@vigilantecosta
Es gratamente sorprendente cuando se nos invita a
participar y compartir nuestra experiencia en un Seminario como el que recientemente asistimos, invitados por nuestros amigos de Futuro Renovable, en la comuna de Puchuncaví. Junto al nerviosismo que ello
siempre implica al asumir el compromiso y desafío de poder hacer una presentación objetiva,
ajena de egos y, sinceramente, poder entregar un mensaje que quede a los
asistentes y refleje la lucha de muchos, siendo ellos, esperamos, sean parte de una nueva manera de ver y ser una
ciudadanía empoderada, participativa, con visión desde la comunidad hacia el
mundo; estableciendo criticas, construyendo manifestaciones, generando propuestas,
motivándoles a organizarse y construir democracia desde nuestras casas. Desde nuestra perspectiva pensar en hacer una presentación en la
comuna de Puchuncaví, es difícil. Como comenzar a contar nuestra (hasta ahora)
victoria, la de un movimiento ciudadano organizado de manera espontanea y
transversal por la simple y valida necesidad de enfrentar la amenaza millonaria
de un invasivo proyecto eléctrico de una empresa extranjera en la
estigmatizada comuna de Constitución, que cambiaría radicalmente el futuro y
desarrollo de nuestra zona. Como decirles a ellos, los locales, los dueños de
casa, en el salón municipal, acerca de nuestra (casi)
victoria; cuando ellos llevan décadas con la invasión de la industria del cobre
y de generación en base a combustibles fósiles, impactando su calidad de vida y
modificando la vocación natural a una hoy declarada zona de sacrificio en la
quinta región, como ya, tristemente, existen otras en nuestro país. Como
decirles a ellos de nuestra lucha si sus niños tienen metales pesados en la sangre por ir a
su escuela y pareciera, al silencio del tiempo, dar lo mismo mientras la maquina del dinero siga funcionando.
Ahí comienza una vez más esa sensación de
impotencia, de desvergüenza al observar cómo se repiten modelos de negocio que
no consideran factores externos ligados su proceso de obtención de utilidades.
Olvidan o, peor aún, ignoran costos asociados a ciclos completos de su cadena
de producción (o destrucción) y menos consideran efectos o externalidades
negativas que terminan pagando ciudadanos y comunidades (al parecer de “menos valía”) que
viven en el entorno de los proyectos afectándoles su salud, calidad de vida y
provocando migraciones por el giro productivo impuesto por grandes capitales (incluido el Estado de Chile).
El año 2009 estuvimos en Ventanas conociendo laexperiencia, por ellos vivida y fue gracias a esa experiencia que
pudimos, de alguna manera, reaccionar y enfrentar lo que se nos venía. Muchos
años han pasado y es importante poder enfrentar nuevos desafíos reconociendo la importancia de las personas y su participación en estos procesos, es fundamental.
No podemos permanecer impávidos cuando vemos que un modelo económico basado en
combustibles fósiles e industrias del pasado impactan gravemente nuestro entorno y planeta. Donde economías basan sus ganancias en la erosión de suelos, contaminan nuestras aguas y aire. Como si pensar en tirar desechos de la mega minería al mar, porque ya se les acabo el espacio en tierra, fuera natural o algo justificable si la rentabilidad social lo permite y genera dividendos. Increíble.
Así como también, en vez de fortalecer sistemas de pensiones, no podemos permitir que parlamentarios presenten leyes que desvinculen de su patrimonio a nuestros ancianos vendiéndoles un “mejor vivir” terminando en manos de quien sabe quien las hipotecas que muchos no podrán pagar; tampoco podemos seguir tolerando un modelo destructivo, contaminante, que impacta la salud de las personas y de nuestro planeta del cual han usufructuado (y lo siguen haciendo) por años, enriqueciéndose unos pocos, generando castas de poder germinadas en dictadura, dividiéndose empresas del estado y grupos económicos que han hecho fortunas con nuestros recursos naturales y, en muchos casos, subsidiados por el Estado.
Puchuncaví, ventanas, zona de Sacrificio, saturada de contaminantes donde los pescadores son "algueros". Lugar donde por años han debido resignarse y someterse al abuso de un modelo económico autoritario, obsoleto, donde el único interés es poder seguir produciendo más y más sin pensar a que costo.
Agradecemos la invitación y creemos que nuestro Movimiento de Acción Ciudadana Pro Defensa de la Costa del Maule es un ejemplo de que la lucha por la defensa pacifica de nuestro territorio es vital para que se reconozca la igualdad de oportunidades para todos y que el progreso o desarrollo vaya siempre de la mano del bien vivir, de la buena manera de experimentar la existencia, sin olvidar, sea cual sea, al otro y buscar su bienestar tanto como el mío.
Seguiremos avanzando planteando nuevos desafíos y a no estar dormidos sino que más que atentos al verdadero país que queremos construir.