Fuente: El Ciudadano
La Declaración de los Derechos del Río Biobío marca el inicio de una campaña integral para la conservación y restauración del cuerpo de agua, con el objetivo de proteger sus elementos vitales y asegurar su sostenibilidad para las futuras generaciones.
El pasado martes 24 de septiembre, se realizó el lanzamiento oficial de la Declaración de los Derechos del Río Biobío, una herramienta legal que establece principios base para su protección y preservación frente a amenazas ambientales.
En la ceremonia que tuvo lugar en la Biblioteca Municipal de Concepción se presentaron los 12 derechos intrínsecos y permanentes que se incluyen en la Declaración, entre los que figuran:
a. El derecho a existir.
b. El derecho a un caudal superficial y subterráneo suficiente para mantener la salud de los ecosistemas de todo el sistema fluvial.
c. El derecho al flujo libre y a la conectividad de cordillera a mar para la mantención de un régimen hidrológico sostenible.
d. El derecho a la mantención de la integridad de su estructura, la capacidad para cumplir funciones esenciales, ciclos vitales y procesos evolutivos.
e. El derecho a alimentar y ser alimentado por sus afluentes de manera sostenible.
f. El derecho a su ubicación ecológicamente determinada en el paisaje.
g. El derecho a la biodiversidad nativa, libre de especies invasoras.
h. El derecho a condiciones climáticas ecológicamente sostenibles.
i. El derecho a estar libre de toda contaminación y degradación.
j. El derecho a la regeneración y restauración.
l. El derecho a ejercer el vinculo regular y permanente con las comunidades ribereñas, lo que incluye un libre acceso al río por parte de ellas.
Cabe destacar que esta Declaración se logró presentar, tras un exhaustivo proceso de estudio y consulta pública, en el que participaron comunidades ribereñas del Biobío, científicos y organizaciones locales e internacionales, con la finalidad de visibilizar la problemática y daños a los que se ha enfrentado este cuerpo de agua en toda su cuenca, como consecuencia de la construcción de embalses para centrales hidroeléctricas, la extracción de agua para riego y urbanización, el desarrollo de obras de infraestructura, contaminación de sus aguas y la extracción de áridos, entre otros.
El documento fue elaborado a través de un proceso participativo e inclusivo que involucró a diversas entidades y actores sociales, considerando a científicos, expertos en medio ambiente, representantes de comunidades locales, organizaciones no gubernamentales y académicos.
El proceso incluyó múltiples etapas de consultas, talleres y reuniones, en los que se recogieron diversas perspectivas y conocimientos locales. Este enfoque colaborativo buscó garantizar que la declaración no solo fuera un documento técnico, sino también una manifestación de las aspiraciones y necesidades de las comunidades que dependen del Río Biobío.
Este proyecto surge en el contexto del festival “Somos Cuenca”, realizado en el mes de noviembre del año 2023 en las localidades de Concepción y Talcahuano. Se desarrollaron una serie de talleres en Chiguayante, Concepción y Alto Biobío, generando un diálogo participativo entre los asistentes, quienes visibilizaron las problemáticas y amenazas socio-ambientales del Río Biobío y las comunidades a lo largo de toda la extensión de la cuenca. Dando testimonio, asimismo, de la importancia del vínculo existente entre la comunidad y el río.
Recientemente, el texto de la Declaración fue abierto a consulta pública entre el 20 y 29 de febrero de 2024, con el propósito de recibir comentarios y sugerencias respecto a su contenido.
¿Por qué el Río Biobío necesita una Declaración de Derechos?
La Declaración de los Derechos del Río Biobío, se produce en el contexto en el cual el actual marco legal de nuestro país ignora el valor intrínseco de las entidades naturales y no enfatiza el desarrollo sostenible en armonía con la naturaleza.
Por tal razón, esta Declaración es considerada un mecanismo de visibilización e incidencia a largo plazo para la defensa y protección de este cuerpo de agua, facilitando e impulsando la participación de diversos actores locales.
Tal y como destaca la presentación de la Declaración, el Río Biobío es el segundo río más largo de Chile y uno de los ecosistemas más significativos del país. Su cuenca constituye un ecosistema fluvial complejo, con un excepcional mosaico de hábitats y alta abundancia biológica sustentado en las características ambientales y geográficas únicas de esta zona.
Su vasta extensión y diversidad ecosistémica lo transforma en una reserva crucial de agua dulce y fuente de nutrientes para los múltiples ecosistemas terrestres con los cuales interactúa.
Además, el Río Biobío es parte de un importante corredor biológico en la región, y en tal calidad, actúa como una conexión geográfica vital, vinculando áreas desde la cordillera hasta el mar, facilitando la movilidad de la fauna y la funcionalidad del ecosistema, contribuyendo a la preservación de especies acuáticas y terrestres, endémicas de nuestro país y que se encuentran en peligro de extinción, como el “bagrecito” (Trichomycterus chiltoni) y la “Carmelita de Concepción” (Percilia Irwini).
La directora de la ONG Defensa Ambiental, Nohad Escares, explicó que este hito marca el inicio de una campaña integral para la conservación y restauración del río Biobío, con el objetivo de proteger sus elementos vitales y asegurar su sostenibilidad para las futuras generaciones.
Señaló que la Declaración incluye un anexo llamado “Ruta de Implementación”, en el que se señala que es necesario, para la efectiva conservación del río, que sea nuevamente un espacio de encuentro donde se compartan los diferentes saberes y que estos mismos se difundan con la comunidad.
La directora de la ONG Defensa Ambiental indicó que el objetivo es incidir, junto a la comunidad, en políticas públicas fluviales, como la Estrategia del Recurso Hídrico o el Plan de Manejo del Santuario y Desembocadura del Río Biobío.
Por su parte, la directora del programa latinoamericano de la Red Internacional de Ríos, Monti Aguirre, señaló que esta declaración marca un giro histórico en la forma en que entendemos y protegemos este vital curso de agua.
"La Declaración proclama que el río, junto con sus afluentes y su cuenca, posee derechos inherentes que deben ser reconocidos y protegidos. No es simplemente un documento legal; es un compromiso moral para restaurar y salvaguardar el Río Biobío", planteó en su artículo "Reconociendo los Derechos del Río Biobío: Una Nueva Era para la Protección Ambiental".
Señaló que el documento es tajante en subrayar la necesidad urgente de un cambio de paradigma en la forma en que abordamos la protección ambiental, tanto en Chile como a nivel global.
"Los marcos legales actuales a menudo no logran abordar los complejos desafíos que enfrentan los ríos. La Declaración aboga por alejarse de los modelos de desarrollo que priorizan las ganancias económicas a corto plazo sobre la salud de los ecosistemas, y por adoptar un enfoque más holístico que reconozca el valor intrínseco de la naturaleza. Este cambio es necesario no solo para el Biobío, sino para los ríos de todo el mundo que enfrentan amenazas similares", apuntó.
Asimismo, catalogó la Declaración como un testimonio del poder de la comunidad: personas unidas por una visión compartida de un futuro mejor.
"Nos recuerda que proteger los ríos no se trata solo de preservar el agua y la vida silvestre, sino de honrar el profundo vínculo entre las personas y la naturaleza, asegurando que ese lazo perdure", indicó.
Por tal motivo, advirtió que el trabajo está lejos de terminar.
"La Declaración marca el inicio de una campaña a largo plazo para la protección y restauración del Río Biobío. Es un llamado a la acción para que todos nos unamos en la defensa de los derechos de nuestros ríos, reconociendo su importancia no solo como recursos, sino como seres vivos que nos sostienen a todos", expuso Aguirre.
La toponimia del Biobío: el canto del fío-fío
Una de las teorías más difundidas sobre la toponimia del río Biobío señala que su nombre proviene de la onomatopeya del canto de un ave nativa: el Elaenia albiceps, comúnmente conocido como “fío-fío”. Este pequeño pájaro, que habita en bosques templados, matorrales y áreas cercanas a cursos de agua, emite un distintivo canto repetitivo y claro, que ha sido relacionado con el sonido “fío-fío”. Este sonido, visto como un simbolismo natural habría influido en la denominación del río, conectando el paisaje sonoro del Biobío con la biodiversidad que lo rodea, reforzando la íntima relación entre el entorno natural y las comunidades mapuche que han habitado sus riberas durante siglos.
El fío-fío tiene una amplia distribución en América del Sur, migrando entre la Patagonia chilena y argentina hacia zonas más cálidas del continente, como Bolivia y Brasil, durante el invierno. En la región del Biobío y más al sur, es particularmente visible durante los meses de primavera y verano, donde su canto marca la presencia de un ecosistema vibrante.
Esta conexión entre el río y la fauna local subraya la importancia de su reciente reconocimiento como sujeto de derechos. Declarar al río Biobío como un ente con derechos legales no solo protege su caudal y ecosistemas, sino también las relaciones ancestrales que las comunidades indígenas, como el pueblo mapuche, han mantenido con su entorno. Este paso crucial hacia la protección ambiental busca garantizar que el río, y todo lo que simboliza, siga siendo un patrimonio vivo y sustentable para las generaciones futuras.
Fuente: El Ciudadano