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sábado, 12 de marzo de 2011

Desastre en Japón nos demuestra que vivimos en el mismo vecindario

Por Rodrigo de la O -
El día de ayer nos correspondió hacer terreno al sur de nuestra zona (entre ríos Maule e Itata). Llegamos hasta el río Itata observando una cierta disminución en su cauce producto de la escasez hidrica de los últimos meses en la zona norte y centro sur de nuestro país. El ducto aun permanece y persiste el temor de que podría estar con problemas de funcionamiento.
El director de la Municipalidad de Coelemu tuvo la gentileza de recibirnos en su oficina y le comentamos respecto de nuestro trabajo en la zona. Existen algunas situaciones que concordamos abordar de manera conjunta hacia el futuro y manifestamos nuestra entera disposición como programa a colaborar en las acciones que sea necesario.
De regreso, en la tarde, nos sorprendimos al observar millares de aves en el mar asentadas por varios kilómetros en la orilla del mar. No era el típico "ojo de aves" que se forma cuando hay un cardumen de peces en algún sector. Se veían agrupadas, temerosas como esperando algo.

De madrugada, como a las 4:40, recibo esas llamadas fuera de norma, esas que te despiertan con un sobresalto y quedas sentado en la cama mirando el teléfono, dudando un segundo y lamentando no haberlo apagado. Al responder me informan del desastre vivido en las costas niponas con un terremoto que destronó el chileno del 27 de febrero de 2010 superándolo y marcando un 8,9 en la escala de Richter. El terremoto y tsunami del 11 de marzo en Japón se convierte en el más destructivo en 140 años del país insular y en el quinto en la historia desde que existe registro de medición instrumental.
Inmediatamente se dispuso un plan de emergencia local y nacional ante eventuales marejadas que se sucedieran en las costas americanas producto del mega sismo. Después de cerca de 35 horas en que se evacuaron zonas costeras inundables y que el gobierno decretará alerta y alarma de tsunami en Chile Insular y Continental se puede decir que se actuó con prolijidad y prevención. La ciudadanía, por su parte, fue ordenada y cauta a la hora de hacer la evacuación. Sin duda que el 27F nos enseñó y esta prueba de fuego fue el catalizador que permite establecer que Chile está asumiendo una cultura social necesaria y que debemos conocer al vivir en uno de los países más sísmicos del planeta.
Por otro lado el drama en Japón persiste y aunque son la tercera economía del mundo es preciso que la comunidad internacional se vuelque en su ayuda y puedan sortear los difíciles trances de una experiencia como esa, tan fuerte y que comprendemos tan bien. El mundo es un vecindario y debemos estar conscientes de ellos. Fuerza Japón.

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