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sábado, 31 de agosto de 2024

A cuatro años de una demanda sin sentido: Inmobiliaria CostaCalan/DelaO


En 2020, fui demandado, como persona natural, por una empresa inmobiliaria, Costa Calan Spa, por hacer observaciones y cuestionamientos, a traves de los canales o medios de nuestra ONG, respecto de la parcelación o loteo contiguo al hoy Santuario de la Naturaleza Arcos de Calan.

Lo primero que se observó en su momento, es una delimitación ambigua respecto de predios privados y públicos (BBNN) en el sector de playas o límite con el bien fiscal, como tambien, aspectos relacionados con la proyección natural del Santuario de norte a sur y la ubicación del loteo en una zona roja o inundable.

De cualquier manera, y hasta el dia de hoy, nunca hubo una respuesta de cuál era el fin del proyecto, su envergadura final posible considerando que uso de suelo agrícola no cambia y la pertinencia, o no, de un estudio o evaluación objetivo mediante canales institucionales y/o gubernamentales. 
  
Ante todo, siempre se planteó como una problemática de nivel regional y/o nacional; un hecho puntual que evidencia que hay aspectos que se deben regular considerando capacidades de carga, límites, uso de suelo e impactos asociados ante expansiones urbanas, como ha sucedido en este caso, y que se advirtió en su momento. Hoy problemática la tienen los nuevos propietarios debido a que empresa inmobiliaria hizo su negocio, cerró o cambio giro y hoy desiste de demanda, al menos, asumiendo las costas relacionadas a demanda artificial en un juicio sin argumento ni base y que, en definitiva, solo pretendió obstruir nuestro trabajo.

Feliz de terminar con este proceso legal tedioso. Conforme tambien de que no estuvimos errados y que nuestra posición crítica si tuvo base y contraparte demandante no respondió y solo dilato un proceso que sabían perdido.

Muchas gracias a ONG Vigilante Costero y ONG FIMA por su apoyo constante y permanente. Y, a todos los que de una manera u otra colaboraron o quisieron ayudar. A veces la justicia es justa. 

Gracias, siempre.

Rodrigo de la O Guerrero
Director ONG Vigilante Costero
Waterkeeper Chile
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Notas Relacionadas: 

jueves, 24 de junio de 2021

La Conservación como mecanismo de inversión desde la mirada (o perspectiva) local

@vigilantecosta > La necesidad de poner en valor económico ciertos lugares sensibles, frágiles o amenazados conviniendo que existen lugares que tienen características de invaluables o que su valor, más allá de lo meramente económico y que no son medibles o cuantificables por lo que, una vez afectados, impactados o agredidos, se convierte en algo, prácticamente, irreversible o demasiado oneroso el poder revertir ese daño, degradación o intervención. Además de poco inteligente.

En ese contexto, surge la necesidad de conocer y aplicar estrategias de medición que puedan comprender los impactos sobre el capital natural existente en un contexto determinado y los servicios ecosistémicos actuales que ofrece respecto de los cambios de estado de los sitios a intervenir, lo que ayuda a una mejor planificación y toma de decisiones en apoyo de la conservación de la biodiversidad local valorando esos servicios ecosistémicos existentes.

Esta mirada o perspectiva, debe incluir la participación activa de la comunidad local que la valide o legitime. En ese sentido, es fundamental mantener estrategias de vinculación con la comunidad, organizaciones locales, entidades públicas y organizaciones afines para consolidar la participación e incidencia como un factor de relevancia para una planificación efectiva que permita un ordenamiento integral del territorio. El agua se considera como un factor clave para ello y, en un orden lógico natural, debe priorizarse desde lo local a lo global.

Desde la economía ecológica, y como se ha dicho desde lo local a lo global, mantener una estrategia que permita convencer a los actores del territorio para lograr posicionar o converger en una visión conjunta de lo que se quiere ser en un mediano y largo plazo es fundamental para poner en valor el tipo y calidad de vida existente desde lo cultural, ancestral, geográfico, natural, etc., considerando que la mirada y problemática es multidimensional. Para ello, la búsqueda del equilibrio y aprender a conocer las capacidades de carga (más en un país como Chile que posee distintos climas y características geográficas de norte a sur), la valorización del patrimonio natural y el estado (de saud) de los recursos naturales existentes.

Paradoja del elitismo verde

También se plantea la paradoja que implica la tendencia de privados, u ONG´s internacionales, de gran patrimonio, de comprar extensiones de tierras o propiedades para una conservación elitista verde lo que, si bien contribuiría a la preservación, puede relacionarse con una suerte de discriminación dominante con respecto a las formas de vida o visión local como parques de conservación privados. En ese contexto, es importante que la comunidad tenga una participación y opinión vinculante en los procesos que permitan su integración en el contexto general de la conservación para que no implique una discriminación arbitraria que podría poner en contradicción las visiones organizacionales o comunitarias versus la mirada global o externa de grandes capitales que persiguen un fin conservacionista de carácter más reduccionista y de distinto nivel que puede terminar excluyendo a las comunidades de los procesos de conservación general beneficiándose de manera segmentada lo que podría ser criticable o contraproducente.

Es vital poder cuestionarse de donde viene la inversión o como se plantea la conservación y el como se habita el territorio. De que manera podemos integrar en vez de excluir, como podemos chilenizar nuestra propia estrategia o mecanismos de conservación para un mejor desarrollo y buen vivir desde el contexto regional y/o territorial; conciliando experiencias con la realidad local.

Lo que se busca es habitar el territorio de manera natural desde la cultura local y es ahí donde la legitimación desde la participación activa de la comunidad es lo que puede sustentar la conservación para todos y no para unos pocos. No se quiere habitar distinto el territorio. Se le quiere proteger para mejorar la calidad de vida de todos conviniendo que es algo que no tan solo nos beneficia a nosotros, sino que tiene una mirada de futuro, de largo plazo y que necesariamente implica considerar una justicia intergeneracional de la que no podemos abstraernos y que no solo aplica a comunidades humanas, sino que a los ecosistemas en su conjunto.

Se debe evitar entrar en conflictos sociales ante proyectos privados que sean impuestos por quien tiene más recursos económicos, más dinero para conservar y evaluar gobernanzas de las organizaciones para que pueda validarse, aceptarse y consolidarse en el tiempo.

El desarrollo y aplicación de la economía circular es una buena manera de enfrentar esta paradoja o dicotomía respecto de cuales son los objetivos compartidos, desde lo local a lo global o internacional, que nos ayude en la convergencia en la toma de decisiones como una forma de conocer y habitar el territorio en general.

Transparentar la conservación, su financiamiento y los objetivos de las organizaciones territoriales es importante para poder definir cuál es su proyección. No solo conservar por conservar, siendo el gran reto poder integrar y beneficiar a la sociedad en su conjunto si convenimos que es mucho más rentable poder potenciar las virtudes existentes en vez de degradarlas o ponerlas en riesgo.

En ese contexto para nosotros siempre ha sido importante el ser cuidadosos respecto de quienes nos brindan financiamiento debido que, en ocasiones, unos invierten en la protección en un sector o lugar determinado, pero, ese capital o gestor de la conservación tiene inversiones en otros lugares que son totalmente contrarios, conviniendo que no estamos de acuerdo en la tendencia de que quien destruye un lugar y paga por ello se exime de las responsabilidades.

Ser consecuentes es un desafío permanente y es una tarea ardua poder trabajar, proyectarse y evitar que el origen de financiamiento organizacional no se oponga con los objetivos o principios particulares de las organizaciones territoriales y/o ciudadanas.

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Rodrigo de la O > Director ONG Vigilante Costero > Waterkeeper Alliance Member

jueves, 1 de agosto de 2019

Misionero para la Costa Central Salvaje de Chile | Rodrigo de la O, Maule Itata Coastkeeper -Vigilante Costero | Waterkeeper Chile

Ataúdes de gran tamaño, manifestaciones masivas, grandes victorias.

“Siempre me encantó la belleza de este lugar. Siempre he pensado que este era un buen lugar para vivir, tener hijos y criar una familia ".
Foto: 
Por Rocío Muñoz.
Fotografías de © Tamara Merino, cortesía de Culture Trip.

A las 3:34 a.m. del 27 de febrero de 2010, un terremoto de magnitud 8.8 sacudió a Chile. El terremoto fue tan poderoso que, según la NASA, cambió el eje de la Tierra y acortó el día en más de un microsegundo. Posteriormente, los sensores del Sistema de Posicionamiento Global en Chile y los países vecinos registraron cambios sutiles en las ubicaciones de las ciudades, incluidos Concepción, Chile y Buenos Aires. El tsunami que siguió, golpeó la costa chilena con olas de hasta 50 pies. El terremoto y el tsunami mataron a 500 personas y dañaron cerca de 400 mil hogares.

Golpeó el corazón del territorio del Maule Itata Coastkeeper, Rodrigo de la O, y una de las miles de casas destruidas fue la de su abuela, que había visitado todos los veranos desde que era niño. Afortunadamente, ella estaba ilesa.

Rodrigo estaba fuera del país cuando ocurrió el terremoto, pero en tres días había regresado en un vuelo que el gobierno colombiano había alquilado, lleno de chilenos que regresaban al país. No podían aterrizar en el aeropuerto comercial, por lo que aterrizaron a traves de la pista de la base de la Fuerza Aérea chilena. Rodrigo había reunido donaciones de ayuda de fuentes privadas, incluidas tiendas de campaña, sacos de dormir y miles de sistemas de filtración de agua de carbón y cerámica. El gobierno había declarado la ley marcial; los soldados patrullaban las calles. Rodrigo y su equipo inicialmente trabajaron de la mano con el gobierno local; a los pocos días Rodrigo estaba ejecutando servicios de ayuda de emergencia fuera de su casa; entre otras cosas, enseñó a muchos vecinos y pescadores locales cómo ensamblar los sistemas de filtración.

En las semanas siguientes, Joshua Berry, director ambiental de una organización sin fines de lucro llamada "Save the Waves", trabajó junto a Rodrigo 18 horas al día. Los dos viajaron a lo largo de la costa y actuaron como facilitadores y traductores para un equipo de primeros auxilios médicos que habían volado desde California.

"Pasamos por una guerra juntos", dice Berry.

“La batalla se convirtió en un trabajo de tiempo completo para Rodrigo. Conoció a Joshua Berry de Save the Waves, quien, junto con miembros del grupo ambiental chileno Fiscalía del Medio Ambiente (FIMA), le preguntó si conocía a alguien que quisiera ser un Waterkeeper. Rodrigo respondió: ‘¡Yo! Quiero ser un Waterkeeper. Aquí estoy' ".

Bomberos, paramédicos y un médico estacionaron sus Jeeps y montaron carpas en el patio de Rodrigo. Dos semanas después del terremoto, había siete tiendas de campaña en su patio y un pequeño pueblo de personas que entraban y salían de su casa para usar su baño y cocina.

"Fiel al dicho español, "mi casa es su casa, puedes venir en cualquier hora y pedir cualquier cosa", recuerda. "Él fue un importante pilar de apoyo. Abrió toda su vida para que pudiéramos entrar y establecer lo que era, esencialmente, esta operación militar. Y mantuvo la calma todo ese tiempo. Así es como es él. Siempre conoce el trabajo en cuestión y lo mantiene en funcionamiento ".

MISIONERO AMBIENTAL

Rodrigo es de voz suave y discreto, pero debajo de ese exterior tranquilo también se puede sentir el celo de un misionero por el medio ambiente y un compromiso incesante de difundir el evangelio del agua limpia en las comunas y sectores rurales a lo largo de su cuenca costera de 70 millas en el centro de Chile. Sergio Moncada, organizador de Waterkeeper Alliance para América Latina, dice que es un idealista que, silenciosamente, hace un trabajo de importancia crítica.

"Chile y el mundo tienen una necesidad crítica de más Rodrigos", dice Moncada.

El destino de hoy es una modesta cabaña que alberga la unión de pescadores en el pueblo de Cardonal, donde dirige un taller sobre el cuidado de la costa y el cercano río Chovellén. El vehículo con tracción en las cuatro ruedas de Rodrigo y las camisetas que son su uniforme están adornadas con lemas ambientales. La remera de hoy dice: "El carbón limpio es una sucia mentira".

En la reunión, unas 20 personas, casi todas mujeres, escuchan con entusiasmo. El grupo incluye a la Alcaldesa de la Comuna de Pelluhue, María de la Luz Reyes. Rodrigo comienza su presentación mostrando una foto de un grupo de personas lavando autos con detergente en el río Chovellén. Una mujer exclama: "¡Esa agua va directamente a los cultivos de ostras!" Otra foto muestra el daño causado por las retroexcavadoras que extraen ilegalmente arena y roca del río para su uso en la construcción. Las mandíbulas caen. Esto está a menos de una milla de distancia de sus hogares.

Rodrigo responde preguntas y reparte folletos explicando cómo presentar un informe de una violación ambiental con los entes reguladores gubernamentales y cómo comunicarse con él. Él termina su presentación con un bombazo. El gobierno local, informa, está considerando un proyecto de US$60 millones para construir un refugio para los barcos de pescadores artesanales en la cercana Curanipe, dinero público que él cree que sería mejor gastar en reponer las poblaciones de pesca.

Rodrigo quiere detener el proyecto planificado. Basado en su historia, él podría.
Arriba, Rodrigo en el río Mariscadero, donde tomó muestras de agua para detectar contaminantes aguas abajo de una planta de tratamiento de aguas residuales. 
DAVID VS. GOLIAT

La compañía eléctrica chilena AES Gener presentó planes en 2007 para construir una planta de energía a carbón de 750 MW por 1.300 millones de dólares a 20 millas al sur de la ciudad costera de Constitución en la región del Maule.

Originario de Santiago, la capital de Chile, donde trabajó como diseñador gráfico y en publicidad, Rodrigo y su esposa se mudaron a la región del Maule en 2004, atraídos por los recuerdos de los veranos en la casa de su abuela en el cercano Curanipe. Él y su esposa vinieron aquí con un camión de comida para vender sándwiches. Luego trabajó como pescador artesanal. Más tarde, estableció su propia oficina de diseño y publicidad.

"Siempre me encantó la belleza de este lugar", dice. "Pensé que este era un buen lugar para vivir, tener hijos y criar una familia".

Cuando se enteró de los planes para una planta de energía, su primer pensamiento fue: “He trabajado demasiado duro para construir una vida aquí. No iba a permitir que fuera destruido por este monstruoso proyecto ".

Comenzó a reunirse informalmente con otros residentes de la zona en grupos de unos ocho o diez. Recuerda que, en los primeros días, "la gente se sentía desesperada. Dijeron: "¿qué podemos hacer contra el poder de esta corporación tan gigante?". Dije: "No. Hay todo por hacer ".

En 2008 comenzó a mantener reuniones con otros activistas locales, quienes, como él, estaban indignados de que el proyecto hubiera avanzado sin la participación de las comunidades vecinas. Formaron un equipo para elaborar un plan de acción, y formaron una coalición de ciudadanos interesados, empresas y políticos locales y grupos laborales, y lo llamaron Acción Ciudadana Pro Maule Costero (Los Robles NO Web). Comenzaron un blog/web que relataba los éxitos y los reveses de los esfuerzos de base para combatir la planta; organizaron una marcha de 300 personas por las calles de Talca, la capital de la región, una caravana de 400 autos por las carreteras principales y una marcha de 1.000 personas por Constitución, la ciudad más grande de la zona. Reunieron 12.000 firmas en una petición para detener el proyecto.

El movimiento obtuvo el apoyo multipartidista de miembros clave de la legislatura nacional; los cuatro senadores y 10 representantes de la región del Maule acordaron interrogar a la comisión ambiental regional que había dado luz verde a Los Robles.

La pelea se convirtió en el trabajo de tiempo completo de Rodrigo. Conoció a Joshua Berry de Save the Waves, quien, junto con miembros del grupo ambientalista chileno Fiscalía del Medio Ambiente, preguntaron si conocía a alguien que quisiera ser Waterkeeper. Rodrigo respondió: "¡Yo! Quiero ser un Waterkeeper. Aquí estoy ". Y en 2009, se convirtió en el primer Waterkeeper en Chile.

A VECES TU GANAS

Rodrigo aportó todas sus habilidades como diseñador gráfico a la lucha contra la planta.

"Todos se juntaron y construyeron este enorme ataúd en la playa, un ataúd de 100 pies de largo (9 mts.), que representa la muerte de esta costa si se construye esta planta de energía", recuerda Berry. "Terminó siendo el destino de las personas para ir a las protestas".

Los activistas construyeron otro ataúd de utilería y adjuntaron un mensaje al presidente de Chile: "Presidenta: Usted Decide a quien Sepulta". Cuando un equipo de legisladores de siete miembros visitó el sitio propuesto, Acción Ciudadana los fotografió junto al ataúd.

El éxito del grupo continuó: en 2011, el gobierno publicó un informe que reveló irregularidades en el proceso de aprobación. En 2014, el grupo de Acción Ciudadana se unió a otros 30 grupos, incluidos defensores de los pueblos indígenas, los discapacitados, las mujeres y el medio ambiente, que convergieron en una marcha de 15.500 personas en las calles de Santiago. La Corporación Británica de Radiodifusión calificó la marcha como "un recordatorio de la influencia que los movimientos sociales han adquirido en el país en los últimos años y de su voluntad de escudriñar al gobierno".

El 26 de enero de 2015, el permiso que autoriza la construcción de Los Robles expiró, cancelando efectivamente el proyecto. El boletín #EndCoal, publicado por un consorcio internacional de grupos ambientalistas, escribió:

"En un acto simbólico, la Acción Ciudadana para la Defensa de la Costa del Maule, realizó una vigilia para celebrar la muerte de la planta de carbón de Los Robles, después de su épica lucha de más de siete años. Celebraron una gran hoguera alimentada por los escombros que quedaron del terremoto y tsunami masivo de 2010 cuyo epicentro se ubicó en Maule. Rodrigo de la O, coordinador del Maule Itata Coastkeeper y miembro de la Waterkeeper Alliance, dijo: "Para nosotros, es un día especial, difícil de creer, pero sin duda un día de importancia histórica. La comunidad estaba organizada, fue activa y enfática en definir su propio camino de desarrollo. Nuestra victoria se debe a la importancia de una sociedad más empoderada que exige más espacio para abogar por sus propios intereses y por la preservación de nuestro patrimonio natural para las generaciones futuras".

“Rodrigo mira el horizonte del Océano Pacífico, respira profundamente y dice que en 10 años, le gustaría que Pelluhue fuera un destino turístico sostenible, un área protegida marina y una reserva de surf de clase mundial. "Tal vez soy un tonto, pero continuaré en esto".

"Siempre supimos que era una pelea a largo plazo", dice Rodrigo ahora, David contra Goliat, que ganaríamos al negarnos a rendirnos y desgastar a la oposición, y así es como fue".

GRANJAS DE SALMON, LA NUEVA AMENAZA

La próxima pelea de Rodrigo: el cultivo de salmón industrial.

Maule se encuentra a 500 millas del eje de la industria del salmón a lo largo de la costa sur del país, y Rodrigo y sus aliados nunca imaginaron que ellos también estarían en la mira del poderoso lobby de la industria. Pero, a fines de 2015, se enteraron de que la compañía Inversiones Pelicano S. A. había presentado declaraciones de impacto ambiental para un proyecto de acuicultura de salmón propuesto por US$28.6 millones que consta de 11 sitios a lo largo de un singular y pintoresco tramo de 30 millas de la costa del Maule entre las comunas de Cobquecura, Trehuaco y Coelemu, un área famosa por el surf y el ecoturismo, y hogar de leones marinos y muchas otras especies autóctonas, como el delfín chileno (tonina) y las ballenas Sei de más de 60 pies de largo.

La próxima pelea de Rodrigo: el cultivo de salmón industrial.

Ocho de esos proyectos se construirían a una milla de la costa de Cobquecura y producirían anualmente más de 3.000 toneladas de salmón. Los 11 sitios cubrirían aproximadamente 454 acres de agua e incluirían jaulas de hasta 200 pies de profundidad.

La noticia de la inminente llegada de Inversiones Pelicano alarmó a Rodrigo y a muchos de los lugareños por una buena razón. Los salmones no son autóctonos de Sudamérica, y hace 25 años, Chile no tenía una industria del salmón de la que hablar.

A medida que creció la cría de esta especie, trajo consigo una serie de efectos perjudiciales para las comunidades costeras del sur. Con decenas de millones de salmones confinados en corrales sobrepoblados, su exceso de comida y heces cayendo al fondo del mar, y docenas de plantas procesadoras que arrojan entrañas de salmón directamente al océano, era solo cuestión de tiempo antes de que ocurriera el desastre. Pronto se formaron zonas muertas en las aguas alrededor de los corrales. Y el uso excesivo de antibióticos por parte de la industria, no para tratar enfermedades sino para prevenirlas, aumentó el riesgo de que las bacterias resistentes a los antibióticos infecten a las comunidades locales y a los consumidores de salmón.

Con la esperanza de evitar el destino de las comunidades en el sur de Chile, y como lo hizo con la planta de carbón, Rodrigo fue uno de los líderes en la construcción de una coalición de organizaciones ambientales, grupos de base y residentes locales, grupo ciudadano llamado "Todos Somos Cobquecura" para detener las granjas de salmón.

"Comenzamos una campaña ambiciosa para que el público en general llegue a comprender y valorar lo que tenemos", dice, "entendiendo las amenazas, los riesgos, los impactos, los posibles efectos del cambio climático".

El grupo logró detener las operaciones propuestas por Inversiones Pelicano, pero la amenaza sigue en pie.

"Las compañías noruegas dicen: "Vamos a plantar granjas de salmón en Chile porque las leyes son convenientes, permisivas" ", dice Rodrigo. "Pero no puede haber inversiones privadas de tal magnitud por parte de intereses privados que representen tales peligros para los bienes públicos".

SIENDO UN VIGILANTE COSTERO (COASTKEEPER)

No se permiten vehículos en las playas chilenas, pero los políticos locales detestan hacer enemigos de los pescadores, que conducen dentro y fuera de la playa en grandes camionetas. Rodrigo los mira con una mirada en los ojos que dice que está listo para comenzar su próxima batalla.

En 20 años, el área ha cambiado dramáticamente. Antes solo había un camino de tierra que conectaba Curanipe con la ciudad más cercana. Su abuela era originaria de Cauquenes, que está a unos 45 kilometros de distancia. Cuando Rodrigo era un niño, tardaba dos días en llegar desde Santiago.

“Era una aventura. Solo había un teléfono en toda la ciudad. Ahora la población ha aumentado, y hace un mes se abrió un banco. Nunca hubiera pensado en tal cosa".

Sentado en las rocas costeras, confiesa que no siempre se siente cómodo con el nombre de "Guardacostas" o "Vigilante Costero" porque suena como si fuera el trabajo de una sola persona.

"Los Waterkeepers (Vigilantes Costeros) también son los vecinos, las organizaciones, los pescadores", dice. “Toda la comunidad tiene que ser la protagonista. Tiene que haber un verdadero empoderamiento".

Mientras piensa en las ciudades industriales cercanas que visitó como parte de un equipo de Waterkeeper, donde la contaminación es generalizada, le preocupa que la contaminación industrial y la contaminación química agrícola se vuelvan tan comunes que la gente las ignore. “Me consterna pensar que mis hijos pueden estar expuestos a beber o respirar metales pesados. No es posible que los niños se sacrifiquen por las ganancias de los demás ".

Rodrigo mira el horizonte del Océano Pacífico, respira profundamente y dice que en 10 años le gustaría que Pelluhue sea un destino turístico sostenible, un área protegida marina y una reserva de surf de clase mundial.

"Tal vez soy un tonto", dice. "Pero continuaré en esto".

Rocío Muñoz es periodista y vive en Santiago, Chile. Ella escribe sobre temas sociales y ambientales y también presenta un programa de radio.

martes, 16 de octubre de 2018

Katta Alonso: Una Erin Brockovich en Puchuncaví

Fuente: Economía y Negocios | Por Antonia Domeyko Entrevista El Mercurio
Alertas ambientales y más de mil personas intoxicadas se han registrado en los últimos dos meses en Quintero y Puchuncaví. Desde la localidad de Ventanas, la dirigente Katta Alonso, presidenta de Mujeres en Zona de Sacrificio en Resistencia, lleva 12 años luchando para crear conciencia y levantar información sobre la contaminación que afecta a la comunidad. La organización ha llevado estudios al Congreso, es apoyada por una ONG estadounidense y este año fue a la ONU: "Lo único que nos queda es ir a denunciar para afuera, a nivel internacional", dice.
El pasado martes 21 de agosto, Katta Alonso estaba en su casa en Ventanas, en la comuna de Puchuncaví, cuando recibió un llamado urgente de una dirigenta de la zona. Era María Araya, presidenta del Consejo Consultivo del Hospital de Quintero, quien le avisó que estaban llegando decenas de personas intoxicadas a urgencia.
En ese momento, Katta miró por la ventana de su casa, ubicada en una loma sobre la playa de Ventanas. Desde ahí normalmente se ve la puntilla donde está el pueblo de Quintero, pero ese día una gran nube cubría el balneario. Katta tomó su auto y manejó hacia el hospital. Quería confirmar lo que estaba pasando.
Olor a gas y un sabor dulce en la boca fue lo que sintió al llegar a Quintero. La urgencia del hospital estaba colapsada. Era algo que ella hace un tiempo presentía que ocurriría. Desde 2016 han registrado otros casos de intoxicaciones en niños, pero a menor escala. En junio hubo un episodio en la Escuela de Horcón por olor a gas. También en abril de este año y en marzo de 2017, en el Complejo Educacional Sargento Aldea.
-Fue bien impactante porque había muchas niñitas chicas, de uno o dos años, vomitando -dice Katta Alonso, con una voz ronca, marcada por respiraciones cortas. Hace ocho años dice que le fue diagnosticado un enfisema pulmonar y, hace seis meses, le detectaron una bronquitis crónica.
Según ha informado la Secretaría Regional de Salud Valparaíso, desde ese 21 de agosto han habido numerosos episodios de intoxicaciones, que han sumado más de mil casos. Katta Alonso asegura que la cifra es más alta, porque no se contabiliza a las personas que se atienden con doctores particulares ni a las que llegan al Hospital Dr. Gustavo Fricke, de Viña.
Katta Alonso tiene 65 años y es la presidenta de la organización Mujeres de Zona de Sacrificio Quintero-Puchuncaví en Resistencia, una agrupación formada hace dos años por 25 mujeres que buscan informar, crear conciencia y luchar por la salud de su comunidad, que convive con la contaminación del Cordón Industrial de Ventanas. Katta, por su parte, lleva más de 12 años peleando como dirigente a través de esta y otras organizaciones creadas con anterioridad en la zona.
Hace cinco meses, Mujeres de Zona de Sacrificio Quintero-Puchuncaví en Resistencia y otras agrupaciones medioambientales contactaron a Waterkeeper Alliance, una organización estadounidense con sede en Nueva York, presidida por Robert Kennedy Jr. y que lucha por el derecho a tener aguas limpias. Esta entidad protege más de 4 millones de kilómetros cuadrados de ríos, lagos y vías fluviales costeras, y se vincula con 300 organizaciones medioambientales de 35 países del mundo. A fines de mayo, Waterkeeper Alliance visitó Ventanas para analizar la situación, y tomó muestras de la playa y de dos pozos de agua del poblado.
El resultado del estudio de esas muestras fue claro. En el material recolectado en la playa encontraron algo que Donna Lisenby, gerenta de defensa global en Waterkeeper Alliance -quien realizó el trabajo de campo en Chile-, describe como "una sopa tóxica de metales pesados". Desde Nueva York enumera los metales pesados que encontraron: aluminio, arsénico, bario, cromo, cobalto, cobre, plomo, manganeso, níquel, vanadio y zinc. Y en uno de los pozos de agua se encontró una concentración de arsénico 15 veces más alta de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Donna Lisenby tiene más de 20 años de experiencia en defensa medioambiental, resguardando el agua en comunidades de todo el mundo. Esta científica fue la primera en denunciar las lagunas de cenizas de carbón en Carolina del Norte, y por esa labor recibió números premios medioambientales. Ahora, una de sus preocupaciones está en este sector costero de la Quinta Región.
-Fue impactante ver la exposición crónica a contaminantes a los que las personas que viven ahí están expuestas cada día de sus vidas, de múltiples fuentes. En su aire, en su agua, en sus playas. No hay un lugar ahí que no esté contaminado -dice Donna, quien recuerda cuando conoció a Katta Alonso, con quien recorrió la zona para tomar las muestras.
-Yo conocí a la Erin Brockovich en Estados Unidos. Sobre la que hicieron la película. Bueno, Katta es más potente, articulada y asombrosa que la verdadera Erin Brockovich.
Katta Alonso Raggio está de pie frente a la playa de Ventanas en la comuna de Puchuncaví. A su derecha se ve una loma llena de casas de madera de diferentes colores, con techos de madera o de zinc. En una de esas vive ella. Unos metros más allá, donde termina el poblado y casi encima del estero de Puchuncaví, están las industrias del Parque Industrial Ventanas. Las chimeneas prendidas rodean los más de cinco kilómetros de playa hasta el balneario de Quintero y liberan nubarrones de humo y gases de distintos tonos de gris que se mezclan con las nubes del cielo.
Al llegar a la playa, Katta Alonso apunta la arena grisácea, con manchones negros de los varamientos de carbón, y luego mira el mar. Comenta que su color oscuro es producto de los derrames de carbón y metales pesados por parte de las industrias.
Hasta fines de los años 50, Ventanas era un balneario más de la Quinta Región. Sus veraneantes arrendaban las casa de los pescadores. Entre ellos estaban los bisabuelos y abuelos de Katta Alonso.
La primera industria que se instaló en el borde costero que separa a Ventanas del pueblo de Quintero fue Chilectra, en 1958. Entonces se prendió la primera chimenea industrial en el sector, a la que gradualmente se sumaron termoeléctricas, fundiciones, refinerías, puertos de descarga de combustible y centrales de gas, que conformaron el Cordón Industrial de Ventanas. Actualmente 15 industrias conviven con la población de Puchuncaví, que corresponde a 18.546 habitantes, y la de Quintero, de 31.923 habitantes. En total suman más de 50 mil personas, de acuerdo al Censo 2017.
Según los antecedentes históricos registrados en el sitio web del Programa para la Recuperación Ambiental y Social (PRAS) del Ministerio del Medio Ambiente, a principios de los 90 se comenzó a evidenciar el impacto ambiental de este Parque Industrial en la zona, y en 1994 el Ministerio de Agricultura declaró a Puchuncaví y Quintero como zona saturada de contaminación por dióxido de azufre (SO {-2} ) y material particulado. Según la OMS, este es un gas que se genera por la combustión de fósiles y puede afectar al sistema respiratorio y las funciones pulmonares, provocando tos, secreción mucosa y agravamiento del asma y la bronquitis crónica.
Desde la saturación de la zona, además de varios episodios de derrames de carbón y petróleo -uno de ellos en 2014, en el que se derramaron más de 30 mil litros de petróleo al mar-, se han registrado también decenas de alzas de emisión de dióxido de azufre, detectados en las Estaciones de Monitoreo de Calidad del Aire de Quintero. Todo esto, dice Katta Alonso, ha afectado a los habitantes de Puchuncaví y Quintero. Otro caso polémico ocurrió en 2011 en la Escuela La Greda. Ese año, más de 30 personas, la mayoría niños, se intoxicaron, y el gobierno decidió trasladar la escuela a otro lugar, por su cercanía al Cordón Industrial. La Greda había sido uno de los casos de intoxicación más controversiales del sector.
Hasta los episodios que empezaron este 21 de agosto.
-La situación explotó, nunca ha habido tantos intoxicados -dice Katta Alonso. Katta Alonso tenía cinco años cuando llegó la primera industria a Ventanas. Durante los veranos, su familia arrendaba las casas de los pescadores hasta que el papá de Katta se compró un terreno en el pueblo y se construyó la casa en la que ella vive hoy.
Su papá, Víctor Alonso, era abogado, pero siempre ejerció como periodista deportivo en el entonces Canal 9, hoy Chilevisión. Su mamá, Catalina Raggio, era dueña de casa y fundadora de una agrupación de la parroquia San Pedro de Las Condes. Katta Alonso -la menor de cuatro hermanos- estudiaba en el Liceo Manuel de Salas y las vacaciones de verano las pasaba en Ventanas.
-Quintero era un balneario muy aristocrático y en Ventanas éramos un poco más hippies. La arena era clara y el agua cristalina, y allá donde están las industrias había puras dunas. El 68 vinieron las primeras denuncias de agricultores porque se les morían los animales. Yo me acuerdo que nos quedaban los pies negros en la playa. Ahí se fueron casi todos los veraneantes para otros lados- cuenta. Pero su familia se quedó.
Katta Alonso entró a estudiar Trabajo Social en la Universidad de Chile. A los 21 años se casó, tuvo dos hijos y cuando nació el segundo se separó. Entonces, abandonó su carrera para trabajar y mantener a sus hijos. Partió como vendedora en una tienda de blusas y luego en una marca de muebles donde llegó a ser gerenta. Más tarde, abrió su propio taller de muebles. En paralelo tomó cursos de psicomotricidad en la Universidad de Chile y comenzó a dictar talleres en el ex Colegio Marshall a niños con dificultades de aprendizaje.
Luego de una segunda separación, Katta decidió hacer un cambio de vida y regresó a la antigua casa de sus papás en Ventanas. Era el año 2006 y ella tenía 53 años.
-La idea era estar por un tiempo, pero me fui quedando -dice Katta.
Al llegar a Ventanas se integró a un programa de asistencia técnica de reforzamiento para los niños con dificultades de aprendizaje en los colegios de la comuna. Ahí se dio cuenta de una realidad que no conocía.
-Los niños no aprendían. Me tocó ver mucho C.I. bajo y dificultades de aprendizaje. También había una escuela especial con niños con problemas neurológicos, malformaciones congénitas, Down y mucho autismo. Los niños fueron el clic. Ahí empecé a averiguar qué estaba pasando. Lo encontraba extraño.
Esa mañana de agosto, cuando Katta Alonso llegó al Hospital de Quintero vio que las personas intoxicadas presentaban un síntoma que no había visto antes. 
-El adormecimiento de las extremidades fue algo nuevo, y probablemente se debe a que las industrias están emitiendo un gas nuevo que no se ha medido -dice sentada en su casa de madera color verde que enfrenta la playa de Ventanas. En la terraza tiene colgado un cartel negro que da a la calle, donde se lee en letras rojas: "Queremos normas OMS para Chile".
El 23 de agosto, la Intendencia de la Región de Valparaíso declaró Alerta Amarilla en las comunas de Quintero y Puchuncaví. La Dirección Regional de Onemi Valparaíso publicó el seguimiento de esta alerta, el 24 de agosto, que dice: "En relación a la presencia de metolcloroformo, nitrobenceno y tolueno en el ambiente, detectados en las comunas de Quintero y Puchuncaví (notificado en informes técnicos N° 726 y 727), donde 133 personas resultaron intoxicadas por contaminación atmosférica, en diversos sectores de las comunas".
Katta Alonso cree que estos nuevos gases podrían ser una de las posibles causas de las intoxicaciones masivas.
El doctor Andrei Tchernitchin, presidente del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico, quien ha hecho estudios de metales pesados en la zona, dice que el tolueno ya se había detectado antes, pero que el metilcloroformo y nitrobenceno son nuevos.
-Las intoxicaciones están relacionadas. El metilcloroformo, cuya emisión prohibida en el mundo, en altas concentraciones produce cefalea, náuseas, vómitos, diarrea y mareos. El nitrobenceno es peor, produce metahemoglobinemia, que afecta al sistema nervioso central, y, en menores concentraciones, causa efectos neurológicos equivalentes a la parestesia (adormecimiento) y a los problemas de reflejo. Todo lo que se encontró en el Hospital de Quintero -dice Tchernitchin.
Katta Alonso alega que ni las empresas del Parque Industrial ni el Gobierno han dado a conocer las causas exactas de estas intoxicaciones. El 24 de agosto, la agrupación Mujeres de Zona de Sacrificio en Resistencia publicó en sus redes un petitorio. Una de sus demandas principales es la paralización temporal del Parque Industrial para detectar la causa de las intoxicaciones.
Hasta el momento, el Ministerio de Salud impuso temporalmente la obligación de las industrias de la zona de disminuir las emisiones de dióxido de azufre en un 20%. El 4 de octubre, el Gobierno anunció un nuevo protocolo ambiental para Quintero y Puchuncaví, que considera un monitoreo diario de la calidad del aire y la opción de decretar una "alerta temprana" para prevenir. También trabaja en un nuevo plan de descontaminación para la zona.
El plan de descontaminación previo, del gobierno anterior, "no descontaminaba", según Katta Alonso. En diciembre de 2017, la agrupación Mujeres en Zona de Sacrificio presentó su punto de vista a la Contraloría Regional de Valparaíso. A fines de ese mes el plan fue desestimado por el contralor general. En la resolución se señala que las propuestas "no se traducen en una efectiva reducción de los contaminantes".
Otro de los puntos importantes que exigen Mujeres de Zona de Sacrificio en Resistencia es que las leyes chilenas se igualen a las de la OMS. Aseguran que la actual Ley de Medio Ambiente -que entró en vigencia en 1997- no puede sancionar ni solicitar Resolución de Calificación Ambiental a las empresas que se instalaron antes de la promulgación de la ley. Es el caso de Aes Gener, Puerto de Ventanas, Ventanas I y Ventanas II de Codelco, Oxiquim y Gasmar, entre otras.
Por este motivo, Katta Alonso ha ido varias al Congreso y ha participado de las sesiones de la Comisión de Medio Ambiente. El diputado de la zona Daniel Verdessi (DC), y miembro de la actual Comisión Investigadora para Concón, Quintero y Puchuncaví, ha visto la labor que Katta ha hecho en la comunidad y en el Parlamento.
-Es la dirigente más importante; muy respetada en Quintero y Puchuncaví. Ha sensibilizado en el tema medioambiental, ha hecho charlas, se ha asesorado bien por expertos y ha expuesto estudios e información en el Congreso. Esta líder ha venido a organizar a la sociedad civil, y para nosotros es importante, con una ley medioambiental absolutamente insuficiente, ver cómo enfrentamos el tema futuro de una ley ambiental que se ponga a tono con las exigencias mundiales para producir sin contaminar -dice el diputado Verdessi.
El último miércoles de septiembre, Katta Alonso viajó a Santiago a un seminario de la Unión Europea que se habló, entre otros puntos, de temas medioambientales.
Es mediodía y está sentada en la terraza de la casa de su hija, Alejandra Ortiz, en El Arrayán.
-De vez en cuando me escapo para acá para a tomar aire -dice Katta y luego agrega:
-Además, psicológicamente te afecta, cada día descubres cosas más espantosas y más y más irregularidades. Tienes que hacerlo por salud mental.
Su hijo, Sebastián Ortiz, ingeniero forestal de 39 años, cuenta que él y su hermana han conversado con Katta Alonso para que se vaya a vivir con uno de ellos.
-Creo que hay un costo de salud importante. Sin duda por vivir ahí sus enfermedades pulmonares se están afectando, por la contaminación -dice Sebastián Ortiz.
Katta Alonso reconoce que ha pensando dejar su casa en Ventanas, pero no aún. Cuenta que cuando llegó a vivir a la zona no había mucha conciencia en la comunidad sobre la contaminación que había. Entonces conoció al ingeniero en pesca Hernán Ramírez, que llevaba años asesorando a los pescadores y había empezado a ver problemas de contaminación en los moluscos. Katta Alonso, 
Hernán Ramírez y otras personas, crearon la primera agrupación en la que ella participó: Comunidades por el derecho a la vida. Así, Katta comenzó su camino como dirigente social y ambiental. Cuenta que con la agrupación, se contactaron con la ONG Oceana y levantaron un estudio sobre la contaminación de los mariscos en la bahía. Detectaron arsénico, cobre y cadmio en lapas, almejas, locos y jaibas. Hernán Ramírez recuerda que cuando Katta Alonso se involucró en temas ambientales, la comunidad la aceptó, ya que todos la conocen desde chica.
-Lo que más impresiona de ella es su convicción, el hecho de que se rehúsa a aceptar como normal lo que es anormal, y sus ganas de revertir la desesperanza de la población. Ella no se cree el cuento de que es presidenta, es una socia más y es líder. Es muy valioso en ella, la capacidad de siempre ayudar a generar redes -dice Hernán Ramírez.
Unos años después de armar la agrupación, en 2011, ocurrió el caso de intoxicaciones en la Escuela La Greda de Puchuncaví.
Katta Alonso recuerda:
-Nos acercamos al seremi de Salud de ese momento, Jaime Jamett, para solicitar que hiciera un estudio de suelo de todas las escuelas de la comuna.
La agrupación Comunidades por el derecho a la vida logró que se realizara el estudio y los resultados señalaron la presencia de cadmio, cobre, plomo, cromo, níquel, arsénico y zinc. Una de las principales conclusiones fue que había "presencia de contaminación en todos los establecimientos educacionales".
-El ex seremi Jamett indicó que había que limpiar todas las escuelas, pero la Concertación no lo hizo, lo están haciendo recién ahora. Y con La Greda, que era la más contaminada, la movieron dos kilómetros más allá y listo -dice Katta Alonso.
El doctor Andrei Tchernitchin estuvo al tanto de la situación de contaminación de las escuelas y fue a tomar por su cuenta muestras de suelo de diferentes localidades del sector.
-No tomé solo en La Greda, también en Maitencillo, Marbella, hasta Zapallar, y encontré una contaminación en el área muy larga y parece que a la gente no le gustó mucho que en Marbella hubiera contaminación por arsénico -dice Tchernitchin.
En 2012, Katta Alonso se presentó como candidata a concejal. En su campaña recorrió las 22 localidades de Puchuncaví. Su único objetivo era informar a la comunidad sobre la contaminación. Finalmente, no fue elegida.
En 2016, la organización Comunidades por la vida se disolvió, por problemas entre los integrantes.
Mujeres de Zona de Sacrificio Quintero-Puchuncaví en Resistencia fue la siguiente organización que Katta Alonso conformó solo con mujeres de la comunidad. Se propusieron tener representantes de todas las localidades de ambas comunas. Actualmente, hay inscritas 35 mujeres, pero Katta explica que de esas, 18 están activas.
-Nos juntamos las mujeres, porque somos más guerreras y nos queríamos enfocar directamente a la salud de la población, y defender a nuestros niños. Nosotros ya estamos contaminados, y queremos que las nuevas generaciones no pasen por lo que estamos viviendo -dice Katta Alonso.
El diputado Félix González, del distrito 20 de la Región del Biobío y miembro de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, destaca de esta organización de mujeres -con las que se ha reunido en la comisión- su sinceridad al organizarse.
-Ellas tiene un compromiso con la causa, sin que esté cruzado por ningún interés de tener compensaciones ni mucho menos, sino que para resolver un problema profundo del modelo económico, que es que hay comunidades que están entremezcladas con zonas industriales contaminantes -dice el diputado González (Partido Ecologista Verde).
Con la organización de las mujeres han hecho festivales culturales en la comuna informando sobre la contaminación. Además, Katta personalmente se reúne con el intendente, Jorge Martínez; con la gobernadora, María de los Ángeles de la Paz Riveros, y con la seremi de Medio Ambiente, Victoria Gazmuri. Consultadas estas tres autoridades del gobierno regional sobre la labor de Katta Alonso y la agrupación de mujeres declinaron participar de este reportaje. -Hemos tenido la mejor de las disposiciones, pero no hacen nada. Lo único que nos queda es ir a denunciar para afuera, a nivel internacional -señala Alonso. El pasado 10 de julio, la ONU accedió a recibir a Mujeres en Zona de Sacrificio en su sede en Vitacura para hablar de la violación de los derechos humanos que ellos vivían, dice Katta.
-Ello nos recomendaron presentar un informe con nuestras denuncias en la instancia civil para el examen de derechos humanos que Chile deberá rendir en enero de 2019 -señala la dirigenta.
El informe lo entregaron a través del sitio web de la ONU en el que denunciaron "la violentación al derecho a la vida y la salud" y "la violación al derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación", entre otros, y presentaron un petitorio de ocho puntos, exigiendo entre ellos el cierre de algunas de las empresas.
Para Katta Alonso, está en las manos de la sociedad civil empoderarse para lograr los cambios.
-Me gustaría que la gente pudiera vivir en un ambiente libre de contaminación y empezar a recuperar todo lo que se ha perdido. Yo quiero irme cuando por lo menos se haya empezado a recuperar, porque sé que de aquí a que esté limpio, yo ya no voy a estar.

lunes, 6 de agosto de 2018

La Plaga de las Granjas de Salmón

Después de evitar, junto a la organización ciudadana, la entrada de AES Gener con una central eléctrica a carbón masiva, el Director de Vigilante Costero Maule Itata, Rodrigo de la O, fija su vista en el flagelo del cultivo del salmón.

El grito de batalla del movimiento: “No a las Salmoneras”;
Foto de Todos Somos Cobquecura (We Are All Cobquecura).

Por Sergio Moncada, Organizador, Latinoamérica | Waterkeeper Magazine #14

Después de una lucha épica de siete años o más, que detuvo con éxito la construcción del Proyecto Central Termoeléctrica a carbón Los Robles de 750 MW en la pintoresca costa central del Maule en Chile, el Director de Vigilante Costero Maule Itata, Rodrigo de la O, regresa a las trincheras, defendiendo su comunidad y las comunidades vecinas contra la amenaza de un nuevo Goliath: las operaciones de cultivo de salmón a escala industrial, que en gran parte están débilmente, o no reguladas. Chile es ahora el segundo mayor productor mundial de salmón cultivado después de Noruega, y 70.000 empleos en Chile dependen de él, "pero", dice Rodrigo, "estamos pagando un costo demasiado alto".

Originario de Santiago, la capital de Chile, Rodrigo se mudó a la región del Maule en 2004. Poco después, fundó junto a unas 15 participantes comprometidos, el grupo de base Acción Ciudadana Pro Maule Costero. Se convirtió en el primer Waterkeeper en Chile en 2009. Rodrigo, publicista y diseñador de formación y un Postgrado en Gestión Ambiental Local, es un idealista y también un luchador pragmático e incansable. Es este impulso, dice, lo que lo ayudó a vencer la propuesta de la planta de energía de AES Gener, una subsidiaria de la gigantesca corporación de energía de EE. UU. AES Corp.

Maule, está ubicado a 800 kilómetros del eje de la industria del salmón en la costa sur del país; Rodrigo y sus aliados nunca imaginaron que ellos también estarían en la mira del poderoso lobby de la industria y es a fines de 2015 cuando se enteraron de que la empresa Inversiones Pelicano S.A. había presentado Declaraciones de Impacto Ambiental para un proyecto de acuicultura de salmón de USD$ 28,6 millones consistente en 11 sitios en un tramo de 50 kilómetros de la costa del Ñuble, Biobío y Maule, entre las comunas de Cobquecura, Trehuaco y Coelemu, un área famosa por el surf y el ecoturismo; además del hogar de lobos marinos y muchas otras especies, como el delfín chileno (tonina) y las ballenas sei de más de 18 metros de largo.

Ocho de esos proyectos se construirían cerca de 2 mil metros de la costa de Cobquecura y producirían anualmente más de 3.000 toneladas de salmón. Los 11 sitios cubrirían, aproximadamente, 180 hectáreas de agua e incluirían jaulas a una profundidad de 60 metros aproximadamente.

"Pondrían en riesgo el tejido social, al poner en peligro la salud pública, enfrentando a los residentes a favor de las granjas, contra quienes se oponen y convirtiendo a los pescadores artesanales en trabajadores altamente dependientes de una industria que, como lo ha demostrado la experiencia en el sur de Chile, es altamente vulnerable. Los impactos en la vida marina son incuantificables".

Si tiene éxito, Inversiones Pelicano y su industria podrían alterar y modificar completamente comunas como Cobquecura o Trehuaco. Al igual que muchos asentamientos costeros salpicados en esta costa, que cuenta con pintorescas casas y paredes cubiertas con su característica piedra local. También, tiene una playa larga y ancha con olas salvajes que es popular entre los surfistas; la playa se llena en febrero cuando Cobquecura organiza una Competencia Nacional de Surf. De pie en la playa, se puede escuchar el aullido de los lobos marinos desde un afloramiento rocoso a unos 50 metros de la costa. Los islotes, conocidos como la "Piedra de la Lobería", es el hogar de una colonia de alrededor de 3.000 miembros de esa especie donde toman el sol, lo que ha inspirado a una floreciente industria ecoturística local. Los visitantes, eventualmente, pagan a los pescadores para que los saquen en sus botes para ver esta gran colonia de cría y el área ha sido designada Santuario de la Naturaleza desde 1992.

La noticia de la amenaza que implica la eventual llegada de Inversiones Pelicano al zona centro sur de Chile alarmó a los locales por muchas razones. Los salmones no son originarios de América del Sur, y hace 25 años, Chile no tenía industria del salmón de la cual hablar.
Foto de Todos Somos Cobquecura (We Are All Cobquecura).
Fotos arriba, los grupos locales de ciudadanos; ambientalistas y los sindicatos de pescadores artesanales locales se unieron a los miembros de la comunidad en Taucú, Buchupureo, Cobquecura, para una caravana y manifestación pública para protestar por los peligros de las granjas de salmón a gran escala. Estas demostraciones periódicas han mantenido a las comunidades costeras en alerta constante ante esta amenaza. Foto de Maule Itata Coastkeeper.
A medida que el cultivo de esta especie creció, trajo consigo una serie de efectos dañinos para las comunidades costeras del sur. Con decenas de millones de salmones confinados en corrales superpoblados, sus excedentes de alimentos y heces cayendo al fondo del mar, y docenas de plantas de procesamiento que arrojan las entrañas de salmón directamente al océano, era solo cuestión de tiempo antes de que ocurriera el desastre. Pronto se formaron zonas muertas en las aguas alrededor de los corrales. Y el uso excesivo de antibióticos en la industria, no para tratar enfermedades sino para prevenirlas, aumentó el riesgo de que las bacterias resistentes a los antibióticos infecten a las comunidades locales y a los consumidores de salmón.

En 2016, una infección acabó con el 20 por ciento de la industria salmonera de cultivo multimillonaria de Chile y una proliferación de algas sin precedentes (o "marea roja"), llevando una venenosa propagación de neurotoxina cercana a los 2 mil kilómetros de extensión a lo largo de la costa patagónica, desencadenando un desastre de salud pública y despertando furiosas protestas de los pescadores. Los científicos sostienen que la marea roja pudo haber sido causada por el salmón podrido en el océano abierto y por las enormes cantidades de heces de salmón que sofocaban partes del lecho marino.

Con la esperanza de evitar el mismo destino de las comunidades en el extremo sur de Chile, y junto a otros líderes locales, establecieron Todos Somos Cobquecura (FB), una coalición de organizaciones ambientales, grupos de base y residentes locales de todos los ámbitos: pescadores artesanales, miembros de ligas deportivas locales, empresas de turismo, funcionarios del gobierno local, deportistas y ciudadanos preocupados.

"La comunidad estaba organizada, activa y decidida en la definición de su propio camino de desarrollo. Nuestra victoria fue y es el resultado de una sociedad más empoderada que exige el derecho de abogar por nuestros propios intereses y por la preservación de nuestro patrimonio natural para las generaciones futuras. Estamos en esta lucha y es a largo plazo. El silencio y la inacción equivalen a aceptarlo".

En un intento subrepticio de desviar el escrutinio, Inversiones Pelicano presentó declaraciones de impacto ambiental por separado para cada uno de los 11 sitios de su proyecto, en lugar de un solo Estudio de Impacto Ambiental más complejo y exhaustivo para un solo proyecto. La ley chilena establece una distinción importante entre las Declaraciones (DIA), que están destinadas a proyectos con impactos menores, y los Estudios (EIA), que son para proyectos que causan uno o más impactos importantes en la cantidad y calidad de los recursos naturales y efectos significativos en el paisaje.

La respuesta local fue inmediata y continuó durante 2016 y 2017, y no muestra señales de disminuir. Rodrigo y otros líderes han organizado marchas, mítines, reuniones comunitarias, exposiciones fotográficas, consultas con abogados y reuniones con funcionarios del gobierno local y representantes en la legislatura nacional de Chile.

Sus esfuerzos han comenzado a dar sus frutos, ya que los medios nacionales e incluso los medios específicos de la industria informan acerca de esta fuerte oposición. Se inició un debate que hoy se está desarrollando en el tribunal de la opinión pública, y ahora, lo más importante, el proyecto se ha detenido temporalmente. A principios de 2017, bajo la presión de Todos Somos Cobquecura (FB), la autoridad ambiental regional abrió un período de 20 días para que el público presente comentarios sobre el proyecto. Rodrigo y otros líderes locales instaron a sus comunidades y a todas las partes interesadas a enviar observaciones. Se recibieron más de 3.000 observaciones al proyecto. En octubre de 2016, Inversiones Pelicano solicitó un período de un año para responder. En octubre de 2017, solicitó un año adicional. Mientras tanto, la agencia ambiental de Chile (SEA), encargada de revisar declaraciones y estudios de evaluación ambiental, dio luz verde a una de las once granjas propuestas por Inversiones Pelicano, aunque la construcción aún no ha comenzado.
"Circulo de Energía por el Mar" (Buchupureo)
Las bahías y playas de la prístina costa central de Chile atraen a turistas y surfistas de todo el mundo. Foto de Maule Itata Coastkeeper.
Estas granjas afectarían a las comunidades locales de formas conocidas y desconocidas. Además de dañar dramáticamente el medio ambiente costero y sus comunidades, pondrían en peligro el tejido social poniendo en peligro la salud pública, enfrentando a los residentes a favor de las granjas contra quienes se oponen y convirtiendo a los pescadores artesanales en trabajadores de nómina altamente dependientes de una industria que, como lo ha demostrado la experiencia en el sur de Chile, es muy vulnerable. Se espera que los impactos en la vida marina sean cuantiosos.

En una publicación de blog a mediados de 2017, Rodrigo escribió: "Inversiones Pelicano... ha sido incapaz de responder muchas de las preguntas de las comunidades, incluyendo qué beneficios existen para las comunidades locales, por qué las granjas utilizarán antibióticos prohibidos en otros países, cuál es la medida en que se usarán estos antibióticos y cómo se evitará que los lobos marinos se acerquen a las jaulas de peces. Los lobos marinos se alimentan de salmón, u otros peces, y sus "ataques" (por su naturaleza) a las granjas de salmón contribuyen a sus escapes. Como resultado, varias enfermedades transmitidas por el salmón pueden contagiar a los lobos marinos; u otros mamíferos, aves y reptiles. Los estudios han demostrado que los delfines, por ejemplo, sufren lesiones en la piel vinculadas a las granjas de salmón".

Muchos desafíos están por venir. Rodrigo ya está lo suficientemente experimentado como para saber que la pelea será larga y que habrá altibajos en el camino. "Pero esa no es una razón para desanimarse", dice. En este momento, Todos Somos Cobquecura (FB) está evaluando sus opciones y planeando sus próximos pasos.

Un nuevo gobierno conservador asumió el poder en marzo, y la industria salmonera confía en que será más amigable con sus intereses que el gobierno anterior, mientras que Rodrigo y sus colegas están presionando para una evaluación regulatoria que requeriría que Inversiones Pelicano presente Estudios de Impacto Ambiental, en vez de declaraciones, que incluyan propuestas para mitigar los efectos negativos esperados. Junto a ello, también se están explorando formas de fortalecer y ampliar las protecciones para los lobos marinos de Piedra de la Lobería y su lugar de alimento y/o reproducción.
Piedra de la Lobería, hogar de una gran colonia de lobos marinos que es uno de los principales atractivos de la floreciente industria ecoturística local, estaría peligrosamente cerca de una de las granjas de salmón propuestas. Foto: Maule Itata Coastekeeper
Maule Itata Coastkeeper, Director, Rodrigo de la O se reúne con un pescador local.
Foto de Gisela Saez.
En este momento, las perspectivas son optimistas, a pesar de la desigualdad de condiciones. Después de que la catástrofe ecológica provocada por la acuicultura del salmón en el sur de Chile fuera noticia en los últimos dos años, los chilenos ahora están más conscientes que nunca de los impactos de las granjas acuícolas y están más preocupados por ellos. Además, el reciente esfuerzo exitoso de los activistas locales para bloquear el proyecto térmico Los Robles les ha dejado con habilidades de organización y la capacidad de utilizar las redes sociales como una plataforma efectiva para la movilización.

Esfuerzos como Todos Somos Cobquecura atestiguan la vitalidad del floreciente movimiento ecologista en un país aún marcado por los largos años (1973 a 1990) bajo la sombra del dictador Augusto Pinochet.


Recordando la victoria sobre la planta de energía de Los Robles, Rodrigo dice: "La comunidad estaba organizada, activa y decidida en el derecho de incidir en la definición de su propio camino de desarrollo. Nuestra victoria fue el resultado de una sociedad más empoderada que exige el derecho de abogar por nuestros propios intereses y por la preservación de nuestro patrimonio natural para las generaciones futuras. Estamos en esta lucha y es de largo plazo. El silencio y la inacción equivalen a la aceptarlo".


Palabras alentadoras de un activista cuya victoria sobre un gigante energético global ha demostrado que la persistencia da sus frutos.



 |Traducción/Adaptación: @vigilantecosta |