Buscar este blog

Mostrando entradas con la etiqueta CMPC. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CMPC. Mostrar todas las entradas

martes, 8 de diciembre de 2015

Mapuche: Bachelet intentara seguir subsidiando a las forestales porque Matte y Angelini controlan la politica

Fuente: El Ciudadano
Las organizaciones mapuches que hacen seguimiento del DL 701, denunciaron, el 17 de julio, a la Relatoría Especial de la ONU sobre derechos de los Pueblos Indígenas que: “Detrás de un nuevo subsidio a las forestales en Chile estaría el pago al financiamiento de la pre campaña de Bachelet”. Cuatro semanas después, el 18 de agosto, el gobierno retira la urgencia al proyecto DL701.
Luego, el 1 de octubre, el gobierno entrega el Presupuesto 2016, en el cual se asignó en la partida del Tesoro Público unos $ 326.970.000 (327 millones) para el pago de bonificaciones “adeudadas” por subsidio forestal DL701. Esto fue relacionado al proyecto que prórroga el DL701, sin embargo, se trata de dos proyectos distintos.
Se debe precisar que, lo que se aprobó en el senado y ratificó la Comisión Mixta el día 25 de noviembre, en el Presupuesto 2016, es el pago de una cuestionable “deuda” (de 327 millones) del Estado al sector forestal.
Mientras que, el Proyecto de Ley que Bachelet ingresó para extender el DL701 hasta el 2018, sin consulta indígena, estuvo detenido desde el día 18 de agosto en la Comisión de Hacienda de la Cámara de diputados (porque ese día el gobierno dio orden de no avanzar). Y, legalmente, el día 30 de noviembre de 2015, venció el plazo para que el gobierno pudiese extender el DL701 hasta el 2018.
En consecuencia, este 2015, el gobierno ya no podrá extender el DL701 hasta el 2018. Sin embargo, también es cierto que la aprobación de la glosa del Presupuesto 2016, con el pago de bonos atrasados del DL701, ha sido también una forma encubierta de extender recursos al sector forestal para el 2016.
Respecto a lo que ocurrirá a futuro, hoy la ciudadanía no debe tener duda alguna de que, de ahora en adelante, el gobierno intentará, en los próximos meses, y durante el 2016, dar continuidad al subsidio forestal para las grandes forestales a través de otras formas encubiertas.
Las organizaciones mapuches que hacen seguimiento del DL701 señalan que: “Bachelet intentará seguir subsidiando a las forestales porque los grupos Matte y Angelini controlan a la clase política y en consecuencia controlan también la política forestal”.
Un ejemplo es que, a pesar que el DL701 caducó en diciembre de 2012, el Estado aún continúa pagando bonos al sector forestal. Esto debido a que en 1998 cuando la Concertación extendió el DL701 por 15 años, le incorporó un efecto retroactivo (para extender su aplicación cuando existan bonificaciones forestales atrasadas). Lo que generó una “deuda” con el sector forestal. Y es por esta razón que en una glosa del Presupuesto 2016, aparecieron 327 millones asignados al DL701.
Esto sumado a que, durante años anteriores han existido otros cuestionables bonos pagados por “deuda” al sector forestal, con previa aprobación del congreso.
La gente se pregunta si era posible detener este pago de 327 millones. Al respecto, el ministro Furche señaló que se trataba de un arrastre de bonificaciones de años anteriores (al 2013), y que, por lo tanto, el rechazo de la cámara de diputados a esta glosa no tenía ningún efecto, al tratarse de una “deuda” que  el Estado está obligado a pagar por ley.
Sin embargo, dicha asignación es cuestionable ya que más del 60% estaría llegando a las grandes forestales, entre otras a la CMPC, según evidencian previos antecedentes de Conaf. Entonces, lo que correspondería es que, los parlamentarios acudan a Contraloría para tratar de impedir que estos recursos lleguen, a partir de marzo 2016, a las forestales de Eliodoro Matte y Angelini por tratarse de empresas que presentan un amplio prontuario delictual como el financiamiento ilegal de la política, el grave incumplimiento de normas ambientales, sobornos y colusión de precios en el mercado.
CONAF (por ley) debe informar, al Congreso sobre la utilización de los recursos asignados por Bonificación Forestal por DL N° 701, de forma trimestral. Por lo tanto, por años los parlamentarios han tenido pleno conocimiento sobre estas asignaciones otorgadas –sin ningún límite- al sector forestal privado, durante cada año que ha estado vigente este subsidio del Estado.
Esto evidencia la nula fiscalización del Estado y la evidente complicidad del gobierno, Congreso y del Servicio de Impuestos Internos (SII), para encubrir las maniobras ilegales que estas poderosas transnacionales forestales utilizan para seguir expandiéndose a costa de destrucción ambiental y social.
Marcela Lincoqueo (integrante de las organizaciones mapuche que hacen seguimiento del DL701), señala que: “El DL701 significó el robo al bolsillo de todos los ciudadanos durante 40 años. Sin embargo, las forestales de Matte y Angelini, y las que integran CORMA, coludidas con el Estado, robaron al pueblo mapuche más que dinero. Al pueblo mapuche robaron: miles de tierras ancestrales, sitios sagrados, el derecho humano al agua, el derecho a la soberanía alimentaria, robaron el hábitat de los bosques nativos y de las hierbas medicinales, robaron la vida de jóvenes mapuches, robaron el derecho a decidir un desarrollo de acuerdo a la cosmovisión mapuche”.
Las grandes forestales se instalaron en la era de la dictadura militar apoyándose en el Decreto Ley 701, cuando se hace la contra Reforma Agraria, y con ello se traspasa a las empresas forestales las tierras que habían sido adquiridas y recuperadas por las reducciones mapuches (entre 1962-1973). Este allanamiento de tierras se efectuó con el apoyo del yerno intocable de Pinochet, Julio Ponce Lerou, quien vendió tierras a precios irrisorios y otras tierras prácticamente las regaló a las forestales. Por esta razón hoy las reducciones mapuches se plantean la retirada de las forestales de territorio mapuche.
Hoy existe mayor conciencia de este robo de derechos territoriales entre los mapuche. Por eso cuando las organizaciones mapuches lograron que el gobierno de Piñera no lograra validar la “consulta indígena” que pretendía extender el DL701 por 20 años, los mapuches no se quedaron dormidos, porque sabían que las forestales no se quedarían tranquilas; sabían que el gobierno prepararía otra nueva arremetida forestal. Asimismo, es hoy. Las organizaciones y reducciones mapuches  se mantienen en alerta.
Ver breve infografía:

Bosques sin forestales (Chile)

lunes, 31 de marzo de 2014

Incendios y ampliación de Celulosa Arauco: El gran negocio que destruye la región.

Fuente: Resumen.cl
El verano se inició con intensos incendios forestales que, según CONAF, aumentaron en un 70% respecto a la temporada anterior, concentrándose desde la Región Metropolitana a Nueva Imperial (al sur de Temuco), pasando por Constitución, Punta de Parra, Concepción, Florida, Angol y otras localidades. Exceptuando lo ocurrido en la capital, el resto de casos tiene como escenario las plantaciones forestales.
Incendios forestales, escasez hídrica y negligencia
Los causantes de un incendio forestal pueden ser múltiples, no obstante la peligrosidad que alcancen depende de las condiciones ambientales existentes. Las últimas décadas han estado marcadas por un alarmante deterioro de éstas. Una expresión de ello ha sido la pérdida del bosque en la sustitución por plantaciones forestales. En la región del Bío Bío se ha desmontado un 80% del bosque nativo y en otras regiones ha habido un fenómeno similar. Una de sus repercusiones es la pérdida de humedad y la escasez de agua.
El agua, además de provocar humedad en el ambiente, regula su temperatura. Por ello en los bosques es mucho más difícil que ocurran incendios. Aquí, la lluvia cae y es interceptada por las ramas de los árboles, conduciéndose lentamente por su tronco hasta llegar al suelo, también lo puede impactar directamente. El ingreso del agua al subsuelo es producto de la acción de lombrices e insectos, que contribuyen en la formación del suelo, cumpliendo la función de una esponja. El agua tiende a drenarse hacia lo que se conoce como la capa freática, donde ésta sigue su tránsito hacia los cursos de agua, como arroyos y ríos. Este ciclo es lento y constante, permitiendo el aprovisionamiento hídrico contínuo, incluso en periodos en que no hay lluvia.
En un monocultivo forestal, esto no ocurre, principalmente por que todos los árboles han sido plantados simultáneamente, en razón de 1600 por hectárea, y operan como verdaderas bombas que extraen agua para su crecimiento, a diferencia de un bosque dónde se encuentran árboles de distinta especie y edad. Por otra parte, para aumentar la rentabilidad, un manejo forestal debe eliminar toda vegetación que represente una competencia de nutrientes y agua a los árboles del monocultivo, perdiéndose el sotobosque y los seres vivos que podrían aportar en la formación de suelo. El agua de la lluvia, se encuentra con un terreno duro y no se absorbe, escurriendo y evaporándose.
Además de la sequedad, debe reconocerse la combustionabilidad, particularmente de las plantaciones de pino, contenedores de trementina, compuesto inflamable y propagador del fuego.
La escasez hídrica se ha agravado, llegando a presionar a los habitantes de zonas rurales a abandonar sus terrenos y/o plantarlos con los árboles de rápido crecimiento, aumentando la masa de arbórea que provoca los efectos mencionados.
La profundización de la pobreza de las comunidades, posterior a un incendio, está marcada por la estrategia del empresariado forestal y el Estado, consistente en convertir los terrenos de pequeños propietarios en plantaciones forestales y así  liberar a las empresas de los riesgos que implica el monocultivo forestal. Cuando el fuego abraza estas plantaciones, todas las expectativas económicas, generadas por instituciones como CONAF o INDAP, terminan en cenizas.
Los incendios también develaron la nula regulación sobre las plantaciones, en diversos aspectos:
-La inexistencia de cortafuegos que en países como Canadá son de 1.6 kilómetros de ancho y aquí los confunden con las vías de saca (caminos para sacar los troncos talados en camiones).
-Las plantaciones han cubierto también los cursos de agua. Luego del gran incendio de Llico, Rumena y Punta Lavapié a fin de año, los habitantes de la última localidad estuvieron sin suministro de agua potable por un mes y medio, a causa de la inutilización de la toma de agua que los aprovisionaba, instalada en una quebrada. En todo ese tiempo, recibieron agua por camiones aljibe, costeados con recursos municipales.
-No hay un margen de distancia entre las plantaciones y las viviendas. Esto llegó a poner en riesgo un barrio completo en caleta Llico, donde algunos vecinos damnificados por el maremoto habían recibido viviendas al pie de un cerro cubierto de pinos que se quemaron. En nuestra región y en otras, cientos de barrios colindan con estos monocultivos sin que haya ningún control sobre ello.
Ampliación de Celulosa Arauco: Más consumo de agua y contaminación.
En este escenario, la industria forestal avanzó en su expansión mediante la aprobación del proyecto de Modernización y Ampliación de Planta de Celulosa Arauco (MAPA). Este proyecto contempla la construcción de nuevas instalaciones que aumentarán la producción de las actuales 790.000 toneladas anuales, hasta las 2.100.000 a partir del 2015, cuando estiman iniciar su funcionamiento.
La renovada planta será una de las mayores fábricas de celulosa de América Latina y la mayor en Chile. Este aumento en la producción repercutirá en el área que la circunda, generando las consecuencias propias de sus procesos.
Aumentará el consumo de agua. Según el informe que Celulosa Arauco presentó al Servicio de Evaluación Ambiental, continuará captando agua del río Carampangue. Cuando la ampliación esté funcionando tendrá un consumo promedio de 2.2m3/segundo, o sea de 2.200 litros por segundo equivalentes a 190.080.000 de litros al día. Si se considera que la Superintendencia de Servicios Sanitarios reporta un consumo medio de 117 litros de agua por habitante, en el territorio correspondiente a la distribución de Essbio, se puede establecer que el consumo diario de agua de esta industria, será mayor que la de los habitantes de la provincia de Arauco y Concepción juntas.
Otro efecto lo constituyen las emanaciones de dioxinas y otras sustancias tóxicas. Las dioxinas, por ejemplo, son compuestos químicos surgidos a partir de la combustión del cloro junto a materia orgánica, son bioacumulables y persistentes, absorbidos en los tejidos grasos de los seres vivos y transfiriéndose a través de la cadena alimenticia, llegando en muchas ocasiones al ser humano. Esta contaminación será constante y sus resultados podrán apreciarse cuando los seres vivos que viven a su alrededor presenten altas concentraciones de dioxinas en sus organismos.
Hasta el momento, en Chile y el mundo han ocurrido severos desastres ligados a la emisión de desechos propios de estas plantas. Particularmente en la Celulosa Arauco, han ocurrido derrames de trementina y otros compuestos, ocasionando manchas en el mar, intoxicaciones por inhalación en los habitantes, incluso de Lota, como fue en agosto de 2004. También ha habido otros menos difundidos, pues sólo han afectado a pescadores y mariscadores de Laraquete (caleta contigua a la planta), provocando la muerte los mariscos y el despoblamiento íctico de las zonas receptoras de las descargas.
La empresa promete una menor contaminación debido al no uso de cloro elemental, no obstante usará dióxido de cloro y otras sustancias como soda cáustica. Sus procesos y su rentabilidad lo exigen.
Falso desarrollo y falsas necesidades
En su presentación, Celulosa Arauco afirma la provisión, en promedio, de 4500 puestos de trabajo en su construcción y de 1000 durante su operación y que "espera que el Proyecto sea un aporte al desarrollo económico y sustentable de la comuna". 
Parece extraño, en realidad mentiroso. La experiencia de la comunidad aledaña a la celulosa Nueva Aldea, en Ránquil, Coelemu y Cobquecura, ha sido más compleja que lo expuesto en su propaganda. En primer lugar, los trabajadores locales que intervinieron en su construcción, sólo lo hicieron por ese periodo, pues desde su entrada en marcha se ha requerido mano de obra, momentánea, reducida y con una especialización no presentada por éstos. Por otra parte, la comunidad ha visto como la agricultura de subsistencia, la recolección de mariscos y la pesca antes practicadas, ahora constituyen un riesgo sanitario, a causa de la contaminación. 
Desde hace mucho tiempo, la zona del valle del Itata se postulaba como un polo de atracción turística. Sin embargo, el 2007, a un año de su inauguración, el alcalde cobquecurano declaraba a la prensa que "ya estamos viendo que hay gente que no está comprando tierra. Antes, el metro cuadrado se llegó a vender a 20 mil pesos, hoy cuesta 10 ó 12 mil... Creo que está íntimamente relacionado con el impacto de la planta”.
El Estado no monitorea. En el momento en que se permitió su instalación, las autoridades sabían qué estaban aprobando, pero las prioridades fueron claras. La empresa se ha dormido en los laureles, constantemente buscan revertir la negativa percepción de la comunidad, aprovechándose de la pobreza material y cultural imperante. Este es un relato de lo ocurrido luego de un derrame de residuos líquidos en la boca del río Itata el 14 de noviembre de 2013 de parte del encargado del programa Vigilante Costero, Rodrigo de la O.
"Al menos dos hectáreas completamente anegadas fueron afectadas con los RILES de la planta de celulosa Nueva Aldea que emanaban a borbotones como un geiser... al costado de una de las cámaras del ducto sobre terrenos recientemente labrados para la siembra agrícola. Bomberos declaraba emergencia química, cambiando al rato y señalando que por “mail” se les había informado que los “líquidos eran inocuos”. No alcanzaba a terminar de hablar el comandante cuando una vecina hace notar que éste figuraba con una chaqueta muy bonita con la imagen corporativa de la empresa responsable del daño ambiental (Arauco). Luego, un ejecutivo de la empresa, de hablar monótono y alertagador, señalaba a modo de defensa, que los vínculos con la comunidad eran permanentes para contribuir y bomberos siempre recibía ayuda con el ya clásico discurso de la responsabilidad social empresarial..."
El líquido amarillo que emanaba del ducto era tan pestilente que obligó a los lugareños a colocarse mascarillas y el municipio debió proveerles el agua potable, previniendo los efectos del derrame en las napas subterráneas.
Los desastres ambientales y la pauperización provocada por la industria forestal deja antecedentes para elaborar un extenso prontuario criminal. La gravedad de ello es que permanece impune y el Estado otorga garantías para seguir abultándolo.
El llamado primer mundo no está dispuesto a soportar los efectos de la industria de celulosa, pues ello implica tener plantaciones forestales que secan y erosionan los suelos, además de los efectos que hemos visto. La deslocalización de la industria forestal ha sido abrupta, en 20 años, la fabricación de celulosa se ha concentrado en los países del sur. Entre los años 1990 y 2000, Chile cuadruplicó el volumen de exportación de celulosa y en la última década se ha seguido aumentando la capacidad de elaboración. Sus condiciones son paradisíacas para este empresariado. La inexistencia de controles ambientales, mínimas garantías laborales y la entrega de subsidios a la plantación forestal, por parte del Estado, son la base la riqueza de compañías como CMPC y Arauco, permitiéndoles ampliar sus negocios a Uruguay, Argentina, Perú y Brasil.
Quienes usufructúan de este negocio, argumentan que la producción de celulosa es absolutamente necesaria. Mientras más, mejor, pues su fin es la fabricación de papel, identificada inmediatamente con la educación y la cultura. La publicidad de estas compañías oculta los usos que recibe el papel. El investigador Ricardo Carrere afirmó que "en 1991, más del 40% de la producción de papel fue utilizado para embalaje y envoltura, 13% para papel de periódico y menos del 30% para impresión y escritura". Podemos agregar que una importante proporción de estos usos están destinados a publicidad, es decir, material desechable, complemente prescindible y que sólo tiene justificación en una cultura donde predomina el valor asignado por el mercado a las cosas, antes que el valor otorgado por las personas en función de sus necesidades.
No existen argumentos para negar el empobrecimiento dejado por el negocio forestal, pero si lacayos dispuestos a defenderlo desde sus instituciones. La reciente aprobación del proyecto MAPA es nuevo golpe para la comunidad local, su salud y su economía. Esta situación que pereciera un destino ineluctable, se muestra blindada sólo en medio del silencio y la inacción de la comunidad, está en sus manos decir y hacer lo contrario.

Publicado en Resumen nº53. Disponible en Kioscos.