técnico Parlamentaria y en un Seminario sobre Reformas al Código de Aguas en la facultad de derecho de la Universidad de Chile.
En los últimos días he comenzando un proceso de análisis respecto
de nuestros ya casi 5 años de existencia como Programa Vigilante Costero Maule Itata. Hemos procurado seguir creciendo e incorporando nuevos desafíos y uno de
ellos es el poder llegar a ser una ONG autónoma, de raigambre local en donde
exista un vínculo de flujo de información constante para así poder evitar la disociación
que muchas veces de manera inevitable se produce en nuestras localidades (y
sociedad).
Ha sido una lucha titánica y apasionante en donde desde las perspectiva
autónoma, independiente, libre, hemos podido darnos cuenta de cómo nuestro país vive
momentos de cambio social intenso en donde comienzan a moverse piezas en el
tablero de nuestra historia como nación. Múltiples temas hemos debido abordar comprendiendo que las problemáticas van aparejadas a los tiempos actuales frente a
los cuales hay que reaccionar, muchas veces, de manera casi original.
Uno de nuestros emblemas ha sido una lucha visceral ante la invasión
de una mega empresa de carbón (Proyecto Termoeléctrica Los Robles, AES Gener.
Año 2007) donde, un tanto conmocionados ante la subterraneidad de la noticia, se
alcanzó a reaccionar con personas admirables que he tenido el honor de conocer siendo
uno de los primeros movimientos ciudadanos transversales a nivel país (www.losrobles-no.cl). No importo nada más que el poder organizarnos y dar cuenta de que aquí existe una realidad que se debe respetar. Siempre seguimos
atentos a las condiciones actuales del proyecto y en espera de una definición oficial
considerando que existen trámites pendientes. Esto nos permite seguir ganando tiempo y evitar la construcción. Siempre
se supo que sería una lucha de largo aliento en donde solo había que seguir y
ganar por cansancio resignados a la confrontación injusta en donde nuestro
capital era solo el sentimiento, la necesidad de multiplicar esfuerzos en la defensa
de los sueños, de la historia, de nuestra cultura, con orgullo y el derecho natural
manifiesto de querer seguir escribiéndola.
Como análisis general estaremos de acuerdo que en los últimos
años la evolución social ha dejado de ser un supuesto y ya se siente como una
realidad. Se necesita un puente de dialogo urgente entre el estado, nuestros políticos,
la política y la sociedad. No basta con ser maestros del modelo, se requiere
generosidad y compartir la inteligencia nutriendo las bases de nuestra sociedad
para que aporten de manera objetiva a un mejor desarrollo, a un mejor país.
Ya sabemos que existe un modelo económico difícil, fundado
en capítulos oscuros, deslegitimando a todas luces las reglas del juego limpio
y el honor. Ideologías confusas de colores difusos, donde no se observan
pensamiento claros y a veces resulta peor callar. A eso se suma la incapacidad
de algunos profesionales parlamentarios de cumplir sus propios dichos y que ellos mismos acordaron, en algunos casos, fuera ley. Esto, sin
duda, da paso a una urticaria social que se comienza a sentir, a palpar y la ciudadanía perpleja exige una política confiable que sea un interlocutor y no simplemente un emisor de normas y leyes, se quiere influir en las decisiones o por lo menos que se refleje una voluntad de apoyo real.
Como reflexión no creo que todos quisiéramos ser millonarios
y una vida de lujo pero habrá consenso cuando decimos que la vida merece y
existen las condiciones para que sea apreciable y lo mejor posible para todos.
La movilización ambiental abrió las calles y es ahí donde
muchos otros temas de importancia comenzaron a conversarse: educación,
trabajadores, salud, conflictos locales, aguas contaminadas, usurpación de
aguas, etc. Las redes sociales y la tecnología actual rompieron el molde, y ese
añejo status quo comenzó a resquebrajarse, convirtiéndose en brazo fuerte de comunicación
y aprendizaje.
En conclusión las condiciones actuales para una sociedad
mejor están dadas. Es responsabilidad de los electores votar las mejores
opciones y de todos poder aterrizar la política y dividir, o al menos diluir,
las esferas de poder que se han enquistado. Que no suene como que se quisiera romper la forma actual
de nuestra sociedad. No lo propondría porque lo andado no sabemos si podría ser
peor. Lo que sí sabemos es que puede mejorar y eso depende de una mejor disposición
de la política hacia sus ciudadanos y, de estos últimos, ser capaces de articularse. Es importante poder incorporar la
estrategia ciudadana permitiendo que sus experiencias enriquezcan el debate y
sus propuestas sean respetadas como una mirada local y la información sea entregada a todos.
Rodrigo de la O
Director Ejecutivo
Vigilante ONG
www.vigilantecostero.cl
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