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jueves, 13 de septiembre de 2018

Comunicado y Petitorio: No queremos ser Zona de Sacrificio

Mujeres de zona de Sacrificio en Resistencia
Organizaciones locales  de la zona de Puchuncaví y Quintero presentan petitorio y exigen lo siguiente:
  1. La paralización inmediata del Complejo Industrial de la Bahía de Puchuncaví-Quintero para fiscalizar a todas las empresas por  separado y tener certeza sobre qué emite cada una.
  2. Tecnologíade Punta para cada Empresa.
  3. NormativaAmbiental de acuerdo a lo que recomienda la OMS  para componentes dañinos para la salud, tales como metales pesados, MP2.5, MP10, SO2, NO2, CO, As, Hg, Cd, hidrocarburos y compuesto orgánicos volátiles. Y que la normativa regule suelos, agua dulce, océanos y aire. 
  4. El cierre inmediato de las empresas con tecnología obsoleta, contaminante y/o peligrosa, entre ellas las cuatro termoeléctricas de  carbón de AES Gener, la fundición de CODELCO, Oxiquim, la planta desalinizadora Aconcagua, y todas aquellas que no cuenten con RCA.
  5. El cambio inmediato del plan regulador metropolitano de Valparaíso, en particular en relación al uso de suelo, eliminando la disponibilidad de suelos de uso industrial peligroso, creando en su lugar áreas verdes con las 579 hectáreas no edificadas que actualmente dispone el complejo industrial.
  6. La descontaminación y recuperación de todas las zonas de sacrificio de Chile, entre ellas Tocopilla, Mejillones, Huasco, Coronel y Puchuncaví-Quintero.
  7. Una ley Especial para Puchuncaví-Quintero.

Invitamos a todos que se unan en sus Territorios y nos apoyen a exigir nuestro derecho de vivir en un ambiente limpio y libre de contaminación al igual que todos los chilenos. Basta con la violencia que ha ejercido y que sigue ejerciendo el Estado sobre las Comunidades!

miércoles, 5 de septiembre de 2018

El potente mensaje de Quintero y Puchuncaví a la reforma del SEIA

Fuente: Diario Clever - Por Fernando Salinas Manfredini - #opinion

¿Reaccionará el gobierno respecto de su proyecto de modificación del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) a la luz de la crisis en Quintero y Puchuncaví?

La grave situación que está viviendo esa zona es la “crónica de una muerte anunciada”, producto de una legislación tardía, insuficiente e incompleta, y que hoy el gobierno quiere modificar. Uno podría decir ¡qué bueno!, por fin vamos a poner al medioambiente y a la salud de las personas por sobre los intereses económicos de las corporaciones. Pero lamentablemente no es así, el proceso de calificación será aún más frágil de lo que tenemos actualmente.
Hay muchas razones que explican el desmejoramiento en que quedaría el SEIA con el nuevo proyecto, pero me basta mencionar una de ellas para mostrar las nefastas consecuencias medioambientales y sanitarias que tendría. La he elegido por la importancia que tendría en el resultado de las calificaciones ambientales y porque me parece evidente su carácter extemporáneo. Me refiero al reemplazo de la Comisión de Evaluación Ambiental Regional que opera en cada región de nuestro país, por tres Comisiones Macrozonales: Norte (Antofagasta), Centro (Santiago) y Sur (Valdivia). Con ello se elimina la focalización regional de la evaluación. Por ejemplo, un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en Cauquenes se gestionará en la Comisión Macrozonal Centro, ubicada en Santiago. Ello no sólo es contradictorio con la anhelada y legítima mayor autonomía de las regiones –supuestamente celebrada por todos los sectores, toda vez que en un tiempo más se elegirán los Gobernadores Regionales-, sino que se cercena la capacidad técnica-profesional ambiental que se ha ido desarrollando en las regiones a través de los años. Por lo tanto, la consecuencia directa de esta medida es quitarle a las regiones el control de los problemas ambientales locales que, finalmente, afectan a sus ciudadanos. Obviamente, ello se traduce en un traspaso de poder decisional regional al gobierno central que controla la gestión de las macrozonas, sin la afectación política que la ciudadanía tendría a través de las autoridades regionales elegidas por votación popular. Dicho de otra manera, las personas no tendrán la posibilidad concreta de exigir a esas autoridades que se cumpla “en forma y espíritu” la legislación ambiental.
La crisis de Quintero y Puchuncaví nos está enviando un mensaje muy potente: una correcta evaluación ambiental no puede estar supeditada a las decisiones de las empresas y a la supremacía de los gobiernos centrales. Son las regiones, con sus autoridades locales, sus científicos, sus técnicos, los que, junto a la ciudadanía, están en condiciones de hacer la mejor evaluación ambiental. Ello no significa que se prescinda del gobierno central, sobre todo en proyectos que impactan más allá de la región, pero debe ser en coordinación con ella.
No  es difícil deducir cuál es el verdadero objetivo del gobierno al enviar el proyecto de modificación del SEIA, ya que fue manifestado públicamente el lunes 14 de mayo de 2018 por el Presidente Sebastián Piñera acompañado por el Ministro de Hacienda Felipe Larraín y el Ministro de Economía José Ramón Valente. Este sería “destrabar” los proyectos de inversión que están siendo calificados ambientalmente y que no han tenido luz verde para su realización y, por otra parte, incentivar la inversión en futuros proyectos. Sí, es indudable que al relajar el dominio del SEIA y minimizar la presión social en las regiones se va a producir más inversión, pero al costo de repetir lo que estamos viviendo ahora en Quintero y Puchuncaví.
Lo que está sucediendo en esta zona de sacrificio nos está “gritando muy fuerte” y si el gobierno no es capaz de percibirlo y se empecina con ese incongruente y sesgado proyecto de ley del SEIA las consecuencias serán enormes.

Chile: Un Estado Fallido

Por Hernán Ramirez | Investigador Asociado Fundación Terram
Según la literatura especializada, un Estado fallido es aquel que ha sido incapaz de responder a las necesidades de sus ciudadanos y ciudadanas. Para Jean Marie Grose, existen distintas clasificaciones para las fallas de una institución soberana como la mencionada, siendo nuestra realidad la de contar con una institucionalidad y autoridad ausentes e ineficaces frente a los poderes del mercado, los que, en la práctica, han administrado los territorios transgrediendo derechos humanos básicos, como el de un ambiente libre de contaminación.
Probablemente, es difícil para la mayoría de nuestros compatriotas aceptar que Chile es un “Estado Fallido” cuando las faltas han sido invisibles a sus ojos; pero al analizar en forma objetiva la situación de abandono ambiental a la que han sido sometidos los habitantes de Quintero y Puchuncaví, es posible que compartan nuestra opinión: Chile es un ejemplo de “Estado Fallido”.    
Entre otros factores, un Estado es Fallido al ser incapaz de garantizar efectivamente los derechos fundamentales consagrados en su propia Constitución, como el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, a su ciudadanía. Chile no posee un cuerpo normativo que garantice un aire seguro a sus ciudadanos, además, tiene una autoridad incapaz de conocer y controlar las emanaciones que las industrias emiten a la atmósfera, al suelo y al mar, endosando la responsabilidad de la medición de los niveles de contaminantes respirables a las mismas empresas que los producen. Esto es lo que ocurre con las estaciones de monitoreo de calidad del aire en Quintero y Puchuncaví, realidad que violenta los derechos fundamentales de las personas.  
Un Estado es Fallido cuando es incapaz de proteger sus bienes de uso público, evitando derrames y varamientos  de carbón, como es lo que ocurre en la Bahía de Quintero, donde se han registrado unos seis episodios de derrame de hidrocarburos en sus costas desde el 2014 y más de 300 incidentes de varamientos de carbón desde el 2008, los cuales ocurren  semanalmente en Caleta Ventanas sin contar con dictación alguna que ordene medidas concretas para evitar su recurrencia.
Un Estado es Fallido cuando es incapaz de proteger a sus niños y asegurar que no correrán riesgos de intoxicación al asistir a clases, como ha ocurrido en las comunas de Quintero y Puchuncaví, donde durante la última década se han registrado, al menos, 12 eventos de intoxicaciones resultando más de 500 infantes afectados en sus colegios.
Este Estado es Fallido cuando sus servicios públicos no cumplen lo ordenado por la Contraloría General de la República, que durante 2017 instruyó la limpieza en todos los colegios de la comuna de Puchuncaví de residuos de metales pesados alojados al interior de las salas de clases, así como hacer un seguimiento epidemiológico a los niños que han sido expuestos a estos contaminantes, lo que a la fecha no se ha concretado.
El Estado es Fallido al ser incapaz de hacer respetar su soberanía nacional, permitiendo que presiones extranjeras incidan en decisiones que vulneran su Estado de Derecho. Esta falta se reflejó en la construcción de la termoeléctrica Campiche -de propiedad de la empresa norteamericana AES Gener- en Ventanas sobre un área verde, durante el primer Gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet, cuando aceptó la imposición del Gobierno de Washington modificando la “Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones”, para dar una salida “legal” a la construcción de esta termoeléctrica, a pesar que los fallos emitidos por la Contraloría General de la República y la Corte Suprema habían sentenciado su ilegalidad.
Este Estado Fallido es el que ha permitido la existencia de zonas en donde sus ciudadanos son sometidos permanentemente a condiciones de  sacrificio, como lo son quienes viven en las comunas de Mejillones, Tocopilla, Calama, Antofagasta, Taltal, Huasco, Coronel, Tierra Amarilla-Copiapó, Til-Til, entre otras.
Desde Fundación Terram nos preguntamos si los habitantes de Chile y de esas comunidades específicas se merecen esta realidad; nos preguntamos por qué los gobiernos que se han sucedido durante los últimos 40 ó 50 años  han permitido que se consoliden Zonas de Sacrificio ¿A quién o a qué intereses responde esta inacción e ineficacia por parte de las instituciones del Estado?; y nos preguntamos si, con estos antecedentes, ¿Chile está realmente a la altura de un país OCDE?

Investigación en la "Zona de Sacrificio" Puchuncaví y Quintero

@WaterkeeperCL @vigilantecosta #reporte #bitacora
Durante varias semanas, entre marzo y abril, participamos en la coordinación, desde nuestra organización Vigilante Costero y como miembros chilenos de la internacional alianza Waterkeeper e integrantes del Equipo Internacional en temáticas de Carbón (International Coal Team); en un trabajo conjunto, junto a comunidades locales e investigadores de la Fundación Terram Chile.
Playa Ventanas

INVESTIGACION

En el mes de mayo, pudimos llevar a terreno un proyecto de investigación para la toma de muestra de agua en distintos puntos, para su posterior análisis y medición de parámetros en agua (pozos, río y marina) y sedimentos en las comunas de Puchuncaví y Quintero. Proceso similar se realizó, con posterioridad, en la ciudad y comuna de Coronel, provincia de Concepción; en la región del Biobío.
En las últimas semanas, tristemente, hemos debido presenciar una serie de situaciones derivadas de intoxicaciones masivas de personas, muchos de ellos niños y mujeres en gestación, que se relacionan, directa o indirectamente, con emisiones y gases tóxicos de los procesos industriales asentados por décadas, convertidos en pasivos ambientales que las comunidades locales han sido obligados a tolerar.
Bahia Quintero desde Caleta Ventanas
Donna Lisenby - Muestreo Ventanas
Coincidentemente, en medio de crisis ambiental, el sábado 24 de agosto, pudimos exponer, junto a las organizaciones locales participantes en esta investigación, los resultados de análisis preliminares realizados por nuestro equipo, liderado por Donna Lisenby (Clean and Safe Energy Campaign Manager, Waterkeeper Alliance), experta en monitoreo y muestreo en problemáticas relacionadas con el agua, su composición-afectación; en distintos escenarios y contextos a nivel mundial, en este caso, relacionado con empresas que usan el carbón como combustible en la 
Parque Industrial Puchuncaví-Quintero
Cabe mencionar que el "parque industrial" que existe en la zona, de larga data, se compone de cerca de una quincena de empresas estatales y privadas relacionadas con minería, energía, construcción, productos químicos, gas, entre otros. Lo que convierte la zona en uno de los lugares de mayor concentración de empresas contaminantes del país. 
Análisis de las muestras capturadas se realizaron en laboratorios certificados internacionalmente en Chile y Estados Unidos. Metodología, siguió los más altos estándares, cadenas de custodia y registros respectivos y, al mismo tiempo, se aprovecho el plan de muestreo investigativo para desarrollar un entrenamiento o capacitación a miembros de la comunidad y organizaciones locales participantes, en este tipo de monitoreo; relevando la importancia del monitoreo ciudadano e independiente basado en fundamentos éticos y objetivos.
Taller-Entrenamiento: Sindicato Pescadores Ventanas
Muestreo Playa Ventanas

REPORTES

Los reportes se harán públicos próximamente y permanecemos a la espera de la segunda parte correspondiente a Coronel, en la región del Biobío. Preliminarmente, se ha informado que al menos los 2 pozos muestreados en Caleta Ventanas y los análisis de sedimentación realizados en la playa evidencian de manera clara la existencia de metales pesados. Los pozos de agua en Ventanas Bajo presentan parámetros sobre la Norma EPA de los Estados Unidos para Aluminio (Al), Plomo (Pb) y Arsénico (As). La recomendación es no usar los pozos por la alta concentración de metales que son bioacumlables y cancerigenos. 

En relación a intoxicaciones recientes, creemos que es vital poder hacer análisis exhaustivos de sangre de todos los intoxicados y, extensivamente, a la comunidad en general, para identificar con exactitud los orígenes de la contaminación, responsabilidades punibles y sancionarlos como corresponde en derecho.
Es una muy mala señal, la forma errática de las autoridades competentes y sorprende la incapacidad e inacción para operar la emergencia; como así también, de sus dubitativos informes respecto a la deficiente forma, protocolos, uso y competencias de los equipos de medición. También, llama la atención, la incomodidad a las que son obligados a desarrollar sus funciones los profesionales de la salud en las instalaciones hospitalarias cercanas a la última emergencia. Ha quedado en evidencia que tienen que trabajar a ciegas al no tener datos duros conducentes a un mejor diagnóstico inmediato. 
Por último, es imperioso poder regir una norma de calidad de aire que se homologue a los estándares de la Organización Mundial de la Salud. No es lo mismo, una normativa que mida emisiones en particular, cuando la suma de las mismas es, obviamente, exponencialmente mayor, en una zona o parque industrial declarado en saturación.
Toma Muestra de Sedimentos en Playa Ventanas