@rodrigodelao - @vigilantecosta
Crecí maravillado recorriendo un bosque el cual consideraba el patio o el jardín de mi pueblo (Curanipe), una verdadera joya que me impactaba cada vez, que me llenaba de orgullo y, sin duda, me ha hecho muy feliz. Estudié en Chanco al lado de una Reserva increíble en la que me perdí más de alguna vez y tal vez aquellos contactos casuales marcaron en algo ese afán ladino de querer proteger lugares preciosos y, en definitiva, por nuestro propio resguardo.
Puede sonar un poco romántico, pero, haciendo un poco de historia se podría decir que el Bosque de Curanipe (mal usado como Camping) es patrimonio natural donado por la familia Paiva (Razón por la cual se llama Bosque Paiva) a la comunidad de Curanipe hace ya muchos años y que, lamentablemente, al no haber en ese entonces una organización legal conformada (JJ. VV. u otra) Bienes Nacionales lo "tomó" y, producto de aquello, se concesionó al municipio local (Pelluhue) hace un par de décadas usufructuándolo como camping, rentabilizando importantes ingresos para el municipio (y su comunidad, entiendo) de Pelluhue, pero, poco y nada ha retornado al bosque para su mantención, respeto y cuidado. Todo lo contrario, se ha esquilmado, deteriorado y aprovechado sin existir planes de manejo, ni de contención del lugar.
Hoy, con dineros perdidos producto de talas,
árboles caídos por doquier, suciedad y escombros aun del 27/F. Cabañas y casas de distintas comunas y organizaciones de la región, francamente, y con una
tristeza que me violenta, veo como la gente y nuestras autoridades son
incapaces de comprender que antes que camping, o unidad de negocio, es un
bosque y, que mas encima, ofrece al pueblo de Curanipe una razón de existir
fundamental que es detener la erosión y avance de los sistemas dunarios (principio ecológico potente de un bosque artificial similar al de la Reserva Federico Albert de Chanco, pero, radicalmente distinta en su administración y manejo).
Crecí maravillado recorriendo un bosque el cual consideraba el patio o el jardín de mi pueblo (Curanipe), una verdadera joya que me impactaba cada vez, que me llenaba de orgullo y, sin duda, me ha hecho muy feliz. Estudié en Chanco al lado de una Reserva increíble en la que me perdí más de alguna vez y tal vez aquellos contactos casuales marcaron en algo ese afán ladino de querer proteger lugares preciosos y, en definitiva, por nuestro propio resguardo.
Puede sonar un poco romántico, pero, haciendo un poco de historia se podría decir que el Bosque de Curanipe (mal usado como Camping) es patrimonio natural donado por la familia Paiva (Razón por la cual se llama Bosque Paiva) a la comunidad de Curanipe hace ya muchos años y que, lamentablemente, al no haber en ese entonces una organización legal conformada (JJ. VV. u otra) Bienes Nacionales lo "tomó" y, producto de aquello, se concesionó al municipio local (Pelluhue) hace un par de décadas usufructuándolo como camping, rentabilizando importantes ingresos para el municipio (y su comunidad, entiendo) de Pelluhue, pero, poco y nada ha retornado al bosque para su mantención, respeto y cuidado. Todo lo contrario, se ha esquilmado, deteriorado y aprovechado sin existir planes de manejo, ni de contención del lugar.
Es una verdadera pena y una gran vergüenza ver como, día a
día, se reduce y comienza a retroceder este bosque. Su periodo de vida entra en una fase terminal y nadie hace
nada perdiéndose en ideas de proyectos que quedan en la intención y se transforman
en un recuerdo cuando la urgencia de hacer algo es inmediata antes de que sea
demasiado tarde.
La visión de las personas, su enfermo afán hacia lo material y
el desapego hacia la comunidad, la infraestructura social y el cuidado de sus
bienes, hacen que todo se vicie, se enrarezca olvidándonos de los esencial y cayendo en un pozo sin fondo. Importante también asumir las responsabilidades particulares que por indiferencia, letargo de ideas propias o sencilla incapacidad tenemos a la hora de hacer valer nuestros derechos y contradecir a la autoridad. Falta vigor tal vez o ganas de hacer algo por el otro, por el vecino sin esperar recompensa, solo por querer y poder hacerlo. Pienso.
Recientemente se produjeron tormentas y vientos de gran magnitud y como había acontecido tiempo atrás muchos arboles del bosque quedaron en el suelo evidenciando la importancia de poder planificar en el corto plazo acciones tendientes a poder recuperar un espacio que pertenece a la localidad de Curanipe. Por nuestra parte, hace bastante tiempo que hemos realizado las gestiones para poder ir al rescate de este espacio e incorporar estrategias de resguardo y ordenar un lugar del que muchos se han beneficiado y nadie ha protegido con el rigor necesario.
Seguiremos intentándolo y espero que la comunidad despierte y entienda que ese bosque es de ellos lo que implica ser responsables cuando se abusa de su naturaleza.
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