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jueves, 2 de abril de 2015

La necesidad de gobernar los desastres

EZIO COSTA, Director Ejecutivo FIMA
Fuente: El Ciudadano
A medida que sabemos cuáles son las más probables consecuencias del cambio climático en nuestro país, es imprescindible que las comunidades, las empresas, los municipios, los gobiernos regionales y la Administración central del Estado tomen acciones en consecuencia de ese conocimiento.
Las últimas dos semanas han sido ejemplificadoras de los riesgos que el cambio climático supone, así como de la necesidad de adaptarnos a ellos. Esto, porque la mayor ocurrencia de eventos meteorológicos extremos es una de las consecuencias que la acumulación de gases con efecto invernadero tiene sobre el clima. Así lo reconoce por ejemplo el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por su sigla en inglés), alertando de un efecto que se ha hecho sentir fuertemente en los últimos años y que ha tenido en este último mes su arremetida en nuestro país, con los consiguientes desastres humanos, sociales, institucionales y ambientales.
El curso de la humanidad, la indolencia y la escasa voluntad pública por revertir la situación climática global nos lleva a una terrible realidad: tenemos que adaptarnos. Las inundaciones y aludes que antes ocurrían cada 30 o 60 años ocurrirán ahora cada 10 o 20 y quizás más. Las sequías que antes duraban 2 o 3 años, ahora quizás duren 5 o 10 y en algunas partes ya incluso hablar de sequía sea minimizar el problema, porque todo indica que no volverá a llover en los niveles anteriores en ningún futuro cercano. Incluso la Dirección Meteorológica de Chile emitió recientemente los resultados de su estudio sobre el clima de Chile, concluyendo que en escenarios optimistas, disminuirán a menos de un 50% de los niveles históricos de lluvias en La Serena, Santiago, Temuco y Concepción, por nombrar algunos ejemplos. Lo que llamamos sequía parece quedar descartada como un fenómeno extremo, pasando a ser más bien estructural. Lo que era pasajero se estaciona. La línea se mueve y es necesario que nos movamos con ella. Sin embargo, ni la población ni las instituciones están suficientemente preparadas para este cambio.
En una columna anterior y a propósito de los incendios en Valparaíso en 2014, me referí a lo que califiqué de “Anarquía de los riesgos”, que es exactamente lo mismo que vemos ahora a propósito de las gravísimas inundaciones en el norte, la sequía generalizada y los incendios forestales en el sur: la falta de capacidad de respuesta del Estado frente a estas catástrofes. Entre las causas de esta anarquía se encuentran: la falta de anticipación (permitiendo a las personas situarse en zonas riesgosas en el norte, por ejemplo); la ausencia de capacidad institucional (carencia de instituciones con mandatos claros respecto al manejo de ciertos riesgos); la inexistencia de procedimientos para evaluar preventivamente los riesgos (en los planes reguladores, en los permisos de funcionamiento, en las evaluaciones ambientales) y actuar en consecuencia; y la falta de capacidad material (insuficientes aviones y helicópteros para combatir el incendio en Panguipulli, por ejemplo).
Lo que señalo va más allá de las descoordinaciones anecdóticas (aunque inaceptables) entre distintos organismos, es una cuestión generalizada que pasa por la no consideración de esta variable de adaptación. Por eso es necesario un esfuerzo, el cual debe partir desde la Administración del Estado, pero no puede estar circunscrito a ella. A medida que sabemos cuáles son las más probables consecuencias del cambio climático en nuestro país, es imprescindible que las comunidades, las empresas, los municipios, los gobiernos regionales y la Administración central del Estado tomen acciones en consecuencia de ese conocimiento; lo cual por supuesto requiere de una etapa de socialización de esa información y de entregarle a las distintas instancias las posibilidades materiales para actuar en relación con los riesgos a los que están expuestos.
Entre las consecuencias del cambio climático necesariamente tiene que estar una modificación en la manera en que nos comportamos respecto de los riesgos, especialmente aquellos que están vinculados a los eventos meteorológicos extremos y que han sido escasamente abordados por las políticas públicas y la regulación nacional. El gobierno de los riesgos requiere de la implementación de procedimientos adecuados tanto en su etapa de detección y valoración, como en la de acción y en el caso del cambio climático eso pasa necesariamente por dar un mandato claro a los organismos públicos en el sentido de tener que considerar esta variable en su toma de decisiones. Ese mandato debe venir contenido en una ley.
EZIO COSTA
Director Ejecutivo
Corporación Fiscalía del Medio Ambiente

miércoles, 1 de abril de 2015

EL NEGOCIO FORESTAL ATENTA CONTRA LA SEGURIDAD DE LA POBLACIÓN

Fuente: Resumen
Conforme los monocultivos forestales de pino y eucalipto se han ido expandiendo en la zona centro-sur de Chile durante las últimas décadas, su población ha debido soportar una amplia serie de impactos sociales y ambientales. Cada verano, grandes incendios forestales arrasan con miles de hectáreas, destruyendo casas, siembras, bosque nativo y especialmente las propias plantaciones forestales que les dieron origen. Estos incendios de grandes magnitudes se vuelven cada vez más frecuentes debido a la escasez hídrica que han causado los propios monocultivos en los territorios donde se emplazan. Este escenario propicio para la propagación de grandes incendios contrasta radicalmente con el paisaje que antaño caracterizaba a la Cordillera de la Costa de la zona centro-sur. Con los bosques nativos en un alto grado de fragmentación por la acción de los ciclos de monocultivo triguero y forestal, las condiciones de disponibilidad de agua y conservación de suelo han sido deterioradas gravemente, poniendo en riesgo a la población que habita los territorios.
La escasez hídrica y la responsabilidad de la industria forestal
Por una parte, la degradación del suelo provocada por las periódicas talas rasas, la contaminación de ríos y zonas costeras a causa de la industria de celulosa y sus emisiones de gases invernadero, contribuyen a potenciar el cambio climático. Junto a esto, la fuerte demanda de agua y nutrientes que ejercen las 2,5 millones de hectáreas de monocultivos forestales, propician la escasez hídrica en casi la totalidad de las comunas de la Cordillera de la Costa y del secano costero del centro-sur del país.
A mediados de Enero de 2015, varios focos de incendios afectaron más de 12.000 hectáreas de monocultivos forestales, matorrales y pastizales en las comunas de Constitución, San Javier y Cauquenes en la región del Maule, dejando casas destruidas, animales muertos y familias damnificadas. Bomberos, brigadistas e incluso algunas autoridades señalaban que la sequía era uno de los principales factores que agravaba la condición de los incendios ya que no había vertientes para aprovisionarse de agua y esta sólo se podía obtener mediante aeronaves.
El contexto de escasez hídrica que impera en la zona es reconocido por toda la población. Los camiones aljibe deben abastecerla continuamente durante toda la temporada estival, e incluso durante algunos meses de otoño y primavera. Sin embargo, esta condición climática es reciente, anteriormente esa zona estaba cubierta por extensos bosques nativos. Y aunque una parte de estos fueron destruidos durante el ciclo del monocultivo de trigo, en cerros y quebradas permanecieron amplias áreas boscosas relativamente bien conservadas hasta mediados del siglo XX. Se calcula que entre el río Maule y el Itata, durante los últimos 40 años se perdió un 67% de la superficie original boscosa. En esa zona de la Cordillera de la Costa, durante los años 1975 y 2000, se ha reportado la pérdida de 80 mil hectáreas de bosque nativolas que fueron reemplazadas por plantaciones forestales. En la cuenca del río Purapel se ha reportado una declinación en la cubierta forestal nativa desde un 52.3% a un 14.2%. En el mismo periodo, el porcentaje de área cubierta por plantaciones forestales, principalmente Pinus radiata, se incrementó desde 12% a 55%. Junto a esto, se ha reportado un decrecimiento en la tendencia de los caudales de verano en esa zona. Se estima que el decrecimiento en el caudal para la temporada estival alcanza valores de 13.1 mm (entre 1981-1990) a 7.5 mm (entre 1991-2000) para la cuenca del Purapel y desde 7.3 a 5 mm para la cuenca de El Arrayán (Cauquenes) durante el mismo período. Estos patrones son interpretados como una evidencia de transformación en el régimen hidrológico en estas cuencas como consecuencia del cambio de uso de suelo hacia cobertura forestal de rápido crecimiento con pinos y eucaliptos.
Si bien, muchos estudios en diferentes regiones del planeta han documentado que en pequeñas cuencas hidrográficas las plantaciones de rápido crecimiento reducen el potencial hídrico, estas variaciones no han sido medidas de forma sistemática en otras cuencas de la zona centro-sur del país. Aun así, hoy casi toda la población reconoce en sus territorios características ambientales similares a las de las cuencas del río Purapel y El Arrayán. Con el menor rendimiento hídrico, los territorios cubiertos por monocultivos forestales quedan sometidos a un altísimo riesgo de incendios. Durante el seco periodo estival de Diciembre a Marzo, el peligro para la población es constante.
Temporada de incendios 2015
Además del gran incendio en la cuenca del Maule, durante los últimos meses se han registrado incendios forestales en Pichilemu, La Estrella, Curicó, Colbún, Maule, Cauquenes, Quirihue, Florida y Quillón. En la provincia de Concepción, se han registrado incendios forestales en Coliumo (Tomé) Cerro Perales y Centinela en Talcahuano, también en el Cerro Caracol en Concepción, y en las comunas de Santa Juana y Mulchén. Al norte de Coronel se quemaron 500 ha y en Laraquete se quemaron 2.370. En Talcamávida (Hualqui) y Colcura (Lota) el incendio estuvo a pocos metros de las viviendas. En la provincia de Arauco, donde más del 80% de su superficie son monocultivos forestales, se registraron incendios en San José de Colico (Curanilahue) con 1.277 ha, Lebu, Los Álamos y Tirúa. En la Provincia de Bío Bío, dos focos en la zona cordillerana amenazaban la Reserva Natural Ralco. En la región de la Araucanía: Traiguén, Victoria, Galvarino y Lumaco presentaban incendios forestales. A finales de febrero de 2015 según CONAF habían sido afectadas 63.031 hectáreas en todo el país. Una cifra menor comparada con las 94.796 de la temporada anterior.
Contaminación atmosférica
Las emisiones de material particulado y gases como monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno desde incendios forestales juegan un papel importante en la química y la transmisión de radiación en la atmósfera. Debido al viento, que transporta aerosoles y cenizas a gran distancia, las emisiones de incendios forestales afectan no sólo a los alrededores de la zona, sino también influencian la atmósfera de la región, y en el caso de los grandes incendios de bosques de coníferas en Norteamérica y Asia o de Eucaliptus en Australia, presentan influencia a escala continental y hemisférica. Estos aerosoles pueden subir hasta la tropósfera superior y la baja estratósfera contribuyendo a reducir las gotas por nube, alterando la formación de nubes de precipitaciones y favoreciendo las condiciones de sequía. Si bien, en Chile las superficies involucradas en los incendios son mucho menores, las consecuencias locales de esta contaminación han sido escasamente consideradas y no han sido registradas. Cada verano, nubes de ceniza se dispersan a través de cientos de kilómetros en la atmósfera y sólo llaman la atención de la población cuando caen sobre las grandes ciudades. A mediados de Febrero, Concepción fue engullida por una gigantesca nube de humo que descendía por el Biobio desde los incendios de Mulchén y Santa Juana. San Pedro de la Paz, Hualpén y Talcahuano recibieron el humo constante de los incendios en la provincia de Arauco que traía el fuerte viento del sur. En Tirúa, el viento transformaba la columna ascendente de los incendios en una nube negra horizontal que bordeaba la costa hacia el norte y se adentraba en el océano frente a Lebu.
La responsabilidad en el origen del fuego
La mayor parte de los incendios forestales son intencionales. Hasta ahora, la gran mayoría de los focos tienen como responsables a campesinos descuidados, bomberos pirómanos, excursionistas torpes o turistas irresponsables. En general, desde el Estado y los medios de comunicación se busca ante todo, criminalizar y buscar culpables. Su discurso exime a las empresas forestales de toda responsabilidad, omitiendo las características ambientales de los monocultivos y señalando recurrentemente al movimiento mapuche como causante de los incendios. Todo debido a que durante los últimos años, desde este movimiento se han reivindicado quemas de monocultivo forestal en los territorios que legítimamente han recuperado. Estas reivindicaciones siempre se han ajustado a los terrenos en disputa directa y jamás a otros territorios alejados de sus comunidades, por lo que cuando se les intenta culpar de incendios en pueblos de tradición carbonera o incluso al norte del Biobio, queda claro que esta acusación carece de sentido. En Enero de 2012, en medio de un gran incendio en un predio de Forestal Mininco en la comuna de Carahue, el ministro del interior de la época, Rodrigo Hinzpeter, acusó sin ninguna prueba a la CAM (Coordinadora Arauco Malleco) como la responsable. Si bien, la acusación no prosperó por falta de pruebas, sirvió para develar la frecuente complicidad del Estado con las empresas forestales y contratistas. En ese mismo incendio, el 5 de Enero de 2012, murieron calcinados 7 jóvenes brigadistas subcontratados por Mininco, los cuales fueron enviados a combatir las llamas sin la preparación necesaria.
Por otra parte, la labor de los brigadistas ha sido precarizada durante décadas. Esta fuente de trabajo se abre todos los veranos en los pueblos donde el monocultivo forestal impide otras formas de subsistencia. Un jefe de cuadrilla que opera en la zona relató a Resumen cómo ha subido el ánimo entre los brigadistas debido a los mayores ingresos que perciben durante la temporada, y asimismo, se refirió con un tono de decepción al hecho de que pronto se acabará el calor y las condiciones idóneas para los incendios.
Las empresas forestales por su parte, continúan ganando en todo este escenario. Durante 2014, cuya temporada de incendios arrasó con más de 18.000 hectáreas sólo en la región del Biobio, las utilidades de la industria sobrepasaron por primera vez la barrera de los US$6 mil millones, consolidándose como la actividad económica más importante en la zona pese a la gran superficie arrasada por los incendios. Con todas las plantaciones de las empresas más importantes aseguradas contra el fuego, la población local tiene serias dudas acerca de la verdadera responsabilidad de la propia industria en los incendios. Todo pareciera indicar que la industria forestal se ha acomodado muy bien con esta “ecología del fuego” propia de bosques de coníferas y tan ajena a nuestros bosques nativos. Una dinámica que le ha sido sumamente útil para hostigar y culpar a comunidades enemigas y para incorporar mano de obra adicional a su sistema productivo. ¿Y la seguridad de la población? Nada para ella.
Los incendios forestales son una consecuencia de la acelerada expansión del modelo forestal chileno
El manejo orientado a la productividad por sobre cualquier otro parámetro potencia la masividad de las plantaciones. Esta forma de manejo impide que las plantaciones entreguen servicios ecosistémicos vitales a la población como la conservación del suelo y la disponibilidad de agua. Esta masividad estructural y necesaria para el modelo forestal exportador ha dado como resultado el incremento de la capacidad de combustible disponible, lo que incide en que los incendios puedan crecer hasta alcanzar grandes magnitudes, siendo muy difíciles de detener. Esto puede generar los denominados “fuegos de copas” que avanzan a gran velocidad y alcanzan altas temperaturas, destruyendo toda flora y fauna a su paso. Estos incendios atraviesan ríos y carreteras, mientras conejos y roedores huyen con sus cuerpos quemándose, contribuyendo a la propagación de las llamas. Un importante factor sanitario a considerar son las migraciones de ratones de cola larga (Oligoryzomys longicaudatus) durante incendios forestales. Estos roedores pueden dispersar el virus Hanta hacia zonas pobladas, como ocurrió en Marzo de 2012 en los alrededores de Concepción con el brote en la cárcel “El Manzano”. Si bien durante esta temporada no se reportó una alta cantidad de casos, el peligro se mantiene latente.
Además de acentuar la escasez hídrica que impera en los territorios, el riesgo de incendio se potencia por las condiciones de los árboles utilizados. El uso de especies resinosas como el pino, que presentan altas cantidades de trementina y otros compuestos inflamables, favorece la ignición a altas temperaturas. Asimismo, el uso de especies del género Eucaliptus incide en la propagación de incendios explosivos pues este árbol posee compuestos alcaloides en sus hojas, además de desprender de forma periódica grandes trozos de corteza, los que se acumulan como material combustible.
Por otra parte, los cortafuegos utilizados por la industria forestal en Chile han demostrado ser totalmente inefectivos para contener los incendios ya que en función de la productividad, estos no son más anchos que lo suficiente para el tránsito de camiones que realizan las faenas. En Enero de 2012, el gran incendio de Quillón destruyó también la sección Paneles de la planta Nueva Aldea de Celulosa Arauco, dejando en claro que ni ellos mismos pueden mantener seguras sus propias instalaciones.
De esta manera, un monocultivo de especies resinosas, con todos los árboles de la misma edad y misma altura, se conforma como un escenario propicio para la generación de grandes incendios, y contrasta a su vez, con el paisaje que caracterizaba a los destruidos bosques nativos de antaño, cuyo rol en la conservación del suelo y la humedad disminuía en gran medida el peligro de incendios forestales.
Única solución: recuperación del territorio y restauración del bosque nativo
Si de cortafuegos efectivos se hablase, debería plantarse en todas las zonas periurbanas adyacentes a monocultivos forestales, un cinturón de aislamiento de bosque nativo que asegure también el aprovisionamiento de agua de calidad y de suelo para sustentar las especies que están en peligro de desaparecer. Esta iniciativa jamás podrá emanar desde el Estado o la industria forestal, es la propia población la que debe hacerse cargo.
Mientras una significativa proporción de la zona centro-sur de Chile siga ocupada con monocultivos forestales de rápido crecimiento, la escasez hídrica y las condiciones propicias para este tipo de incendios continuarán. Los cambios climáticos provocados por la actividad industrial continuarán modificando de forma drástica los ecosistemas en todo el mundo. El Desierto de Atacama continuará su avance hacia el sur y los monocultivos forestales presionarán con fuerza la disponibilidad hídrica de los territorios. En este escenario, la población de la zona centro-sur se encuentra en serio riesgo con respecto a su habitabilidad.
Para la clase empresarial y para una significativa proporción de la población chilena que imita su gestión capitalista en el territorio, los impactos del modelo forestal no parecen tan terribles. Que nuestros territorios sustenten árboles de California y Australia como monocultivos altamente consumidores de recursos, representa un factor meramente anecdótico dentro de la cada vez mayor modificación global de ecosistemas que ha desplazado a la naturaleza en muchas regiones del planeta. La necesidad de la recuperación de nuestros territorios y de una restauración que permita mejorar las condiciones de vida de la población y de las demás especies desplazadas por el monocultivo forestal, emergen como tareas urgentes e indispensables para nuestra sobrevivencia.
Fuente/resumen/2015/03/20

lunes, 23 de marzo de 2015

COMUNICADO DE PRENSA - UNIDOS POR AGUAS LIMPIAS 2015

PARA PUBLICACION INMEDIATA
El 21 de marzo recién pasado se realizó la cuarta versión de la campaña Fuerza Chile Unidos por Aguas Limpias, liderada por la ONG Vigilante Costero Maule Itata, el apoyo de Save The Waves, Waterkeeper y Fiscalía del Medio Ambiente, FIMA.
En el marco de la conmemoración del día internacional del agua (22 de marzo) participaron cientos de voluntarios, organizaciones locales, municipalidades e instituciones de todo Chile alcanzando cerca de 30 puntos de limpieza en la costa chilena, como así también, una limpieza en el sector de pozas azules y estero San Alfonso en San José de Maipo, Región Metropolitana.
Arica, Iquique, Antofagasta, Coquimbo, Quintero, Con Con, Playa Portales, Pichilemu, Punta de Lobos, Infiernillo, El Quisco, Quintay, Constitución, Mariscadero, Pelluhue, Curanipe, Purema, Puerto Saavedra. A ellos, sorprende gratamente la participación de Algarrobo y su municipio con sus playas Canelo-Canelillo; Playa y Humedal San Jerónimo; Playa y Humedal El Membrillo; Playa y Humedal El Yeco; Playa y Humedal de Tunquen a lo que se suma una extraordinaria limpieza submarina.
Nuevamente el plástico y colillas de cigarrillo predominan los desechos encontrados en nuestros ríos y playas. También sorprende la cantidad de neumáticos encontrados, como así también, los desechos derivados de la pesca como guantes de goma, restos de vestimentas, cuerdas, redes, envases de aceite, además de jeringas, pañales, preservativos, etc. 
En total fueron más de dos toneladas de residuos retirados de playas y ríos donde cientos de voluntarios estuvieron presentes restaurando su ecosistema, una ciudadanía en movimiento que exige atención de las autoridades respecto de la capacidad de carga que tienen las comunidades costeras y su impacto.
A TODOS LO QUE AYUDARON. SABEMOS QUE PODEMOS CONTAR CON USTEDES. MUCHAS GRACIAS.
Más información:
Rodrigo de la O, Director Vigilante Costero ONG vigilantecostero@gmail.com - Fono: 82409852

martes, 17 de marzo de 2015

Comunicado Coordinadores de Campaña


Hola estimados coordinadores y coordinadoras, 

Esperamos que al recibo de este mensaje estén muy bien! Comenzamos a realizar los últimos preparativos de nuestra campaña Unidos Por Aguas Limpias 2015. Gracias por su dedicación y deseamos que la jornada sea muy exitosa en todo los puntos que se han ido sumando.

Ya han confirmado:
ARICA, ANTOFAGASTA, IQUIQUE, COQUIMBO, QUINTERO, PLAYA PORTALES, CON CON, SAN JOSE DE MAIPO, ALGARROBO (5 puntos), PICHILEMU, PUNTA DE LOBOS, INFIERNILLO, QUINTAY, CONSTITUCION, MARISCADERO, PELLUHUE, CURANIPE, BUCHUPUREO, COBQUECURA, RINCONADA, PUREMA, NIEBLA y PUERTO SAAVEDRA.

Agradecemos que puedan sumarse al desafío de hacer notar un problema creciente en nuestros cursos hídricos y playas de nuestro litoral. Sabemos, a ciencia cierta, que la contaminación de playas y mares es incuantificable. Incluso que ya existen islas flotantes en los océanos donde se acumulan desechos hace años, principalmente, plásticos o derivados del petróleo lo que contamina y terminan acidificando nuestras aguas, liberando toxinas que se van incorporando a la cadena alimenticia afectando flora y fauna (y a nosotros). Como dato, el plástico es lo que más encontramos en las playas y mares. Lo segundo: colillas de cigarrillo. Esto desde la perspectiva de nuestra responsabilidad ya que, convenimos, que existe también la contaminación industrial que es un poco más difícil de afrontar, pero, donde también la ciudadanía cumple un rol fundamental que se ha ido avizorando en los verdaderos procesos sociales de cambio.

El gran desafío de nuestra campaña es llegar a incomodar a aquellos que son indiferentes y/o despertar a los que aun no son capaces de dimensionar el grave impacto que, por diferentes factores, hoy sufre nuestro planeta. Vemos como año a año, producto de un consumismo desmedido e irresponsable, la basura o desechos lejos de disminuir aumentan exponencialmente y es ahí donde tiene sentido nuestra campaña Unidos por Aguas Limpias entregando un mensaje claro y directo que debemos potenciar y defender desde nuestra directa implicancia y, al mismo tiempo, evidenciar o denunciar cuando el impacto proviene de contaminación de aguas por procesos productivos o de saneamiento. La comunidad en movimiento es vital para los procesos de evolución de nuestras sociedades donde debemos ser capaces de ser, individualmente, más que un simple voto.

Hoy existen grandes problemas en nuestro país relacionados con la contaminación que producen grandes empresas (estatales y privadas) y la escasez de agua en muchas comunas de nuestro país es alarmante. Desde esa realidad es que podemos converger y manifestarnos respecto de este, u otros temas, de manera organizada, activa, evidenciando un problema generalizado y haciendo un llamado desde la civilidad, desde nuestras organizaciones de base, desde las comunidades costeras o ribereñas que al fin se dan cuenta del problema, se conmueven y se deciden a enfrentarlo invitando a sus pares, a las municipalidades y emplazando, si es necesario, a las autoridades pertinentes para poder diseñar estrategias claras que puedan mitigar el impacto de la carga de visitantes que tiene nuestra costa y nuestros ríos. 

La organización está en movimiento y es una oportunidad, en muchos sentidos, de que podamos ser ciudadanos activos, no meros espectadores, exigiendo atención y respeto. Esta posibilidad de conectarnos y establecer una red con objetivos afines seguro es un gran primer paso y reitero nuestros agradecimientos por tomar el testimonio y hacerse parte con su propia historia. 

El día 21 de marzo es nuestra cuarta campaña nacional de restauración de ecosistemas costeros y ribereños. Una locura para algunos, una esperanza para otros. Para nosotros, una nueva oportunidad de que nuestra voz se escuche y, lo más importante, que son las comunidades las que hacen el llamado y emplazamiento.

Ya estamos en tierra derecha y solo resta comentar algunos detalles que es preciso considerar: 
  1. Adjunto de este mensaje van: la tarjeta de datos para registrar la información de la limpieza, listado de participantes comunicado oficial. Es importante poder completar la tarjeta con la mayor precisión posible. En líneas generales, necesitamos conocer peso de desechos recogidoscantidad de bolsas, tipos de materiales encontrados y kilómetros de playa o ríos limpiados (aproximadamente). Recordar tener una “pesa” (de gancho tipo pescador ideal) para saber los kilogramos de basura recolectados.
  2. Importante puedan enviarnos información recogida antes de las 17 horas del día domingo 22 de marzo. Esto nos permite tener tiempo para procesar toda la información de manera detallada y rápida junto a todos los registros que nos puedan enviar (fotos, videos, etc.) para poder realizar un Comunicado post campaña el lunes a primera hora. Junto a dicha información enviarnos datos de organizaciones finales participantes en los distintos puntos para incluirles oportunamente.
  3. Tengan mucho cuidado con los voluntarios. No acercarse demasiado a la orilla del mar y siempre la vista en las olas para evitar accidentes. Sobre todo con los niños más pequeños es importante estar siempre con un adulto y en grupos mínimos de tres personas. Evitar zonas rocosas o que revistan mayor peligro.
  4. Si existieran animales muertos, por favor, no recogerlos ya que se pueden exponer innecesariamente. Solo anotar la causa si resulta obvio, pero, no recogerlos ni acercarse. La Limpieza aplica a todo lo que no pertenece al entorno por lo que en muchos casos el material orgánico no se recoge. La actividad implica solo la recolección de materiales artificiales de desechos encontrados.
  5. Igualmente, tener mucho cuidado con los objetos cortantes (Vidrios, metales, etc) que en ocasiones no se ven a simple vista. Siempre lleven guantes y protejan sus extremidades e integridad (Manos, pies). Lo que queremos es limpiar las playas, no enviar gente al hospital! ;)
Por favor, no duden en hacer fotos y registrar su evento en cualquier forma. Si los voluntarios quieren usar las redes sociales bienvenido sea y si pudieran involucrar un fotógrafo o persona dedicada sería ideal. Usar en redes sociales #Hashtags #unidosporaguaslimpias #UxAL2015. Nuestros twitter son @vigilantecosta @stwcoalition y todos los que Ustedes consideren para potenciar campaña (Ha lograr Trending Topic!!)
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También promover Evento Facebook Unidos por Aguas Limpias 2015 estos días es importante. Aprovechamos de invitarles a los que quieran sumarse para el próximo 22 de abril a las marcha por la Recuperación del Agua que se realizará en Valparaíso.

Si necesitan algo, no duden en contactarnos. Estamos muy agradecidos de que se hayan sumado a la campaña. Esta es una actividad de todos y no podríamos llevarla a cabo sin el compromiso y voluntad de cada uno de los que se hacen parte.

Cualquier detalle, por favor, pueden contactar a: Rodrigo de la O (Vigilante Costero ONG) a 82409852 ó Gisela Sáez al 76668512.  
Mil gracias por su dedicación y apoyo a nuestra campaña.

Un abrazo sincero,

Rodrigo de la O Guerrero

Coordinador Fuerza Chile! Unidos por Aguas Limpias 2015
82409852 www.vigilantecostero.cl  -  vigilantecostero@gmailcom
facebook.com/vigilantecostero - twitter.com/vigilantecosta

VIGILANTE COSTERO ONG
“Aguas Limpias Comunidades Fuertes"