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jueves, 22 de octubre de 2015

Planta de Tratamiento de Aguas de Pelluhue: Monitoreo Permanente

@vigilantecosta
Desde que comenzamos a desarrollar nuestro trabajo en la zona costera de las regiones del Maule Sur y Biobio norte (entre ríos Maule e Itata), hemos observado como algunas plantas de tratamiento de aguas de empresas sanitarias del sector colapsan en algunas temporadas debido, principalmente, a la gran carga de visitas y turistas que tienen las comunas costeras por su condición de balneario o destinos turísticos y también como se han visto afectadas cuando han existido eventos sismológicos de alta magnitud (27/F).
Es por eso que mantenemos un constante monitoreo, muestreo y observación de los cursos hídricos donde son devueltas las aguas según la normativa vigente a través de procesos de oxigenación y decantación los cuales permiten una devolución que no dañe o impacte nuestras aguas.
Una de las plantas que en nuestra experiencia ha manifestado mayores problemas es la que se ubica en la localidad de Pelluhue (comuna de Pelluhue) debido, como se ha mencionado, a la gran carga de visitas que tiene en temporada estival, feriados o vacaciones de invierno.
En esta oportunidad se pudo constatar que la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas de Pelluhue opera con normalidad y seguiremos atentos para poder contratar su comportamiento de cara al verano.

Nota Relacionada: JUEVES, 17 DE FEBRERO DE 2011 Bítacora de Terreno: Ríos comuna Pelluhue

martes, 6 de octubre de 2015

Degradación de Rocas en Borde Costero

@vigilantecosta
Desde hace años que hemos podido constatar cómo, sostenidamente, rocas de gran envergadura han ido desapareciendo en la faja costera de la región del Maule y Biobio. La extracción irregular permanente ha dañado fuertemente los cordones rocosos existentes afectando su importancia vital como elemento natural de contención de altas mareas en zonas pobladas de baja altura. Situación que se reafirma por experiencias vividas en eventos de marejadas y tsunamis.
Hoy, las normativas vigentes evidencian una patética disociación entre los deberes y derechos de los actores y entes involucrados, debido a que aunque existen normas, regulaciones o decretos sobre la prohibición, traslado y venta de Piedra Laja, en toda la extensión de Playas en la comuna de Pelluhue, desde la desembocadura del Río Rahue por el norte, hasta el límite con la octava región por el Sur”, según reza en acta N°8 el decreto alcaldicio exento N° 526, del 22 de enero de 2013 (firmado por el actual alcalde en ejercicio); aún se mantiene una práctica comercial, a vista de todos, con el patrimonio natural (y bien nacional) de manera absolutamente desregulada, transgrediendo normas o decretos, evadiendo impuestos y pago de permisos, patentes, sin poder conocer volúmenes de extracción y lugares de procedencia. Esto, además, se complementa con la nula fiscalización de quienes formulan, precisamente, las normas (o decretos) e indolencia de quienes se dedican a este tipo de actividad de manera ilegal y sin estadística alguna que permita establecer un control efectivo y sostenible en el tiempo. 
Lo más grave de la horadación del sistema rocoso característico de nuestro litoral central, no solo es la pérdida de un patrimonio que ha permanecido por cientos o miles de años por la actividad comercial invasiva asociada a su extracción. Lo realmente preocupante, es constatar cómo se han ido reduciendo los cordones de roca por la practica desmedida y clandestina provocando un daño irreversible, erosionando un patrimonio que nos pertenece a todos y que a nadie pareciera importar.
En lo personal, no nos oponemos a la extracción de piedra laja u otra para su comercialización y venta como insumo o materia prima para la construcción. Lo que parece aberrante, es que se realice dentro de la faja costera donde su existencia es de vital importancia para nuestras comunidades y zonas expuestas a marejadas o subidas de mar. Su práctica comercial, regulada y ajustada a los pagos de tributos y permisos correspondientes fuera de la faja costera es lícita y un trabajo como cualquier otro y, de hecho, existen lugares en que se hace de manera eficiente, fuera de la faja costera, con los permisos y pago de tributos correspondientes a través de canteras privadas.
Hacemos un llamado a las autoridades que de una vez puedan establecer normas y una fiscalización adecuada frente a un deterioro sostenido que lleva años y que es imperioso poder regular entendiendo su valor e importancia.
La piedra laja (o negra), en si misma, es una característica identitaria de la zona costero central del Maule-Biobio y es urgente poder determinar las maneras óptimas para su explotación y que las buenas practicas asociadas deben ir de la mano con protocoloes claros por parte de la autoridad competente para que no dañen o hagan desaparecer en zonas frágiles donde su existencia es muy importante. No podemos permitir que sigan desapareciendo. Exigimos seriedad y un control adecuado antes de que sea demasiado tarde.

Notas relacionadas:

domingo, 4 de octubre de 2015

Bitácora de Terreno: Colmuyao, provincia de Ñuble

COLMUYAO, COBQUECURA. ÑUBLE.BIOBIO
@vigilantecosta
Recientemente estuvimos en el sector costero de Colmuyao, comuna de Cobquecura, provincia de Ñuble en la octava región del Biobio. Pasamos raudamente por Cobquecura, Mure, Taucu, Rinconada, debido a que se han presentado denuncias de vecinos y pescadores locales quienes señalan que, desde hace un tiempo, que se presentan ciertas anomalías en los productos marinos de recolección tradicionales como algas, piures, cochayuyos y otros.
Las características principales, según señalan, son una suerte de decoloración en plantas o algas, como también, una suerte de “baba” totalmente fuera de lo normal. También, en voz de los residentes locales, se han presentado malos olores, generalmente cuando hay baja de mar, el que se teme pueda tener alguna relación con la descarga de desechos industriales del Complejo Forestal Industrial Nueva Aldea de Celco Arauco que se ubica en la comuna de Ranquil y que bota sus desechos en la zona costera de Boca Itata directamente al océano Pacifico desde hace años, siendo muy difícil una fiscalización efectiva (y objetiva) de que tipos de desechos son los que se vierten y sus grados reales de contaminación e impacto en el fondo, flora y fauna marina. Por ende, los pescadores locales, tradicionalmente acostumbrados a la pesca de orilla y recolección. Ellos, los pescadores y habitantes de la zona, son los que mejor pueden observar cambios en las condiciones de los productos que extraen debido a que cualquier alteración podría afectar la salud de las personas si efectivamente estuvieran sufriendo algún grado de contaminación.
Seguiremos investigando este tipo de situaciones que preocupa a la comunidad local y buscar, si se requiere, elementos de prueba que evidencien si existe algún grado de contaminación en los productos locales y las causas eventuales de su origen.  En este sentido, es importante que pescadores y vecinos locales se comuniquen con nosotros para poder coordinar acciones que permitan establecer conclusiones ante eventos que pidieran atentar contra la seguridad de las personas y su entorno.
Sabemos que es importante la comunicación permanente, más aún, de un sector que muchas veces se siente aislado, incomunicado y faltos de atención de nuestras autoridades cuando situaciones de este tipo se presentan. Invitamos a las autoridades a realizar todas las gestiones tendientes a descartar cualquier tipo de impacto en la salud de las personas como así tambien en el medio ambiente y entorno local.

Fono Whatsap Vigilante Costero: +568 82409852 - vigilantecostero@gmail.com

viernes, 2 de octubre de 2015

Carta del presidente Robert F. Kennedy, Jr. | Héroes poco comunes luchando por nuestro hogar común

Robert F. Kennedy Jr.
Presidente Waterkeeper Alliance
 
Posted on  by Maia Raposo | Traducido por @vigilantecosta
Este artículo apareció originalmente en la revista Waterkeeper, Verano 2015, Volumen 11, Número 2.
¿Qué es lo que hacen y comparten las comunidades pobres e indígenas en las regiones mineras del carbón al noreste de Colombia, las comunidades afro-americanas y latinas en zonas rurales de Carolina del Norte y los habitantes de las aldeas de pescadores en la costa atlántica de Senegal?
Ellos son víctimas de racismo ambiental. Ellos son también, como se puede leer en este número de la revista Waterkeeper, están siendo ayudados en sus luchas por la justicia ambiental por Waterkeeper Alliance y organizaciones Waterkeeper locales.
No es ningún secreto que las industrias contaminantes y sitios de desechos industriales a menudo se encuentran en las comunidades que ofrecen la menor resistencia. Esta es una de las leyes de hierro de la vida, que la contaminación y las consecuencias ambientales más extremas gravitan en las comunidades con menor poder político y económico, que la peor contaminación afecta a los menos poderosos. Obligar a la gente sin mucha voz política o influencia económica a soportar la carga de la contaminación, las enfermedades y la miseria es, sin duda, una forma de racismo.
En los Estados Unidos, los costos de la contaminación están repartidos de manera desproporcionada en los afroamericanos, los latinos y los nativos norteamericanos. Son ellos los que se queden con demasiadas plantas eléctricas y refinerías de petróleo, estaciones de transferencia de residuos y desechos tóxicos y los vertederos de basura. Son ellos los que sufren mayor mortalidad infantil, peor salud y la esperanza de vida más corta, perdida de trabajo y recursos, y una calidad de vida muy disminuida.
Éstos son sólo algunos ejemplos:
  • Las personas de color son casi dos veces más propensos que otros a vivir en áreas con contaminación industrial peligrosa, según un estudio realizado en 2006. Cuanto menor es el ingreso promedio, mayor es el riesgo.
  • El Código postal más contaminado de California es el Este de Los Ángeles, una comunidad mayoritariamente latina.
  • Las tierras nativas americanas y lugares sagrados suelen ser los sitios de extensas operaciones mineras, y millones de toneladas de residuos de uranio radiactivo han sido arrojados en tierras Navajo, uno de cuyos resultados han sido tasas astronómicamente altas que el promedio nacional de cáncer de órganos sexuales entre los adolescentes Navajo.
  • Los trabajadores agrícolas latinos sufren más lesiones y enfermedades relacionadas con los productos químicos que cualquier otra fuerza de trabajo en el país, debido a la exposición a pesticidas. De acuerdo con estimaciones de la EPA, de 10.000 a 20.000 trabajadores agrícolas son envenenados cada año y sufren efectos a largo plazo que pueden resultar en cáncer, trastornos neurológicos, hormonales y problemas de salud reproductiva, incluida la infertilidad y defectos de nacimiento.
  • La contaminación relacionada con asma está matando a los afroamericanos en números sin precedentes - cinco veces la tasa de los blancos - y el vecindario predominantemente afroamericano de Harlem de Nueva York, tiene la mayor tasa de asma en los Estados Unidos. De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades, las tasas de asma para niños negros aumentaron 50 por ciento entre 2001 y 2009.
  • En Carolina del Norte, instalaciones porcinas industriales, conocidas como operaciones de alimentación de animales concentrados o CAFO, han sido desproporcionadamente ubicadas en comunidades afroamericanas y latinas, donde los residentes se ven obligados a soportar los olores, la calidad del agua seriamente degradada y la vergüenza asociada con la operación de instalaciones cerca de sus casas.
Los residentes de las comunidades minoritarias
en el este de Carolina del Norte deben usar
 máscaras al aire libre debido a los malos olores de las
instalaciones porcinas industriales que han
sido desproporcionadamente colocados allí.
Foto por Donn Young.
Pero, finalmente, la justicia puede estar en camino, gracias en gran parte a la labor de los Waterkeepers de Carolina del Norte y los miembros del personal de la Alianza Waterkeeper Rick Dove, Larry Baldwin y Gray Jernigan. A finales de 2014, la Alianza Waterkeeper presentó una queja ante la Oficina de Derechos Civiles de los EE.UU. de la EPA (Environmental Protection Agency) alegando que la débil regulación de la disposición final de los desechos de los cerdos por el Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Carolina del Norte discrimina a las comunidades de color en el este de Carolina del Norte. Como resultado, la EPA está llevando a cabo una amplia investigación de la industria de CAFO en esa región.
Sin embargo, los destructivos efectos del racismo ambiental no son exclusivos de los Estados Unidos. En todas partes del mundo, los pobres y los marginados están soportando las mayores cargas de contaminación, la destrucción del medio ambiente y el cambio climático. En muchos lugares donde viven las personas pobres e indígenas, el petróleo, carbón y otros minerales se extraen de tal manera que están devastando sus tierras y la destruyendo de sus culturas y medios de vida.
Ciertamente, este es el caso en el noreste de Colombia, donde las empresas multinacionales de carbón operan gigantescas minas a cielo abierto en los Departamentos de La Guajira y el Cesar. Las personas que han vivido allí durante décadas, en algunos casos siglos, son en su mayoría campesinos afro-colombianos e indígenas quienes han sobrevivido por la agricultura, la caza, la pesca y el trabajo diario. La Minería multinacional llegó a La Guajira, en la década de 1980 y al Cesar en los años 1990. Desde entonces, estas comunidades han tenido que soportar la contaminación y el envenenamiento de sus tierras y aguas, una profunda desorganización social y cultural, el desplazamiento forzado, y un régimen de terror impuesto por las fuerzas militares y paramilitares que ha impuesto el acoso, amenazas de muerte, asesinatos y masacres.
En La Guajira, la expansión de una sola mina, el Cerrejón, que es una de las mayores minas a cielo abierto del mundo, ha provocado el desplazamiento forzado de 17 aldeas.
Bocas de Ceniza Waterkeeper, Liliana Guerrero, lidera la lucha por los derechos de estas comunidades, trabajando para detener la destrucción que las empresas multinacionales del carbón han causado. Y ella lo está haciendo con gran riesgo personal, dado que Colombia ocupa el segundo lugar en el mundo en asesinatos de activistas ambientales.
Liliana Guerrero, Waterkeeper colombiana, izquierda,
y Donna Lisenby, gerente de carbón campaña mundial
de Waterkeeper Alliance, están trabajando juntos en
la defensa de las comunidades colombianas pobres e
indígenas cuyas tierras y agua están siendo envenenadas
por las empresas 
multinacionales de carbón .
"No niego mis temores", dice ella. "No quiero añadir mi nombre a la lista de los activistas ambientales en Colombia que han sido asesinados, pero aquellos de nosotros que trabajamos para proteger el medio ambiente y las víctimas de la minería del carbón y el transporte de carbón debemos aceptar los riesgos". En Senegal, una empresa multinacional planea construir una planta de energía a carbón cerca de la pequeña aldea de pescadores de Bargny en Hann Bay, al sur de la capital, Dakar. Mbacke Seck, quien encabeza Hann Baykeeper, la primera organización Waterkeeper en África, se ha organizado en oposición al proyecto.
Durante más de dos décadas, Mbacke ha sido un líder en la lucha contra la contaminación industrial en Hann Bay que tiene a los pescadores empobrecidos, ha enfermado a los aldeanos y ensuciado sus playas. Pero sólo en el último par de años, a través de su trabajo con el equipo internacional de la Alianza Waterkeeper, activistas del carbón liderados por Donna Lisenby, Mbacke ha aprendido cómo oponerse a la industria del carbón.
"En dos años" dice Donna: "Mbacke ha pasado de no tener la experiencia necesaria para abogar en contra de carbón a convertirse en un líder reconocido en Senegal que es experto en ganar la atención de los medios locales y en el uso de 'poder popular' en el movimiento para detener la construcción de centrales eléctricas de carbón".
Después de las protestas por la planta cerca de Bargny, los bancos de desarrollo en África y los Países Bajos detuvieron el financiamiento para el proyecto, mientras que la búsqueda de más información sobre el alcance de los impactos ambientales y sociales - impactos que la campaña en contra de la planta de carbón trajo a la luz.
"Gracias a la Alianza Waterkeeper", comenta Mbacke, "mi voz ahora cruza a través de mi país".
Estas historias ilustran vívidamente ese cambio sustancial que está saliendo de abajo hacia arriba en la lucha contra el racismo ambiental. Al exigir que las sociedades de todo el mundo puedan tomar decisiones más justas y racionales para sus ciudadanos menos poderosos, el movimiento de justicia ambiental, está instalando el movimiento ambiental más grande en la lucha por un mundo más justo.
Nadie ha articulado ese sentido con más fuerza que el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si '. "Un enfoque ecológico verdadero", Francisco escribe: "siempre se convierte en un enfoque social; que debe integrar las cuestiones de justicia en los debates sobre el medio ambiente, a fin de escuchar tanto el grito de la tierra y el clamor de los pobres".
Desde el título a la oración final, el desafío profético del Papa a los poderosos está profundamente arraigado en la espiritualidad de San Francisco de Asís, con su profunda reverencia por la creación de Dios y de los pobres y el sufrimiento del mundo.
Es una espiritualidad en la que mi propia vida está profundamente arraigada; mi padre y yo llevamos el nombre por San Francisco y él siempre ha sido un hito en mi vida y mi trabajo.
La suya es una manera de ver el mundo que parece perfectamente adecuada para este tiempo presente, en el que las cuestiones más apremiantes que enfrentamos son la pobreza y la desigualdad y la crisis ambiental planetaria.
Organizaciones Waterkeeper todo el mundo han sido y seguirán siendo apasionados defensores contra la erosión insidiosa de los principios democráticos que se producen cuando el bienestar de muchos es sacrificado por los intereses de unos pocos.
Sólo mediante el fomento y el aliento de un auténtico movimiento social que se refiere a la preservación del mundo natural como parte de la lucha más grande para, en palabras de Francisco, "nuestra casa común", vamos a resolver nuestra situación actual.
La Alianza Waterkeeper se enorgullece de ser un socio pleno en esa lucha.