Mataco: Reunión entre Comunidad y Arauco

@vigilantecosta
El miércoles 21 de diciembre, estuvimos en una nueva reunión con los vecinos del sector de Boca Itata, Puahun en la comuna de Trehuaco, donde se esperaba ver resultados o avances de la mesa de trabajo que se instauro hace ya más de tres años desde elcolapso, en Boca Itata, del ducto de descarga del complejo forestal industrial Nueva Aldea ubicado en la comuna de Ranquil, perteneciente a la empresa Arauco, que atraviesa también las comunas de Coelemu y Trehuaco hasta su zona de descarga submarina de los desechos de su planta en el mar de Boca Itata y Ñuble.

En la reunión, el Director del Programa de Monitoreo Marino Nueva Aldea (PROMNA), Doctor Marco Salamanca, insistió en la inocuidad de los desechos que se descargan al mar apelando al nivel de disolución existente en el cuerpo de agua y presentando un Monitoreo Ambiental financiado por la empresa al Centro de Ciencias Ambientales EULA-Chile de la Universidad de Concepción, reabriendo el debate sobre quienes debieran financiar este tipo de estudios para poder entregar mayor objetividad y transparencia al proceso.

Desde nuestra perspectiva, como organización independiente que ha ido registrando y observando el proceso, es de toda lógica poder establecer mecanismos institucionales de respaldo hacia las comunidades que, como en éste y muchos otros casos, se ven sobrepasadas por grandes inversiones o negocios extractivos que impactan de manera drástica la forma y calidad de vida local. En muchos casos,  de manera irreversible.

En la reunión destacó la incredulidad de algunos vecinos asistentes que se sienten temerosos de beber de sus punteras o tomas históricas de agua debido a que ya se les ha prohibido por riesgos a la salud. 
Lejos de dar tranquilidad respecto de los estudios o análisis realizados ellos exigen una solución de red de agua potable rural que les permita tener la seguridad de que pueden tomar y utilizar el agua sin problemas para sus actividades diarias. De hecho, este tema de establecer un sistema o red de agua potable para la zona ha sido uno de los compromisos de la empresa. La misma que hoy delega responsabilidad en los tiempos de la gestión pública los que también han incidido en que la mesa de diálogo o trabajo se haya diluido dado que, según representantes de la empresa en cuestión, no son los que deben convocar sino que deben hacerlos desde las entidades públicas.

Un punto importante en la reunión fue la intervención del concejal de la Municipalidad de Trehuaco Señor Eric Buhring quien reflejo y dejo de manifiesto la desconfianza de la audiencia presente señalando que desde un comienzo llegaron diciendo que "Celco no contamina nada y ahora ven los problemas que ha habido" y recalcó la importancia de avanzar en una mesa de diálogo o trabajo eficiente en la que hay que “Consolidar y reforzar la organización de la costa en una mesa tripartita compuesta por la autoridad municipal, la comunidad y, obviamente, también que podamos interactuar con Celco”. En su alocución y haciendo una analogía con la amenaza existente y obcecado intento de la industria pesquera de salmón de alta intensidad que busca establecerse y ampliar su modelo a zonas de mar abierto en Biobio y Ñuble (y Maule) en donde puedan seguir con su negocio dado el impacto que han tenido concesiones en el sur, el concejal Buhring señaló que “Nuevamente nos habían venido a vender la pomada (Pelicano S.A.), la misma pomada que le vendieron a los chilotes y resulta que ahí estaba la evidencia ahí mismo, con un borde costero podrido. Entonces nos vienen a vender la misma pomada acá. Hay una desconfianza que es normal y por eso es que nosotros les solicitamos que haya sinceridad en esta desconfianza que tenemos con Ustedes que nos traen una verdad que es la verdad de la empresa, pero aquí hay una comunidad deprimida”.
Por nuestra parte, esperamos coordinar para poder realizar muestras paralelas y en conjunto con los programas expuestos por parte de la empresa que permitan devolver la confianza necesaria que la comunidad, por respeto, merece y necesita entendiendo que, ante todo, existe un factor psicológico, además de los ambientales, que cambió para siempre. Un antes del ducto y un después del ducto. Por imposición y abuso. Por ello, son los propietarios del negocio y personeros responsables en la autorización o entrega de los permisos sectoriales para el funcionamiento de este tipo de industrias los que deben responder y hacerse cargo de sus consecuencias hacia el futuro.
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@vigilantecosta

El pasado sábado 13 de septiembre nuevamente nos reunimos con vecinos de los sectores de Mela, Boca Itata y Puahun en la comuna de Trehuaco. En esta oportunidad quisimos saber cómo han avanzado las tratativas con el municipio, servicios o entes del estado, a los que se suma la empresa celulosa Arauco responsable del derrame de desechos industriales del Complejo Forestal Industrial Nueva Aldea (Ranquil), en predios agrícolas del sector de Boca Itata, por una falla de su sistema de descarga en noviembre de 2013 sumándose a reiteradas anomalías que se han producido desde su funcionamiento.

Resulta muy motivador poder observar los procesos y ver como los vecinos, más allá de la ayuda, asistencia o asesoría que nosotros u otros podamos brindar, se agrupan, empoderan y, de manera estratégica y organizada, asumen su propia realidad planteando soluciones concretas con propuestas claras y objetivas.

Resulta incomprensible el desastre originado por una empresa de largo y negro historial, a los que se suman funcionarios del estado que terminan avalando proyectos de envergadura, incluso, cuando se previeron situaciones de riesgo que hoy, tristemente, ya no son suposiciones, sino que una triste realidad con la que tienen que vivir los residentes de los distintos sectores afectados. El impacto psicológico es muy fuerte y queda de manifiesto en los temores expresados por la comunidad.
Los vecinos han actuado de manera articulada, estratégica y siempre vinculando los sectores de Mela, Boca Itata y Puahun para darle mayor fuerza y peso a las lícitas exigencias que los vecinos merecen para mejorar su calidad de vida. Un vecino lo resumió en una sola frase: “Los 3 sectores estamos trabajando en beneficio de la comunidad”.
Es muy gráfica también una frase que le oí a un vecino en una reunión: "El hecho que un ducto con líquidos tóxicos haya llegado primero que una red de agua potable para su gente, es ya un hecho insólito. No tiene lógica"

Siempre ha sido nuestro anhelo poder ayudar a los vecinos cuando se abusa de manera sistemática su tranquilidad y derecho a vivir sin temores en un lugar libre de contaminación. Seguiremos trabajando y haciendo todo lo posible para seguir alertas frente a cualquier hecho que atente contra la calidad de vida de las comunidades en nuestra zona de trabajo.

Crónica de una Tranquilidad perdida...

@vigilantecosta 

Pienso, incansablemente, como, en qué momento, bajo que consideraciones, para beneficio de qué o quienes, se permite la extraña invasión de un modelo depredador que atenta la calidad de vida de los residentes históricos de un lugar determinado. Impactando, y cambiando, brutalmente las formas de vida, aquellos lícitos y permanentes anhelos de una comunidad abatida, cansada y como dicen los mismos vecinos del sector aledaño al río Itata con la “tranquilidad perdida”.

“…nuestros antepasados vivían tranquilos sin grandes lujos, pero, en comunión con nuestra tierra, nuestro río, produciendo nuestra comida y sin temor de tomar de nuestra agua…” (Vecina, Puahun)

Se han sucedido diversas reuniones en donde la comunidad se comienza a organizar y resulta anecdótico, por decir lo menos, que autoridades convoquen y acto seguido se desdigan de la invitación formal establecida y se sucedan extraños sucesos en donde pareciera que autoridades pierden el foco y, el factor político, una vez más propone algo que, a mi entender, debiese resultar lógico: las autoridades deben estar de parte de la comunidad afectada y reconocer su propia responsabilidad frente a una comunidad avasallada por un modelo empresarial y su negocio. No a la inversa. Algo, alguien, o algunos, dieron luz verde a este proyecto, alguien debiera, por tanto, asumir sus consecuencias. Por cierto, ese alguien no es la comunidad, eso es seguro y, de una vez, debemos subir los estándares del Modelo Forestal en Chile y evaluar la realidad actual, de las regiones, el factor Cambio Climático y como este afecta nuestro país analizando las reales ventajas y desventajas de este tipo de desarrollo empresarial.

Hemos puesto atención en los detalles. Visto, por ejemplo, como empresa, entes del estado, autoridades sectoriales y locales, de manera casi graciosa, se sientan en pseudo mesas de dialogo confrontando a los vecinos y aplicando estrategias de contención social para, burdamente, aplacar un conflicto en que todos son, cual más cual menos, responsables. Hubiese sido esperanzador que todos se hubieran sentado junto a los vecinos y del otro lado estuviera la empresa responsable asumiendo sus culpas.

En nuestro trabajo hemos hecho un seguimiento permanente desde la puesta en marcha del sistema de descarga del Centro Forestal Industrial Nueva Aldea del Grupo Arauco. Desde un comienzo hemos podido registrar las fallas técnicas reiteradas junto a episodios de contaminación por rotura o procesos irregulares de la misma planta ubicada en la comuna de Ranquil.

Resulta oprobioso, ofensivo, observar como una empresa y su poder económico impone su modelo, su negocio, impactando psicológicamente la forma de vida de las personas que viven en la zona aledaña al río Itata, en lo que se ha convertido para muchos en un Antes y Después del Ducto. Resulta insólito ver cómo, tras reiteradas fallas del sistema de descarga, la autoridad no sanciona ni enfrenta de manera clara una problemática con la que miles de personas se ven obligadas a vivir diariamente. Es muy extraño, muy bizarro, una falta de respeto constante.

Actualmente, el agua es suministrada por la Municipalidad de Trehuaco por la imposibilidad de poder tomar libre y tranquilamente de sus punteras de agua tradicionales lo que es una clara muestra de las condiciones a las que los vecinos se han visto expuestos desde la existencia de esta empresa. El factor emocional y psicológico es tremendo al manifestar los mismos vecinos un temor permanente de beber de su propia agua, comer de lo que producen sus campos e, incluso, si es apropiada el agua para sus animales y/o ganadería.

Seguiremos trabajando y participando en reuniones con los vecinos que, paulatinamente, comienzan a comprender la necesidad de unirse y hacer notar y valer su voz, su opinión, respecto de cual es su sentir frente a este monstruo y sus millonarios tentáculos.

Siempre me ha impresionado que sea mejor tirar los desechos de la industria al mar, en vez de al río. Para mí, lo uno y lo otro, es lo mismo. La contaminación existe de igual manera, incluso aun más, al aumentar la producción de la planta, lo que justificaría la sideral inversión de la empresa de su ducto o sistema de descarga al mar ($US60M)

Hace unos días atrás pase por fuera del CFI Nueva Aldea, por la Carretera o Autopista del Itata. Era día de lluvia y la fábrica de celulosa se veía a toda máquina como queriendo aprovechar el cielo nuboso con sus chimeneas despidiendo su veneno de manera interminable. Intente sacar unas fotos y me pregunté: Si el ducto aun se encuentra en revisión técnica y, se dice, no estaría funcionando ¿La producción de la planta habrá bajado su nivel de producción?¿Los desechos del proceso industrial donde se estarán vertiendo?

Muchas son las preguntas, las dudas. Quisiéramos que algunas de ellas fueran respondidas, no por la empresa, sino que por las autoridades que han autorizado un modelo de desarrollo despiadado que en ocasiones termina horadando la cultura y el derecho a proyectar el desarrollo desde la perspectiva local impactando directamente a las comunidades y su entorno.