Texto propuesto por Fernando Viveros Collyer
Inspirado en Rumián Lemuy, Comunidad Williche Kiyemtuain
y con la ayuda de Lore Prehn
¿Qué querrá decir “el agua es vital” para un mapuche antiguo o tradicional?
Hoy parece que todos entendemos por ello que estamos hechos de agua, que sin agua la sed, a la larga morimos –y que parecido le ocurre a casi todo ser viviente conocido-.
Parece que, aun sin quererlo, pensamos una relación instrumental con el agua, en una lógica inevitable de la necesidad. Debemos cuidar el agua para poder vivir… -aunque para muchos lo instrumental del agua va más allá: debemos cuidarla para aprovecharla, es un “recurso” económico como otros-.
Se trata de otra cosa, cuenta Rumián Lemuy.
En llegando no más a la orilla de un estero, pedir permiso para pasar. Una actitud de respeto preside el pedir permiso. En el agua del estero hay ante nosotros una especie de limitación.
Esa agua posee algo así como un espíritu muy concreto que la comunica conmigo; una cualidad donde nos conectamos, en cierto modo, como iguales. ¿Cómo se sabe esto?
Se sabe cuando yo puedo llegar al estero y solicitando su gracia beber el agua que corre. Esa agua está tan viva como yo, por eso la tomo con confianza. Por eso después de tomar agua el estero continúa vivo.
El estero no es un instrumento, un medio, una cosa que uso, porque en el estero también estoy yo. Si uso el agua y después el agua mata –porque queda contaminada-, quedamos separados, somos extraños. Estamos más solos en el mundo. El agua contaminada queda violenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario