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lunes, 24 de agosto de 2015

¿Por qué la temperatura del planeta no debe aumentar más de dos grados?

@vigilantecosta
Mandatarios de todo el mundo se reúnen a finales de año en París para alcanzar un acuerdo global de lucha contra el cambio climático con un objetivo: que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados a finales de siglo respecto a la era preindustrial (antes de 1880).
Mandatarios de todo el mundo se reúnen a finales de año en París para alcanzar un acuerdo global de lucha contra el cambio climático con un objetivo: que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados a finales de siglo respecto a la era preindustrial (antes de 1880).
Entender las claves de la meta planetaria más famosa y deseada en términos medioambientales requiere responder a varias preguntas, empezando con el motivo por el que es negativo que aumente la temperatura, especialmente en zonas muy frías del planeta donde, a priori, podría ser algo bien recibido.
El prestigioso físico británico y profesor del Instituto norteamericano de Santa Fe Geoffrey West ofrece a Efe una explicación muy sencilla: "Todo en el planeta funciona por reacciones químicas. Las reacciones químicas dependen de la temperatura, por lo que al alterar la temperatura cambias las reacciones químicas y con ello el equilibrio del planeta""Romper el equilibrio nos llevaría al desastre", añade.
Un estudio de los investigadores del Instituto Postdam para la Investigación del Impacto Climático Carlo y Julia Jaeger determina que el primero que cifró en dos grados esa "rotura" en el equilibrio planetario fue el profesor de Yale William Nordhaus.
En dos artículos publicados en los 70 Norhabus declaró que para evitar los peores impactos del cambio climático la temperatura no debe incrementarse más de dos grados, dato suscrito después por los más relevantes científicos y que se asumió oficialmente como objetivo de las negociaciones climáticas internacionales en la Cumbre del Clima de Cancún (México), en 2010.
"La cifra no es mágica, es una magnitud considerable si tenemos en cuenta que la temperatura media del planeta es de 15 grados", explica a Efe el catedrático español y vicepresidente del grupo de trabajo II del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) de la ONU, José Manuel Moreno.
En el marco de "un cambio y riesgo consecuente", los científicos han hecho una valoración de que es lo "posible y deseable" y han determinado por consenso que dos grados es lo que se puede asumir "sin que las consecuencias sean insoportables", subraya Moreno.
"Esta cifra es simplemente el nivel que se considera que no será de una magnitud suficiente como para comprometer nuestra existencia y la de los organismos que nos rodean más allá de lo aceptado por todos", agrega.
Y es que un mundo con dos grados más sufrirá una enorme cantidad de impactos, "pero todavía serían manejables y gestionables con acciones de adaptación", indica a Efe el prestigioso científico estadounidense aspirante a presidir el IPCC, Christopher Field.
Los climatólogos coinciden en que con dos grados más todavía es posible "estabilizar" el planeta, aunque también están de acuerdo en que este límite no evitará que pequeñas islas se tornen inhabitables por la subida del nivel del mar, que los eventos climáticos extremos sean más frecuentes e intensos o que haya desplazamientos masivos, especialmente en zonas costeras.
El último informe del IPCC sostiene que ya nos hemos calentado 0.85 grados por encima de la era preindustrial, y otro estudio publicado por el Banco Mundial en 2014 apuntó que el CO2 ya emitido hará subir esa cifra hasta los 1,5 grados.
Nadie duda de que mantener el planeta en no más de dos grados requerirá un gran compromiso de todas las naciones para lograr una descarbonización profunda, que requerirá que las emisiones mundiales se reduzcan entre un 40 y un 70% a mitad de siglo y que sean nulas a finales, según el IPCC.
El esfuerzo requerido es mayúsculo ya que al ritmo actual superaríamos los dos grados en 2050 y "el calentamiento podría exceder los cuatro grados" en 2100, indica Moreno.
Para que todos entiendan por qué no podemos superar este límite, la científica atmosférica de la Universidad Tecnológica de Texas Katharine Hayhoe hace un paralelismo con el tabaco: "¿Cuántos cigarrillos causan un cáncer? Nadie sabe exactamente el número, pero sí que mientras más se fuma mayor es el riesgo. En cambio climático superar los dos grados es entrar en un territorio altamente arriesgado".
#EFE

jueves, 20 de agosto de 2015

Bitácora: Reconociendo nuestros ríos

Foto: Gisela Saez
@vigilantecosta
Al pasar las lluvias y asomar el sol, comenzamos a recorrer nuestra zona siendo vital poder hacer un seguimiento de nuestros cursos hídricos para conocer su comportamiento, su estado actual y tomar acciones cuando se daña o impacta nuestra zona. La puesta en valor y cuidado de nuestros recursos naturales, partiendo por nuestras aguas, determina que tipo de sociedad queremos construir desde la mirada local reconociendo las ventajas diferenciadoras con las que contamos. 
Los recientes temporales evidencian la importancia de la prevención en los sistemas costeros en donde ya se ha visto el impacto del intenso oleaje demostrando la necesidad de implementar sistemas de contención (natural y/o artificial) en el borde costero y sectores ribereños de manera urgente. Junto a ello, urge considerar los sistemas rocosos (a nivel país) para que puedan ser protegidos y resguardados ante su merma sostenida e insistente; ya sea por su alto valor patrimonial, como elemento natural de contención de altas mareas, o practica comercial extractiva para elaboración de material de construcción. Como sea, se debe exigir una norma y fiscalización adecuada que establezca el usufructo apropiado del bien patrimonial junto a la comunidad. La desrregulacion e informalidad, contribuye a la erosión paulatina por causa de actividades de extracción ilícitas, cuyo impacto o degradación es irrecuperable y, en muchos casos, no reviste sanción, ni entrega de tributo alguno. Ni hablar de permisos, volúmenes o estadísticas asociadas que sirvan de contexto para evitar o mitigar impactos. Esta carencia de un ordenamiento, consecuentemete, aumenta la exposición de zonas pobladas frente a eventos naturales de altas marejadas o tsunami por la erosión de la morfología natural por dichas actividades antropicas. 

Nuestra zona se caracteriza por incipientes poblados costeros, donde su población flotante y permanente se ha ido incrementando los últimos años. También, se observa un aumento de la inversión y proyección inmobiliaria en la costa centro sur (Maule Sur–Biobio Norte), lo que confirma el auge como un potencial y emergente destino turístico regional con un enfoque marcado en la sustentabilidad y bioeconomía de sus localidades. Esto último, como una visión territorial que determina cuál es la vocación natural que posee la zona y, a la vez, poder integrar conceptos o estrategias territoriales ampliadas para una mejor identificación de los atributos que permitan una retroalimentación efectiva, junto a una implementación oportuna de la oferta ligada al Turismo, basada en la identidad local; nuestra geografía y otros sectores productivos complementarios. Siempre con una visión integral, que permita soportar la carga de la demanda de manera sustentable en el tiempo. Lo contrario, además de poco eficiente, es un claro atentado contra la generación de destino turístico y termina por dañar las posibilidades de la zona.
"Es importante que cualquier tipo de proyección considere nuestros espacios públicos como bienes o infraestructura perteneciente a nuestras comunidades las que debemos aprender a utilizar y cuidar. Alrededor de nuestros ríos; nuestra costa; flora y fauna, nos desarrollamos, crecemos y podemos crear una mejor convivencia social. Todos somos parte de este proceso y podemos contribuir a él y, en vez de tener un mundo a parte, hagamos de todos este mundo, sencillamente, por que es nuestro, de todos y debe heredarse".
Monitoreo de Aguas
También seguimos haciendo un monitoreo permanente de nuestros cursos de agua, en conjunto con la comunidad, ya que son los habitantes locales quienes nos orientan y ayudan a establecer cuales son los sectores más frágiles o críticos de observar.
Se han identificado algunos focos de basurales en el Sector del Río El Durazno y Mariscadero en la comuna de Pelluhue, acumulándose desperdicios de toda índole donde ya sabemos que abunda el plástico. En el río Curanipe, tambien se nota los efectos de la crecida del río en días de tormenta destruyendo el puente o pasada de camino hacia el estadio de Curanipe.
Seguiremos realizando planes de monitoreo y muestreo de agua de nuestros ríos que nos permitan constatar la calidad de nuestras aguas y también, cuando existe descarga directa, conocer el estado y funcionamiento de las plantas de tratamiento de aguas, para reunir información que pueda servir frente a episodios de impacto o contaminación y contrastar esos datos, cualquiera sean sus resultados, e identificar causa u orígenes cuando sea necesario.
Es gratificante poder constatar que la calidad de nuestros ríos más cercanos goza de buena salud arrojando parámetros más aceptables y es precisamente por eso que insistimos en la urgente necesidad de que exista una regulación eficiente que integre el manejo integrado de cuencas hidrográficas y borde costero que obligue al fortalecimiento de las precarias o inexistentes regulaciones de los espacios públicos en nuestra zona y se sancione formalmente la generación de microbasurales en nuestras riberas y playas.

@rodrigodelao
Maule Itata Coastkeeper, Chile
Waterkeeper Alliance, Council Member
LA Rep, WKA

jueves, 13 de agosto de 2015

Después de la Tormenta queda en evidencia la vulnerabilidad de nuestras comunidades

Curanipe. 8 de agosto de 2015
@vigilantecosta
Producto de un doble sistema frontal occidental hacia el continente, recientemente en las costas de Chile se suscitaron las marejadas más grandes y destructivas de los últimos 70 años. La costa chilena fue golpeada por olas que superaron los 8 metros de altura siendo la zona más afectada el centro norte del país donde se produjeron daños en la infraestructura del borde costero y en embarcaciones de pesca de distinto tamaño. A eso se suman las altas precipitaciones que han caído provocando inundaciones y aluviones en el norte del país ante el inusual fenómeno que según las estadísticas señalan que, en algunas zonas, precipitó en un día la suma promedio de los últimos catorce años.
Si consideramos que factores de cambio climático hoy ya no son una probable sino que son una realidad, como también lo es la tendencia de las aguas oceánicas a aumentar su nivel debido al derretimiento de los hielos polares por el calentamiento del planeta por gases de efecto invernadero (que todos producimos), reconocemos que se transforma en un fenómeno que, lamentablemente, se hace más recurrente con las consecuencias ya conocidas.
Esto se menciona debido a la necesidad de que los programas de gobierno (central o regional) identifiquen como una prioridad el regular el sistema costero entregándoles mayores recursos y jurisdicción a los municipios costeros los que, hoy en día, son meros espectadores frente a intervenciones sobre cursos hídricos o la explotación eventual de zonas costeras, lacustres o cuencas hidrográficas amenazadas o en franca degradación. Se hace necesario, por ende, que se diseñe un ordenamiento de toda la costa incluyendo sistemas integrados desde las cabeceras de cuencas de todos los cursos hídricos los que son de vital importancia para las comunidades. Esto, debe involucrar a los Alcaldes y municipios, como actores relevantes del proceso y ellos son los primeros que deben por el cuidado y mantenimiento responsable del patrimonio local (material e inmaterial), como así también, incluir permanente e insistentemente a la comunidad y servicios o instituciones de gobierno que tengan opinión y/o experticia en estos temas que contribuyan a dar grados de objetividad en los procesos y renueve la confianza perdida en nuestros parlamentarios y gobernantes.
Pelluhue, Maule Sur
Al recorrer nuestra zona, y nuestro país, muchas veces observamos cómo son las ciudades, pueblos, o sectores rurales donde a veces el voto político no resulta tan atractivo para las autoridades de turno y, por consecuencia, hoy comunidades se ven desplazadas, rezagadas o sobrepasadas por modelos de negocio que acaparan los recursos naturales afectando la calidad de las aguas, el acceso a ella y su propia calidad de vida, siendo absorbidos por modelos depredadores que traen grandes utilidades para sus propietarios o accionistas de estos mega consorcios empresariales, holdings, o empresas familiares, siendo, al final de cuentas, los residentes históricos los que pagan las externalidades negativas de estos modelos de negocio, debiendo trabajar en la propuesta empresarial o, en definitiva, migrar a otros lugares debido a la escasez hídrica, la contaminación de aguas, degradación y desertificación de suelos y el cambio obligado de la calidad de vida pasando por alto aspectos naturales, culturales o históricos. 
Río Mariscadero, Pelluhue
En conclusión, la fragilidad y vulnerabilidad en distintas zonas del país frente a proyectos de alta inversión e impacto ambiental (minería, pesca, forestal, etc.) imposible de abordar si no se definen normas que respeten, desde la jurisdicción local, los espacios físicos comunales y se realicen normativas efectivas que permitan un adecuado manejo de nuestros recursos pensando en el futuro. Por ello, es vital que se generen espacios de discusión abiertos en donde todos los actores sociales puedan participar y ser escuchados. No podemos seguir permitiendo que gobiernos centrales o regionales sean los que decidan sobre inversiones en los territorios y que parezca que los municipios y ciudadanía local no tienen nada que decir o hacer relegando su participación efectiva. Por el contrario, la ciudadanía hoy más que nunca exige que se respeten sus derechos y que se evalúe en conjunto cuales son los criterios adecuados para poder desarrollarse económicamente de manera sustentable, siempre pensando en un buen vivir para todos sus habitantes con una visión clara para un mejor futuro.

jueves, 30 de julio de 2015

DL 701: La maniobra política encubierta que amenaza el desarrollo de territorios rurales

Fuente: El Ciudadano 
Bachelet ordenó a la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados tramitar con urgencia el proyecto que busca la extensión del Decreto Ley Nº 701, el que favorece el subsidio a las plantaciones forestales de especies exóticas. El proyecto hoy se encuentra para votación en la Comisión de Hacienda, para luego ser votado en la sala de la Cámara, antes de pasar al Senado.
Esta acumulación de riqueza de grupos que a su vez han sido beneficiarios directos a lo largo de 40 años de subsidios estatales, hace al menos cuestionable la decisión del gobierno de continuar apoyando al sector forestal por medio de subsidios estatales (con impuestos de toda la población chilena) para su desarrollo.
La economía neoliberal promovida por el Estado chileno, la cual se centra en la apropiación de territorios para la promoción y multiplicación del capital, como bien lo detalla David Harvey en su “Breve Historia del Neoliberalismo” (2007), ha actuado permanentemente por medio de legislaciones que son funcionales a la lógica del DL 701, es decir, subsidios a la inversión privada buscando una “externalidad positiva” para la población. Sin embargo, este tipo de políticas ha permitido que aquellos territorios “beneficiados” por la inversión vean alteradas sus propias dinámicas territoriales (productivas, sociales, recreacionales, ecológicas, entre otras).
Es en este contexto que académicos de la Universidad Austral de Chile (1) han manifestado su preocupación por los impactos ambientales y sociales que el fomento a las plantaciones forestales ha generado.
Entre los impactos más destacados se mencionan: 1) la pérdida en la provisión de agua de calidad en sectores donde se sitúan las plantaciones; 2) la disminución de la biodiversidad en zonas donde existen grandes extensiones de plantación; y 3) la fragmentación y sustitución de especias nativas por exóticas, generando una importante disminución del valor para la conservación de la biodiversidad.
Son estos impactos el mayor reflejo de una intencionada mercantilización de los recursos naturales del país, por medio de políticas y programas estatales. Es así como se ha fomentado el asentamiento de industrias (capital) en los territorios, permitiendo al sector empresarial forestal capturar dichos territorios, donde la población local pasa a ser la principal afectada con la promesa incumplida de la llegada de la tecnología, nuevas oportunidades laborales y un mayor crecimiento económico local.
Así, es justamente en estos territorios donde se han presentado condiciones de características socio-económicas contrarias a lo que podrían ser “polos de desarrollo”, a saber: 1) mayores índices de migración rural-urbana, 2) establecimiento de empleos precarios, 3) altos índices de pobreza en comparación con el resto del país, 4) pérdida de la diversificación de la matriz productiva (menor agricultura, por ejemplo), 5) entre otras.
Estas dinámicas, para ser resueltas, requieren de un sector forestal más sustentable e integrado a las diferentes realidades presentes en los territorios, a partir de una institucionalidad pública que resguarde el interés de todas y todos los chilenos, velando por una gestión sustentable de sus recursos naturales, con respeto y consideración de las distintas visiones sobre el sector, consultando a los pueblos indígenas por medio de la aplicación del Convenio 169 de la OIT, y promoviendo el encuentro entre los diversos actores territoriales.
Hoy en día el país se encuentra en quizás el periodo político más complejo luego del regreso a la democracia. Fuertes presiones de los grupos de poder sobre las denominadas “amenazas reformistas” ponen al gobierno en la necesidad de re-establecer un orden económico que ha beneficiado, en demasiadas ocasiones, a unos pocos (por ejemplo en el caso del sector forestal). En este escenario es donde la urgencia por la aprobación del DL 701 se está presentando, con la promesa de una reactivación económica y la llegada de las anheladas inversiones que supuestamente reactivarían una dañada economía.
En este contexto, se hace más necesario que nunca estar atentos y ser activos participantes de la discusión y difusión de proyectos como el de extensión del DL 701. Nuestra preocupación debe ser el resguardo de nuestros territorios y nuestras culturas, instalando el debate al más alto nivel. El sector forestal es importante, pero requiere de un cambio relevante en el modelo gestión de sus recursos naturales. Los esfuerzos deben centrarse en políticas que promuevan el fomento forestal en todas sus áreas (bosque nativo, plantaciones, conservación y fomento), de forma participativa, sustentable y que permitan un mejor entendimiento de las dinámicas territoriales como esenciales en la relación sociedad naturaleza.
Es ahora el momento en que nuestra definición como agentes políticos debe jugar un rol preponderante, sentando las bases de una nueva sociedad justa, ecológica y democrática.
Por Raúl Contreras D., Ingeniero Agrónomo.
[1] http://noticias.uach.cl/principal.php?pag=noticia-externo&cod=84582