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jueves, 14 de noviembre de 2019

Alianza Global de los Derechos de la Naturaleza (GARN) se pronuncia ante levantamiento social en Chile


"Estimados amigos y estimadas amigas, a continuación podrán ver el pronunciamiento de la Alianza Global por los Derechos de la Naturaleza en relación a la cancelación de la COP25 y a los eventos suscitados en Chile en las últimas semanas".

miércoles, 30 de octubre de 2019

Sailing in Chaos towards the impossible

@rodrigodelao #opinion #tribuna #ESPAÑOL
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The red October of Chile 2019; The Chilean spring or the October Revolution, as it has been called, marks without a doubt, a before and after in the country's political system. He ignited popular clamor that, along with mobilizations and unleashed violence, unprecedented since democracy recovered (In 1990 after 17 years of a military dictatorship that unraveled the worst of a systematic terrorism by the Chilean state with suffering, torture, disappearance and deaths of people, compatriots; and, from where an economic model is proposed tailored to those who seized power, a breeding ground for the current situation), denote that something was accumulating, like a stifled scream, drowned, who looked for a visceral and violent way out, in the worst way, from where there are countless speculations of who these organized anarchist groups will be able to, clearly, be radicals of the left and right who seek in destabilization and violence cause The fear to find a space. The doctrine of shock. That said, we must overcome the chaos to rebuild and restart. Anger only demonstrates the importance of claiming historical debt with a society that no longer resists against an absurd, abusive, out of context and unequal economic model.
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First of all it is made clear, emphatically, that the codes of violence used are totally condemnable and contrary to the essence or spirit of the protest or social claim of a country in democracy. Codes that must be analyzed, because discontent has a root and is violently expressed by not feeling part of the society built or not having a reliable representativeness to express themselves. There is no sense of belonging when crime, the lumpen is positioned and delivers its message of chaos, of destruction kamikaze due, mainly, because a sort of cystic "lumpen political" has been installed, which has mutated towards a system of political castes rotating in the dominant oligarchy of public policies; plutocratic castes lovers of kleptocracy. Public officials, by the way. Many will have thought that the people servile to the vote, uneducated, incredulous and oblivious to that kind of political class, do not know, do not realize, stirring even more with their arrogance and indolence the candor of the fire of a heart that, desperately, seeks his place for social justice, that his voice be heard and the popular clamor be respected. The voice of the people, essence and spirit of our democracy (Demo = People - Cracy = Power).
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Without a doubt, we live and are part of a milestone in our democratic history. A social process in motion that corresponds to all being able to route. There is an urgent need to be able to channel the energies from the citizens in movement with concrete proposals and organization. However, the incompetence of a government that could not maintain the political management for which it was voted and (forced by legitimate social demands in one of the most unequal countries in the world, with a per capita exceeding US$20K must be clearly established, where 1% receives more than 25% of GDP) decides to decree a state of emergency, breaking the democratic state, free movement and assembly, brutally repressing the state's weapons to compatriots. Weapons of all Chileans. Many have been injured, mutilated, tortured and killed in one of the blackest chapters since memory has been remembered since the recovery of democracy. It also applies, by the way, to Chilean public officials of the armed forces (injured or affected).
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A new Social Pact implies, above all, peace, respect and understanding. We reject violent acts and challenge the government to establish political responsibilities regarding human rights violations. Likewise, we demand an intelligence that provides complex scenarios, as well as investigating, recognizing and judging, transparently, who were responsible, criminals, incendiary looters of the Metro de Santiago and private property.
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Finally, we cannot fail to mention that above all the social problem is an environmental problem, where we still have to discuss how we eliminate the areas of sacrifice, what we do or how we face the existence of children with heavy metals in their blood, talk about high rates of cancer in some cities near polluting production processes, collapsed seas, water hoarding, destruction of glaciers, among many other things.
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We condemn all unjustified acts of violence. It is not the way to deliver the message of social justice and equity. Today, navigating in chaos, we must go to the impossible; and, more than ever, it is essential to dress as Democrats, freedom and push a transversal citizen policy where political signals are inclusive and influential. No repression, no destruction. Less with the state armed forces against their fellow citizens.
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After the storm comes the calm. After the chaos, the new beginning where politicians and citizens must talk, dialogue, looking into each other's eyes to reconstruct a different, joyful, hopeful chapter in our wounded democracy, urgently. The future, our children cannot keep waiting. We cannot, again, fail them too.
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I believe in Chile; and you?
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Rodrigo de la O
Director Vigilante Costero ONG - Waterkeeper Chile

martes, 29 de octubre de 2019

Navegando en el Caos rumbo a lo imposible

@rodrigodelao #opinion #tribuna #ENGLISH
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El octubre rojo de Chile de 2019; la primavera chilena o la Revolución de octubre, como se le ha llamado, marca sin lugar a dudas, un antes y un después en el sistema político del país. Encendió clamores populares que, junto con movilizaciones y una violencia desatada, sin precedentes desde que se recuperó la democracia (En 1990 luego de 17 años de una dictadura militar que desentraño lo peor de un terrorismo sistemático por parte del estado de Chile con sufrimiento, tortura, desaparición y muertes de personas, compatriotas; y, desde donde se propone un modelo económico a la medida de quienes se hicieron con el poder, caldo de cultivo de la situación actual), denotan que algo se venía acumulando, como un grito sofocado, ahogado, que buscó salida de una manera visceral y violenta, de la peor manera, desde donde surgen un sinnúmero de especulaciones de quienes serán estos grupos anarquistas organizados pudiendo, claramente, ser radicales de izquierda y de derecha que buscan en la desestabilización y violencia provocar el miedo para encontrar un espacio. La doctrina del shock. Dicho esto, debemos superar el caos para reconstruir y recomenzar. La rabia solo demuestra la importancia de la reivindicación de la deuda histórica con una sociedad que ya no resiste más frente a un modelo económico absurdo, abusivo, fuera de contexto y desigual.
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Ante todo se deja en claro, tajantemente, que los códigos de violencia utilizados son totalmente condenables y contrarios a la esencia o espíritu de la protesta o reivindicación social de un país en democracia. Códigos que hay que analizar, porque el descontento tiene una raíz y se expresa violentamente al no sentirse parte de la sociedad construida o no tener una representatividad confiable para expresarse. No existe sentido de pertenencia cuando la delincuencia, el lumpen se posiciona y entrega su mensaje de caos, de destrucción kamikaze debido, principalmente, porque se ha instalado una suerte de "lumpen político" enquistado, el cual ha mutado hacia un sistema de castas políticas rotativas en la oligarquía dominante de las políticas públicas; castas plutocráticas amantes de la cleptocracia. Funcionarios públicos, por cierto. Muchos habrán pensado que el pueblo servil al voto, inculto, incrédulo y ajeno a ese tipo de clase política, no sabe, no se da cuenta, atizando aún más con su soberbia e indolencia el candor del fuego de un corazón que, desesperadamente, busca su lugar para la justicia social, que se escuche su voz y se respete el clamor popular. La voz del pueblo, esencia y espíritu de nuestra democracia (Demo=Pueblo - Cracia=Poder).
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Sin duda, vivimos y somos parte de un hito en nuestra historia democrática. Un proceso social en movimiento que corresponde a todos poder encaminar. Se hace una urgente necesidad poder canalizar las energías desde la ciudadanía en movimiento con propuestas concretas y organización. No obstante, se debe establecer claramente la incompetencia de un gobierno que no pudo mantener la gestión política para la que fue votado y (obligado por legítimas demandas sociales en uno de los países más desiguales del mundo, con un per cápita que supera los 20 mil dólares, donde el 1% recibe más del 25% del PIB) decide decretar estado de emergencia, rompiendo el estado democrático, libre desplazamiento y reunión, reprimiendo de manera brutal con las armas del estado a compatriotas. Armas de todos los chilenos y chilenas. Muchos han sido heridos, mutilados, torturados y muertos en uno de los capítulos más negros desde que se tenga memoria desde la recuperación de la democracia. Aplica también, por cierto, a chilenos y chilenas funcionarios públicos de las fuerzas armadas. (heridos o afectados).
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Un nuevo Pacto Social implica, ante todo, paz, respeto y entendimiento. Rechazamos actos violentistas y desafiamos al gobierno a establecer responsabilidades políticas respecto de las violaciones a los derechos humanos. Así también, le exigimos una inteligencia que prevea escenarios complejos, como así también se investigue, reconozca y juzgue, transparentemente, quienes fueron los responsables, los delincuentes, los saqueadores incendiarios del Metro de Santiago y de la propiedad privada.
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Por último, no podemos dejar de mencionar que ante todo el problema social es un problema ambiental, en donde aún tenemos que conversar cómo eliminamos las zonas de sacrificio, que hacemos o cómo enfrentamos que  existan niños con metales pesados en su sangre, hablar de las altas tasas de cáncer en algunas ciudades cercanas a procesos contaminantes de producción, mares colapsados, acaparamientos de aguas, destrucción de glaciares, entre tantas otras cosas.
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Condenamos todos los actos de violencia injustificados. No es la manera de entregar el mensaje de justicia social y equidad. Hoy, navegando en el caos, debemos ir rumbo a lo imposible; y, más que nunca, es fundamental vestirnos de demócratas, de libertad y empujar una política ciudadana transversal en donde las señales políticas sean de inclusión e incidencia. No de represión, no de destrucción. Menos con las fuerzas armadas del estado en contra de sus conciudadanos.
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Después de la tormenta, viene la calma. Después del caos, el nuevo comienzo en donde políticos y ciudadanía deben conversar, dialogar, mirándose a los ojos para reconstruir un capítulo diferente, alegre, esperanzador en nuestra herida democracia, de manera urgente. El futuro, nuestros niños y niñas no pueden seguir esperando. No podemos, nuevamente, fallarle a ellos también.
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Yo creo en Chile; ¿y tú?
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Rodrigo de la O
Director Vigilante Costero ONG - Waterkeeper Chile