Mucho se ha hablado de la desolación, pero, nos hemos propuesto ver los aspectos positivos que debemos ser capaces de crear, articular y reconocer. En la medida que podamos observar y sumar pequeños o grandes esfuerzos podremos, al final del día, decir sí es posible, lo intentamos y definir las acciones para sentar las bases, entre todos, para un mejor futuro. Sabemos que existen problemas y dificultades. Que la debacle nos ha pegado hondo a unos más que otros. Es, por tanto, un deber moral ponernos a trabajar y confiar en que llegará el día en que podamos narrar lo sucedido como una historia de vida de la que pudimos sacar conclusiones simples pero trascendentales después de todo.
El transito por la existencia es tan hermoso y sútil que se hace urgente poner en perspectiva que es lo que más cuenta, que es lo que más vale.
No me cabe duda que al pasar los días, los meses, los años las moralejas y enseñanzas que la misma vida nos entrega de forma violenta nos hará crecer y ser mejor de lo que fuimos.
Felicitaciones a los organizadores de este evento y de otros que se han desarrollado en la "zona actual de reconstrucción". Queremos que se curen las heridas que hayan quedado y podamos sacudirnos los temores para volver a sentir orgullo de lo que somos y estamos dispuestos a ser.
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