Buscar este blog

lunes, 26 de abril de 2021

La Corrupción: Tumor maligno de nuestra sociedad

@rodrigodelao | director @vigilantecosta waterkeepercl 

Próximamente, llegará a término mi segundo período consecutivo como representante latino en el Concejo de la Alianza Waterkeeper, el que cumplí desde 2015. Ha sido toda una aventura, un aprendizaje intenso, sobre la marcha, pero, que se ha hecho sinceramente. He intentado poder representarles en buena ley asumiendo el desafío y responsabilidad que ha implicado todo este proceso, a la confianza depositada en mi persona, y siempre esperanzado en que debemos mantener nuestra base de incidencia desde nuestro territorio y alianza.

Personalmente, un poco golpeado al observar o darme cuenta, en este tránsito, que la gran causa que debemos enfrentar y que abusa, afecta o impacta directamente nuestra naturaleza, al agua, a nuestros ríos, bosques, etc., de manera transversal, termina siendo el abuso, la corrupción instalada y, por ello, es que se han impulsado y se han hecho acciones conjuntas con nuestros programas hermanos miembros de la alianza, sobre el acuerdo de Escazú, su urgencia e importancia. Lamentando, por cierto, ausencia y renuencia de Chile por suscribirlo recordando que junto a Costa Rica fue uno de sus impulsores.

Y este abuso legalizado (mas no legítimo), instaurado en oscuros términos, consolidado por una mala clase política envanecida y deslegitimada por una ciudadanía que habita, agotada, un país perverso de colusiones, desfalcos, robos al erario nacional, financiamientos ilegales para cúpulas económico-políticas que lo han permitido, otorgandole a sus delitos penas de clases de ética como modelo de conducta y coronario de una burla sistémica que recluye e ignora, de manera morbosa y descarada, a los vulnerables, a los olvidados, en pro de quienes controlan, se benefician y reditúan de este reloj suizo de sistema cimentado en las AFP y los recursos naturales del país. Perfecto desde la óptica de su privilegio.

Ni siquiera sé si, a estas alturas, será válido preguntarse que es, cuál es el alma, la esencia del ser, de un trabajador con vocación de servicio público.

Después de varios años nuestra organización ha tenido yerros y aciertos. Triunfos ciudadanos que perduraran por siempre. Pero, también fracasos, frustraciones y derrotas de las cuales debemos aprender, y hemos aprendido, a recargarnos, reconstruyéndonos para recomenzar, conviniendo, que cualquier reto e intento en mejorar nuestras formas de vida valdrá la pena el intento. La perseverancia es una buena aliada para fortalecer y consolidar valores que contribuyan a buscar y aceptar buenas y mejores formas de vivir, principalmente, por la responsabilidad de entregar lugares habitables para las futuras generaciones. Pensar en justicia, implica pensar en ello. Simple y complejo. Paradójico. 

Defensores de los derechos de sus barrios, dirigentes sociales en sus pueblos o ciudades hoy debemos ser cautos, resguardarnos entre nosotros, ante la insanidad de ser amedrentados, amenazados, o eliminados; evidenciando la trama oscura que debemos enfrentar cuando se defienden derechos, muchas veces, de quienes no tienen voz o medios para hacerlo y terminan siendo subyugados o abusados. 

En eso, Waterkeeper ha sido y es vital; fundamental en la definición de lo que realmente es e implica una alianza global, y las maneras en que hemos colaborado, en la búsqueda de posicionar presencia y prestigio de nuestra red como organizaciones y personas dispuestas y convencidas de que la justicia social, ambiental y/o climática es un deber en su defensa y, un anhelo, en su derecho.

Mi país, Chile, vive un proceso inédito sin precedentes. Aun, y a pesar de que la pandemia ha sido un salvavidas para un gobierno que desde octubre de 2019 solo ha contribuido a su deblacle, subyace incólume la esperanza cuando un pueblo, no sus gobernantes, han impulsado el reescribir y legitimar nuestra propia constitución. La piedra angular, el consenso, en ese proceso de cambio en el que podremos redactar una carta magna de plataforma ambiental y/o ecológica donde podamos pensar en los derechos humanos y los de la naturaleza.

Justicia Ambiental y Climática. Cumbre Waterkeeper América Latina

Recientemente, a mediados de abril, terminamos nuestra Segunda Cumbre (la primera fue en Cartagena en 2019), reunión o encuentro de organizaciones latinoamericanas miembros de Waterkeeper Alliance en donde confluimos compañeros y compañeras desde Estados Unidos, México, Colombia; Costa Rica; Perú; Ecuador, Dominicana; Brasil; Chile. Impactados de como la pandemia nos ha golpeado a todos y también esperanzados en poder seguir accionando y trabajando una mirada conjunta en donde nuestra principal fortaleza es el que ya participamos de una red y un movimiento consolidado.

Uno de los conferencistas de nuestra reunión fue Jeff Tahler, abogado, quien se refirió a la Justicia Ambiental y Climática. Jeff, nos enseña cual es la definición de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) de Justicia Ambiental como “el trato justo y la participación significativa de todas las personas sin importar su raza, color, origen nacional o ingresos con respecto del desarrollo, implementación y cumplimiento de las leyes, regulaciones y políticas ambientales. Este objetivo se logrará cuando todos gocen del mismo grado de protección contra los peligros ambientales y de salud, y el mismo acceso al proceso de toma de decisiones a fin de tener un entorno saludable en el vivir, aprender y trabajar”. Añadiendo también que la Justicia Ambiental “exige el derecho a un uso ético, equilibrado y responsable de la tierra y los recursos renovables a favor de un planeta sostenible para los seres humanos y otros seres vivos”.

La Justicia Ambiental “exige el cese de la producción de todas las toxinas, desechos peligrosos y materiales radiactivos y que todos los productores pasados y actuales sean expresamente responsables ante la gente por la desintoxicación y la contención en el punto de producción”.

La Justicia Ambiental “exige el derecho a participar como socios igualitarios en todos los niveles de la toma de decisiones, incluidos en la evaluación de necesidades, la planificación, la aplicación, el cumplimiento y la evaluación”.

En relación a la definición para Justicia Climática, se refiere, a “el cambio climático que afecta con más fuerza a los hogares, comunidades y sociedades más vulnerables ecológicamente y que también carecen de la capacidad político-económica para hacerles frente y adaptarse al mismo”.

La Justicia Climática “insiste en una transición desde el discurso sobres los gases de efecto invernadero (GEI) y el derretimiento de los casquetes polares a un movimiento de derechos civiles con las personas y comunidades más vulnerables a los impactos del cambio climático que las aquejan…”.

El Caso Urgenda (Países Bajos) es emblemático. En el Artículo 2 de la Convención Europea de Derechos Humanos (European Convention on Human Rights, ECHR) “protege el derecho a la vida” y significa que una nación tiene la “obligación positiva de tomar todas las medidas adecuadas para salvaguardar la vida de quienes se encuentran dentro de su jurisdicción”.

El Artículo 8 “protege el derecho al respeto de la vida privada y familiar”, que incluye la “obligación positiva de una nación de tomar medidas razonables y apropiadas para proteger a las personas contra daños graves a su medioambiente”.

La ciencia del cambio climático, en palabras del Tribunal, obliga a la conclusión de que existe una “amenaza genuina de un cambio climático peligroso” y que “la vida y el bienestar de los residentes Holandeses podrían verse seriamente comprometidos”.

Además, “existe un alto grado de consenso internacional” sobre la necesidad de lograr al menos una reducción del 25% de las emisiones de GEI para 2020 a fin de prevenir un cambio climático peligroso. El gobierno violó sus deberes según ECHR con un objetivo a corto plazo menos ambicioso, sostuvo el tribunal.

Waterkeeper, debe ser un escudo protector para sus miembros y de cualquiera que persiga mismos principios u objetivos, en pro de esa Justicia, de manera transversal y eso, ese proceso, se ha ido consolidando y se agradece. En nuestra región la situación es brava y necesitamos abordarlo de manera conjunta, estratégicamente, evitando sobreexponernos, o que nos amedrenten, nos amenacen y/o nos sigan matando. 

Termino pensando en mi experiencia como keeper, en estos más de diez años, en la representación regional ante el concejo y en nuestro trabajo que va desde el activismo, la defensa, pudiendo incluso confrontar y debatir visiones a través de la organización local, civil o ciudadana. Buscando siempre la convergencia, potenciando, en lo más posible, nuestro rol como Waterkeeper y la responsabilidad que implica, desde lo local, como un individuo parte de mi comunidad, hasta las alianzas nacionales e internacionales, como la nuestra. Eso se construye, a través del empoderamiento, de la educación e información abierta, que contriubya a la cohesión del tejido social, desde y junto a las bases.

Agradezco en trabajo de todos y todas. Lo mejor para mi compañero y amigo Patricio Chambers, como miembro del Concejo, quien ha sido un aporte en el ordenamiento, planificación y proyección en todo este proceso. 

viernes, 16 de abril de 2021

Brown y Brown: para proteger el río Ottawa, otórguele derechos legales

Fuente: @LFPress > Original Post

Al ser testigos de tres crisis mundiales que se cruzan, muchos de nosotros buscamos nuevas formas de resolver los complejos problemas del cambio climático y la pérdida de biodiversidad. 


Otorgar derechos legales a la naturaleza puede ayudar a proteger lo que amamos y necesitamos. Requiere creer y comprender que no estamos separados de la tierra y las aguas que son la base de nuestra salud y prosperidad.

Los pueblos indígenas saben desde hace mucho tiempo que los seres humanos no pueden "poseer" la tierra o el agua. Ven la naturaleza y los animales como parientes, parte de una comunidad a la que pertenecen las personas. Este pensamiento es la base de un nuevo movimiento global para reconocer los derechos inherentes de la naturaleza.

Como defensores del río Ottawa, prestamos atención ya que a los ríos de todo el mundo se les concedieron derechos legales. En 2017, el río Whanganui de Nueva Zelanda fue el primero en ser reconocido como un ser vivo y se le otorgó la "personalidad" legal. Este movimiento fue liderado por el pueblo maorí.

Muteshekau-shipu, el río Magpie en el noreste de Quebec, famoso por su paisaje, acantilados y bosque boreal virgen, ganó la personalidad jurídica en febrero, una novedad en Canadá.

Durante años, personas y grupos se unieron para proteger este río salvaje de aguas bravas de las represas hidroeléctricas y las minas. Finalmente, la Alianza Muteshekau-shipu se formó para proteger el río y reconocer sus derechos. Los innu de Ekuanitshit estaban entre sus cuatro miembros fundadores.

Hoy, al río se le han asignado nueve derechos, incluido el derecho a fluir, a mantener su biodiversidad, a estar a salvo de la contaminación y a demandar. La resolución aprobada por el Consejo Innu y la Municipalidad del Condado Regional de Minganie permite la creación de tutores legales para garantizar que se respeten los derechos del río.

El reconocimiento de los Derechos de la Naturaleza, también conocido como Ley de la Tierra, es un movimiento global en crecimiento. Los líderes en este campo incluyen el Earth Law Center, el programa Armonía con la Naturaleza de las Naciones Unidas y la Alianza Global por los Derechos de la Naturaleza. Las iniciativas para otorgar derechos sobre los ríos han dado forma legal a la manera en que se valoran los ríos: como entidades vivas y sagradas, como ecosistemas holísticos e interconectados, y como cuencas hidrográficas de agua, tierra, bosques y personas conectadas.

Otorgar derechos a un río se aleja de una mentalidad colonial de gestión de recursos que normalmente pregunta: "¿Qué queremos del río?" a un lugar donde preguntamos: "¿Qué queremos para nuestro río?".

¿Qué futuro queremos para el río Ottawa, el poderoso Kichi Sibi? ¿Y quiénes somos "nosotros"? Al abordar estas preguntas desde la perspectiva de la Ley de la Tierra, "nosotros" significa no solo los seres humanos, sino todas las especies que comparten el río: anguilas, esturiones, lucios, moluscos, arroz salvaje, alces, pinos blancos, pájaros, mariposas, abejas y otros a los que estamos conectados, y eso nos enriquece y nos sostiene.

El río Ottawa es un territorio no cedido ni rendido del pueblo Algonquin Anishinaabe, que durante mucho tiempo ha vivido en armonía con la tierra y las aguas. La experiencia global indica que los ecosistemas obtienen una mayor protección cuando se reconocen los derechos de los pueblos indígenas.

Pasar a otorgarle a Kichi Sibi la personería jurídica transformaría la forma en que pensamos sobre el agua y la vida del río, nos obligaría a reconciliar los marcos legales occidentales e indígenas, promover los derechos de los pueblos indígenas y trazar un rumbo hacia el respeto y la administración del río.
-
Meredith Brown es riverkeeper emérita y directora ejecutiva fundadora de Ottawa Riverkeeper. George Brown es abogado, profesor de la Universidad de Ottawa y cofundador de Ottawa Riverkeeper.
-
Image Credit: A solo canoeist makes his way toward Kettle Island from the Gatineau side of the Ottawa River last summer. PHOTO BY JULIE OLIVER /Postmedia

martes, 13 de abril de 2021

Tiempos Distópicos

Justo una semana antes de la revolución del octubre rojo chileno, fue la última vez que pise suelo de la capital de Chile. Participaba de un taller inicial, en el centro de Santiago, donde confluimos organizaciones diversas de todo el país que trabajamos con proyectos a través de fundaciones de alcance internacional y que compartimos la urgente necesidad de estar atentos para organizarnos desde lo local y defendernos, obligados muchas veces, por una voracidad desmedida, desbocada, de la inversión versus biodiversidad o naturaleza. Tan vertiginoso que, de no reaccionar en el escaso momento para enmendarlo, se convierte en una aplanadora, destruyendo todo a su paso, desde la calidad y formas de vida locales, apreciadas y existentes desde la ruralidad e interconexión cultural con el territorio de manera multidimensional. Obviamente, converger en el fundamento esencial de la preservación como un factor clave en planificación y ordenamiento que contribuya a minimizar y/o mitigar impactos negativos, se transforma en una acción que obliga a articularnos e integrar visiones. Desde el territorio, es una prioridad urgente.

Una semana después, un 18 de octubre de 2019, todo cambió. Como una olla a presión que hizo ebullición por décadas, simplemente, explosionó y, como una caja de pandora en expansión, la Distopía se hizo presente en nuestras vidas. Y, desde un surrealismo político agotador que nos deja perplejos continuamente, con un discurso infantil, triste y vacilante, se han perdido instancias históricas de poder construir sociedad, en vez de mutilar su tejido social. Una oportunidad perdida para poder reconocer a  verdaderos líderes. Lamentable.

Navegando en el caos rumbo a lo imposible, imbuidos en el sueño legítimo de un país más justo y equitativo, en el que resuenan exigencias de derechos elementales y donde las nuevas generaciones tienen un rol importante, pero también, de gran responsabilidad. Después del hastío generalizado hacia cúpulas de poder enquistadas en donde la corrupción es parte de la gestión. En donde la oposición política de representación ciudadana es cooptada, o no existe. Una suerte de aristocracia política asentada en un imaginario arcaico, de orígenes dudosos, fuera de tiempo y contexto. Crisis hoy es transversal. Religiones, iglesias, política, fuerzas de orden, empresariado, devastación de la naturaleza y bienes fiscales, fondos de pensiones miserables, mutilaciones con financiamiento del estado, amedrentamientos, demandas, muertes y un largo etcétera. Y, como si fuera poco, aparece, de pronto, una pandemia que todo lo agrava y afecta.

Desde esa perspectiva, Chile desde octubre de 2019, ha experimentado un proceso de cambio inevitable desde su estructura en todo aspecto y, si bien la pandemia del COVID-19 es una situación global, posiciona y convierte al proceso histórico chileno actual en una posibilidad real de poder hacer cambios profundos que permitan una mejor condición de vida para muchos, quedando crudamente evidenciado al ser la ciudadanía con sus ahorros, con un estado lento o ausente, los que han debido ayudar a sortear la crisis.

Como sea, siento existe un antes y después del estallido de octubre y pandemia. Desde la realidad distópica actual de no poder andar a cara descubierta, desde una policía cada vez más lejana, desde el control y el miedo de toques de queda, estados de excepción, distanciamiento social y cuarentenas, de la peligrosidad de un abrazo, de la muerte incesante y presente; desde las inequidades expuestas, sigo pensando que podemos ser mejores y en donde política y ciudadanía deben integrarse para volver a confiar y anular, ojalá, la corrupción ya instalada.

-
Rodrigo de la O | Vigilante Costero Maule Itata, ONG, Director| #Opinion -

jueves, 1 de abril de 2021

Organizaciones medioambientales nuevamente manifiestan su preocupación por los amedrentamientos y amenazas a líderes y profesionales que velan por el reguardo de los ecosistemas

En el primer trimestre del año en curso, hemos sido testigos de nuevos amedrantamientos y amenazas a líderes y profesionales que velan por el cuidado y la justicia en materia socioambiental, cuestión que se viene repitiendo sostenidamente, debido a la impunidad en la que han quedado los diversos casos.

La situación anterior se encuentra agravada por el delicado momento político en el cual nos encontramos en donde la violencia estatal, pos-estallido social ha estado presente en el último año y medio, el que además ha sido llevado en un contexto de estado de excepción.

Los territorios y las comunidades resisten a diario ante la arremetida del extractivismo que se hace presente en los territorios, bien saben los defensores ambientales que el desarrollo de proyectos de gran escala en materia energética, forestal, minera o de salmonicultura, generará la perdida de bienes comunes, romperá el tejido social y afectará la salud de aquellos que se encuentren cercanos a estos, por la contaminación y efectos que estos tienen en los ecosistemas.

Lo anterior ha implicado una resistencia por años, en la que dichas personas colocan en riesgo incluso su propia vida en la defensa de los bienes comunes. Esta resistencia ha generado, el malestar de quienes desarrollan sus actividades extractivas y con ello han utilizado el modus operandi de amenazar y amedrentar a quienes defienden la naturaleza y el sostén de vida que esta proporciona.

Es por ello que hemos visto cómo el 13 de febrero del presente año, en las instalaciones del APR de San José en la comuna de Cabildo, se le hicieron rayados en las paredes de la instalación, en donde se amenazaba de muerte a Verónica Vilches, integrante de Modatima.

El 22 de marzo, el día mundial del agua, fuimos testigos del ataque y amedrantamiento del candidato independiente a la Convención Constitucional por el distrito 9, Uriel González, el cual fue amenazado por dos personas que armados con cuchillo lo subieron a una camioneta azul, dejándolo abandonado en la comuna de Conchalí, en donde sus captores lo amedrentaron diciéndole “No te metai con el agua”.

El 28 de marzo, Michael Lieberherr, estudiante de periodismo situado en la comuna de Choapa es amenazado, por vía telefónica en donde le dicen “que se encontraba vigilado y que debía salir de la ciudad donde se encontraba residiendo”, lo anterior a raíz de la investigación que se encuentra realizando, el cual es un reportaje en el contexto de su memoria de título, en la cual indaga la posible responsabilidad de empresas mineras en los desastres ambientales que afectan a diferentes localidades rurales.

Los tres casos mencionados son acciones cobardes, que buscan desalentar la protección del agua, los ecosistemas y el trabajo de investigación periodística, en donde actividades económicas extractivas, ante la impunidad que tienen en los territorios, a través de personas que realizan el trabajo sucio, amedrentan a quienes defienden la vida. Hacer mención que, en todos los casos, los afectados han realizado las respectivas denuncias.

La política de persecución es inaceptable, por lo que el Estado debiera disponer de la búsqueda de la verdad y la protección de estos dirigentes y profesionales, quienes ponen su vida en defensa de la naturaleza, porque tienen la claridad de que al no protegerla es claudicar el futuro de sus familias y quienes habitan en el territorio. Todo esto reafirma que la ciudadanía y en particular los líderes ambientales se encuentran desprotegidos, los que frecuentemente deben ir a estampar las denuncias respectivas contra quienes resulten responsables, pero la justicia no se encuentra operando, debido a que los fiscales no ordenan que haya una investigación.

Por todo lo anterior es que organizaciones sociales y no gubernamentales, hacemos el llamado al Gobierno para que este firme el Acuerdo de Escazú, como medida de protección a los defensores del medio ambiente, y expresamos a los 3 poderes del Estado y la opinión pública nuestra preocupación e indignación por las graves amenazas a las que se están viendo sometidos nuestros compañeros y compañeras de causa.

Como organizaciones de la sociedad civil, nos negamos a aceptar estas prácticas que profundizan las grietas de nuestra democracia, manifestamos nuestro apoyo a quienes han sido vulnerados, incluso apoyando en la presentación de denuncias y recursos de amparo a nivel nacional, como asimismo presentaremos sus causas a nivel internacional.

Por último, a las empresas, que utilizan estas prácticas, decirles que nos les tenemos miedo, porque somos una gran cadena, formada con miles de personas que a diario resisten desde las diversas trincheras, en donde la verdad, la compresión, la cooperación y el amor por lo que hacemos, son más fuertes que el acto cobarde de amedrentar.

Firman:

  1. Fundación Chile Sustentable
  2. SCAC Antofagasta
  3. Centro ProSus
  4. Fundación Newenko
  5. Corporación Programa La Caleta
  6. Movimiento MOVILIZANDONOS por una cultura de Derechos de NNA en Chile
  7. Ecosistemas
  8. CEUS Chile
  9. Fundación Geonativa
  10. Secretaría de Ecología y Medioambiente FECh
  11. FIMA
  12. Alerta Isla Riesco
  13. Defensoría Ambiental
  14. Greenpeace
  15. Territorios Colectivos
  16. Agrupación Aisén Reserva de Vida
  17. Ciudadanos y Clima
  18. Fundación Plantae
  19. Fundación La Alameda
  20. Fundación Multitudes
  21. FENAPRU Chile
  22. Corporación El Canelo Nos
  23. Coordinadora Ciudadana No Alto Maipo
  24. RedBioLAC
  25. Defendamos Chiloé
  26. CODEFF
  27. Fundación Terram
  28. Centro de Análisis Socioambiental
  29. Fundación Tantí
  30. OPSAL
  31. Fundación Mingako
  32. Observatorio Ciudadano
  33. Chile Ambiente
  34. SCAC Magallanes
  35. Fundación Glaciares Chilenos
  36. Fundación Otros Cruces
  37. Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación
  38. Verde Nativo El Monte
  39. Latin American Soludarity Network (LASNET, lasnet.solidarity@gmail.com)
  40. Chile Solidarity Campaign-Australia
  41. Solidarity with Chile Melbourne
  42. Mapuche Australia Solidarity
  43. Coordinación Patagonia Sin Mineras (EQUUS OUT!)-Melbourne-Australia
  44. Trawunche Madrid (Coordinación de Apoyo al Pueblo Mapuche en Madrid)PEN Editions
  45. Violeta Rabi, investigadora de Espacio PúblicoFernanda Salinas Urzúa, Doctora en Ecología, Profesora de Sustentabilidad, Universidad de Chile
  46. Vigilante Costero ONG