#reporte @vigilantecosta
Terminando el año 2017, acudimos al llamado de amigos, colegas y compañeros, quienes comparten la urgente necesidad de romper el modelo actual, enfocado en utilidades privadas que se olvidan, muchas veces, del medio ambiente y salud de las personas. Creemos firmemente que sumando esfuerzos se puede hacer frente a las injusticias hoy permitidas en las, tristemente célebres, zonas de
sacrificio existentes en nuestro país.
Así ha pasado durante años en la Bahía de Quintero,
comuna de Puchuncaví, en la quinta región y, en Coronel, en el sur del Biobío, donde
miles de personas deben convivir a diario con el impacto y alta carga contaminante
que ocasionan empresas (públicas y privadas) que persisten en usar el carbón
mineral como combustible (entre otros fósiles) en la generación de energía eléctrica para sus
procesos industriales, indiferentes al paulatino, pero, firme cambio hacia
energías renovables no convencionales que, poco a poco, se van haciendo
competitivas desplazando al sucio carbón ante el avance y reconocimiento a nivel mundial de las consecuencias alarmantes de su uso.
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Depósito de Cenizas Bocamina. Enel. Coronel. Biobío |

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Cancha de Acopio de Cenizas Bocamina. Sector San Ramón. Coronel |

PRC
Según el Plan Regulador Comunal (PRC), actualizado en 2013, ya no se podrían construir y están prohibida este tipo de plantas de generación eléctrica que usan como materia prima para su combustión el carbón mineral dentro de la comuna de Coronel lo que, sin duda, marca un precedente al incorporar factores e indicadores ambientales en el texto marcando una línea de acción futura tendiente a erradicar definitivamente este tipo de industrias considerando que el carbón es, hoy por hoy, uno de los combustibles fósiles más tóxicos que existen.
En el PRC de Coronel, en su sección de medio ambiente, señala que "El medio ambiente tiene importancia para la población joven comunal, existe una valoración más presente en sus relatos, a diferencia de las generaciones más antiguas". A eso se suma que "Parte importante de las acciones llevadas a cabo relacionadas con el cuidado del medio ambiente, constituyen medidas reactivas a denuncias de particulares, más que a una política permanente".
Junto con mencionar, en el mismo texto, que la falta de coordinación y acciones individuales se tornan insuficientes y que hay ámbitos "abandonados"; en los últimos años, el municipio local "ha logrado impulsar, por primera vez, iniciativas ambientales en forma coordinada y transversal, tanto con la comunidad, con otras instituciones del estado y con empresas, labor que ha significado soportar dificultades culturales para promover el uso sostenido del territorio". Reconociendo que "los esfuerzos desplegados en el tema ambiental son recientes y deben abrirse camino en un cuadro de competitividad ambiental baja, lo que se expresa como una barrera importante para aspirar al desarrollo equilibrado. Esto se refleja en toda la contaminación industrial tanto en materia atmosférica como del borde costero, a su vez del deficiente tratamiento de residuos sólidos y saneamiento".
En otro párrafo, el PRC de la comuna costera del biobío, señala textual que "Al igual que en diferentes ciudades costeras del país, la decisión abordada por el Estado en optar por la quema de carbón para cubrir la creciente demanda de electricidad ha generado un fuerte rechazo y severos cuestionamientos, fundamentalmente en el ámbito profesional y en las comunidades locales, considerando que esta medida desconoce los tratados internacionales suscritos para la reducción de gases de invernadero y agravaría aún más la situación medioambiental y las condiciones de vida de las personas en sectores urbanos ya comprometidos.
Según el Plan Regulador Comunal (PRC), actualizado en 2013, ya no se podrían construir y están prohibida este tipo de plantas de generación eléctrica que usan como materia prima para su combustión el carbón mineral dentro de la comuna de Coronel lo que, sin duda, marca un precedente al incorporar factores e indicadores ambientales en el texto marcando una línea de acción futura tendiente a erradicar definitivamente este tipo de industrias considerando que el carbón es, hoy por hoy, uno de los combustibles fósiles más tóxicos que existen.
En el PRC de Coronel, en su sección de medio ambiente, señala que "El medio ambiente tiene importancia para la población joven comunal, existe una valoración más presente en sus relatos, a diferencia de las generaciones más antiguas". A eso se suma que "Parte importante de las acciones llevadas a cabo relacionadas con el cuidado del medio ambiente, constituyen medidas reactivas a denuncias de particulares, más que a una política permanente".
Junto con mencionar, en el mismo texto, que la falta de coordinación y acciones individuales se tornan insuficientes y que hay ámbitos "abandonados"; en los últimos años, el municipio local "ha logrado impulsar, por primera vez, iniciativas ambientales en forma coordinada y transversal, tanto con la comunidad, con otras instituciones del estado y con empresas, labor que ha significado soportar dificultades culturales para promover el uso sostenido del territorio". Reconociendo que "los esfuerzos desplegados en el tema ambiental son recientes y deben abrirse camino en un cuadro de competitividad ambiental baja, lo que se expresa como una barrera importante para aspirar al desarrollo equilibrado. Esto se refleja en toda la contaminación industrial tanto en materia atmosférica como del borde costero, a su vez del deficiente tratamiento de residuos sólidos y saneamiento".
En otro párrafo, el PRC de la comuna costera del biobío, señala textual que "Al igual que en diferentes ciudades costeras del país, la decisión abordada por el Estado en optar por la quema de carbón para cubrir la creciente demanda de electricidad ha generado un fuerte rechazo y severos cuestionamientos, fundamentalmente en el ámbito profesional y en las comunidades locales, considerando que esta medida desconoce los tratados internacionales suscritos para la reducción de gases de invernadero y agravaría aún más la situación medioambiental y las condiciones de vida de las personas en sectores urbanos ya comprometidos.
La localización de
proyectos de Megacentrales de Generación
de Energía a partir de la quema de carbón, se ubicaron dentro del radio
urbano de Coronel sólo por razones estratégicas y económicas, sin prever la
proximidad a la ciudad y los impactos potenciales a la población residente. Como consecuencia, las instalaciones técnicas de dichas Megacentrales Termoeléctricas se emplazaron en las inmediaciones de zonas residenciales consolidadas, al interior del radio urbano. Esto fue posible dada la inexistencia de leyes y políticas nacionales que regulen en Chile la localización de Centrales Energéticas en base a combustibles fósiles, agravado a nivel local por la
obsolescencia de los Planes Reguladores Comunales vigentes que posee la ciudad de Coronel, los mismos que aún continúan
vigentes a la fecha y que permiten la instalación de nuevas megacentrales
energéticas.
Otro elemento de relevancia en lo que respecta a la construcción de Megacentrales Termoeléctricas dentro de la comuna, tiene relación con
la localización de la Infraestructura de disposición de residuos industriales
sólidos asociado a las Centrales Termoeléctricas a carbón, denominados
“Vertederos de Cenizas”. En el caso de la Central Bocamina de
Endesa S.A., ésta
operó más de 40 años sin ningún tipo de tratamiento reductor de gases y de emisión de cenizas, arrojando sus partículas libremente a las poblaciones aledañas, causando en los habitantes deficiencias respiratorias, alergias, asma, hipertensión, enfermedades
oculares, así como también daños estructurales a las viviendas producto de la
acumulación de cenizas. Durante este tiempo, la disposición de este elemento se dispuso en pilas al descubierto en el borde costero de la Bahía de Coronel, el cual era
arrastrado constantemente a las poblaciones colindantes producto de la acción
del viento. A raíz de la presentación del proyecto Bocamina segunda unidad, los
organismos ambientales establecieron exigencias a la empresa, en la cual se decide la instalación de un filtro de mangas y el
traslado de los residuos (ceniza) hacia otro predio de propiedad de la misma
empresa, ubicado en el sector Cerro Millabú.
Sin embargo, la localización del botadero dentro del actual límite urbano, ha implicado que el transporte de dicho
elemento, desde su punto de origen hasta su destino final, sea trasladado de manera obligada por vías urbanas que atraviesan zonas residenciales, como es el caso del sector patrimonial de Puchoco-Schwager, sector que cuenta con declaratoria oficial de
Monumento Histórico desde el año 2010.
Teniendo en cuenta la débil Infraestructura Vial existente,
la localización de nuevos proyectos termoeléctricos en la zona urbana de Coronel implica el traslado obligado de sus residuos
industriales (cenizas) a los sitios de acopio a través del ingreso de camiones
a zonas residenciales consolidadas, sin contar la ciudad con una infraestructura vial necesaria
que permita esta operación a través de vías que generen un menor impacto a las áreas habitacionales. COLBÚN S.A. declara que en su escenario más desfavorable, el Complejo Termoeléctrico Santa María de
Coronel (700 MW) generará un total de 16 viajes por hora sólo por este concepto
(cada 4 minutos aprox.).
Por otra parte, referente al proceso de construcción de las
obras de los proyectos termoeléctricos localizados en Coronel, la ciudadanía ha
debido pagar altos costos sociales y económicos, ya sea por conceptos de daños estructurales visibles
a las viviendas (vibraciones de terreno),
saturación del tráfico vehicular o niveles importantes de ruido generados por las faenas mismas
de la obra,
considerando la magnitud
que implica la construcción de una Megacentral Energética a distancias muy próximas de áreas residenciales.
En el caso de Coronel, esto ha generado todo tipo de problemas para los habitantes, considerando además que la instalación de actividades productivas de alto impacto cercana a las viviendas genera
una devaluación considerable en la plusvalía de las propiedades y un deterioro posible de cuantificar en la calidad de vida de quienes las habitan. A partir de este escenario, se ha generado un conflicto
social muy delicado que ha debido asumir la comuna: estigma, segregación
social, alto nivel de conflicto, deterioro urbano, calidad de vida decreciente.(*Extracto pagina 173 PRC Coronel)