Fuente: http://radio.uchile.cl/2015/05/31/chile-trabaja-en-alianzas-regionales-para-reducir-efectos-del-cambio-climatico
El calentamiento global producido por los gases de
efecto invernadero parece no tener una línea de retorno, más todavía al
conocerse un informe científico que reveló que dichos contaminantes alcanzaron
un record histórico de 400 partes por millón en marzo. Distintos investigadores
sobre cambio climático señalaron que la mega sequía que vive el país se vincula
con este problema, y afirmaron que la pobreza es un factor determinante de
mayor riesgo de las personas ante los cambios del clima.
El tema del cambio climático ha venido cobrando una
importancia creciente desde que las naciones más desarrolladas del planeta
iniciaron un trabajo coordinado con la ONU para mitigar e ir reduciendo las
emisiones de los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2),
por la incidencia que tiene en el calentamiento global que afecta hoy al mundo.
Según un informe reciente elaborado por un grupo de
científicos, las concentraciones de CO2 alcanzaron un promedio
récord a nivel mundial de 400 partes por millón en marzo de este año.
En este contexto, Chile se ha involucrado
con la ratificación de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático en 1994 y el Protocolo de Kioto en 2002, que significa adquirir
el compromiso ante la comunidad internacional de hacer frente al problema.
El Jefe de la Oficina de Cambio Climático del
Ministerio de Medio Ambiente, Fernando Farías, indicó que nuestro
país pasó a formar parte de la Asociación Independiente de Países de
Latinoamérica y el Caribe (AILAC) que componen Perú,
Colombia, Panamá, Costa Rica y Guatemala.
El grupo busca establecer estrategias comunes para
reducir la emisión de gases contaminantes e implementar acciones que permitan
incorporar el concepto de adaptación frente a los impactos que genera este
problema medio ambiental que ya se vive en distintas partes del mundo, y que se
caracteriza por el alza de la temperatura.
En este sentido, el también doctor en Ciencias
Ambientales de la Universidad de Londres dijo que “las alianzas que se
están haciendo con países de la región también son un referente importante.
Chile es parte del grupo de países denominado AILAC, donde participa en
conjunto ante los procesos de negociación, para tener una visión de
bloque latinoamericano constructivo hacia un acuerdo internacional sobre el
calentamiento global”.
El ingeniero químico explicó que Chile
también juega un rol activo en el capítulo sobre cambio climático que contempla
la Alianza del Pacífico de la cual forma parte junto Perú, Colombia y México.
En este marco, el especialista sostuvo que Chile
tiene la potencialidad de crecer energéticamente a través de energías
renovables, donde un ejemplo claro es la energía solar, situándose
como líder a nivel latinoamericano en proyectos de energías renovables no
convencionales (ERNC), señalando que la tendencia del país debería
ser la de importar cada vez menos combustibles fósiles (petróleo) y aumentar la
producción de energía propia a través de energía limpia.
Respecto de este crucial tema para la humanidad
están trabajando connotados científicos nacionales, entre quienes se encuentran
las investigadoras de nuestra universidad: Pilar Moraga del
Centro de Derecho Ambiental de la Facultad de Derecho y Paulina Aldunce,
profesora del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales.
La profesora dirige la línea de investigación
Dimensiones Humanas del centro de excelencia que reúne a diferentes
disciplinas, tales como: derecho, economía y sociología, para trabajar en
conjunto sobre los problemas sociales ligados con el cambio del clima.
La docente indicó que una de las preguntas
transversales que se hizo el Centro tuvo que ver con el tema de la sequía y
de cómo el Estado chileno ha ido respondiendo a los problemas asociados con la
mega sequía, cuyos resultados se van a entregar en septiembre. “Sin
perjuicio de esto existen otras iniciativas, como por ejemplo la línea legal,
que está trabajando en un proyecto sobre legislación climática y sobre la
necesidad y viabilidad para Chile de tener una Ley de Cambio Climático”,
indicó.
La profesora de la Universidad de
Chile destacó la importancia de poder formular esta pregunta de
investigación, teniendo en cuenta de que hay otros países que ya han iniciado
este camino y señaló que no se trata de tener ley por tener ley, sino de
plantearse cuál es la necesidad real de que Chile tenga una ley y
examinar si una normativa de este tipo podría contribuir a una mejor respuesta
por parte de la comunidad y del Estado hacia el problema del cambio climático.
Pilar Moraga recordó
que la Convención de Cambio Climático de 1994 puso énfasis en la
estabilización y reducción de los gases de efecto invernadero y dijo que en esa
línea Chile ha puesto su mayor esfuerzo en la mitigación, aunque reconoció las
críticas por parte de amplios sectores a dicho énfasis en base a que el país
solo aporte el 0,3 por ciento de los contaminantes que se vierten a la
atmósfera, en comparación con el 44 por ciento que aporta Estados Unidos y
China juntos.
La profesora puntualizó que el país ha
firmado todos los tratados internacionales sobre esta materia, ha participado
activamente en las negociaciones internacionales, se ha dotado de una política
pública respecto del cambio climático de manera importante e indicó que el
paso que viene ahora es un mayor conocimiento sobre la vulnerabilidad y tomar
el fenómeno climático como una prioridad por delante de otros temas, y
afirmó que debería ubicarse en los primeros lugares de la lista de prioridades “porque
muchas de las otras prioridades depende de que se enfrenten bien los efectos
que están por venir”.
La docente Paulina Aldunce dijo que sobre el cambio
climático existe una relación directa de la población y los riesgos a los que
se exponen, señalando que se asocia con tres factores principales. La
amenaza del cambio del clima, la vulnerabilidad y la exposición, lo cual se
refiere a que las poblaciones están situadas en aquellos lugares donde puede
producirse un impacto específico por el clima, por ejemplo, los habitantes
emplazados cerca de una zona de inundación y afirmó que si no hay población
viviendo en esos lugares geográficos, se evitan las catástrofes que afectan a
las personas.
Dentro de las amenazas mencionó la lluvia
extrema o las olas de calor. Además, explicó que la vulnerabilidad de la
población está asociada con las diferentes características de las mismas.
Paulina Aldunde explicó que dentro de los
factores de vulnerabilidad, uno de los más determinantes es la pobreza de la
población. En este sentido, la investigadora de la Universidad de
Chile indicó que “aquellos sectores de la población con menos acceso a recursos
económicos, son aquellos que van a ocupar ciertos territorios de mayor riesgo.
Las familias que tienen mayores recursos económicos pueden acceder a lugares
más seguros, pero quienes no tienen la capacidad de comprar un terreno para
poder vivir hacen apropiación ilegal de ciertos terrenos y la mayoría de las
veces esos terrenos son vulnerables”.
La profesora señaló que
otro factor que hace muy vulnerable a Chile en esta materia es el bajo acceso a
la información que se tiene sobre cambio climático, y dijo que a pesar de que
hay información disponible sobre el tema no siempre está en los medios de
comunicación, señalando que cuando es posible tener acceso, muchas veces la
información se presenta de manera tan complicada que tiende a confundir a los lectores.
Paulina Aldunce afirmó
que la participación de la población es muy relevante respecto de la adaptación
al cambio climático, porque es en el nivel local donde se sufren los impactos
de este fenómeno. Por ejemplo, el agricultor situado en cierta zona geográfica,
la persona que vive cerca del cauce de un río, señalando que ellos son los
primeros receptores de los efectos, y quienes tienen el conocimiento local más
detallado de los cambios de su espacio vital, por lo cual dijo que las personas
son las llamadas a definir cómo adaptarse mejor al cambio climático mediante la
participación temprana en la elaboración de los planes de adaptación.
La profesora puntualizó
que el año pasado se aprobó el Plan de Adaptación Nacional (PAN) en conjunto
con la futura entrada en marcha de nueve planes sectoriales, indicando que ya
fueron aprobados el plan Silvoagropecuario y el de Biodiversidad, además, dijo
que el plan de Acuicultura y Pesca se encuentra en la etapa de consulta
pública.
La especialista indicó que ante la
realización de la COP 21 de diciembre próximo, se espera que Chile se
comprometa con una reducción del 20 por ciento de la emisión de contaminantes
desde aquí hasta el 2020 y con el reforzamiento de todo lo relacionado con la
adaptación.
Para la geógrafa de Fundación Terram,
Javiera Espinoza, no basta que desde el Gobierno se exija a las empresas que
cumplan ciertos estándares ambientales mediante el Sistema de Evaluación de
Impacto Ambiental (SEIA), dando casi por cerrado el tema del medio ambiente bajo
esas categorías.
La especialista afirmo que el cambio
climático es un tema transversal sobre lo que ocurre hoy en nuestro territorio
entendido como parte de lo que pasa en el planeta.
La profesional explicó que la ONG
inicio una mesa de cambio climático en la que participan quince organizaciones
ciudadanas, con el objetivo de examinar qué está haciendo el Gobierno y que es
lo que debería hacer en esta materia. Además de observar de cómo el país habla
de esto con el resto del mundo.
Javiera Espinoza recalcó que las
grandes emisiones de gases de efecto invernadero que tiene Chile provienen de
los sectores transportes y energía, en especial desde las plantas
termoeléctricas distribuidas a lo largo del territorio, donde el 60 por ciento
de la matriz eléctrica es térmica, y señaló que la nueva política del sector no
fomenta en grado importante limpiar la matriz, sino más bien un impulso hacia
la termoelectricidad, con la migración a gas.
Finalmente, la geógrafa aseveró que
se trata de un tema que llegó para quedarse, por lo cual es una condición del
planeta, donde la sociedad actual y futura tiene que aprender enfrentar,
señalando que es muy importante la educación sobre cambio climático entendida
como la relación del hombre con el territorio.
Chile y México son los dos países que
ya presentaron sus borradores de propuestas ante la Cumbre de las Partes o COP21, que se realizará en diciembre en Francia y se espera que para fines de
junio nuestro país tenga terminado el documento que llevará al foro
internacional.