@vigilantecosta
Hace unos días atrás se contactó con nosotros, a traves de la internacional alianza Waterkeeper, un marino de nombre Carlos que habita dentro de un grupo de 26 pequeñas islas llamadas Butachauques, en una de las maravillosas islas del archipiélago de Chiloé.
Carlos ha navegado por más de 50 años por los mares del mundo y el motivo de su contacto es relacionado con la situación que le ha tocado vivir con las "fábricas" de salmón en los últimos años, señalando que "nuestro mar y casi todas las líneas costeras de estas islas están fuertemente invadidas con basura y material plástico. Todo proviene de las balsas industriales con millones de salmones. Después de las tormentas o vientos fuertes en invierno, la costa se convierte en un gran punto de basura".
Junto a su denuncia y llamado de atención, Carlos, denota tristeza frente a una situación que, incluso promoviendo y participando en actividades de limpieza en playas y costas junto a su comunidad, la cantidad de desechos y basura aumenta año tras año. Señalando que "tengo claro que la limpieza no es la solución. Necesitamos tomar acciones concretas y legales contra todas las fuentes de contaminación para detenerla para siempre".
Uno de los aspectos claros respecto de esta creciente y lamentable problemática en los mares del sur es la contaminación antropogénica que, a traves de imágenes satelitales (investigación U. de Chile), evidencia que el daño es, directamente, provocado por la actividad humana instalada y el negocio de la salmonicultura intensiva existente y que tiene a Chile como el segundo productor mundial de salmones. El estudio detectó cerca de 30 toneladas de basuras por medio de las imágenes satelitales.
Por nuestra parte, haremos lo posible para poder colaborar y ayudar a que este problema asociado a la industria del salmón se visibilice y exponga de manera franca y abierta. Como así tambien, todas las otras dimensiones (ver: Industria salmonera ¿Un nuevo agente corruptor de la pesca artesanal? (parte 1) y La
salmonicultura chilena es hija de la dictadura y de su proyecto (Parte 2)) de esta industria que, desesperadamente, busca la expansión a aguas que soporten su nefasto negocio dado que muchas concesiones del Archipiélago Patagonia se encuentran colapsadas y su mantención es inviable obligando a la industria a moverse hacia al sur y el norte evidenciando el gran impacto al ecosistema marino y su permanente estado de experimento en aguas nacionales.