Fuente: AIDA-Americas
Más de la mitad de las granjas salmoneras que
operan en la Región de Magallanes están provocando falta de oxígeno en aguas
marinas que albergan especies únicas. Mediante una denuncia administrativa y
una petición ciudadana, organizaciones de la sociedad civil solicitan al
Gobierno chileno investigar y sancionar los daños, y hacer cumplir la
regulación existente.
Santiago de Chile. Organizaciones de la sociedad
civil presentaron hoy una denuncia ante la Superintendencia del Medio Ambiente
pidiendo que investigue los daños ocasionados por las granjas de salmón en la
Región de Magallanes, en la Patagonia sur del país, y que sancione a las
empresas responsables de dichos daños. Según información gubernamental, más de
la mitad de las granjas de salmón en el lugar reportaron estar operando en
condiciones anaeróbicas; es decir, han provocado falta de oxígeno en el
ambiente, una amenaza seria a la vida marina.
Las organizaciones lanzaron además una petición ciudadana en internet a fin de sumar apoyo para la
solicitud hecha a la Superintendencia.
“En Magallanes se han entregado concesiones de
salmonicultura sin que se haya llevado a cabo una evaluación detallada de los
impactos que la industria puede tener en la región”, explicó Florencia Ortúzar,
abogada de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).
“Los daños ya están ocurriendo: un informe de la Contraloría General de la
República evidenció que entre 2013 y 2015, más de la mitad de las granjas de
salmón en Magallanes operaban en condiciones anaeróbicas, lo que perjudica
gravemente la vida marina”.
Chile es el segundo productor mundial de salmón. La
industria, que por años se desarrolló en las costas ubicadas más al norte de
Magallanes, ahora ha ingresado a esa región, la más austral del país y que por
ser más virgen es también más vulnerable a las actividades humanas. Magallanes
posee el mayor número de áreas naturales protegidas del país y alberga a
especies protegidas como la ballena azul, el cachalote, el pingüino de
Magallanes, la foca elefante, la tortuga laúd, el delfín austral y el delfín
chileno, entre otras.
“Las empresas salmoneras del país han excedido el
número de peces que las aguas pueden soportar y las han llenado de los
antibióticos y químicos que se les suministra a los salmones”, dijo Francisco
Campos-Lopez, director de Real Chile. “Esos químicos, y las heces de los
propios animales, provocan la falta de oxígeno, poniendo en peligro la vida en
el mar”.
NOTA: Más información disponible en aida-americas.org/es/granjasdesalmon
Contactos de prensa:
Florencia Ortúzar, abogada de AIDA,
+56 9 7335 3135, fortuzar@aida-americas.org
Francisco Campos-López, director de Real
Chile, franco@campos-lopez.com
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