Buscar este blog

sábado, 27 de febrero de 2016

Plantas Valdivia y Nueva Aldea de Celco arriesgan clausura por graves faltas ambientales


Por : Gabriela Pizarro en Actualidad y Entrevistas - Fuente: Ciper
Durante enero y febrero, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) formuló cargos a dos de las plantas de celulosa del Grupo Angelini. En Valdivia –la misma planta que gatilló la muerte de los cisnes– la investigación comenzó por la masiva muerte de peces y las lesiones en la piel que sufrieron bañistas del Río Cruces. En Nueva Aldea, los cargos suman una larga lista de derrames y emisiones tóxicas o pestilentes, denunciadas durante años por los vecinos. Celco deberá defenderse en dos frentes para evitar millonarias multas y sanciones que podrían llegar incluso al cierre de sus operaciones.
La tarde del 18 de enero de 2014, en la comuna de San José de la Mariquina, Región de Los Ríos, Héctor Pérez Farías observó con detención el cuerpo de José Emanuel, su hijo de 12 años. Numerosos granos de color rojo se extendían por la zona abdominal, lumbar y por las extremidades del niño, provocándole una picazón que lo llevó a pedir ayuda a sus padres.

Al preguntarle qué había hecho, dónde había estado, José Emanuel contó que por la mañana había ido a bañarse al Río Cruces junto a unos amigos. Lo hacía de forma habitual, pero ese día le llamó la atención la temperatura del agua, que estaba más alta de lo normal. Con el correr de las horas los padres de José Emanuel se enteraron a través de unos vecinos que ese día había aparecido una gran cantidad de peces muertos en el mismo sector.
José Emanuel se había bañado en las cercanías del Puente Rucaco, 800 metros río abajo del lugar donde descarga sus Residuos Industriales Líquidos (RILes) la Planta Valdivia de la empresa Celulosa Arauco y Constitución (Celco), del Grupo Angelini. La misma planta fue condenada en 2014 con $5.200 millones de multa por derramar residuos contaminantes en el Río Cruces, lo que derivó en la muerte de miles de cisnes de cuello negro.
La denuncia de Héctor Pérez por las lesiones que sufrió su hijo se sumó a las de otros vecinos y organizaciones como Acción por los Cisnes, lo que gatilló el inicio de una investigación de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA). Por esos mismos días, unos 400 kilómetros al norte, en la comuna de Ránquil, región del Biobío, se acumulaban las denuncias de los vecinos de otra de las plantas de Celco, Nueva Aldea. Desde 2013 acusaban derrames, malos olores y ruido excesivo, por lo que la SMA también abrió un expediente en su contra.
Los resultados de ambas investigaciones se dieron a conocer entre enero y febrero de este año, cuando la superintendencia formuló cargos contra las plantas Nueva Aldea y Valdivia. Por el tenor de las faltas –calificadas de graves y gravísimas, respectivamente- además de millonarias multas ambas plantas arriesgan perder su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), lo que las obligaría a dejar de funcionar. Sería otro duro golpe para este gigante forestal que en 2014 obtuvo utilidades por US$ 437 millones y desde la muerte de los cisnes es uno de los símbolos de la magnitud del daño ecológico que puede producir la industria de la celulosa.
Además de los cuestionamientos ambientales, el Grupo Angelini está actualmente en el ojo de dos investigaciones penales por el financiamiento irregular de la política. Celco, junto a Copec, Siemel, Cruz del Sur y Corpesca entregaron fondos a la pre-campaña electoral de Michelle Bachelet por fuera de las normas del Servel (ver reportaje: La mano derecha de Angelini que entregó los fondos para la pre-campaña de Bachelet). Además, Corpesca es la protagonista de una investigación en que se indagan los delitos de cohecho y fraude al fisco, por los pagos realizados a la ex diputada Marta Isasi (ver reportaje) y al senador Jaime Orpis (ver reportaje) en momentos en que se tramitaba la Ley de Pesca
PLANTA VALDIVIA OTRA VEZ BAJO LA MIRA
A raíz de los daños que sufrió el pequeño José Emanuel, el 12 de febrero de 2014 su padre interpuso una querella por lesiones menos graves contra Celco en la Fiscalía Local de Mariquina, a la que se sumaron dos adultos y un niño que también sufrieron las consecuencias de bañarse en el río (ver querella).
Un año después, la Superintendencia de Medio Ambiente solicitó los antecedentes del caso en Fiscalía y en octubre de 2015 citó a declarar a siete trabajadores de la empresa, que ya habían prestado su testimonio ante el Ministerio Público.
La fiscal instructora de la SMA a cargo de las preguntas era Carolina Silva Santelices. Frente a ella, los trabajadores –junto a sus abogados– negaron reiteradamente recordar los hechos, hasta que la fiscal los enfrentó a las declaraciones que ellos mismos prestaron en la causa penal que lleva la Fiscalía Local de Mariquina.
Uno de los últimos en declarar fue Mauricio Ceverio Hidalgo, operador que estuvo a cargo de los residuos líquidos de la empresa un día antes de las lesiones de los bañistas y la aparición de los peces muertos, el 17 de enero de 2014.
Ese día un peligroso líquido, conocido en la industria de la celulosa como licor verde, llegó a la zona de tratamiento de efluentes de la planta. En este lugar, los trabajadores se encargan de recibir, controlar y tratar los residuos líquidos del proceso de producción y verterlos al Río Cruces una vez que estén dentro de los parámetros que exige la normativa chilena.
Este líquido de color verde es una solución corrosiva que al contacto con la piel puede causar quemaduras químicas o daños en los pulmones si se inhala. Los trabajadores que estuvieron a cargo del tratamiento de efluentes ese día reconocieron la presencia de licor verde en el flujo de RILes, pero las declaraciones se contradicen al momento de responder cómo procedieron.
El operador de efluentes Mauricio Ceverio aseguró ante la Fiscalía que cuando se percató de la presencia del líquido, le ordenó realizar una “inspección visual” y mediciones al volante de efluentes Juan Echeparreborde. Según Ceverio, los controles indicaron que los parámetros estaban dentro del rango exigido, por lo que no fue necesario derivar el flujo a la laguna de derrames, un sector donde es enviada el agua para tratarla cuando hay parámetros alterados.
Para terminar, el trabajador abrió el estanque TK 15.000, que contiene agua de río, para “aumentar el caudal” de los residuos y el resto del proceso siguió normalmente, enviando el flujo hacia el Río Cruces.
La declaración se contradice con la versión que entregó el aludido, Juan Echeparreborde. En su testimonio el trabajador reconoce la llegada del licor verde, pero asegura que no realizó ninguna medición, ya que no recibió ninguna instrucción al respecto (ver declaraciones).
Este hecho es la acusación más grave y lidera las 11 infracciones que detalló la SMA en la formulación de cargos que realizó el 8 de enero de este año contra la planta (ver documento).
Según la normativa que regula el funcionamiento de la planta, la empresa debió activar sus sistemas internos para controlar el derrame de licor verde e informar inmediatamente, en un máximo de 24 horas desde que ocurrió el accidente, a la autoridad ambiental, lo que habría podido mitigar el daño.
Ninguna de esas cosas ocurrió y la SMA catalogó ambas infracciones como “gravísimas”. Además de las acusaciones de dos adultos y dos niños de haber sufrido lesiones en la piel, entre los miles de peces que murieron ese día había dos especies en conservación, catalogadas como vulnerables desde 2008.
La empresa ya presentó sus descargos ante la SMA, alegando vicios formales en el procedimiento y negando cada una de las acusaciones. Respecto a la más grave, la empresa asegura que no debía reportar el derrame del licor verde porque no afectó al efluente, ya que se trató sólo de una contingencia operacional y se recuperó prácticamente la totalidad de la sustancia, cumpliéndose los límites de descarga permitidos.
Las infracciones detectadas por la SMA vuelven a poner sobre la mesa los daños ambientales que ha provocado Celco en Valdivia, luego de que en 2004 las descargas de la planta provocaran la muerte de miles de peces y cisnes de cuello negro en el humedal del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, ubicado en el Río Cruces.
Tras ese episodio, la RCA de esta planta fue modificada incluyendo nuevos requisitos. En la investigación actual, la SMA acusó que Celco todavía no cumple algunas de esas exigencias, como el programa de monitoreo ambiental, la construcción de una nueva bocatoma y una planta de osmosis inversa, además de la instalación de un sistema lavador de gases, entre otras medidas.
La SMA también consideró que la planta cometió infracciones al superar el límite de descargas de algunos parámetros, además de cuestionar la forma en que se realizan las muestras. Este punto es crítico para Celco, pues actualmente se encuentra enfrentada con el Ministerio de Medio Ambiente en el Tribunal Ambiental de Valdivia, intentando detener la nueva norma de la calidad del agua que rige sobre el Río Cruces. Según la empresa, con los nuevos parámetros es imposible que una planta opere en la zona (ver reportaje de CIPER: Celco vuelve a tribunales por planta Valdivia: intenta eliminar norma de calidad del agua).
Ahora, con las faltas graves y gravísimas de las que la acusa la SMA, la empresa arriesga la revocación de la RCA, la clausura o una multa de hasta 10.000 unidades tributarias anuales (UTA), unos $5.400 millones. El dictamen de la superintendencia debiera conocerse antes de seis meses, tras lo cual tanto la autoridad como la empresa pueden recurrir al Tribunal Ambiental.
EL OTRO FOCO CRÍTICO
Más al norte, Celco mantiene abierto otro foco de acusaciones graves por daños medioambientales. A 50 kms. de Chillán, en la comuna de Ránquil, provincia de Ñuble, se encuentra otra de sus plantas más importantes: el complejo Nueva Aldea, que produce más de 1 millón de toneladas de celulosa kraft al año.
En octubre de 2013, la oficina de la SMA en la Región del Biobío recibió numerosas denuncias de los habitantes del sector donde se encuentra emplazado el complejo por derrames en el ducto que transporta los residuos líquidos de la empresa hasta el mar. Los vecinos acusaron pestilencia, dolores de cabeza y animales enfermos por consumir el líquido, el que terminó cayendo en un estero del lugar, además de posibles filtraciones en tierras agrícolas y contaminación de napas subterráneas.
Funcionarios de la Seremi de Salud, de la Gobernación Marítima de Talcahuano y de la Capitanía de Puerto Lirquén realizaron inspecciones ambientales a raíz de las denuncias, con las que se pudo verificar dos derrames -el 9 de octubre y el 14 de noviembre de 2013- y fallas en los sistemas de alerta instalados en el ducto para reaccionar a tiempo frente a este tipo de emergencias.
En las mismas pericias se comprobó que la temperatura de los residuos líquidos depositados por la empresa en el mar superaba en más del doble a la temperatura que debe tener el efluente al entrar en contacto con el medio marino según la norma vigente. Además de otras infracciones a la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), como inexistencia de cerco vegetal que aísle el perímetro del depósito de residuos industriales no peligrosos y la deficiente construcción del ducto de descarga al mar, que es visible desde la playa a pesar de que la norma exige que no lo sea.
Con el paso de los meses las denuncias continuaron, esta vez por permanentes ruidos molestos en las inmediaciones de la empresa y malos olores en el sector de Quillón y Ñipas, donde los vecinos manifestaron dolores estomacales, dolor de cabeza, náuseas e irritación en ojos y nariz. Además se detectó contaminación atmosférica producto de la disposición no autorizada de cal.
La SMA recopiló e investigó las denuncias que se extendieron hasta 2015 y el 17 de febrero de este año formuló cargos contra Nueva Aldea, resumiendo en ocho puntos las graves falencias que descubrió en el funcionamiento de la planta (ver documento).
Además de los derrames, la empresa fue acusada de emitir en septiembre de 2015 una cantidad indeterminada de dióxido de cloro sin tratamiento, el que al contacto con el aire se transforma en cloro gaseoso, catalogado como gas tóxico según la normativa chilena.
Otra de las acusaciones apunta al origen de los malos olores denunciados por los vecinos. La SMA determinó que la emisión de gases pestilentes sin tratamiento -gases TRS- directamente a la atmósfera supera los límites impuestos por la norma, que permite estos “venteos” solo en situaciones de emergencia.
Para tener una idea, solo en enero de 2015 la empresa informó 85 venteos, alcanzando un promedio de 38 venteos mensuales entre enero y septiembre de ese año. La SMA calificó estas emisiones como condiciones operacionales que se reiteran numerosa y temporalmente y que van más allá de una situación de emergencia”.
Los hechos son catalogados como “graves” por la superintendencia, debido al daño que implican para la población aledaña, ubicada a menos de un kilómetro, y por el incumplimiento de las medidas que exige la RCA para minimizar y reparar estos problemas.
El proceso sancionatorio está recién comenzando, pero al igual que en Valdivia, podría implicar la revocación de la RCA, la clausura o la multa de hasta 5.000 unidades tributarias anuales, casi $2.700 millones. Celco tiene hasta el 2 de marzo para presentar un programa de cumplimiento y hasta el 9 de marzo para presentar sus descargos, para luego seguir el mismo camino que la investigación en Valdivia.

jueves, 25 de febrero de 2016

SEA recepciona miles de Observaciones a proyecto acuícola en Costa Biobio-Ñuble

@vigilantecosta
A las 23:59 horas del 24 de febrero, se cumplió el plazo para que personas naturales y/o jurídicas pudiesen presentar observaciones a proyecto fraccionado que, en esencia, es un solo gran proyecto cuyo titular, Inversiones Pelicano S. A., deberá responder durante los próximos meses.
Más de 3.000 observaciones fueron entregadas en sus oficinas y también a través de la plataforma web del Servicio de Evaluación Ambiental de la región del Biobio. Muchos participantes del movimiento ciudadano Todos Somos Cobquecura ayudaron a informar a la comunidad de cómo hacer sus observaciones trabajando intensamente para poder entregar el mayor número posible a través de distintas manifestaciones artístico ciudadanas, de recolección de firmas y campaña comunicacional expresando el total rechazo a cercos en el mar de Ñuble.

Corazón por Cobque
Es asombroso ver como la comunidad, de manera inesperada, se ve en la obligación de defenderse, de organizarse y, fuera de toda lógica cotidiana: estudiar, informarse en torno a proyectos de este tipo y sus consecuencias exigiendo, desde el corazón, claridad respecto de grandes inversiones de beneficio privado en su territorio, con una carga ambiental desproporcionada en una zona de flujos migratorios de peces; Santuario de la naturaleza y pesca artesanal; convirtiendo a la costa de Ñuble y Maule en uno de los escasos reductos que permanecen “saludables” a pesar de la descarga permanente de residuos contaminantes de industrias forestales, entre otras. Turismo, como eje de desarrollo, es la industria sin chimenea y sin desechos, que la zona reconoce como su vocación natural.
Añadir leyenda
Es indispensable que la unión de este movimiento (TSC) se mantenga; se consolide y crezca como símbolo brutal hoy de muchas comunidades en conflicto amenazadas por proyectos de distintos tipo (existentes, en etapa proyectual, públicos o privados). La minería en el norte y su avance amenazante a la zona centro sur, la contaminación de aguas, exceso de consumo en sus faenas y el triste escenario de ríos en peligro de extinción. Comunidades acorraladas por el despectivo sector energético que se empeña en represar ríos cuando en otros países han demolido miles de represas liberándolos. Tercos, continúan con la quema de carbón y su espantoso ciclo. Amenazados por la grandes pesqueras del país que se reparten el mar a pedazos como si fuera un pastel (pastel de vivos!), sumado al desastre ecológico de los fiordos y canales del sur. Como si eso fuera poco, ahora quieren cercar con jaulas el mar de Ñuble (como chancheras en el agua). Y no nos olvidemos del drama de las comunidades absorbidas o erradicadas por el modelo forestal con su escandaloso prontuario, mantención y prepotencia.
Es vital que cada día seamos más los que cansados y molestos del extractivismo podamos decir que necesitamos una nueva visión de vida, o de sociedad, donde se le de valor e importancia a la tradición, identidad y cultura local. Pero antes de todo, que se respete a las personas.
Seguiremos trabajando y siendo parte de Todos Somos Cobquecura. Entre todos vamos a lograr que no se instalen pesquerías en nuestra costa. No necesitamos su negocio y suciedad en nuestras aguas. Queremos aguas limpias y un océano de transito sin barreras o trampas para la fauna marina. 
Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para bloquear el ingreso de esta industria experimental en mar de Ñuble y costa centro sur de Chile.
Felicitaciones a TSC por su tremendo esfuerzo y trabajo por la defensa de nuestra zona costera siendo capaces de reaccionar efectivamente dándole ahora la responsabilidad al SEA de accionar en consecuencia y de que la empresa, de una vez, se digne a dar respuesta a la ciudadanía con el respeto que se merece a todas sus inquietudes, dudas y aprensiones ante la imposición de un modelo invasivo y contaminante que merma fuertemente la cualidades naturales de la zona.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Planta Nueva Aldea de Celulosa Arauco arriesga clausura tras investigación de la SMA

Centro Forestal Industrial Nueva Aldea - Ranquil
Fuente: Biobio
“El largo brazo de la ley llegó para hacer justicia”, aseguró el seremi de Medio Ambiente, tras la formulación de cargos a la Planta Nueva Aldea, de Celulosa Arauco, que incluso puede llegar a la clausura la empresa.
Los tres años de investigación de laSuperintendencia de Medio Ambiente, finalmente rindieron los frutos que esperaban los vecinos de la Celulosa, lo que podría derivar en la revocación de la resolución de calificación ambiental, suclausura, o una multa de hasta $2500 millones.
El seremi de Medio Ambiente, Richard Vargas, se mostró feliz por la decisión. Asimismo, recalcó que es necesario que la empresa haga modificaciones en sus procesos.
Sistema de descarga CFI Nueva Aldea - Cruce ducto Río Itata
VER NOTA: Derrame Ducto CFI NA - Boca Itata - 13 Noviembre 2013
Autoridades Mesa de Diálogo
En el documento de la Superintendencia se indica que en el año 2013 recibieron denuncias por filtración de líquido percolado emanado de la tubería que conduce riles de la planta al mar.
También se da cuenta de la emisión de gases de la producción de celulosa y la emanación no controlada a la atmósfera de dióxido de cloro gaseoso. De ahí, entonces, las denuncias de los vecinos, quienes daban cuenta de malos olores, picazón de ojos y nariz, dolores de cabeza y náuseas.
CFI Nueva Aldea Celco Arauco - Ranquil
Carmen Navarrete, presidenta de la Mesa Medioambiental de Ránquil, expresó su satisfacción, porque dijo que con la formulación de cargos se demostró que tenían razón. Pero, ¿la empresa realizará las modificaciones? Ella cree que es difícil.
Yohanna Vera, del sector La Concepción y una de las denunciantes, dijo que ahora tienen que seguir trabajando.
La Celulosa Arauco tiene 10 días hábiles para presentar un programa de cumplimiento y 15 días para entregar sus descargos. Y, como aún no les remiten la notificación formal, aseguraron que no se referirán a esta la Formulación de Cargos.


VER NOTA: JUEVES, 14 DE NOVIEMBRE DE 2013 Ducto Nueva Aldea presenta grave falla en Sector Boca Itata

sábado, 20 de febrero de 2016

COMUNIDADES OBLIGADAS A DEFENDER SU VISION DE DESARROLLO

Puntos Ñuble
@vigilantecosta #report
Hace un par de meses nos enteramos que se estaban solicitando concesiones marítimas para el desarrollo de cultivos acuícolas a mar abierto en región Biobio costa (Provincia de Ñuble). 
Inicialmente, se habían presentado 8 centros de cultivos a los que se sumaron tres, siendo once en total hasta hoy. Tres, desde Tomé a Coelemu, y los demás (8), desde Trehuaco a Cobquecura. Todos son correlativos y se encuentran en la misma zona marítima en la región del Biobío y, lo que se teme, es que sea la entrada a la zona centro sur del país de este tipo de industria (Regiones Octava y Séptima) a mar abierto de manera experimental.
Ponton

Básicamente, los cultivos propuestos, son similares uno de otro. Cada centro o plataforma flotante, contaría con 14 jaulas cada uno, un pontón (bodega o casa flotante de dos pisos) en una concesión marítima de cerca de 20 hectáreas de superficie donde se criarían salmones; cojinova del norte y macro algas (huiro). Todos estos centros son iguales, exceptuando uno que no tiene peces, cercano a la localidad de Cobquecura y la empresa titular es Inversiones Pelicano S. A.
Se han suscitado, a petición de distintas organizaciones locales, una serie de reuniones de participación ciudadana en Colmuyao, Buchupureo, Cobquecura (2 veces) y Taucu en las que participo el SEA y la empresa estuvo solo en dos ocasiones. Sorprendió que los enviados por el titular del proyecto (GeoGama) no dieran respuesta clara a las consultas y dudas de los  asistentes. Incluso, en una de las reuniones realizadas en el Liceo de Cobquecura, se retiraron del proceso de participación y consulta. 
Fue el SEA en las siguientes reuniones de Cobquecura y Taucu, el que hizo la presentación e intentó, desde su rol, responder las dudas de los asistentes, dando la sensación, tal vez sin quererlo, que el servicio público es el que le termina haciendo el trabajo a la empresa ausente y vecinos son los que van quedando relegados por la autoridad de la ley ya que no es obligación de la empresa participar de estos procesos, quedando todos aún con más interrogantes, sumando la molestia y falta de respeto hacia la comunidad al abandonar proceso. Justo en una etapa lógica y oportuna para entregar información a las comunidades locales; hacia quienes viven y se desarrollan por años en el lugar donde quieren ubicar e imponer su negocio.
Al enviar intermediarios, con profesionales que no estaban preparados, todo se convierte en una burla aparatosa del sistema. La temida desconfianza aflora ya que la ley siempre reúne beneficios directos para aquellos que manejan la información, los nexos y el capital suficiente para seguir amasando fortunas con recursos naturales en bienes nacionales. Las comunidades no existen para estas empresas donde prima el capital y utilidades en el corto plazo, jamás se detienen a pensar en el perjuicio que para los habitantes puede, eventualmente, generar una industria de este tipo en nuestras aguas, ó, cual es la propia visión local de desarrollo. Solo interesa las utilidades y el estado se rinde, olvidando las externalidades de la industria de las cuales nadie después se hace cargo y que asumen o absorben comunidades rumbo al sacrificio si la rentabilidad social (o particular) lo justifica. "Mal pelao el chancho", mi abuela decía. 
La industria del salmón en el sur se ha realizado en “aguas mansas” y ha sido un gran desastre por las consecuencias asociadas, contaminación del fondo marino, fugas masivas; muerte indiscriminada de lobos marinos en busca de su alimento dentro de su hábitat; enfermedades derivadas de desechos, pesticidas, fungicidas, etc. en canales y fiordos. Increíble impacto a beneficio de quién. Y, más encima, se quiere hacer en mar abierto en una zona de gran oleaje y marejadas por primera vez. Todo un experimento, en nuestro mar. En una zona de Santuario y flujo migratorio. Hasta donde queremos llegar, me cuestiono.
Se teme que contaminen, irremediablemente, el fondo marino a través de sus fecas, alimentación, vacunas y/o antibióticos (por ciclo de 21 meses, 30 toneladas de alimento no ingerido y 60 toneladas de fecas se van al fondo marino), afectando los caladeros históricos; la pesquería ancestral; a los pescadores algueros, recolectores de orilla, los deportes náuticos como la pesca de orilla, kayaks, el surf, entre otros; afectando directamente las cualidades turísticas  y la vocación natural de la zona. Un error, lo firmo.
La calidad o estilo de vida ya se ha impactado al sentir una nueva amenaza. Quién se hace cargo de eso. Vecinos han señalado que unas salmoneras a tan corta distancia de la costa podría, incluso, contaminar punteras históricas de toma de agua o predios agrícolas en zonas en donde se ubican humedales ya que, en crecidas o altas mareas, el mar se introduce en las cuencas sirviendo estas zonas húmedas de amortiguamiento natural; como también, de filtración y depuración del agua, la que se podría ver afectada en sus punteras o tomas. Al igual que los predios agrícolas.
PAC - Escuela Buchupureo
Otro tema que es relevante, para evidenciar que existe fraccionamiento y que es solo un proyecto el presentado, es que el titular hace las solicitudes de los permisos ambientalesprácticamente, de manera simultánea a través del Servicio de Evaluación Ambiental del Biobío. Esto, a priori, demuestra la intención de considerarlos como un todo. No obstante, al fraccionarse le permite evitar un Estudio de impacto Ambiental (EIA) y presenta 8, u 11, proyectos diferentes en vez de presentar un solo proyecto. 
Esta posibilidad que otorga la ley le permite a la empresa relativizar su impacto presentando Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) individuales por cada centro con el mínimo de información que la ley permite, en vez de un Estudio de Impacto ambiental (EIA) entendiendo (por sentido común, por la envergadura del proyecto; tener un mismo espacio físico para su operación, etc.) que es un solo proyecto dado que es inevitable que un centro no se interrelacione con los demás según datos o modelaciones señaladas en la DIA. Eso es solo uno de los aspectos que se ha observado en el proceso junto con muchas otras observaciones ciudadanas que se han podido realizar y que se podrán presentar hasta el 24 de febrero a traves del SEA.
RIO TAUCU - COBQUECURA
Desde nuestra parte hemos participado y apoyado la organización y movimiento ciudadano local Todos Somos Cobquecura. Es importante ayudar a amplificar el movimiento para difundir la problemática, unir a la ciudadanía y evitar la entrada de esta contaminante industria en la costa centro sur de nuestro país. Además, se reitera, que no existen experiencias de este tipo en costas chilenas y siempre se teme que empresa comience a dividir a la comunidad a través de juego sucio, compras de conciencias, promesas, etc. como ha ocurrido en conflictos que amenazan a nuestras comunidades.
Como miembros de la alianza Waterkeeper exigimos que se bajen las intenciones o solicitudes particulares de lucro con el mar de Ñuble. Rechazamos firmemente este tipo de producción en serie donde los peces son estresados por la presencia inevitable de fauna del sector, los lobos se enredan aumentando gravemente su mortandad. Las aves sufren atrapamiento y enmalle. Más aun en zonas cercanas a un Santuario de la Naturaleza y una Lobería mítica e ícono de la zona como destino turístico. Además de los lobos marinos, el sector es reconocido por avistamiento de distintas especies de ballenas en diversas épocas del año, entre otras especies endémicas como la tonina o delfín chileno. La zona amenazada es un corredor natural, flujo migratorio de libre transito de fauna marina y un proyecto de estas características afectaría los ciclos y procesos naturales que somos incapaces aún de comprender.
El beneficio para la zona es cercano a cero. Existirán de 10 a 12 trabajadores por centro y todo se desarrollará vía marítima, aumentando el tránsito y contaminación de agua por embarcaciones de distinto tonelaje hacia Talcahuano o más al sur.
Los impactos asociados a esta industria han sido catastróficos y se teme que los alcances en mar abierto sean incluso más difíciles de cuantificar o medir. Los antibióticos permitidos en Chile están miles de veces por sobre la norma permitida en países como Noruega (ver estudio Terram). A eso, se suma el impacto en el desarrollo económico local donde se desvirtúa la lógica de la preservación y crecimiento sustentable basado en el fortalecimiento del turismo de intereses especiales en donde, precisamente, el valor agregado son las cualidades paisajísticas, gastronómicas, de sustentabilidad, de aguas y aire limpio de la zona. Un patrimonio que debemos velar por preservar para mantener en el tiempo y una oportunidad para diseñar, construir y proyectar sociedades más justas y sostenibles en el tiempo. La lógica actual de mercado nos destruye esa idea otorgando al capital el derecho de imponer su modelo en cualquier lugar porque la ley se lo permite. Esto, además de injusto, nos invita a cuestionarnos muchas cosas y nos obliga a defendernos como simples ciudadanos ante una amenaza fuera de contexto, inesperada, jamás deseada, pero brutalmente real, en donde la autoridad; nuestra política y democracia se ven alejadas de la sensibilidad y mirada desde la comunidad. Esa incapacidad hiriente de muchos de los representantes de ponerse en el lugar del otro, alimenta la desconfianza centralizando aún más el poder. 
Estamos en desacuerdo con la entrada de este tipo de industria a la zona centro sur del país.

Necesitamos que se levante la voz ciudadana, se necesita de toda la ayuda posible para evitar esta aberración que quieren hacer con el mar de Ñuble. Debemos unirnos, para que no se se siga abusando y pasando a llevar a nuestras comunidades con una ley de pesca altamente cuestionada en el parlamento, gobierno, opinión pública y organizaciones no gubernamentales. Ley que incluso será revisada por la FAO para considerar si fue lícita su aprobación o, en su defecto, debiera anularse.
Exigimos rechazar tajantemente este tipo de proyectos altamente invasivos, contaminantes y que no se complementan con la vocación natural de desarrollo y buen vivir que la zona tiene, quiere y se merece. 
Por respeto a las tradiciones locales y los residentes históricosNo queremos cercos en el mar de Ñuble, ni jaulas flotantes, ni desechos de esta industria. Queremos comunidades fuertes y aguas limpias. Que los habitantes de nuestra zona y del mar puedan desarrollarse libremente en su hábitat o contexto y que la depredación no afecte el escaso litoral limpio o saludable que aún queda en el centro sur del país. Exigimos respeto y el derecho a decidir y defender nuestro futuro para que el desarrollo sea beneficioso para nuestras comunidades. No, lo inverso.
Basta de lucrar con nuestros bienes nacionales y contaminar nuestras aguas.
---