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miércoles, 8 de abril de 2020

Chile Sustentable propone incorporar cierre de termoeléctricas a Ley Marco de Cambio Climático

Sara Larraín durante webinar sobre reformas para avanzar hacia la carbono neutralidad.
  • En el encuentro virtual, organizado por el Observatorio Ley de Cambio Climático del (CR)2 y Centro de Derecho Ambiental, ambas instituciones de la Universidad de Chile.
  • Larraín puntualizó que incluso se podría incorporar en los artículos transitorios el número y cronograma del cierre o reconversión programado de las 27 centrales existentes hoy.

La directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, dijo este lunes que no hay que esperar una ley específica para asegurar el cierre gradual de las termoeléctricas a carbón, tecnologías cuyas emisiones agravan  el calentamiento global, sino que se puede incluir  aquello en la propia Ley Marco de Cambio Climático. La dirigenta ecologista hizo este planeamiento durante un webinar abierto en que ella junto al ex ministro de Medio Ambiente Marcelo Mena y el jefe de estudios del Consejo Minero, José Tomás Morel, comentaron el estudio “Identificación de reformas legales para alcanzar la meta decarbono neutralidad en Chile al 2050”.
El informe fue desarrollado por el Observatorio Ley de Cambio Climático, iniciativa del (CR)2 de la Universidad de Chile. El encuentro virtual, en tanto, fue organizado en conjunto con el Centro de Derecho Ambiental, también de la Universidad de Chile y la Comisión de Medio Ambiente del Senado.
Tú puedes incluir  en el texto (de la Ley Marco de Cambio Climático) un parafraseo donde diga que se terminará o se irá reduciendo gradualmente la generación mediante tecnologías en base a combustibles fósiles, empezando con el  más sucio, que es el carbón indicó Larraín durante su exposición. En su visión, incluso es posible incorporar en los artículos transitorios un cronograma del cierre o reconversión para las 17 centrales a carbón que aún no tienen fecha de clausura, en coherencia con el cronograma de las 10 plantas cuyo término ya fue comprometido por la industria (8 anunciadas en julio pasado y 2 durante la COP25 en Madrid en diciembre). 
Sobre las 17 centrales aún sin fecha de cierre la autoridad ha informado que deberían dejar de operar al año 2040, es decir en un horizonte de 20 años.  Dejarlo en la ley permitiría coherencia con la política climática del Estado para la carbono neutralidad al 2050, dejando así de estar sujeta a la voluntad de las empresas y los gobiernos de turno .
Actualmente la Ley de Cambio Climático se encuentra en tramitación en la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, en período de audiencias públicas y es clave incluir el cierre de carboneras en ese proceso. Si esperamos una reforma de la Ley Eléctrica puede ser demasiado tarde afirmó la dirigenta. Agregó que no afecta derechos constitucionales, como dicen algunos juristas, pues la Constitución reconoce, por un lado, la garantía de vivir en un medio ambiente libre de contaminación  y, por otro, la función social de la propiedad, que se refiere esto último a condiciones sociales y ambientales del emprendimiento
Explicó Larraín que otra acción relevante para reducir las emisiones de CO2, además de la corrección y el incremento del impuesto verde a las emisiones, es aprovechar ahora el proceso de actualización de la Norma de Emisión para Centrales Termoeléctricas (Decreto13), proceso que fuera ordenado en febrero de este año por la Contraloría. La idea es incluir en la norma una regulación de emisiones máximas de CO2, contaminante atmosférico que ya está gravado por el impuesto verde.  
Explicó que la actualización del Decreto 13 debe mejorar el estándar, al menos incorporando los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud para la emisión de material particulado, óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre, e idealmente alcanzar exigidos en la Unión Europea. Además, regular las emisiones de metales pesados como vanadio, plomo y mercurio, como estaba incluido en el expediente original (año 2010) de la norma de emisión para termoeléctricas .  
Esto implicaría el aumento en el costo de la generación a carbón y eso es tremendamente importante, pues el costo social de las emisiones de CO2 es de 32 dólares y no los 5 que consigna el impuesto verde. Ello ayudaría a develar los verdaderos costos sociales de esta tecnología y los co-beneficios en salud  si apuramos la transición energética. Esto es clave, para terminar con la zonas de sacrificioindicó Sara Larraín. De esta forma, al sincerarse cuanto cuesta la generación a carbón el Coordinador Eléctrico Nacional, luego de despachar centrales solares, eólicas e hidroeléctricas, que son las más económicas, podría autorizar para su ingreso al Sistema Eléctrico alternativas limpias como la solar con almacenamiento y  geotermia.  
A su turno, Marcelo Mena coincidió en la necesidad de incorporar el CO2 en la norma y los planes de descontaminación, sin embargo explicó que esto tiene dificultades al ser el calentamiento global un fenómeno que no se considera incide directamente en la salud a nivel local, por lo cual se requieren cambios normativos más profundos. Establecer cuáles son los valores de saturación es algo muy interesante. Pero con el marco regulatorio vigente, con un Tribunal Ambiental, un Tribunal Constitucional y una Contraloría, un plan de descontaminación o una zona saturada es vulnerable legalmente, y por tanto aunque se nos ocurrió hacerlo en su momento, sabíamos que esto podía terminar rápidamente fuera por estar regulando algo que quizás no es un contaminante directo que afecte la salud puntualizó.
Hallazgos del estudio
Durante el encuentro las investigadoras del CR(2) Pilar Moraga y Dominique Hervé expusieron los principales resultados del informe. Entre ellos que la mitigación debe ser entendida más allá de la acción humana (mitigación sectorial); la meta de carbono neutralidad requiere reformar diversos cuerpos legales y dictar nuevas normas; las reformas legales de cada cuerpo normativo identificado impactan diversos sectores productivos; las reformas dicen relación con las normas de diversa jerarquía normativa (constitucional, legal y administrativa); y son posible de agrupar en tipologías regulatorias (prohibiciones, incentivos).

martes, 18 de diciembre de 2018

Investigando la contaminación por carbón en Puchuncaví, Chile

Un estudio realizado por Waterkeeper Alliance y el Maule Itata Coastkeeper (Vigilante Costero Maule Itata, ONG) en el área cercana de la central de carbón AES Ventanas en Puchuncaví, Chile, encontró contaminación tóxica en dos pozos de agua potable. El informe completo en inglés se puede leer aquí. Una versión en español está disponible aquí.
Los grupos también estudiaron una playa cercana, donde el polvo de carbón se derrama cuando las grandes cintas transportadoras del carbón lo traslada desde los barcos y barcazas hasta la costa.
Las muestras de agua y una muestra de suelo de la playa se recolectaron a principios de este año (Mayoen siete ubicaciones y fueron analizadas por Pace Analytical Laboratories en los Estados Unidos. Pace Labs utilizó los Métodos 200.8 y 200.7 de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) para las muestras de agua y el Método 6020B de la EPA para la muestra de suelo.
Pace encontró superaciones en los criterios u objetivos de calidad del agua potable de la EPA para el aluminio, el arsénico y el plomo en los dos pozos de agua potable (Ventanas Bajo), que estaban ubicados en casas privadas. Pace también encontró cromo hexavalente en los pozos. Aunque los niveles de cromo hexavalente no excedieron los estándares de calidad del agua, su toxicidad en niveles bajos es una preocupación.
Los grupos también capacitaron a miembros de la comunidad para reunir muestras de suelo y agua para determinar si el carbón y las cenizas de carbón están contribuyendo con metales pesados ​​a las aguas superficiales, los pozos y las playas públicas. Para eliminar los impactos en curso, el gobierno de Chile debería acelerar su objetivo de política de cerrar las plantas de carbón en Chile lo más rápido posible.
Participantes - Playa Ventanas
Un grupo de la zona, denominada "zona de sacrificio" debido a la devastación ambiental generalizada, viajó a las Naciones Unidas en Ginebra la semana pasada para atraer más atención a los problemas en el área.

“Durante casi diez años, hemos trabajado en la zona costera desde el Maule al Itata y otras áreas de Chile, documentando e investigando los problemas de contaminación del agua, y en 2009 comenzamos nuestra primera conexión con el área de Quintero-Puchuncaví participando en un seminario con organizaciones de diferentes partes del país que han sido afectadas o amenazadas por la contaminación de las instalaciones de carbón industrial", dijo Rodrigo de la Guerrero, el Director Ejecutivo de Vigilante Costero, quien ayudó en la investigación.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Consumer Watchdog insta a las compañías de seguros estadounidenses a negarse a suscribir proyectos de carbón y combustibles fósiles

Fuente: World Coal

Consumer Watchdog, un grupo estadounidense de consumidores sin fines de lucro, ha anunciado que desafiará a las compañías de seguros de Estados Unidos a unirse a sus contrapartes europeas, al negarse a suscribir proyectos de carbón y combustibles fósiles.


"Con los huracanes golpeando la costa este y los incendios aterrorizando a Occidente, las compañías de seguros estadounidenses deben dejar de suscribir los proyectos de combustibles fósiles que están creando aguas oceánicas más cálidas; que están alimentando catástrofes cada vez mayores", dijo Jamie Court, presidente de Consumer Watchdog. "Las compañías de seguros no pueden afirmar que son víctimas del cambio climático, si también están asegurando a los perpetradores. Las compañías estadounidenses deben unirse a sus contrapartes europeas al negarse a suscribir carbón y combustibles fósiles".

AXA, una compañía de seguros francesa, ha sido pionera en el movimiento para eliminar todas las conexiones financieras con la industria de los combustibles fósiles y ha promovido una transición a la energía limpia. Munich Re, Swiss Re y Allianz también están a la vanguardia del movimiento.
El grupo dijo que estaba aportando su experiencia en regulación de seguros y mercados a la campaña Insure the Future, lanzada anoche en un panel en San Francisco. La campaña es una coalición de grupos ambientalistas y de consumidores comprometidos a impedir que las compañías de seguros estadounidenses suscriban el carbón y los combustibles fósiles.
Michael Mattoch, abogado y defensor de Consumer Watchdog, habló en el panel de San Francisco y señaló un reciente informe del Departamento de Seguros de California: Trial by Fire, preparado por UC Berkeley School of Law Center for Law, Energy & the Environment. El informe encontró que el cambio climático amenaza el funcionamiento básico de los mercados de seguros.

"Los eventos climáticos extremos causados ​​por el cambio climático son considerados como la principal preocupación mundial del Foro Económico Mundial, por delante de las armas de destrucción masiva", dijo Mattoch. "La industria de seguros es el canario en la mina de carbón. Tiene los datos tangibles y comprobables para emitir advertencias críticas e inatacables sobre los efectos del cambio climático, y debería ser la fuerza principal para moldear la capacidad de las sociedades de mitigar, adaptar y superar el impactos adversos del cambio climático".

Mattoch dijo que es importante subrayar que, si bien la industria es altamente vulnerable a las pérdidas derivadas de los eventos relacionados con el clima y las dislocaciones del mercado causadas por una economía cambiante, también está perfectamente situada para desempeñar un papel clave en el apoyo a respuestas innovadoras.

Mattoch dijo que si bien las prácticas de administración de activos de las compañías de seguros se han centrado en la suscripción tradicional, las estrategias de reducción del riesgo climático más innovadoras y exitosas de la aseguradora se centrarán en el lado financiero de las operaciones comerciales de una aseguradora.

La disponibilidad de seguros es parte de la capacidad de la sociedad para adaptarse al cambio climático, dijo Mattoch.
Entre los hallazgos importantes directamente del informe Berkeley:
  • Las aseguradoras que operan en California tienen aproximadamente US$ 528 mil millones en inversiones relacionadas con combustibles fósiles en diversos sectores y clases de activos. Los impactos adversos sobre el clima y los riesgos competitivos resultantes de las tecnologías de energía limpia en combinación con un entorno económico y regulatorio adverso pueden presentar incertidumbres financieras para estas inversiones.
  • Los actos de los responsables de la contaminación por gases de efecto invernadero conducen cada vez más a litigios que, a su vez, pueden involucrar a las aseguradoras. La importancia de esta última tendencia se ve reforzada por la creciente capacidad de atribuir probabilísticamente los eventos climáticos a la actividad humana (Marjanac y Patton 2018).
  • Los riesgos físicos del clima y las condiciones climáticas extremas para los clientes de seguros afectan el entorno construido, así como la salud. Más allá de estas consideraciones, existen riesgos de nivel de sistemas más complejos, como los que surgen cuando se interrumpen las redes eléctricas o las cadenas de suministro, lo que lleva a reclamaciones de seguros por interrupción de negocios. Las perturbaciones en los ecosistemas, como el colapso de la pesca o las abruptas reducciones en los rendimientos de los cultivos, pueden manifestarse rápidamente en los impactos socioeconómicos sistémicos.
  • Los cambios climáticos también precipitan una diversidad de riesgos de litigio, incluidos los reclamos por daños contra los productores de combustibles fósiles, otros intereses comerciales que se encuentran inadecuadamente preparados para evitar los impactos del cambio climático, o las propias aseguradoras sobre las obligaciones contractuales en disputa.
  • Las pérdidas globales totales y aseguradas por catástrofes relacionadas con el clima rompieron todos los récords de pérdidas totales y aseguradas en 2017: US$ 330 mil millones y US$ 136 mil millones, respectivamente (Munich Re).
  • Otras capas de riesgo que los expertos consideran incluso con menos frecuencia incluyen impactos de amplio alcance como el colapso del ecosistema, las enfermedades transmitidas por los alimentos que se correlacionan con temperaturas más altas o la enfermedad renal correlacionada con la deshidratación.
  • Existe una amplia gama de riesgos para la salud en paralelo con los riesgos de propiedad mejor conocidos. Estos riesgos van desde el estrés por calor extremo a una serie de preocupaciones cardio-respiratorias y enfermedades transmitidas por vectores, que en gran parte no han sido evaluadas y no atendidas por la comunidad de seguros. Las implicaciones se extienden a las interrupciones en la prestación de servicios de salud después de catástrofes.
  • Mientras que el litigio contra los emisores de contaminantes que contribuyen al cambio climático no ha tenido éxito, una reciente ola de desafíos en los tribunales de California basados ​​principalmente en reclamos por daños y perjuicios y los costos que los impactos del cambio climático están imponiendo en los municipios puede dar como resultado asentamientos.
  • Por el lado de los activos, la desinversión de carbón de las aseguradoras se ha combinado con un fuerte crecimiento de la inversión en tecnologías de energía limpia y otras estrategias de mitigación del cambio climático. Se han identificado más de 60 mil millones de dólares en tales inversiones a nivel mundial.

miércoles, 3 de enero de 2018

Coronel: industria, salud y medioambiente.

#reporte @vigilantecosta
Terminando el año 2017, acudimos al llamado de amigos, colegas y compañeros, quienes comparten la urgente necesidad de romper el modelo actual, enfocado en utilidades privadas que se olvidan, muchas veces, del medio ambiente y salud de las personas. Creemos firmemente que sumando esfuerzos se puede hacer frente a las injusticias hoy permitidas en las, tristemente célebres, zonas de sacrificio existentes en nuestro país. 
Así ha pasado durante años en la Bahía de Quintero, comuna de Puchuncaví, en la quinta región y, en Coronel, en el sur del Biobío, donde miles de personas deben convivir a diario con el impacto y alta carga contaminante que ocasionan empresas (públicas y privadas) que persisten en usar el carbón mineral como combustible (entre otros fósiles) en la generación de energía eléctrica para sus procesos industriales, indiferentes al paulatino, pero, firme cambio hacia energías renovables no convencionales que, poco a poco, se van haciendo competitivas desplazando al sucio carbón ante el avance y reconocimiento a nivel mundial de las consecuencias alarmantes de su uso.
Depósito de Cenizas Bocamina. Enel. Coronel. Biobío
Partimos temprano, llegando a Coronel alrededor de medio día. Lo primero que sorprende es la intensidad existente hoy en el borde costero cercano. Plagado de industrias, se observan de manera inevitable unos domos gigantes con una estructura metálica de gran envergadura sobre las pilas de carbón (alta inversión que debiera exigirse a todas) acopiado después de su desembarque a través de cintas de transporte dispuestas sobre el océano que van desde los barcos que lo transportan y depositan en los muelles de descarga. Siempre me he preguntado si se considera dentro de este tipo de proyectos la traza o huella completa desde la extracción del mineral, su transporte y combustión final.  
Cancha de Acopio de Cenizas Bocamina. Sector San Ramón. Coronel

Junto con hacer una toma de muestra en cursos cercanos para ver parámetros básicos de la composición de agua fuimos al sector cercano a la Termoeléctrica Bocamina del grupo Enel, pudimos observar el lugar de acopio de cenizas cercano a la planta ubicada en una quebrada y muy cerca de la misma planta (Bocamina). Impresiona lo cerca que se encuentran este tipo de industria de barrios donde viven miles de personas (menos de 400 metros). De hecho, un sector cercano ha debido ser "movido" o, lisa y llanamente, "erradicado" siendo una triste evidencia en sus cercanías una suerte de población "bombardeada" donde muchas casas han sido deshabitadas y destruidas. Otra dimensión de la industria es la peligrosidad que conlleva que, tanto las viviendas existentes en el sector del Esfuerzo, como también, el de La Colonia (producto de tomas de terrenos de larga data), no son sitios aptos para edificaciones debido a los túneles, galerías y pirquenes existentes y que, producto de la vibraciones de la planta Bocamina y tránsito de vehículos de alto tonelaje, han hundido el terreno en algunos lugares. Del terror ha de ser la horadación subterránea si se sabe que existen pirquenes que superan los 900 metros de profundidad, incluso, bajo el fondo marino. Un peligro permanente.
 
PRC
Según el Plan Regulador Comunal (PRC), actualizado en 2013, ya no se podrían construir y están prohibida este tipo de plantas de generación eléctrica que usan como materia prima para su combustión el carbón mineral dentro de la comuna de Coronel lo que, sin duda, marca un precedente al incorporar factores e indicadores ambientales en el texto marcando una línea de acción futura tendiente a erradicar definitivamente este tipo de industrias considerando que el carbón es, hoy por hoy, uno de los combustibles fósiles más tóxicos que existen.
En el PRC de Coronel, en su sección de medio ambiente, señala que "El medio ambiente tiene importancia para la población joven comunal, existe una valoración más presente en sus relatos, a diferencia de las generaciones más antiguas". A eso se suma que "Parte importante de las acciones llevadas a cabo relacionadas con el cuidado del medio ambiente, constituyen medidas reactivas a denuncias de particulares, más que a una política permanente".
Junto con mencionar, en el mismo texto, que la falta de coordinación y acciones individuales se tornan insuficientes y que hay ámbitos "abandonados"; en los últimos años, el municipio local "ha logrado impulsar, por primera vez, iniciativas ambientales en forma coordinada y transversal, tanto con la comunidad, con otras instituciones del estado y con empresas, labor que ha significado soportar dificultades culturales para promover el uso sostenido del territorio". Reconociendo que "los esfuerzos desplegados en el tema ambiental son recientes y deben abrirse camino en un cuadro de competitividad ambiental baja, lo que se expresa como una barrera importante para aspirar al desarrollo equilibrado. Esto se refleja en toda la contaminación industrial tanto en materia atmosférica como del borde costero, a su vez del deficiente tratamiento de residuos sólidos y saneamiento".
En otro párrafo, el PRC de la comuna costera del biobío, señala textual que "Al igual que en diferentes ciudades costeras del país, la decisión abordada por el Estado en optar por la quema de carbón para cubrir la creciente demanda de electricidad ha generado un fuerte rechazo y severos cuestionamientos, fundamentalmente en el ámbito profesional y en las  comunidades  locales, considerando que esta medida desconoce los tratados  internacionales  suscritos para la reducción de gases de invernadero y agravaría aún más la situación medioambiental y las condiciones de vida de las personas en sectores urbanos ya comprometidos.
La localización de proyectos de Megacentrales de Generación de Energía a partir de la quema de carbón, se ubicaron dentro del radio urbano de Coronel sólo por razones estratégicas y económicas, sin prever la proximidad a la ciudad y los impactos potenciales a la población residente. Como consecuencia, las instalaciones técnicas de dichas Megacentrales Termoeléctricas se emplazaron en las inmediaciones de zonas residenciales consolidadas, al interior del radio urbano. Esto fue posible dada la inexistencia de leyes y políticas nacionales que regulen en Chile la localización de Centrales Energéticas en base a combustibles fósiles, agravado a nivel local por la obsolescencia de los Planes Reguladores Comunales vigentes que posee la ciudad de Coronel, los mismos que aún continúan vigentes a la fecha y que permiten la instalación de nuevas megacentrales energéticas.
Otro elemento de relevancia en lo que respecta a la construcción de Megacentrales Termoeléctricas dentro de la comuna, tiene relación con la localización de la Infraestructura de disposición de residuos industriales sólidos asociado a las Centrales Termoeléctricas a carbón, denominados “Vertederos de Cenizas”. En el caso de la Central Bocamina  de  Endesa  S.A., ésta  operó más de 40 años sin  ningún  tipo de tratamiento reductor de gases y de emisión de cenizas, arrojando sus partículas libremente a las poblaciones aledañas, causando en los habitantes deficiencias respiratorias, alergias, asma, hipertensión, enfermedades oculares, así como también daños estructurales a las viviendas producto de la acumulación de cenizas. Durante este tiempo, la disposición de este elemento se  dispuso en pilas al descubierto en  el  borde costero de la Bahía de Coronel, el cual era arrastrado constantemente a las poblaciones colindantes producto de la acción del viento. A raíz de la presentación del proyecto Bocamina segunda unidad, los organismos ambientales establecieron exigencias a la empresa, en la cual se decide la instalación de un filtro de mangas y el traslado de los residuos (ceniza) hacia otro predio de propiedad de la misma empresa, ubicado en el sector Cerro Millabú.
Sin embargo, la localización del botadero dentro del actual límite urbano, ha implicado que el transporte de dicho elemento, desde su punto de origen hasta su destino final, sea trasladado de manera obligada por vías urbanas que atraviesan zonas residenciales, como es el caso del sector patrimonial de Puchoco-Schwager, sector que cuenta con declaratoria oficial de Monumento Histórico desde el año 2010.
Teniendo en cuenta la débil Infraestructura Vial existente, la localización de nuevos proyectos termoeléctricos en la zona urbana de Coronel implica el traslado  obligado de sus residuos industriales (cenizas) a los sitios de acopio a través del ingreso de camiones a zonas residenciales consolidadas, sin contar la ciudad con una infraestructura vial necesaria que permita esta operación a través de vías que generen un menor impacto a las áreas habitacionales. COLBÚN S.A. declara que en su escenario más desfavorable, el Complejo Termoeléctrico Santa María de Coronel (700 MW) generará un total de 16 viajes por hora sólo por este concepto (cada 4 minutos aprox.).
Por otra parte, referente al proceso de construcción de las obras de los proyectos termoeléctricos localizados en Coronel, la ciudadanía ha debido pagar altos costos sociales y económicos, ya sea por conceptos de daños estructurales  visibles  a  las  viviendas (vibraciones de terreno), saturación del tráfico vehicular o niveles importantes de ruido generados por las faenas mismas  de  la  obra,  considerando  la  magnitud  que  implica  la construcción de una Megacentral Energética a distancias muy próximas de áreas residenciales.
En el caso de Coronel, esto ha generado todo tipo de problemas para los habitantes, considerando además que la instalación de actividades productivas de alto impacto cercana a las viviendas genera una devaluación considerable en la plusvalía de las propiedades y un deterioro posible de cuantificar en la calidad de vida de quienes las habitan. A partir de este escenario, se ha generado un conflicto social muy delicado que ha debido asumir la comuna: estigma, segregación social, alto nivel de conflicto, deterioro urbano, calidad de vida decreciente.(*Extracto pagina 173 PRC Coronel)

viernes, 2 de octubre de 2015

Carta del presidente Robert F. Kennedy, Jr. | Héroes poco comunes luchando por nuestro hogar común

Robert F. Kennedy Jr.
Presidente Waterkeeper Alliance
 
Posted on  by Maia Raposo | Traducido por @vigilantecosta
Este artículo apareció originalmente en la revista Waterkeeper, Verano 2015, Volumen 11, Número 2.
¿Qué es lo que hacen y comparten las comunidades pobres e indígenas en las regiones mineras del carbón al noreste de Colombia, las comunidades afro-americanas y latinas en zonas rurales de Carolina del Norte y los habitantes de las aldeas de pescadores en la costa atlántica de Senegal?
Ellos son víctimas de racismo ambiental. Ellos son también, como se puede leer en este número de la revista Waterkeeper, están siendo ayudados en sus luchas por la justicia ambiental por Waterkeeper Alliance y organizaciones Waterkeeper locales.
No es ningún secreto que las industrias contaminantes y sitios de desechos industriales a menudo se encuentran en las comunidades que ofrecen la menor resistencia. Esta es una de las leyes de hierro de la vida, que la contaminación y las consecuencias ambientales más extremas gravitan en las comunidades con menor poder político y económico, que la peor contaminación afecta a los menos poderosos. Obligar a la gente sin mucha voz política o influencia económica a soportar la carga de la contaminación, las enfermedades y la miseria es, sin duda, una forma de racismo.
En los Estados Unidos, los costos de la contaminación están repartidos de manera desproporcionada en los afroamericanos, los latinos y los nativos norteamericanos. Son ellos los que se queden con demasiadas plantas eléctricas y refinerías de petróleo, estaciones de transferencia de residuos y desechos tóxicos y los vertederos de basura. Son ellos los que sufren mayor mortalidad infantil, peor salud y la esperanza de vida más corta, perdida de trabajo y recursos, y una calidad de vida muy disminuida.
Éstos son sólo algunos ejemplos:
  • Las personas de color son casi dos veces más propensos que otros a vivir en áreas con contaminación industrial peligrosa, según un estudio realizado en 2006. Cuanto menor es el ingreso promedio, mayor es el riesgo.
  • El Código postal más contaminado de California es el Este de Los Ángeles, una comunidad mayoritariamente latina.
  • Las tierras nativas americanas y lugares sagrados suelen ser los sitios de extensas operaciones mineras, y millones de toneladas de residuos de uranio radiactivo han sido arrojados en tierras Navajo, uno de cuyos resultados han sido tasas astronómicamente altas que el promedio nacional de cáncer de órganos sexuales entre los adolescentes Navajo.
  • Los trabajadores agrícolas latinos sufren más lesiones y enfermedades relacionadas con los productos químicos que cualquier otra fuerza de trabajo en el país, debido a la exposición a pesticidas. De acuerdo con estimaciones de la EPA, de 10.000 a 20.000 trabajadores agrícolas son envenenados cada año y sufren efectos a largo plazo que pueden resultar en cáncer, trastornos neurológicos, hormonales y problemas de salud reproductiva, incluida la infertilidad y defectos de nacimiento.
  • La contaminación relacionada con asma está matando a los afroamericanos en números sin precedentes - cinco veces la tasa de los blancos - y el vecindario predominantemente afroamericano de Harlem de Nueva York, tiene la mayor tasa de asma en los Estados Unidos. De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades, las tasas de asma para niños negros aumentaron 50 por ciento entre 2001 y 2009.
  • En Carolina del Norte, instalaciones porcinas industriales, conocidas como operaciones de alimentación de animales concentrados o CAFO, han sido desproporcionadamente ubicadas en comunidades afroamericanas y latinas, donde los residentes se ven obligados a soportar los olores, la calidad del agua seriamente degradada y la vergüenza asociada con la operación de instalaciones cerca de sus casas.
Los residentes de las comunidades minoritarias
en el este de Carolina del Norte deben usar
 máscaras al aire libre debido a los malos olores de las
instalaciones porcinas industriales que han
sido desproporcionadamente colocados allí.
Foto por Donn Young.
Pero, finalmente, la justicia puede estar en camino, gracias en gran parte a la labor de los Waterkeepers de Carolina del Norte y los miembros del personal de la Alianza Waterkeeper Rick Dove, Larry Baldwin y Gray Jernigan. A finales de 2014, la Alianza Waterkeeper presentó una queja ante la Oficina de Derechos Civiles de los EE.UU. de la EPA (Environmental Protection Agency) alegando que la débil regulación de la disposición final de los desechos de los cerdos por el Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Carolina del Norte discrimina a las comunidades de color en el este de Carolina del Norte. Como resultado, la EPA está llevando a cabo una amplia investigación de la industria de CAFO en esa región.
Sin embargo, los destructivos efectos del racismo ambiental no son exclusivos de los Estados Unidos. En todas partes del mundo, los pobres y los marginados están soportando las mayores cargas de contaminación, la destrucción del medio ambiente y el cambio climático. En muchos lugares donde viven las personas pobres e indígenas, el petróleo, carbón y otros minerales se extraen de tal manera que están devastando sus tierras y la destruyendo de sus culturas y medios de vida.
Ciertamente, este es el caso en el noreste de Colombia, donde las empresas multinacionales de carbón operan gigantescas minas a cielo abierto en los Departamentos de La Guajira y el Cesar. Las personas que han vivido allí durante décadas, en algunos casos siglos, son en su mayoría campesinos afro-colombianos e indígenas quienes han sobrevivido por la agricultura, la caza, la pesca y el trabajo diario. La Minería multinacional llegó a La Guajira, en la década de 1980 y al Cesar en los años 1990. Desde entonces, estas comunidades han tenido que soportar la contaminación y el envenenamiento de sus tierras y aguas, una profunda desorganización social y cultural, el desplazamiento forzado, y un régimen de terror impuesto por las fuerzas militares y paramilitares que ha impuesto el acoso, amenazas de muerte, asesinatos y masacres.
En La Guajira, la expansión de una sola mina, el Cerrejón, que es una de las mayores minas a cielo abierto del mundo, ha provocado el desplazamiento forzado de 17 aldeas.
Bocas de Ceniza Waterkeeper, Liliana Guerrero, lidera la lucha por los derechos de estas comunidades, trabajando para detener la destrucción que las empresas multinacionales del carbón han causado. Y ella lo está haciendo con gran riesgo personal, dado que Colombia ocupa el segundo lugar en el mundo en asesinatos de activistas ambientales.
Liliana Guerrero, Waterkeeper colombiana, izquierda,
y Donna Lisenby, gerente de carbón campaña mundial
de Waterkeeper Alliance, están trabajando juntos en
la defensa de las comunidades colombianas pobres e
indígenas cuyas tierras y agua están siendo envenenadas
por las empresas 
multinacionales de carbón .
"No niego mis temores", dice ella. "No quiero añadir mi nombre a la lista de los activistas ambientales en Colombia que han sido asesinados, pero aquellos de nosotros que trabajamos para proteger el medio ambiente y las víctimas de la minería del carbón y el transporte de carbón debemos aceptar los riesgos". En Senegal, una empresa multinacional planea construir una planta de energía a carbón cerca de la pequeña aldea de pescadores de Bargny en Hann Bay, al sur de la capital, Dakar. Mbacke Seck, quien encabeza Hann Baykeeper, la primera organización Waterkeeper en África, se ha organizado en oposición al proyecto.
Durante más de dos décadas, Mbacke ha sido un líder en la lucha contra la contaminación industrial en Hann Bay que tiene a los pescadores empobrecidos, ha enfermado a los aldeanos y ensuciado sus playas. Pero sólo en el último par de años, a través de su trabajo con el equipo internacional de la Alianza Waterkeeper, activistas del carbón liderados por Donna Lisenby, Mbacke ha aprendido cómo oponerse a la industria del carbón.
"En dos años" dice Donna: "Mbacke ha pasado de no tener la experiencia necesaria para abogar en contra de carbón a convertirse en un líder reconocido en Senegal que es experto en ganar la atención de los medios locales y en el uso de 'poder popular' en el movimiento para detener la construcción de centrales eléctricas de carbón".
Después de las protestas por la planta cerca de Bargny, los bancos de desarrollo en África y los Países Bajos detuvieron el financiamiento para el proyecto, mientras que la búsqueda de más información sobre el alcance de los impactos ambientales y sociales - impactos que la campaña en contra de la planta de carbón trajo a la luz.
"Gracias a la Alianza Waterkeeper", comenta Mbacke, "mi voz ahora cruza a través de mi país".
Estas historias ilustran vívidamente ese cambio sustancial que está saliendo de abajo hacia arriba en la lucha contra el racismo ambiental. Al exigir que las sociedades de todo el mundo puedan tomar decisiones más justas y racionales para sus ciudadanos menos poderosos, el movimiento de justicia ambiental, está instalando el movimiento ambiental más grande en la lucha por un mundo más justo.
Nadie ha articulado ese sentido con más fuerza que el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si '. "Un enfoque ecológico verdadero", Francisco escribe: "siempre se convierte en un enfoque social; que debe integrar las cuestiones de justicia en los debates sobre el medio ambiente, a fin de escuchar tanto el grito de la tierra y el clamor de los pobres".
Desde el título a la oración final, el desafío profético del Papa a los poderosos está profundamente arraigado en la espiritualidad de San Francisco de Asís, con su profunda reverencia por la creación de Dios y de los pobres y el sufrimiento del mundo.
Es una espiritualidad en la que mi propia vida está profundamente arraigada; mi padre y yo llevamos el nombre por San Francisco y él siempre ha sido un hito en mi vida y mi trabajo.
La suya es una manera de ver el mundo que parece perfectamente adecuada para este tiempo presente, en el que las cuestiones más apremiantes que enfrentamos son la pobreza y la desigualdad y la crisis ambiental planetaria.
Organizaciones Waterkeeper todo el mundo han sido y seguirán siendo apasionados defensores contra la erosión insidiosa de los principios democráticos que se producen cuando el bienestar de muchos es sacrificado por los intereses de unos pocos.
Sólo mediante el fomento y el aliento de un auténtico movimiento social que se refiere a la preservación del mundo natural como parte de la lucha más grande para, en palabras de Francisco, "nuestra casa común", vamos a resolver nuestra situación actual.
La Alianza Waterkeeper se enorgullece de ser un socio pleno en esa lucha.

martes, 28 de octubre de 2014

Misión Colombia: Las Paradojas de un Jardín del Mundo

@vigilantecosta
Durante dos intensas jornadas, los días 16 y 17 de octubre, se desarrolló en Colombia la primera Conferencia Internacional del Carbón  organizada por la Alianza Internacional de Guarda Aguas, (waterkeeper.org), junto a Boca de Cenizas Waterkeeper, miembro de la alianza, como perfecto anfitrión.

La Conferencia se realizó en el hotel El Prado, en la hermosa ciudad de Barranquilla, costa atlántica colombiana. Los Expositores presentaron distintas realidades ligadas al proceso productivo del carbón, con énfasis en la minería, desde la perspectiva local generando espacios para conocer opiniones o estrategias de representantes de organismos del estado colombiano y a miembros de la alianza internacional Waterkeeper que llegaron desde distintos sectores de los Estados Unidos. Donna Lisenby, Coordinadora de la Campaña Internacional WKA; Chris Wilke, Director Ejecutivo y Puget Waterkeeper Alliance; Pete Harrison, Abogado WKA; de Colombia, Liliana Guerrero, Abogada y Directora Ejecutiva de Bocas de Ceniza Waterkeeper y anfitriones desde la ciudad de Barranquilla; y Rodrigo de la O, Director Ejecutivo de Vigilante Costero ONG, Waterkeeper Chile y miembro de movimiento ciudadano que se ha opuesto a una Central a carbón en la costa chilena y el impacto de la minería en la patagonia.
La Alianza Waterkeeper organizo la primera conferencia internacional sobre el carbón para hacer notar el impacto del ciclo completo de este mineral en su proceso de exploración, explotación, extracción, transporte, embarque, combustión de emisiones y destinación de desechos finales, considerando variables e indicadores ambientales que comprendan tendencias actuales incluyendo factores de cambio climático como eje clave y la necesidad de comenzar procesos de investigación que así lo evidencien y que se orienten en mitigar sus impactos.

CONCEPTOS CLAVE
Algunos expositores plantearon, desde su mirada y de manera convergente, que "la actividad minera del carbón es unas de las más contaminantes que existe" (Luis Medina, Corpoguajira) y que se deben aplicar estrategias que permitan informar respecto de su impacto sociocultural después de 30 años de minería asociados a sistemas de extracción, explotación y contaminación en Colombia.
Otro tema que cruzo el debate es la desigualdad y pobreza en un país de grandes recursos. Colombia es  como un jardín del planeta y es necesario saber que, a pesar de su belleza impactante y naturaleza perfecta, esta enfrentando problemáticas de alta fragilidad respecto de tendencias de cambio de clima y falta de agua o acceso en algunos lugares (como la localidad de Albania cercana a Mina Cerrejón, en departamento de la Guiajira) donde no se aprecia el auge o desarrollo más que en el área de los acarreos de combustible y prostitución; a ello se suma la expansión de proyectos altamente invasivos, contaminantes y, como se ha mencionado, las consecuencias ligadas a la minería del carbón en la contaminación de aguas, salud y medio ambiente.
Es justo mencionar que la corrupción dominante no ha permitido que compromisos establecidos por las empresas sean concretados y fondos sociales no se perciben.
Colombia, es un país de impresionantes contrastes, combina la alegría y belleza multicultural de sus etnias, su música, sus comidas con el abrazador sol del Caribe. También, por sus postales de ensueño en una naturaleza sobrecogedora, con paisajes, sencillamente indescriptibles, donde se abre paso, desde su flora y fauna, la vida de manera arrolladora y natural siendo, en la teoría, a nosotros a quien nos corresponde desenvolvernos como parte de este ecosistema efervescente y en permanente movimiento. No al contrario, naturalmente.
La paradoja comienza cuando este maravilloso país termina siendo prisionero de si mismo, preso de su propia belleza y de sus recursos naturales. Junto a una clase política cuestionada y distante, la corrupción como herramienta de gestión y, donde además aun se mantienen consignas añejas donde aflora la violencia y el terror con una bizarra normalidad generando situaciones comprensibles de temor en una población cada vez más recluida y empobrecida aumentando la desigualdad.
Es importante que exista un esfuerzo de parte de las comunidades para que, organizadamente y dentro del marco de la ley, puedan exigir que todo tipo de proyecto considere sus opiniones y sean los residentes históricos los que tomen mandato en relación a la importancia de mantener la propia identidad y el entorno como patrimonio inmaterial para la defensa de nuestros recursos ancestrales, el idioma y su cultura encaminada en establecer una visión natural de desarrollo.

El libre mercado y la inversión de capital extranjero, como sucede en otros países de la región, permiten a Colombia dar la bienvenida a proyectos de exploración, explotación y traslado en la minería del carbón que ponen en riesgo un ecosistema de alta fragilidad en el cual ya se observa un impacto claro a nivel social, económico y ambiental asociado a más de tres décadas de este negocio. 
El reasentamiento de poblaciones aborígenes, la militarización de las calles y el contrabando de combustible pasan a ser meros detalles.

AGUA TOMABLE, PESCABLE Y NADABLE
PARA LAS FUTURAS GENERACIONES

jueves, 17 de octubre de 2013

Los Robles, renace??

Los 
Robles,
renace el monstruo? @vigilantecosta

Asumo hidalgamente haber participado de forma activa en la campaña de Michelle Bachelet antes de ser presidenta de Chile. Por ello, me dolió el orgullo cuando bajo su presidencia se aprobó en 2008, unánimemente, el proyecto de la central termoeléctrica Los Robles de AES y su filial Gener en la región del Maule.

Tenazmente, y con una manifestación admirable, potente, de movilización ciudadana; la organización espontanea y transversal expreso sin pausa, y de múltiples maneras, cuales son las externalidades asociadas a un proyecto tan complejo y fuera de contexto. Esto logro detenerlo, prolongarlo, aplazar su construcción, ganar tiempo en un conflicto que, desde siempre se ha sabido, se convierte en una lucha que se gana por cansancio entendiendo la desigualdad de proporciones entre intereses económico sociales involucrados.

Hoy, a un mes de las presidenciales, Bachelet surge como una candidata potente. Deambula en el alto de las encuestas de manera sonriente y casi silenciosa como dejándose llevar por la espuma de la empatía. Promete ser los ecos de una nueva mayoría y temo que sea el momento para que el carbón se utilice como una vía óptima para suplir las necesidades eléctricas del país justificando que proyectos como este se reactiven, otros se potencien, continuando la proyección de nuestra sucia matriz y manteniendo el status quo del mercado.

En síntesis, no creo votar esta vez por la doctora, paso. Simplemente, porque no conozco un programa elaborado que explique qué sucederá con los proyectos aprobados que han sido sometido a una serie de cuestionamientos sociales, políticos  ambientales y cuáles son los lineamientos estratégicos en materias eléctricas y energéticas, entre muchos otros grandes temas.

Es importante no dejar de lado el llamado constante a defender con coraje nuestra tierra y manifestar el derecho a desarrollar nuestra propia economía fundada en las bases históricas de nuestras distintos sectores, comunas, territorios, regiones, de manera sustentable, de acorde a situaciones regionales locales actuales sin olvidar indicadores y factores ambientales.

Si renace, este monstruo necesitará de la representación clara, informada, veraz de la ciudadanía y que, una vez más, esta pueda ser la voz que permita el derecho democrático de querer ser parte de su propio desarrollo y, por lo tanto, el rechazo a su materialización.

Estamos atentos…

jueves, 16 de septiembre de 2010

Entre la Espada y el Carbón (otra vuelta de tuerca)

Existe más de una razón para que el caso de Barrancones represente un antes y un después en la historia de las controversias político ambientales del país. Nunca antes un proyecto fue más desmenuzado, ni un prontuario más expuesto al escrutinio público. Por primera vez la atención fue general y la reacción que siguió fue masiva y ex ante. Esto por sí solo es un triunfo. Podríamos congratularnos por nuestras capacidades disuasivas, quedarnos tranquilos o forzar la excepcionalidad con que han tachado la medida. Sin embargo, con la misma elocuencia, el caso Barrancones puede terminar siendo un hito más dentro de nuestro caso de “subdesarrollo exitoso”.
Bastó un telefonazo para frenar un proyecto ya visado, lo sabemos. La celeridad de esa reacción amenaza con distorsionar los alcances y causas del acto mismo. Si olvidamos por un instante el resultado tras la decisión presidencial, veremos, una vez más, la arbitrariedad total que goza la figura presidencial. Piñera reveló lo que muchos saben: que las decisiones de inversiones medianamente grandes pasan por el Presidente; se discuten con los inversionistas y se zanjan antes que estas incurran en tanto gasto en un proyecto. Se puede rastrear esta costumbre en todos los gobiernos anteriores con casos tan grotescos como discretos. El que este haya resultado a la inversa no cambia en absoluto la naturaleza discrecional detrás de las inversiones “estratégicas”. La institucionalidad que evalúa este tipo de proyectos demostró ser una mascarada y la normativa a cumplir un mero tramite. Se destapó una gran farsa y de paso, se tendieron dudas sobre la nueva institucionalidad ambiental. El que el día anterior la ministra de Medio Ambiente se inmolara –traicionada por los nervios de sostener tanta mentira– señalando que la ley le impedía al Presidente vetar algún proyecto quedará como una anécdota, al igual que su renuncia, vetada también. Piñera, olfativo como nadie, no necesitó de una encuesta para percibir lo que podía costar a su figura comprometer una vez más su palabra. Se vio obligado a romper otra promesa, no otorgada al CEO de Suez Energy que estuvo vigilando un tiempo antes; es más probable que el compromiso Piñera lo haya tratado con Sarkozy (recordar que Suez es un gigante entre gigantes donde el gobierno francés tiene un 30%). Seguramente, embrujado por los aires parisinos, olvidó una promesilla hecha al fragor de una campaña, promesas verdes que a larga todos olvidan y a nadie le cobran. Ojalá que la reacción que propició la voltereta responda a un nuevo estado de alerta en la ciudadanía, y no tanto a la irritación particular gatillada por tantas promesas incumplidas.
Lamentablemente, el costo de esta arrancada de tarros puede ser más cara para las causas ambientales que haber frenado el proyecto por cauces más normales. Quid pro quo reza la demanda de los dueños de Chile: HidroAysén y Castilla se frotan las manos. Lo más penoso que puede resultar de todo esto es que Barrancones se convierta en el chivo expiatorio que finiquite cualquier manto de duda respecto del resto de los proyectos. Todo por el mentado tema de fondo que tanto interesa a periodistas y liberales. Cómo responder a la pregunta del millón que, en su simpleza desarma, al hippismo ambientalista: No a HidroAysén, sin termoeléctricas, menos energía nuclear, entonces ¿con qué caliento la sopa? Si bien es válida la pregunta, las premisas sobre las que se levanta son mañosas y los escenarios que plantea están llenos de falsedades. Es sorprenderte ver cómo la voz oficial de supuestos expertos es aquella expuesta por ex ministros o empresarios ligados hasta el tuétano con el marco vigente, mientras las razones y proyecciones de investigadores y académicos son anuladas por la corriente principal. Así se configura el mito. Se sobreestima la demanda eléctrica, se omite la relevancia que puede tener una política de eficiencia energética estricta con las mineras y la industria -principales consumidores eléctricos-, se afirma que las ERNC (energías renovables no convencionales) son irrelevantes y utópicas, que un cambio en las reglas del juego encarecerían las cuentas, que los costos para el país, etc. Insisten en que para hacer tortillas hay que romper huevos, cuando la cuestión real es a quiénes sacrificamos y por qué. La verdad es que hace mucho tiempo que estamos protegiendo ganancias ajenas.
Ese lado más oscuro de estas ilusiones compartidas y asumidas es que terminan negando la realidad al servicio de fines nefastos. Tal y como lo apuntara Derrick Jensen: “para que consigamos mantener nuestro modo de vida, debemos mentirnos los unos a los otros, y sobre todo a nosotros mismos (…). Las mentiras actúan como barreras ante la verdad. Las barreras son necesarias, ya que sin ellas muchas acciones deplorables se convertirían en imposibilidades”.
Para insistir en el trasfondo del asunto. A ratos parece que nuestro prospecto energético es ineludible y que las externalidades negativas “inherentes” al progreso surgen por generación espontánea. Cualquiera que tenga una noción sobre las necesidades energéticas del país sabe que nuestra matriz actual es la respuesta a una política configurada de antemano. La matriz que estamos construyendo y aquella que se proyecta inexorable y desconocida para la mayoría, ya fue pactada. El plan de obras, por más estratégico que sea para el país, lo deciden los privados. Ellos determinan dónde, cuándo, cómo y cuánto. En Chile no existe un plan estratégico para la energía, para los recursos, ni para el territorio. Un cambio profundo, donde las variables económicas no sean las únicas relevantes, donde los incentivos o subsidios se coloquen en las alternativas más limpias y armónicas con otras actividades y no al revés, es necesario. Ese día podríamos hablar de albores en el camino a la sustentabilidad. La solución es más fácil de lo que se quiere proyectar. Una nueva matriz depende más de la voluntad de plantearse intervenir un mercado abusivo y de nivelar hacia arriba las alternativas energéticas y tecnológicas, de rayar la cancha pensando en el futuro y no tanto en la rentabilidad mayor y más rápida. Eso depende de que el Estado decidida proyectar al país más allá del mito que lo consume; pasa por definir, por encauzar un tipo de desarrollo posible que se no sea esclavo de las circunstancias.
Las campañas del terror económico aparejadas a cualquier idea de cambio es el preludio del baile entre gobierno y empresarios; la promesa de un desarrollo común, de riqueza creciente y constante para todos y en todas partes. La verdad es que pocos países dan mayores regalías, se podría apretar mucho más y aún este país seguiría siendo un paraíso para los inversionistas. Sólo para dar un par de ejemplos: si Costa Rica (no Alemania) asumió que el 100% de sus requerimientos de energía eléctrica provendrá de ERNC para el año 2024; si Nueva Zelanda asumió el 90% para el 2025, y Portugal el 65% para ese mismo año, ¿es mucho pedir 40% o 50% de ERNC para al 2030 en Chile? ¿Por qué no se hace? ¿Son marcianas este tipo de preguntas? Si se les exigiera a las mineras e industrias intensivas en energía un 2% de eficiencia anual, cómo señala Miguel Márquez, no serían necesarias cuatro termoeléctricas a carbón del plan de obras. Si prestáramos atención al estudio realizado por Stephen Hall y Roberto Román, entre otros, que señala: “El país tiene en carpeta proyectos que superan con creces la demanda de los próximos 15 años, los que sumados a la contracción del consumo eléctrico, no sólo hace que HidroAysén sea innecesario, sino que se podría prescindir en al menos un 40% de las nuevas plantas de carbón”. Chile responde a los desafíos planteados por el calentamiento global planeando más de 10.000 MW en base a carbón, y con un gigante insensato y aberrante para el patrimonio natural de nueve regiones como es HidroAysén.
La verdad es que Chile eligió hace tiempo que la mejor energía es la más barata, aunque no sea para nadie más que para quienes lucran con ella. El carbón fue la respuesta a la escasez de gas argentino, HidroAysén a la volatilidad de precios de los combustibles fósiles. El que Chile proyecte el segundo mayor crecimiento de emisiones de CO2 del mundo es una cruz pesada, pero momentánea que nos exige nuestro “desarrollo” (sólo la termoeléctrica de Castilla representaría un incremento nacional de emisiones de CO2 de un 8%). Ni qué hablar de las posibles consecuencias aparejadas a la huella de carbono. Así, mientras oímos los lamentos a que nos sometió La Providencia y los buenos deseos anunciados tras esta breve crisis, ya está en las carpetas de los despachos de los soberanos que para el año 2030 vendrán a salvarnos cinco limpios y nuevos reactores nucleares. Lo anunció el ex ministro Tokman y ha sido repetido constantemente por los “expertos” creativos.
Otro hecho que no se puede obviar entre tanto sobresalto es aquel que revela el accionar inmoral y oportunista de quienes están detrás de estas inversiones. Me refiero a esa práctica avalada y legalizada por el Estado que permite comprar, a través de pagos o regalos miserables y a través de promesas falsas de trabajo y prosperidad, las voluntades de gente pobre y necesitada que termina pagando el costo del mentado crecimiento. Pasó en Mehuín, pasó en Chungungo, está pasando en Chanavayita (I Región). Al final terminamos viendo cómo esas comunidades, en muchos casos con la complicidad de autoridades, se quiebran. Hasta el día de hoy no me explico cómo esta práctica, que es delito en la administración pública, es avalada y potenciada como responsabilidad social empresarial (RSE).
Créanme que conozco cada caleta de la Primera Región y muchas otras de la Segunda a la Cuarta. Conozco, como pocos, la forma en que viven y sobreviven muchos de esos pescadores. Algunas de esas caletas están más organizadas y mantienen sus áreas de manejo, en tanto otras, la mayoría, sólo subsisten. No existe alcantarillado, la mayoría tiene luz a ratos por generadores a petróleo, muchas tienen serios problemas de drogas, y la gran mayoría no tienen escuelas o servicios básicos. El caso de caleta Chungungo y Punta de Choros no se puede comparar con el destino de otras caletas más pobres aún. Punta de Choros, con el amor que le tengo y con su biodiversidad insuperable, representa una excepción. Una demanda así de organizada que desemboca en movimiento es impensable para la gran mayoría de los proyectos termoeléctricos del norte y sur del país ¡estamos hablando de alrededor de 50 proyectos! La pobreza y abandono que padecen esas comunidades es responsabilidad del Estado, y su condición no puede servir de excusa para permitir ese chantaje que los condena a una muerte lenta. Basta recordar lo que pasó en Puchuncaví, donde no hay un poblador que no se arrepienta de haber creído tantas mentiras.
¿Por qué estas termoeléctricas son tan resistidas? ¿Por qué no buscar lugares menos perjudiciales con el ecosistema y menos reñidos con las comunidades? ¿Por qué no se han aplicado medidas de captura, abatimiento y refrigeración que reduzcan el daño? No se ha hecho para evitar que estos proyectos pierdan su rentabilidad extraordinaria. El carbón que necesitan requiere de un muelle, cualquier otra alternativa significaría mayores costos para nuestros esforzados inversionistas.
La linterna a Barrancones nos demostró que los informes técnicos solicitados a universidades pueden ser tijereteados al antojo. Las termoeléctricas a carbón se defienden que la pluma de aumento de temperatura es neutralizada y no abarca más que un área reducida, pero el agua que se devuelve no sólo es más caliente, sino que contiene elementos tóxicos (químicos antifouling que actúan como veneno para evitar la incrustación de larvas y moluscos). Si bien el mar parece inconmensurable, la cantidad de agua que succionan estas plantas es gigante -Castilla extrae y devuelve agua contaminada equivalente al volumen del Estadio Nacional cada 4 horas-, lo que reduce en forma constante y astronómica larvas y fitoplancton. Las consecuencias ecológicas de una termoeléctrica ubicada en zonas de alta riqueza marina son totales: la aniquilación del fito y zooplancoton merma toda la trama trófica; la bioacumulación de metales pesados a otros componentes de la biota se puede seguir hasta nosotros; la lenta lluvia de ácidos y cenizas puede abarcar, en las condiciones que moldean nuestras costas, mucho más de 20 km. Es por esto que con los mismos argumentos con que se vetó Barrancones, una central como la que pretende la CAP en Cruz Grande es impensable. Todos saben que uno de los principales recursos de estas caletas o áreas de manejo cercanas a las termos es el loco, lo que pocos saben es que la larva del loco dura como larva más de 3 meses antes de asentarse y comenzar su crecimiento. ¿Qué pueden significar 20 o 30 km de distancia para una larva que va de acá para allá durante 3 meses? Qué decir del daño acumulativo y local que irradia el humo, cargado con viejos conocidos como el CO2, SO2 y NOx liberado en concentraciones gigantescas, con criterios que ni siquiera consideran la dirección del viento (que en las costas de Chile corre casi invariablemente de sur a norte). Ese argumento tan simple y evidente, probado con sangre y ceniza en Tocopilla, todavía no decanta en las mentes de los money makers. No son sus pulmones, ni su cáncer, ni su vida la que se destruye.
Cifro mis esperanzas en esa hambre de conocimiento y atención que surgió a propósito de Barrancones, en la consecuencia en la acción y en el convencimiento de una nueva forma de ver el rol de cada uno en la configuración de la realidad, y en la responsabilidad que ello implica. Si lo que ocurrió aquel día de marcha fue un despertar, o una mera hazaña satisfecha en el placebo que no logre tomarse en serio a sí misma, lo dirá el tiempo. Espero que logre imponerse la paciencia y la profundidad que requiere una sociedad atenta y deliberante de su suerte. Temo que se disperse en el vapor insustancial de la anécdota, o que se pervierta en un rechazo sistémico, aislado y pueril. Desconozco si puede existir una convergencia sin liderazgos u orgánica, sin votos, tan dependiente de las veleidades de la red. No sé si la chispa que vi ese día, media confundida y recurriendo a gritos prestados, pero convencida y pacífica, pueda converger en más batallas. Lo ansío. De verdad ansío este sea el caso y que esa victoria no se transforme en una excepción.
Nesko Kuzmicic
Biólogo Marino